Expulsión de los judios de España. |
El Edicto de Granada, expulsó de
España en Julio del año 1492, a los judíos que no se convirtieran al
Cristianismo. La mayor parte de aquellos judíos o sefardíes, optaron por la
emigración, quedándose en España una minoría. Casi todos fueron admitidos por
el sultán Bayaceto II, en el imperio otomano. Otros se fueron a Marruecos, a
Holanda y a diversos países de la Europa Central. Los que se fueron a
Marruecos, viajaron muchos, a través de las Islas Canarias a América. De
Holanda nos ha quedado un gran recuerdo en Baruy de Spinoza, sefardita hispano-
portugués, uno de los mayores racionalistas de Historia del siglo XVII. Y al
leer sus pensamientos, se queda uno animado a estudiar la historia, para “si no
quieres repetir el pasado, estúdialo”. Por todos los países árabes, europeos y
asiáticos anduvieron los judíos, pero a
España, ya acudían judíos antes de la muerte de Cristo. Fueron llegando judíos,
que al hablar también en latín y sus
dialectos castellano, catalán y otras lenguas, de su mismo origen, fueron
llamados ladinos o latinos y sefarditas, y en la Península, llegaron a constituir
una enorme población, tanto que llegó España a ser el país más poblado de
judíos de todo el mundo.
¿Qué recuerdos tengo yo de los
judíos?. De mi niñez, ninguno positivo, pues se hablaba de ellos muy poco, sólo alguna
historia o cuento de muy mal sabor. Cuando llegaba la Semana Santa, salíamos,
antes y después de la Guerra Civil de 1936, todos los niños de Siétamo, a la calle provistos de matracas y carracas,
que hacíamos sonar, al mismo tiempo que cantábamos: ¡a matar al diablo, que ha
matado a Cristo!, mientras otros respondían: ¡a matar a Judas!. Judas era una
figura odiada por el pueblo, que ya se va apagando y que representaba a todos
los judíos a los que había que matar. Teníamos los niños la misión de alejar
por medio del tenebroso ruido de las matracas y carracas y de “matar judíos”.
¡Qué recuerdo tan triste ese de por la tarde del Jueves Santo, tener que
matarlos, con el ruido solidario producido por los niños con sus matracas y
carracas!. Cuando el año de 1936, para la Guerra Civil, fuimos a casa de mi
abuela materna, cuya parte posterior, daba al Barrio Nuevo, nombre que hacía
siglos le habían adjudicado a “La Judería”. Mi tía Rosa, hermana de mi abuela, era una persona muy
amante de la lectura y conocedora de las tradiciones de la ciudad de Huesca; me
contó que en aquel Barrio o Judería, quedaban dos juderías antiguas. Una de
ellas la he visitado y he contemplado unos capiteles judaicos alargados y que
su dueño poseedor del local, ahora dedicado a fotocopiar papeles, los ha tapado
con madera o cartón, de tal modo que ya no recuerdo de qué objetos litúrgicos se trataba, menos las cepas y uvas, que
adornaban un capitel.
Columna de la Sinagoga de Barrio Nuevo (actual tienda de fotocopias) |
Hace no mucho tiempo, un señor
oscense, don Jesús Benito, dueño del Estanco que se encuentra en la entrada a
la Plaza de la Catedral, me enseñó un antiquísima Aljaima o Sinagoga, en la que
se encuentran columnas, capiteles, también alargados, con cepas de vid con sus
ramas y sus hojas, y que yo describí, no con mucho realismo, en el Diario del Alto Aragón, pero que pocos
se han interesado por tan histórico ambiente
ya muerto, de nuestra ciudad. Nos llama la atención la curiosidad que
causa en nosotros el contemplar una matraca o una carraca, pero nuestra
ignorancia nos oculta que fueron tales matracas golpeadoras y productoras de
ruido, utilizadas en tempos bíblicos, por los judíos. Esta es una demostración
de como el judaísmo ha influido en el cristianismo, mientras nosotros
recordábamos con antipatía y odio a los judíos. Muchos ciudadanos actuales, sin
saberlo, llevan o tal vez llevemos sangre de aquellos ciudadanos. En una emisión
de la revista judía “Confidencial”, dice
que para Florentino Portero “es difícil
entender la cultura española sin conocer antes el judaísmo”, “que es uno de sus
pilares”. ”Portero recuerda también el vínculo entre el cristianismo y el
judaísmo, como se reconoce en el Concilio Vaticano II, ya que comparten las
mismas raíces”. “Es difícil entender el cristianismo sin conocer sus puntos
comunes con el judaísmo”, sentencia Portero, profesor de Historia contemporánea
y conocedor de Sefarad.
