Toro de la Vega de Tordesillas. |
Cuando era niño, recuerdo como el corral de casa Almudévar de Siétamo, se llenó de novillos,que no recuerdo a donde caminaban, es decir si iban a algún mercado ganadero, o los llevaban a pastar al Pirineo o a la Sierra de Guara. A mí, me producían, no sé si un respeto o un auténtico miedo por su aspecto totalmente rústico. Unos eran negros y otros royos y todos ellos llevaban colgando de su cuello, unas cadenas, que arrastraban unos maderos, que les impedían acometer a sus pastores. Al día siguiente, los soltaron y por la cabañera, que está muy próxima, se fueron alejando. Los animales, que sufrían con aquellas cadenas y tablas no podían poner mala cara, porque no creo que supieran mostrar rabia u odio por el mal trato, que recibían con aquellas cadenas penitenciales. Pero no sé si les dieron de comer o no les dieron y marcharon agitados del corral de casa Almudévar.
Después de la Guerra Civil, en Huesca
capital se contemplaron escenas de
rebaños de novillos bravos, que bajaban de la Sierra de Guara, propiedad de los
Duques de esta Sierra, a la Estación de Huesca. Al llegar a la Plaza de San
Lorenzo, coincidieron con la salida de los fieles oscenses de Misa a la Plaza del Santo. Se armó un lío
tremendo, pues los fieles chillaban y los novillos, miraban por los ventanales
de los Comercios a su interior, consiguiendo uno de ellos romper la luna de una
tienda, en el Coso Bajo, frente a la Plaza de San Lorenzo. Se pasó un rato de
confusión y de miedo y por fin llegaron a la estación, donde los hicieron
entrar en los vagones, para ser conducidos al Matadero.
Entre Carcastillo, pueblo navarro
y Sadaba, aragonés se ven las Bárdenas y
allí se encuentran dos pueblos de Colonización, el navarro Figarol y a unos cinco kilómetros, el aragonés
Alera. Cerca de este pueblo se encuentra el pueblo de Layana con Los Bañales, que consisten en manantiales de
aguas calientes. En este pueblo se encuentra el santuario de la Virgen de Layana.
En Alera no se encuentran
iglesias antiguas ni ermitas, pero todos los años suben en Romería a visitar a
la Virgen de Layana. “Por aquellas tierras aragonesas se encuentra, cerca de Alera,
un monte, donde se crían vacas bravas, cuyos novillos se llevan a las Fiestas
de los pueblos para divertir a su juventud”. Por Tarragona hay ganaderías de
toros bravos y novillos, que hacen
divertir a la gente en sus días festivos.
En el castellano pueblo de Tordesillas,
ha chocado la tradición de los amantes del Toro de la Vega y las autoridades. Es
una tradición que la iglesia Católica no logró eliminar de España y es que esa
tradición tan antigua y tan unida a las costumbres de la Tierra, da la
impresión de que el pueblo siente
anulada su personalidad, ante la anulación de la fiesta de los toros. El Papa
Pío V, en su pontificado ya prohibió las corridas de toros “con su crueldad”.
En Portugal, más diplomáticos, obligan a que en las corridas de toros, se
corten las puntas de los cuernos, para evitar graves peligros a los toreros y
se evita la muerte del toro por la espada, al acabar su toreo. En Francia se suprimieron las corridas en casi
todo el País, menos en el Midi, al lado de España. En Méjico se debatió la
prohibición de la muerte de los toros por los Obispos, sin intervención de los
Poderes Públicos. En España Felipe II, intentó condicionar al Papa, cuando éste
le pidió su ayuda para expulsar a los turcos de su enorme intervención en el
Mediterráneo.
Dice el Canon 285 : “Absténgase
los clérigos por completo…” de asistir a
las Corridas de Toros. Hay que estudiar las costumbres taurinas en Colombia ,
por ejemplo, para darse cuenta de la unión de la mitología pagana, con las
múltiples figuras, que en América, San Miguel sacrifica al dragón, que algunos
identifican con el toro bravo. También en Méjico aparecen numerosos dragones. La
antiquísima historia, cuenta que de Europa se apoderó el Blanco Sol y llamó a
Júpiter, que era el Toro Blanco y sensual, representativo del Señor de la muerte, llamado por los aztecas
Huemac, con el fin de que salvara del exterminio a los pueblos de los que había
sido su madre. El señor del Sol salvó a los niños de color lunar de la tierra
de Méjico.
Han desaparecido de Europa los
bisontes primitivos, pero en España y en el Midi francés, se creó una vida, con
Ganaderías Taurinas, de toreros a caballo y otros más humildes, que toreaban a
pie, entrando, como podían en aquellos campos, unas veces para torear y “cubrirse
de gloria en aquellas soledades”, otras
veces morían heridos por aquellos toros y toreando por las plazas de toros, con
sus trajes de toreo, con su espíritu de valentía y con sus viajes por España, que llevaron hasta América. ¡Qué espíritu
tenían aquellos hombres, que se emborrachaban de placer, con los pases que
daban a esos toros!.
