Yo me llamo Ignacio Almudévar y
mi abuelo paterno, se llamaba Manuel Almudévar Vallés. Eramos doblemente parientes Jesús y yo. El descendía
de Casa Vallés de Castilsabás, a la que
en el año 1.307,el Rey Don Jaime II de Aragón, le conkcede al jefe de dicha
Casa, Eximino Vallés, el título de nobleza ,en premio y agradecimiento a los
heróicos servicios prestados a Aragón y a su Rey.
Uno de los sucesores del Señor
Eximino Vallés fue Jesús Valles Almudévar, nacido en Huesca el día 5 del 10 de
1921, cuando ya habían pasado unos novecientos años. Los años en los siglos ven
repetirse los actos de amor y los de odio. Pío, que como he dicho tenía su origen en Casa Vallés de Castilsabás,
donde nació el año de 1879 y murió en 1926. Se casó con María de la Encarnación Almudévar Calvo, que era de Casa Almudévar de
Fañanás, donde nació el día 25 de Enero de 1879. Su padre fue Antonio Almudévar
Vallés, nacido en Siétamo el 7-33-1855 y murió en 1907 y su madre Victorina Calvo
Mancho en Sena
Como en Casa Vallés de Castilsabás, quedó heredero del Patrimonio su hermano mayor, otro
hermano más joven, es decir Pío de
Jesús, se independizó, casándose con Encarnación Almudévar Calvo, de Fañanás, para hacer una CUARTA FAMILIA de nuevo origen Patrimonial. vLos demás hermanos o
se quedaban solteros en su casa natal o se independizaban, buscando otro
porvenir.
Para dar lugar a varias Familias de los Vallés, la PRIMERA fue aquella
cuyo primer miembro fue en tiempos del Rey Don Jaime II, Eximino, la SEGUNDA
fue la de apellido Almudévar, que se casó varias veces con los Vallés. El
primer Almudévar, cuya familia se unió con la de Vallés, años más tarde, fue Juan Almudévar, nacido en esta Villa. Era de
origen francés De estos ALMUDÉBAR el primero en 1428, fue Juan Almudévar de
Sieso, con ejecutoria de Infanzón.
La TERCERA FAMILIA venía de Sena
con el apellido Calvo, que consta en su Línea con 16 matrimonios, de diversas
poblaciones del Alto Aragón. Y su hija segunda Encarnación Almudévar Calvo se
casó con Antonio Almudévar Vallés, nacido el 7 de Marzo de 1845, perteneciente
a la Segunda Familia. Ambos, unidos
crearon la Cuarta Familia de Vallés Almudévar.
Victorina Calvo Mancho de Sena ,nacida en Fañanás el 25 de Marzo de 1879, contrajo Matrimonio
el día 10 de Enero de 1902 con Antonio Almudévar Vallés, nacido en la misma casa de la Plaza Mayor de Siétamo, que un servidor. Estos dos miembros de este Matrimonio, con su
boda fueron a vivir a Casa Mancho, en
Alcalá del Obispo el día 10 de Enero de 1902.
Se estaba formando la Cuarta Famllilia
de Vallés Almudévar en el Somontano, compuesta por Pío de Jesús, proveniente de
Castilsabás, que se casó con Encarnación
Almudévar Calvo , nacida en Fañanás y descendiente de la Tercera familia, que
provenía de Sena.
Pío de Jesús Vallés Almudévar
como he dicho nació en Castilsabás en
1879 y murió en 1926, lo que le libró del sufrimiento de su esposa y de sus
hijos, sacrificados mediante fusilamiento en Fañanás.
El diez de Enero de 1902, PÍO DE JESÚS
de Castilsabás nacido este citado
pueblo, el día 1 de Enero de1879 y muerto en Huesca, se casó en ALCALÁ DEL OBISPO el 10 de Enero de 1902,
con María de la Encarnación Almudévar Calvo, que era hija de Antonio Almudévar
Vallés, nacido en Siétamo y muerto en Alcalá en 1907,y de Victorina Calvo
Mancho, nacida en Sena, el 25 de Enero de 1879.