Nos hemos olvidado de nuestros ¿antepasados,
los judíos?. Tal vez sí, porque, como
escribí en mi artículo “Sefardíes en Huesca”, “era difícil que se entendieran
cristianos, judíos y musulmanes” y sin embargo, después de cientos de años, “mi
padre Manuel Almudévar, me contaba hechos que ocurrieron en la pequeña historia.
Por ejemplo, el de un aragonés, natural de un pueblo del Somontano, Berbegal y
apellidado Palacio, que llegó a ser Diplomático y estando en el Líbano, se le
acercó un joven muchacho, que vendía tortas de Ayerbe, nombre tan español como
su origen en algún horno, en este caso de la Villa de Ayerbe”. ¡Qué tristeza
sentirían los judíos al ser expulsados de Sefarad o España y qué alegría
sentiría el Diplomático Palacio, al ver y escuchar a este joven sefardita, originario,
con casi seguridad, de Ayerbe. Se comprueba más por el mundo que por la
península el recuerdo de los judíos, porque por aquí ya casi nadie se acuerda
de tal pueblo, si no es el papel de Israel por el Mundo.
Durante la Guerra Mundial, llegó
al Colegio donde yo estudiaba, un auténtico señor, judío, que huyendo de los
nazis alemanes, había pasado la frontera por Irún. Hablaba castellano con una
gran dulzura, vestía de negro con sus cabellos canos. Yo me acerqué a él,
hablamos y vi como le daban alimentos, pero se le negaba una acogida temporal, para
no dejarlo, ya mayor, correr abandonado por el mundo. Cuántas acogidas se
hicieron con muchos de ellos, pero ¡cuántos judíos niños y mayores, se
asesinaron y de esto me acuerdo, porque
hace unos días de este año de 2012, conocí al judío Abel Gaeguer, convertido en
un ciudadano israelita ,que estaba pidiendo limosna. En mi artículo sobre este
israelita, “he pasado a su lado y le he preguntado de donde procedía y me
contestó que de Ucrania, pero que era de nacionalidad israelita. Me ha hablado
con gran amabilidad en una lengua de muy variadas palabras, de distinta procedencia lingüística, pues me
dijo que allá, en Ucrania, donde nació en 1950, hablaban además del ucraniano,
el ruso, inglés, alemán, así como el francés, hebreo y árabe. Conocía un poco
el español sefardita, que hablaban los judíos expulsados de España, por los
años de 1492, año del Descubrimiento de América y de España marcharon por
Europa, Africa y América… Era evidente que él sentía el judaísmo, porque me
dijo que había visto en Huesca, documentos hebreos, no sé si en el Museo
Provincial o en el Ayuntamiento. Me hizo entender, como pudo, que cerca del
Parque, había visto una sinagoga antigua. ¡Cuántos recuerdos le bullían en su
mente!, porque no se acordaba de España, sino de Ucrania, en sus años de niño, en
compañía de sus abuelos y de sus padres, que se dedicaban un poco al comercio y
especialmente a la reparación de carros tirados por mulas y por asnos.
Nació aproximadamente el año de
1950 y ahora tiene, (Octubre de 2012) unos sesenta y uno. Antes de nacer Abel,
cerca de Kiev, los habitantes judíos, tuvieron que salir de sus hogares y caminar en fila hasta el Barranco de Bali
Yar. Allí los agruparon en lotes de diez judíos y fueron obligados a desnudarse
y a cavar las zanjas en que iban arrojados. Fueron los asesinos miembros
ultranacionalistas de Ucrania, en colaboración con las SS y los
asesinados, una gran parte de la
población judía. Abel no había nacido todavía e ignoro si era ucraniano de la
zona cercana a Kiev o de otra, a la cual no llegarían esos asesinatos. Mal
ambiente quedó en Ucrania para que los judíos pudieran vivir. A los seis años, Abel fue trasladado a
Israel.
¡Qué soledad tuvo que pasar el
niño, sin ninguna culpa!, porque él sabe
que todavía tiene algún pariente por el Mundo, pero no puede comunicarse
con él. La historia de este hombre, me recuerda la de tantos españoles que en
el año de 1936, tuvimos que huir de nuestras casas, para evitar las muertes de
la Guerra Civil, mientras muchos murieron asesinados. ¡Qué tristes son las
guerras entre los hombres y qué difícil es conseguir una Paz Universal!”. Hay
que recordar la aseveración del sabio judío sefardita y después de la expulsión
de España, holandés, cuando decía: “Si no quieres repetir el pasado,
estúdialo”.
