En América del Norte, la Técnica hace que los hombres vivan con una civilización, que les facilita una vida material próspera. Pero existe también un paraíso animal, compuesto por las mariposas monarca, cuya vida se puede comparar con el milagro de los aviones. Para avanzar la Técnica, los hombres han investigado en la biología primitiva, como la de las mariposas monarca. Estas son pequeños aviones biológicos, llenos de Técnicas de la Creación o Divinas, al mismo tiempo que de belleza, de vidas guiadas por el campo magnético de la Tierra. Viven su aventura movidas por la orientación que les da el campo magnético. De estas mariposas han sacado los hombres el vuelo de los aviones, que son obra humana, obtenida del modelo divino, estudiado en el vuelo biológico de las mariposas monarca, que imitando su biología, supera sus vuelos biológicos y los hace ser útiles para la humanidad.
Pero los aviones fabricados por
el hombre, desde que se inventaron los primeros y sencillos aparatos, han
evolucionado de tal modo, que recorren el Mundo y algunos de sus inventos
posteriores, vuelan por el espacio hasta la Luna y hasta Marte. Cuando el Señor
puso en el Mundo a las mariposas monarca, parece ser que sólo buscaba la
belleza de su figura y de sus colores, que embellecían su obra en Norteamérica,
pero cuando el hombre quiso imitar a Dios, se fijó en su obra, de la que obtuvo
resultados que parecen ser divinos. Por ejemplo el subir a la Luna, lo hace el
hombre, que ha tomado modelos de la Biología, pero este hombre sigue tornándose
viejo y se muere, hace avanzar el
progreso. Y son las continuadas generaciones de seres humanos, las que siguen
perfeccionando nuestros aviones metálicos, procedentes de las mariposas. Dios, en cambio, vive en el cielo, en la tierra y
en todo lugar y tiene establecido un modelo para que lo imiten los hombres.
La mariposa monarca nace en una
planta, llamad asclepia, en la que deposita sus huevos. La mariposa monarca, después
de varios días, sale una oruga que se alimenta de la planta de la que nació. Y
en ese medio botánico, en el que nació, se torna en un insecto provisto de
alas, que lo convierten en un fuerte insecto. La vida de estas mariposas dura
de cuatro a cinco semanas, cuando nacen en primavera o en verano. Y sin
embargo, las que nacen en septiembre y principios de octubre, gozan de una vida
más larga, durante el invierno, por pasarlo en un Pais más cálido, que es
Méjico.
Cuando las mariposas se dirigen a
Méjico, se guían por el sol, y cuando éste se esconde, emplean el campo
magnético de la Tierra, como un repuesto de su orientación. Ahora los sabios observadores, se han dado
cuenta de que las mariposas se orientan y se guían por el Campo Magnético de la
Tierra. En su emigración y en su regreso, la temperatura y la longitud del día, les
dan a conocer que ha llegado el momento de empezar su emigración. Esa
emigración es un espectáculo que pone ante nosotros la Naturaleza.
Ocurre dos veces el inicio de sus
migraciones, una durante el Otoño, cuando
llegan a Méjico desde el Canadá y se repite su peregrinación, cuando vuelven en
Primavera desde Méjico al Canadá. Es la emigración de las mariposas un
espectáculo maravilloso que exhibe la Naturaleza y los investigadores nos han
enseñado como estas mariposas monarca, se orientan en sus largos viajes. Han deducido que la mariposa monarca está
dotada de un reloj biológico, en sus antenas y le comunican a su cerebro su
información por medio de sus neuronas.
Cada vez se hace más difícil a la
especie el camino para que no se acabe este espectáculo de nivel “divino”, pero los científicos quizá estén
estudiando la modificación del circuito, para dotar a las mariposas, de una
defensa, que les evite la muerte, cuando pasan por los campos de maíz, tratado
con productos que matan a las mariposas.
Los científicos están estudiando
los viajes de las mariposas, para que en América, siga viviendo la belleza de
las peregrinaciones de las mariposas, en unos países que alcanzan una industria,
que puede acabar con la salud de los humanso y la belleza de sus paisajes.
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