Con este matrimonio comienza un
martirio más en esa Guerra Civil, que en toda España hizo correr la sangre humana y más en la Provincia de Huesca. Esta
Guerra sin control de autoridades con conciencia recta, produjo un millón de muertos y la Provincia de Huesca, fue un reguero de sangre y de
destrucción. Era una Guerra sangrienta, pues mataban las derechas a las
izquierdas y éstas mataban a las derechas, dándose casos en que se fusilaba por
deudas económicas, que no tenían nada que ver con las ideas políticas y muchas
veces con la avaricia y con la envidia.
Yo escribí, para reconocer el
comportamiento heróico y el sufrimiento del Martirio de Doña María de la
Encarnación Almudévar Calvo y de su hijo de unos dieciocho años, en Fañanás, el
día 30 de Agosto de 1936. Pero tuve que añadir la tragedia de JESÚS VALLÉS
ALMUDÉVAR, que tuvo que vivir, viendo
como se llevaban a su madre y a su hermano a fusilarlo, quedándose sólo en
aquella vida despreciada por los asesinos.
En mi artículo titulado “JESÚS VALLÉS
ALMUDÉVAR Y LA GUERRA CIVIL”, expongo¨:”Con mi doble pariente, el sacerdote
Jesús Vallés Almudévar, nos queríamos, nos respetábamos a nosotros y a nuestros
antepasados. No me habló nunca de los sufrimientos que pasó durante la Guerra
Civil, pero cuando ya le faltaba poco tiempo para unirse “in aeternum”, con su
madre y con su hermano, fusilados en Fañanás ,con una crueldad salvaje, me
regaló un diario personal. En él escribe lo siguiente: “ cuando lo leas, te
enterarás de hechos de una época de mi vida, que no he contado a nadie”.
Peo en los ratos que escribía de
su vida, se acordaba de su madre, que era “una mujer sencilla, todo corazón,
abnegada y sacrificada por todos, que esperaba paz a los que estaban con ella.
Hacía diez años que había muerto su marido y se había consagrado ella
enteramente a nosotros sus hijos. Con una capacidad inmensa de sacrificio”.
Fueron seis los hijos que
tuvieron Pío de Jesús Vallés con María de la Encarnación Almudévar Calvo, que
se fueron a vivir a Alcalá del Obispo el
10 de Enero de 1902.
La primera hija fue María de la
Encarnación,nacida en Fañanás el día 2-9-1905 y murió el 19 de Abril de 1994. A esta
pariente mía la concí y traté con cariño. Se quedó soltera y no tuvo hijos. De
los hermanos el mayor fue Antonio, el segundo Manolo, ”hombre serio y sensato,
brazo derecho de su madre y un poco padre de nosotros los pequeños”. Yo tuve la
oportunidad de comprobar esta manera de ser, pues cumpliendo el Servicio
Militar, me trató como a un hijo suyo y me comunicó que me habían premiado un
artículo literario, que escribí en el Campamento. El tercer hermano Luis, “era
lanzado e ingenuo. Con muchas ganas de vivir la vida”, mientras el cuarto
hermano José, ”fue el vividor, simpático, mentiroso, zalamero, majo”. Jesús,
como hermano pequeño, se describe a sí mismo “como el niño mimado, cascarrabias
y nervioso,serio y tímido”.
Con mi doble pariente, el
sacerdote Jesús Vallés Almudévar, nos queríamos, nos respetábamos a nosotros
y a nuestros antepasados. No me habló nunca de los sufrimientos que pasó
durante la Guerra Civil, pero cuando ya le faltaba poco tiempo para unirse “in
aeternum”, con su madre y con su hermano, fusilados en Fañanás, con una
crueldad salvaje, me regaló un diario personal. En él escribe lo siguiente:
“cuando lo leas, te enterarás de hechos de una época de mi vida que no he
contado a nadie”. Pero en los ratos en que escribía de su vida, se acordaba de
su madre, que era ”una mujer sencilla, todo corazón, abnegada y
sacrificada por todos, que regalaba paz a los que estaban con ella. Hacía diez
años que había muerto su marido y se había consagrado ella enteramente a
nosotros sus hijos. Con una capacidad inmensa de sacrificio”.