“En Israel, Abel, tuvo que luchar
como soldado y como Policía Israelí, durante catorce años. No se sintió feliz en esa situación de guerra. Después de catorce
años de ejercer de policía y de tantas situaciones que le recordaban las que
pasaron en Ucrania, el año de 1999, partió para Francia, después a Inglaterra y
luego a Irlanda, donde durante tres años trabajó de pastor y como él dice, con
gran tranquilidad. Después de ver tantas guerras y luchas por el mundo, allí le
pareció ser uno de los pastores del Israel antiguo. Y allí, en el Coso Bajo,
sentado en un escalón del anterior Comercio de Rodrigo, está en Huesca,
esperando que le va a dar el Espíritu
Santo, una casa, porque él tiene una fe inmensa propia de los judíos, pero el
Señor no le da lo que él espera. Los judíos soñaron durante muchos tiempos en
alcanzar el Templo de Jerusalén, como él pasa sentado en un escalón, esperando alcanzar
una casa para pensar en Jehová. ¡Qué fe y que ilusión tiene Abel en el Creador
Supremo, pero los judíos yo creo que no
se enteran de lo que le pasa a Abel, porque no hay en Huesca ningún diplomático
israelita , que le socorra. Pero, cómo han sido tantos los millones de judíos
perseguidos, tal vez no puedan llegar a socorrerle. Dice Abel que la gente de
Huesca es muy buena y cuando lo acompaño, de vez en cuando, veo algún hombre o
mujer, que le entregan un donativo. ¡Cuántos hombres y mujeres van por el
mundo, buscando la felicidad, que no han podido alcanzar nunca, unas veces por
ellos mismos y otras por las difíciles circunstancias que le rodean!. La caridad es la virtud que ahora
es más necesaria que nunca. Abel es judío y así como los judíos tienen un “gen”
especial, que les gobierna la economía, la ciencia y los viajes por el mundo
entero, igual que a los gitanos les gobierna el cante, el baile y descuida su
espíritu económico, han padecido mucho por las persecuciones y asesinatos, que
han influido en el cerebro de Abel, que al contemplarse muy niño, sin padres y
sólo, está todavía buscando una casa, para vivir, para convertir esas casas en el Templo del
Señor, que se alzó en Jerusalén. Al
hablar con él, te das cuenta de como
sueña con su patria, pues la está siempre amando y soñando acabar en ella y uno
se va dando cuenta de que la casa que está pidiendo, es la Tierra de Promisión.
El judío ucraniano e israelita, parece que sueña liberarse de la antigua
Diáspora, de la Expulsión de España, de la persecución de los hitlerianos y
ahora teme el fuego atómico de los fanáticos persas. Siempre han estado
viajando los judíos, unos a América, con Colón y otros mallorquines, que
encontré en el Centro Recreativo, que se encuentra en el antiguo Matadero de Huesca.
Hablé con ellos y eran también dulces y parecían buscar la felicidad, por
lugares, como Huesca, que también conserva, desde luego de mala manera,
sinagogas, a las que ya no va nadie, sino son el ucraniano o los mallorquines,
que yo encontré.En Mallorca todavía viven muchos individuos que saben su origen
hebreo, cuando en Huesca, quedan unos pocos,con escudos infanzones, pero con
orígenes judíos
Judíos y gitanos, son dos razas
humanas diferentes. Los gitanos han tenido un estilo de vida nómada, recorriendo
todo el mundo, pero los judíos,
coinciden con ellos, porque tampoco desconocen un sólo rincón del mundo. Cuando
a una región del mundo llegaron la inestabilidad económica o política, se
produjeron movimientos en masa de la población la gitana o de la judía. Por ejemplo en 1749, se
produjo la Gran Redada, a la que también bautizaron con el nombre de Prisión
General de Gitanos, cuyo fin era el de extirpar de España a todos los que por el Reino, fueran haciendo el
nomadismo.
En el siglo XX, han sido discriminados
los gitanos y a mí me relató un somontanés, como en la carretera que circula
entre Los Molinos de Sipán y Loscertales, una pareja de la Guardia Civil, le
arrancó las muelas a un gitano, que se había apoderado de una col en un huerto.
Mi padre me contó casos similares. Desde 1499 se promulgaron en España, 280 Pragmáticas
contra los gitanos.
