Don Antonio Ortas Casayús es un
caballero altoaragonés, como indican sus
dos apellidos que acompañan a su noble persona. La nobleza
la exhibe cuando llega al Gran Bar, en que se sienta en una butaca y habla de
la vida que ha desarrollado en la milenaria ciudad oscense, vida en la que él mismo ha participado, subiendo y
bajando las alturas de su mente, y en esta tierra pirenáica, al Norte y al Sur
de los Montes Pirineos
Sus dos apellidos se encuentran
en esta zona pirenáica, en el Norte y en el Sur
de la misma. Dicen que su primer apellido Ortas era de
origen griego, cuyo significado equivalía al Amanecer, procedente de la ciudad
griega de Mileto, pero su uso fue cambiando poco a poco, convirtiéndolo en el
apellido, ahora usado, sobre todo en la Provincia de Huesca. Me dice el señor
Ortas que “Ortos”, significaba amanecer y al feminizar en España muchos
apellidos, lo convirtieron en Ortas. Se extiende este apellido principalmente
por el Alto Aragón.
Se encuentran también en el
Midi francés, como abundan al Norte y al Sur de los Pirineos, los similares
apellidos Casajús, Casaus y Casayús. Don Antonio Ordás usa como segundo
apellido el de Casayús y mi padre usó el de Casaus. Estos hermanos Casaus,
estudiaron en Francia y abrieron un
Banco, que establecieron en el Coso Bajo, donde más tarde, se instaló Casa
Blecua, tienda de tejidos.
El apellido Ortas está ligado a
los Pirineos, que forman una Cadena de Montañas de un longitud de unos 430
kilómetros, desde el Cabo de Creus, en el Mediterráneo, hasta Irún en el Mar
Cantábrico. Pero son los Pirineos Centrales que se extienden entre las cumbres
de Somport, en su parte occidental y el macizo de la Maladeta, en su parte
oriental, los que han dado más apellidos Ortas y Ordás. Por su parte nórdica,
limitan los Pirineos oscenses con la Nueva Aquitania, en la que se encuentra
el Bearn, con sus ciudades de Oloron y
Pau, que bajan a Aragón por el Túnel de Canfranc. Las montañas de la parte aragonesa de los Pirineos
son las más elevadas de la cordillera, pues tenemos el Aneto de 3.404, el
Posets y el Monte Perdido de 3355 metros de altura.
El portador del apellido Ortas,
llegó al pueblo de Nocito, acompañado por su familia, donde se establecieron, e
igual que San Urbez, años después, se estableció en el mismo lugar. Venían
Ortas y su familia de Grecia, de donde
fueron expulsados por los sanguinarios persas. Llegaron con su pequeño barco a
Barcelona. Lo abandonaron en su puerto y aterrorizados por el cruel recuerdo de
los persas, buscaron un pueblo montañoso y lo encontraron en Nocito, en la
misma Cordillera del Sur de los Pirineos.
Eran los Ortas una familia
muy fecunda y se extendieron por Francia
y por España. La familia Almudévar procedía del Bearn y adoptaron por apellido
el de la Villa Arabe de Almudévar, en tiempo ibero llamada Burtina, y fue a
vivir a Almudévar. No sabemos
qué año fue la familia Ortas a
Almudévar, y si fue cuando bajaron muchos franceses hasta Burtina, donde acudieron gran número de ellos para conquistar Zaragoza.
Se llamaron voluntarios para una Cruzada para conquistar Zaragoza, y tuvieron
que utilizar una gran cantidad de tiempo, para poder hacerlo, ya que en
Almudévar o Burtina, los árabes hicieron una resistencia enorme.
Abundan en España y en Francia
los ciudadanos con su apellido Ortas, porque aquellos hijos de la Grecia
Clásica eran dueños de una vitalidad enorme y de una gran inteligencia, con una
enorme fecundidad. Una vez conquistada Zaragoza por los cristianos, se
extendieron los Ortas por el Sur europeo de la Península Ibérica. Y hoy
proliferan por España y por Francia. Y uno se da cuenta de la condición europea
de muchos de sus habitantes, que proliferan en el actual Mercado Europeo.
El apellido de Ortas, se
estudia en las listas de dichos apellidos, pero la antigüedad de dicho
apellido, que tiene distintas formas de escudo por su antigüedad, es difícil de
encontrar. En Huesca se encuentra censado un elevado porcentaje de sus habitantes con ese apellido, en su
primer o segundo apellido.
Pero un Señor sucesor de los
numerosos Ordás, y mi padre Manuel Almudévar Casaus, tenían un origen francés y
no podían olvidar la unión, que a través de los tiempos tuvieron el Bearn y el Reino de Aragón. Esta circunstancia de que
aquel Ordás y Almudévar no pudieran olvidar su nobleza aragonesa, proveniente
del Bearn y de Aragón, llenó de orgullo su corazón.
Y un señor Ordás, que todavía
vive, no pudo aguantar la humillación que recibió de unos nobles catalanes,
cuya hija se había casado, con otro Ordás, pariente suyo, nacido en Aragón, que
al morir éste, al no tener lugar utilizable para enterrarlo en su sepultura, lo
dieron a una Facultad de Medicina, para que utilizaran su cadáver para
experimentar, deshaciendo su cadáver en
piezas anatómicas.
A Barcelona acudió el Ordás
aragonés y al darse cuenta de que en los
Nichos, no había espacio para enterrar a más difuntos, hizo que se sacaran los
restos antiguos de un familiar y se enterrara con dignidad a su pariente Ordás.
Mi amigo sacrificó su dinero para enterrar con dignidad a su pariente y se
volvió a Huesca, sin despedirse de sus hasta hacía muy pocos días, a sus parientes
artificiales catalanes.
¡Como hay que admirar a un
altoargonés, llamado Ortas, que conservó el honor, haciendo un sacrificio espiritual
por su pariente muerto en Cataluña!
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