Fueron, además de Encarna, cinco
hermanos más, el mayor Antonio, el segundo Manolo, “hombre serio y sensato,
brazo derecho de su madre y un poco padre de nosotros los pequeños”. Yo tuve la
oportunidad de comprobar esta manera de ser, pues cumpliendo el Servicio
Militar, me trató como a un hijo suyo y me comunicó que me habían premiado un
artículo literario que escribí en el Campamento. El tercer hermano Luis, era
“lanzado e ingenuo. Con muchas ganas de vivir la vida, mientras el cuarto hermano José, fue ”el
vividor, desprendido, simpático, mentiroso, zalamero, majo”. Jesús, como hermano pequeño, se describe a
sí mismo “como el niño mimado, cascarrabias y nervioso, serio y tímido”.
Pasaban el invierno en Huesca,
para estudiar y el verano en Fañanás, donde les “gustaba mucho estar…sobre todo
los pequeños”, que gozaban de más libertad y lo pasaban muy bien. Describe la
“enorme casona, con mil rincones y recovecos siempre nuevos, guardándonos
alguna sorpresa”. Tenía tres pisos y en el primero estaba el despacho, el
oratorio de nuestro patrono San José. “En el segundo piso estaba la gran
cocina, con su hogar de amplia chimenea y enormes cadieras”, estaba la cocina
llena de mesas, de tinajas y todos los cubiertos “de cobre relucientes y
brillantes, los armarios contenían cazuelas y pucheros”. En el tercer piso y en
el cuarto, se encontraban las habitaciones para jugar, los dormitorios, la
“masadería”, espadas, sables y bastones, libros, documentos. Graneros y
mirador”. “En lo alto se veía la iglesia y se escuchaba el tintineo del yunque
del herrero, y un camino de la fuente, para mí, todo poesía. Y su río, el
Guatizalema, para esparcimiento y refrigerio en las tardes calurosas”
Después de lo que sufrió con el
fusilamiento de su madre y de su hermano, escribió lo siguiente:”Supongo que
todo seguirá igual. Yo no lo he vuelto a ver. Por si acaso ha cambiado,
prefiero verlo idealizado con los ojos del alma y del recuerdo”. Ya no quiso
visitar el pueblo de Fañanás, aunque lo amaba y como él mismo escribe, lo
idealizaba.
El 20 de Julio de 1936, ”se masca la paz, la tranquilidad y se tienen
ganas de cantar, reír y vivir”. Eran esos los antecedentes, en que su tía
Encarna y su hermano José, vinieron de Huesca y no se fueron”, porque parecía
que el ambiente político no estaba tranquilo: hay muchos rumores y temores.
Parece que se han sublevado en algún sitio unos militares”.
El día 23 de Julio, ”la radio
está todo el día en marcha. España está dividida en dos. Radio Barcelona dice:
”Todos los obreros, todos los republicanos, en pie para defender la libertad.
¡A las armas el proletariado”. En tanto el General Mola dominaba en Navarra. El
día 26, “Ha venido una señora que está casada en Lascasas y dice que allí
mataron al cura, primero lo desnudaron y le cortaron los testículos y después
lo fusilaron”. El 29 pasando por la calle, ”El Royo” dijo que ya se había
acabado el dar limosna”, que todo era de todos. Y que se acabó de que los
señoritos coman sin trabajar, que todos los campos serían de la comunidad y el
que no trabajara no comería. Todos reían bulliciosamente”. El 31 de Julio se
escuchaba en Fañanás un tiroteo
impresionante. Estaba producido por los cañonazos que cañoneaban el pueblo
cercano de Siétamo, para seguir siendo bombardeado por la aviación. Le gustaba
a Jesús “oír esos pájaros grandes que
dominan el espacio”, ”pero oír las descargas sobre Huesca y Siétamo,
pensando que mis hermanos y tanta familia y conocidos están allí, aguantando,
esperando a que les hieran o les maten sin poder defenderse, sin poder hacer
nada”, eso no lo podía aguantar. Entre tanto su madre “se pone a rezar,
palidece y tiembla, en un sufrimiento callado e intenso”. Hace coincidir el
estado del tiempo físico con la tragedia que se aproximaba, cuando dice: ”El cielo está cubierto de pesados nubarrones
de verano y empiezan a caer algunas gotas gordas”.