Es un pueblo nómada, pues se encuentran
sus individuos, incluso en América. Yo tengo un Cristo primitivo, que me vendió
un gitano, que había vivido muchos años en la Argentina. En los gitanos se
encuentran caracteres positivos, aunque también se encuentran notas
peyorativas. Parece ser que llegaron a España, poco más o menos, en 1415.Cuando
llegaron a gobernar España los Reyes Católicos, éstos trataron de conseguir la
uniformidad cultural de todos los españoles.
Se les planteaba a los Reyes el
problema de eliminar a los gitanos de la misma forma que a los judíos.El poder de los Reyes no era
omnipotente, porque los gitanos no eran iguales a los judíos ni éstos a los
moros ni a los cristianos. De ese poder real se derivó la discriminación a las
distintas ideas y razas humanas.
Poco han adelantado los gitanos en
cultura, pero sin embargo el gran poeta Federico García Lorca escribió: “El
gitano es lo más elemental, lo más profundo, lo más aristocrático de mi país,
lo más representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el
alfabeto de la verdad andaluza universal”. Tienen un fuerte vínculo con el
arte, sobre todo con la música, con el
cante, como el flamenco y con el baile.
Pero los judíos, fueron también
nómadas, unas veces a la fuerza y otras voluntariamente. Pero durante toda su
existencia han tenido una organización social buscando la perfección, que
siempre ha sido derrotada por el racismo, proveniente de los roces en su
convivencia con los individuos de otras razas, ideas y formas de vida. A ellos
también se les ha acusado de racismo, cuando en Zaragoza, martirizaron a Santo
Dominguito del Val. Casi todos los hombres hemos cometido algún delito, a lo
largo de la Historia.
Los judíos constituían una gran parte
de la población en España y llegaron a tomar parte en todos los aspectos de la
vida social. El Barrio Nuevo, es el nombre que se puso a la Judería oscense, al
ser expulsados los judíos. Sobre la Judería o Barrio Nuevo han escrito Don
Antonio Durán Gudiol y los hermanos Antonio y Joaquín Nadal Más. La Judería
estaba situada entre la muralla, que rodeaba el casco urbano por el Coso Alto y
el muro de tierra que cercaba ese núcleo poblacional, desde el Colegio de Santa
Ana hasta la Fuente del Angel, que manaba en el Pabellón Deportivo. En casa de
los hermanos Escar, el aparejador de la obra ,cuando la estaban levantando,
encontró los restos de una noria, con pucheros de barro, que se utilizó, hace siglos en el riego de algún huerto. Parece
ser propio de los judíos por hallarse en lugar próximo a la Judería o Barrio
Nuevo.
Se habla de que en Huesca existían
tres sinagogas: una la mayor, otra la mediana y la menor. La existencia de tres
sinagogas ha hecho pensar a algunos que existirían tres barrios o thoras,
judíos. De la Sinagoga Menor, escribe magistralmente don Antonio Naval Más, afirmando
que es “singular y única”. Dice que “No es un edificio de la categoría
constructiva y arquitectónica de los otros edificios históricos de la ciudad,
pero sus peculiaridades y los atributos de singular y único, lo hacen no menos
respetable que cualquiera de ellos”. Como dicen que ocurrió con el martirio de
Santo Dominguito de Val, es muy frecuente acusar a los judíos de daños
personales y colectivos, como dice don Antonio Naval que pasó con la peste
negra de mediados del siglo XIV. Se generalizó el acusarles de la profanación
de las hostias consagradas”, pero “Por otra parte, la Historia de los judíos
oscenses dio nombres sobresalientes en el saber, la ciencia y las artes”. ”Este
edificio que con toda probabilidad es el edificio de la Sinagoga Menor de
Huesca, es singular y único, no sólo
para la ciudad, sino, al menos, para todo Aragón”.
La existencia de tres sinagogas, lleva a pensar que fueron tres los Barrios
Judíos, pero como el tiempo desde que llegaron los primeros judíos hasta que
fueron expulsados, fue tan largo, hace
pensar que estarían la Sinagoga Mayor, la Mediana y la Pequeña en el mismo Barrio o
fuera de él, porque hay una sinagoga de la que no se encuentran muchos informes
escritos, que se encuentra en la entrada a la Plaza de la Catedral.
