Luis Companys visitando Siétamo |
Ahora, la Democracia Española
está apoyada en el Tribunal Constitucional, que juzga si Las leyes de las
Autonomías entran en el plano de la Constitución. Desde hace ya más de tres
años, está el Tribunal juzgando la Ley de Autonomía de Cataluña. Veremos su
resultado. En cuestión de autonomías y de revoluciones sociales, Cataluña se ha
destacado en luchas utópicas, como el independentismo, la revolución
bolchevique, el comunismo, el anarquismo, la economía industrial y la agraria,
etc. Esta situación de juzgar la Ley de Autonomía de Cataluña no es nueva. En
mil novecientos treinta y cuatro, el Tribunal de Garantías Constitucionales de
la República, anuló la Ley de Cultivos Catalanes. La Agricultura fue uno de los
temas que más motivos de lucha aportó, ya desde 1870, poco más o menos, porque
la Filoxera acabó con casi todas las viñas en España. En Huesca ya casi se ha
olvidado el enorme desarrollo que tenían las nuevas plantaciones de viñas, por
ejemplo en el Castillo de San Luis, promovidas por el francés Conde o Barón de
Contenson, con su locomóvil y sus malacates. ¡Cómo preveía Europa, cuando dijo:
¡esta finca se encuentra a menos de cien kilómetros de Francia!. Efectivamente
por su lado pasa la Vía Mudéjar, a la que le falta poco para llegar a Francia. En
Aragón casi nos hemos olvidado de aproximarnos a Europa, pero en Cataluña la
“rabassa morta” o la “cepa muerta”, obligó a los “rabasaires”, que con ese
nombre, continuaran exigiendo al Gobierno Central. El ocho de Junio de 1934, el
Tribunal de Garantías Constitucionales, declaraba al Parlamento Catalán
incompetente en esta materia de la que hablaba la Ley de Cultivos Catalana. El
presidente de Cataluña era Lluis Companys, que se dirigió a los parlamentarios
catalanes y les dijo: “y si vosotros lo aprobáis, el gobierno lo hará cumplir,
pase lo que pase y sea lo que sea”. El 16 de Octubre de 1934, Companys igual que sus antecesores creaba el “Stat
Catalá”, pero al poco tiempo el General catalán Batet, acabó con la rebelión.
Dicen de los aragoneses que somos muy “tozudos”, pero la Historia demuestra que los catalanes
lo son más. A nosotros, el Estado
Central nos despojó de la desembocadura del Ebro, que quería el Conde de Aranda
hacer navegable. Después de la Guerra Civil le dieron ventajas a Cataluña, pero
en Aragón no se hizo nada por industrializarlo. Al separarse nuestra Diócesis
de la de Lérida, se han guardado muchas joyas antiguas. También quieren enseñar
en ciertas partes de Aragón, el catalán. Aquí queremos unir a Aragón, a España,
a Marruecos y a Portugal, a Europa por la Autovía y por el Ferrocarril, pero
los catalanes hablan de la vía Marítima. Hay una fotografía de Companys, visitando
Siétamo, delante de la Bodega del Palacio y acompañado de algunos, a los que yo
conozco. El iba elegantísimo y le seguían los milicianos y el pueblo, mal
vestido. ¿Es que vino a Siétamo a dar algo a los aragoneses?. No, pero es hora de darnos cuenta los aragoneses
que debemos exigir la Autovía que nos una a Francia, que se arregle el
ferrocarril por Canfranc y se abra otro por el centro de la provincia de
Huesca.
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