El día 1 de Agosto, “no trabajaba
nadie”, sino que “se pasan el día hablando y discutiendo. Cantan, ríen, gritan
y juran por calles y plaza. Tienen pinta de escapados de presidio”. Al día
siguiente “se dirigían hacia la iglesia. Gritaban y reían como salvajes…Se han
puesto los ornamentos e iban entonando latines con cantos revolucionarios. Uno
llevaba la casulla “buena” que el cura guardaba para las grandes solemnidades,
la capa pluvial la llevaba uno pequeño y desgarbado que la arrastraba por el
suelo”. Fue, al día siguiente, Jesús a ver la iglesia y “un grupo de mujeres
lloraba, me pareció que les decía el Señor lo mismo que a las de Jerusalén: no
lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos”.
Desde el uno de Agosto no
escribió ni una línea, porque aquellos días los pasó muy mal y tenía miedo
Jesús de escribir lleno de odio y ganas de venganza, ”pero estoy seguro de que
eso no agradaría a mamá”. El día 23 de Agosto, llamaron con fuertes golpes a la
puerta de casa Vallés y “dos milicianos preguntan por el señorito Luis….Que
venga también la madre. Y la madre y el hijo Luis, como hacía ya tanto tiempo
que esperaban esta llamada, sin ningún ruido, se marcharon. A Jesús le hicieron
abrir todos los armarios, como aquel que busca un objeto para acusar a su madre
y a su hermano, Luis, de seres peligrosos; lo llevaron a la casa donde vivían
los colonos, que lo acogieron con
cariño. Constantemente “quería llorar, llorar, necesitaba llorar...El cuerpo se
me quedaba también rígido. No podía doblar las piernas, ”le hacían daño esos
ojos de tanto llorar.“Al anochecer del segundo día, la voz inconfundible de mi
madre llamó desde el patio…Mamá me hablaba, me acariciaba, me aconsejaba…Nos
separaron y mi soledad se hizo más espantosa que nunca”.El día 29 de
Agosto, ”en el escenario de la Plaza, el
alguacil, llamado Juané, hizo sonar el cuerno y gritando, soltó el siguiente
pregón.”De orden del Comité…hago saber…que se va a proceder…al juicio…de la
Viuda de Vallés…y de su hijo…que acudan todos al granero …del obispo”. Durante
el juicio los acusaron de hacer señales a los fascistas con linterna y no
cesaban de escuchar emisoras del bando rival. Las linternas las encontraron en un registro, pero sin pilas “No había amanecido todavía,
cuando fueron a por ellos” Subieron a un coche y en “un barranco, entre Bespén
y Blecua se detuvieron”. Dicen que el piquete estaba formado por guardias
civiles y por dos mozos del pueblo. !Dispararon!. Cayeron. Luis no se movió.
Mamá intentó incorporarse, una nueva descarga se lo impidió. Después llegaban
los del comité. Rociaron los cadáveres con gasolina y les prendieron fuego. De
Blecua fueron unos hombres a enterrar los restos”.