En el
Blog, en que yo escribo, en el artículo “Sefarditas en Huesca”, sale lo que yo
expongo ahora, que así dice: ”Pero en
una calle que acaba en la Plaza de la Catedral, hay una casa en la que está
abierto un estanco y me enteré que en los bajos de dicha casa, ha salido otra
sinagoga. Le pregunté por ella a Jesús Benito y me dijo que había capiteles y
otros aditamentos sagrados para los hombres talmúdicos y me prometió que me
enseñaría dicho local. Me lo encontré otro día y se lo recordé y él con gran
generosidad me contestó que subiera al estanco de la Catedral y que se lo
dijera a la dependienta, y ésta, con gran amabilidad, preparó un foco de luz y
me enseñó toda la sinagoga. A la altura de la calle se encuentra un arco de
herradura y una columna con un capitel geométrico. Más adentro hay una sala con
dos arcos, también de herradura y en un lado hay una pila redonda de piedra. Bajando
por una escalera, colocada en un hueco de la pared, se encuentra otra pila,
pero ésta montada sobre varias piedras, y tal vez situada en la entrada de la
parte baja de la Sinagoga. Tal vez la pusieron para lavarse, como dice el
salmo: “Lavaré mis manos entre los inocentes” o para depositar el Talmud, que
se guardaba en lugares, como si fueran sagrarios, porque los utilizaban para leer textos sagrados. Una
vez abajo, contempla uno varias bóvedas con arcos ojivales, es decir como si
fueran puntas de flecha. Hay cuatro pequeñas salas abovedadas y no se observan
objetos judaicos, porque los judíos
fueron expulsados en 1492, es decir hace ya más de quinientos años…..Al lado Norte del Cerro de San Jorge, se
encuentra los restos de un cementerio judío y otro cementerio al que llamaban
“el Fosalé”, en Barrio Nuevo”.
La sociedad judía estaba muy bien
organizada, porque el Infante Alfonso firmó en Zaragoza el 21 de Enero de 1323,
un documento sobre la Cofradía de los “cava fuessas”. Los judíos que vivían en
Huesca se obligaban a cavar las fosas para los muertos oscenses “que fincaran
en la ciutat d’Osca”. En cambio los gitanos morían por los caminos y eran
enterrados, como si fueran seres abandonados. Ahora, yo contemplo en el
cementerio de Huesca, los nichos adornados con objetos que alegraron la vida
del difunto y en ocasiones, he visto una gran asistencia de gitanos al
entierro, con el esposo viudo, que está sentado en el suelo, delante del nicho
y rodeado de bellas y jóvenes gitanillas.
Estoy considerando la vida de dos
razas humanas perseguidas por los poderosos del Mundo. Una es la raza gitana, que
siempre en España ha sido perseguida hasta llegar a sacarle las muelas, por coger
verdura en un huerto. Esta raza gitana, que siempre ha sido cantada por los
poetas, incluso por el español, de la generación de 1927, el gran poeta Federico GARCÍA LORCA, que en 1929, publicó
“El Romancero Gitano”. En los momentos políticos en que fue fusilado Federico,
alguno le preguntó sobre su ideal político. Él contestó que se sentía a la vez
católico, comunista, anarquista, libertario e incluso monárquico. Nunca
discutió con ningún amigo sobre una teoría política, ni riñó con ellos por esas
cuestiones. ¡Qué inteligencia tan limpia para pensar en todas las teoría
políticas, sin buscar la lucha entre los hombres. Él se guiaba contemplando a
los gitanos, a los que les compuso el
“Romancero Gitano”. El romance de la “Luna, luna”, le hace ver como se entregan los gitanos a la
presencia de la muerte, que como ellos durante siglos no han ocupado viviendas
y siempre vieron la Luna, para rendirse
ante el poder mágico, de ese astro, que nos hace pensar en la muerte. Ya he
preguntado más arriba, ¿ donde enterraban a los gitanos ?. Y Federico, al
meditar los pensamientos gitanos en la muerte, se acordaba de las actividades
de sus vidas, como la fragua, los collares, el yunque y las ferias. ¡Cómo
discutían y recreaban juntándose gitanos de lejanas tierras y cómo preparaban
las venta de alguna mula, que al acabar la feria, le salía asmática a su
comprador!. También, como he dicho antes, he visto a los niños gitanos y a las
gitanillas, acompañar en el cementerio de Huesca, a sus abuelos a los que tanto
respetaron, mientras estuvieron vivos.
Sin embargo, ¡qué pocos asistían a la Escuela!.
Qué diferencia con los judíos de los
cuales, aún recuerdo su cementerio, en el Tozal de detrás de San Jorge, cuando
subo, paseando a la Ermita de Loreto.
