Buera , somontano de Barbastro (Huesca).
Viajando hacia
la bella población de Alquezar ,me llamó la atención el pueblo de Buera y
escuché el siguiente romance:
Güenas
tardes, , Ayuntamientos y Curas, y a tos Ixos qu´están por os arboles y
alturas.
No puyeis muito ta os tozals que crevaréis as calzillas, qu´as aliagas punchadoras
fan sangre n ás pantorrillas.
Si
después de bien comíus vas a bajarte os “calzons”, véstene lejos, bien lejos,
pa que no haiga mal olor.
Si
hay algún caramocano, que quiera barafundiar que s´en vaya derrepente, qu´aquí
sólo yo he de hablar.
Hay
aquí poscos gabachos (Adahuesca) y berceros
abundantes; (Huerta) algunos sucarracristos, (Bierg.) figóns que son poco
listos (Buera) y cazoleros tunantes. (Alberuela).
También
hay latacineros (Colungo) y tres de San Pelegrín y por icho que son poco , no
les dejan canturriar.
Vinateros fanfarrons con boticos y porrons, (Salas) os cheseros pocos vienen d'Azlor porque os viejos burricaus ni sin carga se sustienen.
Siñores:
Ayer
tarde estuve en Huerta, a justar un fajo alfaz pa engordar a mi caballo, que ya
ven que flaco está.
Hordio
no puede comer porque ahora ha cumplido …..solo sus ventidós años.
Así
qu´ajusté el alfalz, m´en subié ta casa Andresa, porque allí van a beber t´os
arrieros de Alquezra.
A
las seis salié de Güerta, y m´en subié hasta o molino, y a puro de caminar ya
llegué al oscurecido.
Y
me recibió muy bien aquel siño Bernardino que s´en bajó ta ó corral y agarró un
gallo lucido.
Lo
pelamos, lo cociemos, y después nos lo comiemos; cuando fuemos a dormir
estábamos ya capinos.
Ya
de día m´en fue a Güera; ya llegué noche cerrada y m´entré en casa de Ríos que
tiene puerta n´a entrada.
Y
m´aqüespedó muy bien aquel amigo del alma; ya se lo tendré presenta cuando él
venga ta mi casa.
A
lo que venía el día le dié prenso a mi caballo; pa sacar estas jornadas yé muy
preciso cuidalo.
Ya
montaba en mi caballo; a las a las seis
de la mañana; por os llanos de San Juan sintié unas campanadas, y se paró mi
caballo, y era que las doce daban.
Allí
me puse a pensar cómo feba yo as jornadas; si otra las fa en media hora, yo hi
puesto seis horas largas.
Cualquiera
lo pué comprar, cobrando tan güeña fama, pues p´a un viaje muy ligero yé cosa
proporcionada.
Caballo
ya estás contento, qu´has feito güen ejercicio; vestene ya a pajentar ta´iche
cuatrón de panizos.
Quédense
con dios, siñores, que m´en voy hasta Monzón y voy a llevar en ancas a María
Perallón….
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