Los que, parecía, habían ayudado
al fusilamiento de su madre y de su hermano Luis, quisieron sacarlo de
Fañanás y lo llevaron al próximo pueblo
de Ola, a una gran casa, llamada de Otal. Sus dueños estaban repartidos por el
mundo para salvar sus vidas. Allí se dio cuenta de las mujeres que los
oficiales traían de Barcelona y sospechaba de todo el mundo. El capitán Moreno
le decía que tendría que formarse para el futuro, que tal vez debía ir a Rusia,
donde estudiaría, para ayudar al gobierno comunista. El, al ver todo esto,
siempre quería volver a Fañanás y un día
se subió en el caballo del cartero y llegó el día 11 de Septiembre a Fañanás.
El día 13 entraron los rojos en Siétamo y enseguida se organizaron
“peregrinaciones” para ver las ruinas de aquel pueblo. Y Jesús que había
sufrido las pérdidas de su madre y de su
hermano, el día 20 de Septiembre, con trece años cumplidos estuvo en Siétamo”, de donde habíamos huido
sus doble parientes. “Cuando llegamos a los alrededores de Siétamo, oímos
graznidos de cuervos, que levantaban el vuelo al oír nuestros pasos y volvían
de nuevo al festín, después de que habíamos pasado…Había todavía cadáveres sin
enterrar, tostando sus huesos ,casi mondos, al sol. Las calles estaban como un
museo en día de fiesta…lo recorrían
todo, contemplando, preguntando, admirando. Se fijaba en las casas, de las que
no quedaba “ni una casa entera…estaban todas comunicadas por dentro por medio
de boquetes, hechos por los fascistas para no tener que salir a la calle”
evitando que algún proyectil les hiriera o matara… en la iglesia en una de las
capillas laterales había una fosa abierta, allí habían enterrado a un sargento
de la guardia civil, que se había destacado por su coraje y valentía y del que
contaban muchas cosas heróicas”. Lo desenterraron y “lo arrastraron por el
pueblo, y lo quemaron en la plazoleta del Castillo, donde todavía se notaba el
redondel de tierra ahumada mezcladas con las cenizas de sus restos” Recuerda
Jesús que “un enjambre de muchachos,
revolvían entre los escombros, buscando cápsulas, balines, trozos de metralla”.
No acabaron de recoger todo, porque,
cuando ya había acabado la Guerra, allí estaba yo con Rafael de Lasierra,
buscando aquellos malditos restos. En el comité exclamó uno se los jóvenes: hay
que mandar a trabajar a Jesús, que no queremos mantener vagos. Alguno pensó que
podía ejercer el trabajo de enseñar a leer y a escribir a los niños. Así se
hizo y Jesús vivió una temporada con ilusión, que le serviría para calmar su
soledad dolorosa. El 25 de Enero de 1937, tuvo noticia de sus hermanos, por una
carta llegada de Francia. La escribió Conchita y pensó:”No nos va a ir todo
mal. Mamá y Luis velarán por nosotros”. El día 23 de Julio, un amigo que había
ido a Barbastro, le comunicó a Jesús que su tío Blas lo quería ver pronto. Su
tío Blas era el esposo de su tía Carmen, hermana de su madre. ”Ha presumido
siempre de ser comunista y revolucionario”.”Cuando vivían en Villa Isabel, una
tarde de domingo, estábamos mamá y yo de vista en su casa, cuando estallaron
dos bombas. Mamá pensando en sus hijos, quiso marcharse enseguida a casa, pero
mi tío Blas no nos dejó marchar, dijo que faltaban de explotar todavía tres,
pero que no nos preocupáramos porque no intentaban más que asustar…nos acompañó
mi tío a casa, no pasó nada, pero yo
quedé impresionado pensando que mi tío habría puesto las bombas o era el jefe,
pues lo sabía todo. Yo lo he querido siempre, pero no puedo olvidar que si él
hubiera intervenido, no hubieran matado a mamá y a Luis. No me querrá mucho
cuando ha tardado un año en acordarse”. El día 23 de Agosto de 1937
escribió:”Estoy en la Montaña, en Broto, hace veinte días que llegué aquí. Al