¡Qué vida tan dura llevaban
aquellos hombres de tiempos de Felipe II!, pero qué espíritu más identificado
con el honor y con la poesía. Iban aquellos hombres por las plazas de los
pueblos y querían mostrar su honor, toreando aquellos bravos animales taurinos.
Manifestaban su valor y exponían ante los ojos de la multitud del pueblo, la
belleza de sus arriesgados pases. Era motivo de su teatro entre la vida y la
muerte, muchas veces el hambre o la necesidad de comer “el pan nuestro de cada
día”. ¿Qué culpa tenían aquellos toreros, arriesgando su vida ante los cuernos
de de esos toros españoles, de los que ya no quedaban en el Mundo, esos toros
bravos, que también toreaban los caballeros , montados en sus nobles caballos?.
Los toreros de a pié arriesgaban
toda su persona ante aquellos toros bravos. Parecía que aquellos toreros pobres,
idealizaban el riesgo ante el toro, como
una defensa de la vida humana, muchas
veces para poder comer y los rejoneadores, que montaban sus caballos, intentaban poner
de manifiesto la lucha del bien, representado por el caballo y el mal
representado por la agresividad de aquellos crueles cuernos o astas, que
dirigían la testuz de los toros. Eran
los toros animales inocentes, pero el sacarlos de su ambiente, los
convertía en toros bravos.
Los hombres siempre han estado en
guerra y los toros han entrado en ella cuando han sido provocados para luchar.
Los hombres no han sido formados para vivir en Paz y tampoco han sido ellos los que han provocado muchas
veces, la lucha defensiva de los
animales, si no es en prácticas de pastoreo de aquellos animales.
Han existido multitud de especies
de animales y una, como la de los
caballos, educada por el hombre ha sido una portadora del bien en las personas y otras veces ha sido
el mismo hombre el que ha considerado agresivos a los toros, provocándoles su
agresividad.
Hay que educar el comportamiento
del hombre con sus prójimos y hay que corregir
toda agresividad entre ellos, pero para suavizar el comportamiento
agresivo, hay que buscar el
convencimiento de la paz, a los que cometen actos agresivos, acompañándolo por la suavidad.
Todavía se trata, a veces, a los
animales con crueldad, pero todavía no es el amor el último trato que se les
proporciona. Deben ser palabras suaves las que se dirijan a la crueldad de
algunos tratos, porque la guerra, suele acabar con muertes y con heridas. Si,
es duro el trato en el encierro del toro por muchas gentes que intervienen
en el lance, pero es más cruel el encerrar
en una jaula a un pájaro, amante de la
libertad. Y así luchan con palabras los que quieren o no quieren el mal trato a
los animales.
No cabe duda de que los que
discuten sobre el trato bueno o malo a los animales, sufren con esos tratos malos.
Desde que antes de la Guerra
Civil de 1936, entraran en el corral de Casa Almudévar, sometidos con cadenas y
tablas de madera, unidas al cuello, he visto otros momentos de crueldad con los
animales. Pero el año de 1936, en Siétamo murieron tal vez cientos de personas,
unas en el frente y otras fusiladas. En toda España fueron alrededor de un
millón de víctimas. Está muy bien que después de la Guerra, se originaran
enfrentamientos entre unos y otros por las víctimas animales. Pero ahora que
estamos en el año de 2016, siguen muriendo hombres, mujeres y niños, en Irak,
en Siria y en Africa del Norte. ¡E incluso en Francia y en
España!. Al acabar de escribir estas tristes noticias me entero que el 19 de Diciembre el terrorismo había matado en Alemania a varios hombres y mujeres y herido a un número considerable de ellos.
Juan XXIII, expresó en su
Encíclica Mater et Magistra, que : “La Doctrina de Cristo,une, en efecto, la
Tierra con el Cielo, ya que considera al hombre completo,alma y
cuerpo,inteligencia y voluntad, y le ordena elevar su mente desde las
condiciones transitorias de esta vida terrena hasta las alturas de la vida
eterna”.” Un mundo nuevo había brotado setenta años después de la “Rerum Novarum”.
Pero las bases sobre las que se erguía la civilización cristiana y la ética del
catolicismo , seguían en pie,debiendo reconducirse tras el desaliento y la
confusión de las décadas que siguieron a la Gran Guerra. Por ejemplo, la
urgencia de denunciar la escandalosa distribución de la riqueza,cuando el
impulso del progreso técnico ofrecía tantas opciones de bienestar.Por ejemplo
,el requerimiento a los gobernantes a comprometerse con el bien común,lo único
que legitimaba de acuerdo con la doctrina política clásica del catolicismo.”
Debía asegurarse que “le sea posible al hombre asumir la responsabilidad de lo
que hace y perfeccionarse a sí mismo”.
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