El
día uno de Febrero, tuvo lugar en Siétamo, la presentación del libro “Yo, el
Conde de Aranda” por Don José Andrés Alvaro Ocáriz, nacido en San Sebastián y que posee la
Licenciatura en Filología Hispánica y ha repartido sus conocimientos durante
una larga época. Es un hombre con una
inteligencia enorme, que ha extendido unas doscientas cincuenta conferencias y pronunciado recitales poéticos por España. El Alcalde de
Siétamo conoció la figura del autor y orador José Andrés Alvaro Ocáriz y lo
invitó a hablar a los vecinos del pueblo de Siétamo y logró atraerlo a la
Escuela de Siétamo, donde nos pronunció palabras sobre la figura “del político
aragonés más importante e influyente, después del Rey Católico”, a saber el
Conde de Aranda. Nació tal Conde en su Palacio de la Villa de Siétamo en 1.719
y murió en Épila en 1.798, siendo el décimo Conde de Aranda. Y en este año de 2.018 Don José Andrés Alvaro Ocariz
llegó a Siétamo para dar un homenaje a
este Conde de Aranda, hijo de esta Villa, presentando su
libro “Yo, al Conde de Aranda”, uno de los hombres más ilustres de España con
el Rey Don Fernando el Católico. Ya quedábamos en el pueblo de
Siétamo pocos hijos del mismo,
porque su población
después de la Guerra Civil, había muerto o emigrado a otros lugares y el
Castillo- Palacio, en que nació el Conde de Aranda, todavía presenta sus
ruinas. Durante la Guerra lo
convirtieron en una ruina, por la lucha
entre los anarquistas y por los republicanos contra los rebeldes a la
República. De el ataque de Cataluña a el Alto Aragón, todavía se conserva una
fotografía, en la que aparece Lluis
Companys en el centro de una grupo de milicianos, que están llegando a
las ruinas del Palacio, cubierto con su elegante sombrero y rodeado de un
notable grupo de milicianos, paisanos y niños y niñas, los que según un amigo mío me explicó como
acudían aquellos niños a este desfile, atraídos por el regalo que los “rojos” a
los niños, les regalaban caramelos.
El
Conde de Aranda tenía a su esposa catalana, porque dominaba otros lugares catalanes y se amaba el aragonés con
la catalana, porque ambas eran entonces partes del
Reino de Aragón. Uno de los poblados que poseía el Conde de Aranda era el pueblo de Mediano, que
desapareció cuando se creó el Pantano de Mediano, con su Parroquia, que fue
entregada como Párroco en Puy de Cinca en 1 686 a Mosen Juan Azara, nacido y
habitante en Siétamo. Sus padres eran Pascual de Azara y su conyugue Teresa del
Toro, que financiaron la creación de la Capilla de Casa Azara, en parte de la
parroquia, y en su casa de Siétamo. Una sobrina de mosen Juan Azara, llamada
Francisca Escabosa Azara, se casó con José Almudévar Altabás de Barluenga y
pasó la casa a llamarse Casa Almudévar. Esta Francisca Escabosa Azara, sobrina
de Mosen Juan Azara, al que se entregó la Parroquia de Puy de Cinca con fecha
de 1.686, era habitante de Siétamo. Como sobrina se hizo cargo del cuidado de
la salud de Mosen Juan Azara y se casó con José Almudévar Altabás. Aquella
casa-palacio pasó a ser la vivienda del nuevo matrimonio. En la fachada, en su
lado izquierdo, se labró el escudo de los Almudévar y en su lado derecho se encuentra la silueta
del Escudo de los Azara, y han pasado
multitud de años, sin exponer tal escudo. Sin embargo en el Armario del salón,
están ambos escudos, uno en casa puerta. Este apellido de Azara era común entre
los Azara de Barbuñales y los de Siétamo. Ambos Azara, los de Barbuñales y los
de Siétamo, estudiaron en la Facultad de Huesca, situada en la Plaza de la
Catedral. Pascual Azara de Siétamo, estuvo matriculado en 1732 y el mismo Conde
Don Pedro Pablo Abarca de Bolea, fue investido Doctor en Leyes por la
Universidad de Huesca y el mismo Aranda, el dos de Septiembre de 1.769. Los
Azara de Siétamo se quedaron con el
Escudo con su águila mirando al sol. Uno
de ellos lo colocaron en la Capilla de la iglesia y otro en el armario, tallado
en madera en Casa de los Almudévar, al lado del escudo de los citados Almudévar.
“Y
las cartas que se escribían José María de Azara con el Conde de Aranda, que en
sus altas misiones buscaban el bien de España, no sólo escribían los
acontecimientos políticos en nuestro País y Europa, sino que también comentaban
el tiempo atmosférico, en sus respectivos pueblos de Barbuñales y de Siétamo.