llegar a Broto conociendo a tantos tíos y tías, todos lloraban, menos Jesús,
que no tenía ganas de llorar, como lloraba en Fañanás, donde nunca tuvo apetito
como en Broto, donde siempre tenía hambre. El día 30 de Agosto de 1937, hizo un
año que mataron a su madre y a su hermano. Es una contradicción; me parece que
hace un siglo que sucedió. Y por otra parte me parece que sucedió ayer”. Por el
mes de Enero de 1937, se rumoreaba que
“los fascistas” están pegando fuerte”. Sus parientes sentían necesidad de
marchar de Broto. El día 29 de Enero marcharon a Villanova, que se encuentra en
el valle de Benasque. Por un lado veía que los que habían asesinado a su madre
y a su hermano, estaban siendo derrotados, pero por otro, le preocupaba dejar
aquel ambiente, de amistades, ahora que empezaba a estar a gusto...”.En
Villanova encontró libros, como “El grillo del hogar” de Dickens. El 24 de
Marzo, llegó Rafael y dijo que los
“fascistas” habían “empezado una ofensiva y que empujan fuerte”. Como “no
pueden detenerlos piensan ya en irse a Francia”… Efectivamente el día 26 de
Marzo “Rafael se ha ido a Francia. Se han marchado dos coches llenos de jefes”.
Jesús al ver estos hechos, estaba “alegre y triste a la vez. Puede que fuese
mejor decir: impaciente e intranquilo”. El 29 de marzo salió Jesús a la
carretera y escribió: ”Está sucísima y hay de todo…sobre todo las cunetas están
de miedo, hay gallinas, conejos muertos, encajes, saquetes de almendras,
guerreras, alpargatas y botas viejas… fusiles, cargadores con balas en grandes
cantidades, bombas de mano”. El 9 de Abril escribía: ”El cañoneo, me parece, no
sé si será sólo la ilusión, que se oye más cerca, más fuerte”. El día 15 de
Abril se veían subir por el camino,
muchos soldados con la bandera que desde siempre había representado a España”, pero enseguida
vi a Plácido … y sentí que ya se había
realizado el milagro”. Decidieron que después de comer se irían a Huesca con el
coche de Plácido el tío José y él “y mandaríamos un coche grande para el
resto”. ”¡Qué extraño me encontraba andando solo por las calles de Huesca”.
Llegó a su casa, llamó y se encontró con Encarna, una mujer buena durante
muchos años, con Margarita y con la nena. Allí se enteró de que a su hermano
Antonio lo mataron, ”lo cogieron prisionero y lo fusilaron, ya al comenzar la Guerra, pero se alegraba al
ver a “la nenica que estaba preciosa.
Tiene la cara redonda y el pelo todo rizado”. Ahora es una señora, con la que
me encontré hace poco tiempo y me mandó, cuando murió Jesús unos libros, que
guardo en Siétamo. Al final de del diario de 152 páginas, que describe
desgracias e historias de los pueblo que tuvo que visitar, escribió:”Parece
como si descubriese ahora, de verdad, la guerra y toda su huella. Hasta
ahora no tenía más idea que llegar a Huesca, encontrar a mis hermanos, reanudar
la vida. La guerra no había sido más que la muerte de los míos, el sufrimiento
personal, la separación, la espera”. Parece que se ha olvidado de su
crecimiento como hombre, pues le había cambiado hasta el tono de su voz y tal
vez, lo dudo, se habría olvidado de las chicas que se enamoraron de él. Acaba
el diario diciendo: ”Ahora me parece una melonada haberlo escrito y me moriría
de vergüenza si lo leyese alguien. Lo guardaré bien guardado”. No contó a nadie
los sufrimientos que tuvo, pero a mí, cuando ya los dos éramos mayores, me
regaló su maravilloso diario, del que si
él se avergonzó, yo me lleno de satisfacción y de orgullo. Ahora me voy a San Pedro el Viejo y me miraré al interior
de su torre, en que Jesús, ya sacerdote, puso a la vista del público recuerdos
religiosos de la vieja ciudad de Huesca.