También se acuerda uno del “Fosalé de Barrio Nuevo”. En cambio los judíos se
preocupaban de enseñar a sus hijos, de tal manera que en Huesca, en el siglo XII,
en tiempos del Rey de Aragón, Alfonso el Batallador, surgió el genio del judío
Pedro Alonso.
Fue este oscense judío Rabino,
conocedor de las Matemáticas y estudioso de la Astronomía. Igual que los
gitanos estaban siempre presentes ante la belleza y el misterio de la luna
lunera, el judío astrónomo, guiado por sus pasos matemáticos, trató de aclarar
la composición del Universo. Este Rabbí Moseh Sefardí de Huesca, fue médico del
Rey de Aragón y de Navarra, se hicieron grandes amigos y le convenció para que
se hiciera cristiano, con el nombre de Pedro Alfonso. Yo tengo un recuerdo, por
un lado grato y por otro triste de un libro suyo, que le regalé a una bella
joven judía, hija del Doctor Psiquiatra Mariano Almudévar, natural de Casbas,
que se casó en Inglaterra, donde también vivió Pedro Alfonso. Esta judía con mi
apellido, nació en Inglaterra, siendo, como he dicho, hija de Mariano Almudévar
y de la hebrea Mónica Stoplemaw,que según me dijo pertenecía a la raza judía de los asquenazi. En mi artículo ”Plegaria por Lola Almudévar”,
escribo lo siguiente:” Impresiona la visión global de Bolivia que tenía la
periodista Lola, porque retrataba junto a los niños inocentes a los hombres y
mujeres, que bailaban, cantaban y hacían sonar sus flautas, pero no sólo
retrató, sino que fue recibida,élla como única periodista extranjera, por el
presidente Evo, vestido con el indígena “traje del poder”. Por otro lado su
padre Mariano Almudévar, procede como yo del Bearn francés, del que nuestros antepasados
cruzaron al Sur de los Pirineos, para conquistar la Villa de Almudévar”. No
podré olvidarme nunca de cuando estuve sentado en un bar de los Porches con su
padre y con ella. Le pregunté si había oído hablar del judío oscense Pedro
Alfonso y me contestó que no. Entonces me dirigí a una cercana librería y
compré para Lola un ejemplar de los “Libros de Cuentos de aves y animales”,
para que tuviera un recuerdo cariñoso de la ciudad de Huesca. Al poco tiempo
murió de accidente en Bolivia y en la Diputación Provincial, el compositor
Antonio Viñuales, hizo sonar la “Plegaria por Lola Almudévar”, con el que se
inauguró la Exposición de Fotografías de Bolivia, obtenidas por Lola.
Las distintas razas tienen su “Gen”
distinto,( recordemos la astronomía poética y trágica de la luna para los
gitanos y la astronomía científica del Judío Pedro Alfonso), pero en aquel
encuentro en la Diputación Provincial de Huesca, entre la raza judía, la
europea, la inglesa, la boliviana, la Evolución, ha de hacer que todas las
razas se unan y se respeten.
Volviendo a los judíos de hace
más de quinientos años de Huesca, dicen los historiadores que las casas de los
judíos en Huesca, no eran muy diferentes a las casas cristianas y moras. Hay
que aprovechar este recuerdo a las casa moras, para recordar también a los
moros, como perseguidos y perseguidores de otras razas. En la parte vieja de la
Catedral de Huesca, se pude,todavía contemplar un arco árabe de herradura.
Dicen que las casas habituales de
los judíos en la Judería, contaban con dos pisos y bodega y tenían como ayuda,
una heredad, compuesta de bienes rústicos como campos de cereal, huertos y
viñas. En la Sinagoga, en que se asienta el taller de fotocopiar, hay una
gruesa columna, con tres capiteles encima, donde están tallados troncos de
parra y racimos de uva. El Concejo de Huesca facilitó a la Judería la posesión
de cien ovejas y cabras, pagando un canon dos veces al año.
Detalle del capitel de la sinagoga de Barrio Nuevo. |
Don Ricardo del Arco, dice que al
principio del siglo XIV, los judíos de Huesca ocupaban ciento ocho viviendas,
sometidos a impuestos y cuarenta y dos casas pobres. Había presión sobre los
judíos, pues en el año 1391 fueron perseguidos, sufriendo presiones por su
conversión al cristianismo el año 1415, con motivo de la disputa de Tortosa.