Estuvieron muchos años el Conde de Aranda en París y José Vicente de Azara en
Roma y el tiempo pasaba sus dolencias y la inquietud por alcanzar su segundo Matrimonio, y la
inquietud de alcanzar un heredero”. “Los Azara de Siétamo, al casarse sus
miembros con mujeres de otros apellidos, se quedaron con el Escudo con su
águila, mirando al sol. Uno de ellos lo pusieron en la capilla de la iglesia de
Siétamo, los Azara, como noble ornamento, que fue destruido por la Guerra Civil
y otro escudo tallado en madera, que todavía se encuentra en un armario de Casa
Almudévar de Siétamo, al lado del escudo de los mismos Almudévar”. El altoaragonés
escritor Severino Pallaruelo, expone:”Cerca de Barbuñales había lugares
señoreados por nobles de título, que vivían en Palacios grandes amueblados con
esmero. Albergaban en sus ricos caserones, cuadros con retratos de antepasados,
terciopelos, damascos y rasos. La Casa de Azara de Barbuñales, estaba bien
relacionada con los Marqueses, los condes y las dignidades eclesiásticas. En
Siétamo, no lejos de Barbuñales, alzaba sus muros de arenisca dorada el palacio
de los Condes de Aranda ( Marqueses de Torres, Barones de Clamosa, de
Siétamo,etc..,etec…),amigos de la Casa de Azara”. Yo me acuerdo de mis visitas
al Castillo, cuando estaba próximo a mis siete años de edad. Recuerdo como
acompañado por mi tío José María, mirábamos los nidos de las palomas. Ahora la
casa del Alcalde de Siétamo, Don Vicente Crespo, se encuentra separada por las
ruinas del Almacén Agrícola, ahora propiedad de Don Ignacio Almudévar y por las
ruinas de la antigua vivienda de un Cura de Casa Lasierra. Don Vicente Crespo,
persona joven y amante del pueblo, ve con dolor el Almacén de los Almudévar y
no puede, al parecer, hacer nada.
Un
alcalde nuevo ama la Historia de Siétamo y le duele ver las ruinas del Palacio
del Conde de Aranda. En la presentación
del libro escrito por el mismo historiador Don José Andrés Alvaro Ocáriz, escribe :” y a
pocas personas nos vendría a la mente la figura del político aragonés, más
importante e influyente, después del Rey Católico, que ha habido en la Historia
de España: el conde de Aranda”. En la presentación del libro “, Yo el conde de Aranda”, escribe: “ no voy a encontrar un texto
enmarañado con multitud de fechas, de datos y de nombres, que dificulten la
comprensión total, sino que hemos intentado realizar un texto cuyo objetivo ,
que es que quien lo lea, pueda comprender fácilmente quien fue el Conde de
Aranda y porque le recordamos trescientos años después que naciera”. “ Pedro
Pablo Abarca de Bolea y Jiménez de Urrea….nació en la localidad oscense de
Siétamo el 1 de Agosto de 1719. La
Villa de Siétamo (Los datos están tomados del blog de don Ignacio Almudévar,
que es el cuidadoso guardián de la memoria viva de Siétamo), está situada en
las proximidades de la Sierra de Guara, en su cara Sur, en el denominado
Somontano oscense. Con la vista de la Punta de Guara al fondo, se encuentra una
meseta, larga y estrecha, que baja desde las eras en que antes se trillaban los
cereales hasta las ruinas del Castillo palacio del Conde de Aranda. Esta meseta
limita por el Este con el pequeño vallón de la finca llamada Valdecán por el Oeste con la Paul o Arboleda, lugar por
el que corren las aguas de las fuentes, desde sus manantiales hasta la fuente
pública. Por encima de la meseta, desde la era hasta la Plaza Mayor encontramos
la Calle Alta, de a que salen, por la derecha, dos calles, que bajan a la Paul,
y a la izquierda entra y sale la calle de Valdecán, frente a la de Agustina de
Aragón, que acaba por la derecha para asomar por el Arrabal. En la Plaza Mayor
se alza la Iglesia Parroquial, construida en el siglo XV sobre as ruinas de un
templo prerrománico, que puede observarse en el sótano del templo actual.
Desde
la Plaza Mayor llega hasta el Castillo la Calle Baja o Calle del Conde, que
acaba en la Vía Romana que desde Huesca subía a Alquezar y pasaba por el
Castillo. SIÉTAMO, con anterioridad fue llamado Sieteno, por encontrarse en el
séptimo millar de esta Vía. El Castillo fue construido en el siglo XIV y fue
destruido en la guerra civil de 1936. Después de tan importante labor de paz y
de guerra, hoy en el Castillo del Conde de Aranda se encuentran ruinas, como las de un
pozo, un lagar y un lienzo de la
muralla, con un viejo torreón.
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