lunes, 28 de noviembre de 2022

Puente modernista de San Miguel.-

Antiguo pùente de San Miguel 1899.


El ser humano busca la Verdad y algunos no la encuentran, pero otros meditando, amando a sus prójimos, buscando esa Verdad y fijándose en la altura de las catedrales o en la más reducida de las ermitas, ven la Luz.

Pero hay artistas a los que el arte les inspira esa Verdad  y sin hacer grandes meditaciones, se sienten inspirados por ese arte que arde en sus corazones y esculpen una talla que recuerda la Vida Eterna o pintan un cuadro sencillo en el que están representados todos los valores que Dios ha concedido a la Naturaleza y que han sido asimilados por el hombre, que trabaja en la evolución de las técnicas y hace de un puente, antes romano y de piedra, una especie de paso, formado por arcos blancos de cemento, material utilitario y del que no cabían esperanzas de hacer con él, obras bellas. Pero es bello el puente, es casi pontifical, con sus barandillas férreas que se retuercen como los pensamientos humanos. Este puente de San Miguel se levantó en 1912, siendo proyectado por el Ingeniero de Caminos Emilio Monterde. Tiene veinticinco metros de luz, siete de calzada y está articulado en sus apoyos, ya que es uno de los primeros puentes articulados que se hicieron en España. El Señor embellece este conjunto con el color verde de los árboles, que vegetan a las orillas del río Isuela.



Y uno piensa en los pontífices, es decir en aquellos que tendían puentes y que luego el nombre de pontífices lo adoptaron los obispos, porque ayudaban a las almas de los hombres, a pasar el puente que las conduciría de este mundo al celestial.

Y los hombres antiguos, igual que los modernos y modernistas han tendido el puente, levantaron hace ya muchos siglos la torre de la iglesia de San Miguel Arcángel, que simultáneamente con ella, miran y contemplan el maravilloso paisaje, pintado por un artista, que no sabemos como se llama, pero que ha visto a Dios y lo está pregonando a los hombres que pasan por delante de la iglesia de las Miguelas.

Hay a la derecha del dibujo una farola, que al encenderse cuando llega la oscuridad, hace que los humanos, hombres y mujeres, unos andando y otros montados en sus vehículos, sientan al pasar el puente  por la noche, un movimiento que los inclina a dirigir una oración, que transformará la luz de la farola, en la Luz Eterna del Señor.

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