Como he hecho notar que los
gitanos no podían ir a la escuela, a la escuela rabínica, acudían muchachos de
todas las clases sociales y sin pagar impuestos. Se citan nombres judíos como
el de la conversa Yolant Santvicién y de sus dos hijos Pedro y Domingo
Santvicién. Estos nombres nos hacen pensar en la cantidad de judíos conversos, que no sufrieron expulsión en 1492 y de los
que quedaron muchos descendientes de judíos en España, pero con apellidos
renovados. Es impresionante el número de
centros de asistencia de los judíos para ellos mismos, como el Hospital de la
Judería. En documentos de Montearagón en 1279 habla de el “Espital de la Sanoga
Mayor”, destinado al socorro de enfermos y de pobres. Así como he nombrado la
Cofradía de los Cavafuessas, había otras que se dedicaban a visitar el Sábado a
los enfermos. En Los artículos literarios del Alto Aragón, en uno de ellos dedicado
a la Judería de mayo de 1998, dice: “Se conocen algunas actividades de las
tiendas judías, a saber: médicos, cirujanos, especieros, albarderos,
pelliceros, sederos, plateros, tintoreros, mercaderes y prestamistas”. Ignacio
de Asso en 1798, escribió acerca de los prestamistas: “Los judíos de estos
tiempos ejercían la usura con increíble rigor, y exorbitancia. La Célula de D.
Jaime I, que la redujo en 1241 a cuatro dineros por libra al mes, parecerá
quizás más ordenada, si se considera el desorden, que hasta entonces se había
tolerado”.
Al leer estos textos de intereses
y finanzas, se da uno cuenta del espíritu económico de los judíos y te explicas
como ellos son los Banqueros del Mundo. Pero, cuando uno considera la
organización de los judíos medievales y cae en sus manos el libro “Cuentos
judíos” del judío polaco Samuel Rovinski, se acaba uno de convencer, el
espíritu de ahorro , que tienen los judíos. En uno de esos cuentos, escrito en
Costa Rica, después de huir de Polonia, dice a su hijo Janche:”Esta gente no
ahorra. Sólo los ricos serán ricos en este país. A ellos no les hace falta
ahorrar. Nacieron ricos, Janche. Pero nosotros, ¿qué haríamos si fuéramos
pobres…A los hijos hay que enseñarles el valor del trabajo. Y del dinero
también. La persona que no trabaja es vaga, inútil, se llena de malos
pensamientos, y codicia el dinero ahorrado por los que sí trabajan. Nuestros
hijos deben aprender que un cinco es un
cinco y que el dinero no nace de los árboles. Así es, Janche”.
El judío con el que yo hablé en
el Coso Bajo, se sentía de tal condición, pero según me dijo el que dirige un
almacén, donde se apoya a los necesitados, este ucraniano-israelita, se
convirtió en un alcohólico, lo que explica el comportamiento indiferente del
poder judío, con él. Coincide este comportamiento con la explicación que un
judío me dio, sobre la ayuda mutua que
se prestan entre sí. Me dijo que cuando un judío, por su emigración voluntaria
o forzada, llega a un lugar donde hay otros de su misma condición, los allí
presentes le ayudan para salir adelante. Pero si ven en él, una persona “que no trabaja, es vaga, inútil,
se llena de malos pensamientos y codicia el dinero ahorrado por los que sí
trabajan”, dejan de ayudarle, para que sea responsable de su actitud.
Los judíos en Huesca, hemos visto como residían en su barrio o
aljama, gozando de una organización autónoma. Pero dicha organización, no sólo
contaba con sus vecinos, sino que los vecinos de cada aljama, estaban en
contacto con los de todas las otras ciudades de España. Esto lo escribió Simón Wiesenthal
en la Operación Nuevo Mundo (La misión secreta de Cristóbal Colón) y se ve,
leyendo la vida de los barrios judíos o aljamas. Continúa diciendo que “Los
reyes de Castilla y Aragón les otorgaron también autonomía (a los sefarditas,
también llamados marranos), por razones económicas. Los tributos percibidos de
los judíos constituían la única fuente de ingresos segura y constante de las
arcas reales”.
Tanto es así que el mismo Cristóbal
Colón, trabó relación con el nuevo cristiano- judío Luis Santangel, canciller
de los mismos Reyes Católicos. También habló de la financiación del viaje al
Occidente, con Gabriel Sánchez, tesorero real. Pero además influyó Colón en un grupo de nuevos cristianos y del
judío Isaac Abrabanel. Fue el Escribano
Real el que financió los gastos del viaje al Occidente y no los dineros de la
Corona.
