José María llanas Aguilando escribe en su libro publicado en Huesca por Leonardo Pérez, el año 1899.”Alma Contemporánea” y en el capítulo IV, hablando de los literatos regionales, lo siguiente: “Pereda en la Montaña (por más que este costumbrista tiene sobradamente demostrado que no sólo describe escenas montañesas”, Méndez Vellido en Granada los escritores gallegos, sevillanos y los valencianos en sus provincias respectivas, Basela en Zaragoza y Medina en la huerta de Murcia, sobre saturantes del ambiente de su tierra, nos hablan de él con entusiasmo y con la espontaneidad en la producción, que para sí quisieran los intelectuales del gran centro, en cuyas obras como es lógico, predomina lo artificial. La mayoría de los regionales revisten sus ideas con una forma muy castiza, cosa que nada tiene de extraño”.
Don José María era soltero y vivió sus últimos años en casa de Llanas, con su hermano Feliciano y sus sobrinos, entre los que se encontraba José Antonio Llanas Almudévar y esto nos explica por aquello de que “De raza le viene al galgo”, que de la misma forma que el galgo hereda la velocidad de sus antepasados, José Antonio tuvo algo que heredar de Don José María, que tal vez no se daba cuenta de que uno de esos sobrinos, sería un gran escritor regional o mas bien local, como ha demostrado con su programa radiofónico semanal y últimamente, casi cien años después de que don José María publicara su “Alma Contemporánea”. José Antonio ha editado por medio del IEA. ,”La pequeña historia de Huesca”. En ella saca a la luz todos los personajes de Huesca, a todas las personas protagonistas de su vida y costumbres, hablando de las escuelas, colegios, iglesias, procesiones, ferias, tabernas, ayuntamientos, etc.etc. Escribía de las casas familiares, de las casas religiosas o de la iglesia y de la casa municipal, decir del Ayuntamiento, en cuyos escritos después de sacar a relucir todos los hechos y aventuras de sus moradores, hablaba hasta de los perros, como el sábado, día 5 de Julio, fecha en la que murió y trataba su programa radiofónico de una perra a la que le ponían una cesta en la boca con una nota de lo que querían sus amos e iba a comprar y de un perro que acudía a misa a San Lorenzo, donde en cierta ocasión al escuchar un sonido del que los hombres no nos damos cuenta, el pobre perro lanzó un aullido y escapó corriendo. En la página 95 de su libro “La pequeña historia de Huesca”, escribe: “Otro dato que fundamenta mi aserto es el hecho de existir en la nómina de las catedrales el oficio de azota perros, especie de portero que vestido de túnica negra y unos azotes o palo en la mano, se dedicaba a expulsar del templo a cuantos canes pretendían entrar en él”.”Ahora los perros pueden asistir tranquilamente a los oficios de la catedral… y, a pesar de tener entrada franca y sin azotes, rarísimamente pisan la iglesia”.
El 18 de Mayo de 1973 escribía: ”Ya no puedo celebrar la fiesta de San Matías en la solemne misa mayor de la catedral, como hice hasta hace pocos años, pues esta misa se ha suprimido. Con ello me queda un poco más de tiempo para contemplar el sol de San Matías y rezarle usando el refrán de mi abuela “que decía: para San Matías sale el sol por las umbrías, calientan las aguas frías, tan largas son las noches como los días y cantan las totovías”; ”este refrán con poco trabajo se convierte en oración, para pedirle que siga haciendo llegar el sol a las umbrías”. A él le gustabas oír cantar a las totovías y dice que es bueno para el hombre oír de vez en cuando cantar a los pájaros”.
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