La Cuarta familia de apellidos
Vallés y Almudévar, era la Casa Calvo de Fañanás y está representada esa Cuarta
Familia por MARÍA de la ENCARNACIÓN
ALMUDÉVAR CALVO, originado este segundo apellido en SENA. Ésta
fue fusilada con su hijo Luis, que
nació el 8 de Marzo de 1916 y que lo fueron
el 30 de Agosto de 1936 en la carretera
que iba de Fañanás a Antillón haciéndolos mártires, pues su muerte fue dictada por el
Alcalde analfabeto de Fañanás, que no sabía distinguir nada de política. Su
familia no quiso promover su canonización, pues pensaron en unirse a Dios y María de la Encarnación murió en este Mundo
Material y desde el otro Mundo, soñaría que se salvara su familia. Este hijo suyo y
hermano de Jesús Vallés Almudévar, se llamaba Luis. Y hoy 22 de Enero de 2.017, me ha contado un Maestro de Fañanás que
para hacer sufrir a su madre, fusilaron en primer lugar a su hijo Luis. El
Alcalde que los mandó fusilar era analfabeto.
¡Qué martirio sufrió Jesús, nacido en Huesca el 5 de Mayo de 1921, que
todavía en su niñez, se despidió abrazándose a su madre, al lado de su hermano!.
Me ha contado mi amigo, que fue muchos
años más tarde Alcalde y Maestro en Siétamo, que a María de la Encarnación, la
hicieron sufrir fusilando antes que a ella, a su hijo Luis. Jesús en el pueblo
de Fañanás, se quedó sólo, aunque hubo gente buena que quisieron aliviar su
dolor.
Son cuatro los pasajes del
Documento que estudio, desde que se conocen, los orígenes de la familia Vallés, que mi múltiple pariente el sacerdote
Jesús Vallés Almudévar, me REGALÓ, cuando el preveía próxima su muerte.
El primer Documento va narrando
como en profundos años de la vida medieval del Rey Jaime II de Aragón, le
concedió, al primer Eximino Vallés, la
recompensa, de esta Historia a los habitantes de Castilsabás, de Siétamo de
Fañanás, de Alcalá del Obispo y de Sena, que es un título de Nobleza, en premio y agradecimiento a los
heróicos diez miembros de apellido
Vallés. Después del primer círculo, que exhibe el nombre del discípulo de Jaime
II, Eximino Vallés, hay cuatro círculos sin ningún nombre de los mismos, que a
continuación sigue los círculos con los nombres de los Vallés, hasta el de PÍO
DE JESÚS VALLÉS ALMUDÉVAR.
Este Pío de Jesús Vallés Almudévar,
nació en la gran casa de Castilsabás el día 1 de Enero de 1.879 y murió en
Huesca en 1.926. Ya no era heredero de la muy noble y grande Casa de
Castilsabás
Con este motivo desaparece Pío de
Jesús Vallés Almudévar del Documento Primero al Cuarto, Casa Vallés de
Castilsabás, no por sus genes, sino porque entró a formar parte del Último
Documento, es decir, del que ve la sangre de su esposa y de su hijo, como la derramaban cruelmente, injustamente y lejos del más sencillo
sentimiento humano.
El pasar Pío de Jesús de la
primera Documentación de ésta a otra Cuarta Documentación, tan cruel y
probablemente más, a unos tiempos modernos que echaban a la humanidad a una
crueldad más salvaje, ya que el Alcalde analfabeto de Fañanás, ejecutó la
persecución de los revolucionarios contra la nueva familia que vivía en Huesca
capital y en el pueblo de Fañanás, en Casa de VallésEn la documentación de la
familia Vallés- Almudévar, asentada en Casa Vallés de Fañanás, aparece el
Sacerdote Don Jesús acompañado por esos
dos apellidos. Nació éste en Huesca el día 5 de Octubre del año de 1921 y murió
el 30 de Agosto de 2.004. Fue consagrado sacerdote el 25-5 de 1948.
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