El Monumento a las Pajaritas, que se alza entre los frondosos árboles del Parque de Huesca, lo diseñó Ramón Acín Aquilué el año de 1930.¡Cuántos admiradores de tales aves volanderas, lo han contemplado y en sus cerebros ha provocado multitud de bellas ideas!. A mí me ha llamado la atención el pensamiento del aviador Luis Ferreira Escartín, con el que se imaginaba ver las Pajaritas, no sólo estáticas contemplándose mutuamente, sino volando libres sobre los cielos de la Hoya de Huesca. Él, acostumbrado a volar en los planeadores que comenzaron a lanzarse al aire por aquellos años, soñaba en contemplar la belleza de aquellos paisajes, acompañado en su vuelo por las Pajaritas. ¡Qué feliz se sentía, soñando, como ascendería por aquellos espacios, que unen el Cielo con la Tierra!.
Estaban Ramón y su esposa Concepción, sentados, hablando de las pajaritas, encerradas dentro de una jaula. No se encontraban plenamente felices, porque se sentían ambos prisioneros sobre sus sillas, como las Pajaritas se contemplaban una a otra, sobre el Monumento. Les debió parecer triste el no verlas volar por el espacio, como años después los pilotos de los planeadores oscenses, soñaron con volar unidos a ellas, por el espacio de la Hoya de Huesca.
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