Igual que en la Península se
comunicaban los judíos, de distintas ciudades y pueblos, Julio Baroja dice que
los judíos europeos también se comunicaron con los de las colonias españolas, incluso
utilizando barcos regulares. Algunos marranos (esta palabra se interpreta como
cerdo o persona maldita y excomulgada) o criptojudíos, aprovecharon el comercio para
hacer dinero, pues la Inquisición les confiscó muchos valores, como parte del
castigo impuesto. La Inquisición dice el judío Bartolomé Bennasar que la Inquisición se preocupaba más qué de la
fe, de obtener riquezas personales de alguno de sus miembros.
Están ocurriendo ahora hechos semejantes en la Banca,
donde se acaba el dinero, que se debía destinar al uso del pueblo, mientras los
que lo administran, se enriquecen con ellos. El judío holandés de origen
peninsular, nos aconsejaba bien, al decirnos: “Si no quieres repetir el pasado,
estúdialo”.
En la península se quedaron los
convertidos al cristianismo, pero no se podía esperar una fe sincera de una
conversión forzosa y muchos se casaron con gente de cierta nobleza. Otros, que
eran marranos se casaban con parejas de
la misma condición, para conservar, aunque fuera escondido, su judaísmo.
Hace poco tiempo, un somontanés,
me contaba, en unos tiempos que ya han hecho olvidar aquella conversión
obligatoria y que si alguno sabe algo, no lo cuenta, que en aquellos años en que se
esperaba la expulsión de los judíos y se hablaba de la persecución de los
gitanos, que en la Villa oscense de Alquézar, unos y otros hicieron una labor
de colaboración. Y en un pueblo cercano, situado un poco más abajo, yo he
visitado una casa Infanzona, con puertas de madera, grabadas con escudos. Y
alguien del pueblo, me dijo que eran infanzones, porque esta era la forma de
salir de esa época continuada de opresión y de malos tratos. Un descendiente de
dicha casa, fue alcalde de la ciudad de Zaragoza.
Parque de Huesca (próximo a la zona de Barrio Nuevo ) |
Después de tantos sacrificios, expulsiones y muertes,
al final del siglo XV, entró en contacto con los españoles el aventurero y
científico Cristóbal Colón, que creía apoyándose en los mapas de los
cartógrafos judíos mallorquines, pensaba que por los mares occidentales, llegaría
a Las Indias. El navegante creía que los judíos podrían escapar de las
persecuciones.
Como pone en el Libro de Cuentos judíos, Robinski : “A mí me gusta el
trabajo y me gusta el ahorro, también…Yo cojo mi valija y me voy directamente
donde los campesinos, que en Costa Rica,
me pagan las cobijas al contado. Y, me invitan a comer con ellos, Janche. ¿A
dónde viste eso?. ¿En Polonia, donde los campesinos son ignorantes y
antisemitas?. ¿Por qué me voy a quejar?Aquí en el campo, Janche, con ese lindo
sol durante todo el año, y las montañas siempre a la vista y el aire puro,
aquí, ves crecer de todo; Janche, en esta bendita tierra todo lo que se siembra da su fruto. Es como
un paraíso, Juanche; puedes creerme. No es como Polonia”.
El poeta Federico García Lorca,
canta las penas de los gitanos y cultiva su amistad con el oscense “Pepín
Bello, un hombre afable, ocurrente y risueño”, como lo suele ser el temperamento
de los gitanos. Y Federico no podía olvidar a los gitanos, de los que escribió,
como ya he resaltado en el texto de este artículo:”El gitano es lo más
elemental, lo más profundo, lo más aristocrático de mi país, lo más
representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de
la verdad andaluza universal”.
El poeta Federico García Lorca,
antes de ser fusilado, se le preguntó sobre su ideal político. Él contestó: ”que se sentía, a la vez católico,
comunista, anarquista, libertario e incluso monárquico”. Nunca discutió con
ningún amigo sobre una teoría política, ni riñó con ellos por estas cuestiones.
Es indudable que la Creación del
hombre no es un hecho rotundo, en que el ser creado resulta un hombre perfecto, sino el principio de un desarrollo humano a
través de muchos siglos. Ese ser ponía en claro que era necesaria la marcha de
la Evolución.
Federico García Lorca, con su
inteligencia limpia y su corazón amante
de los hombres más desgraciados, no tuvo tiempo para pensar en las teorías
políticas de la mente humana, pero le sobró para poetizar aquellas tristes
vidas, que convirtió en tiernas poesías. Poesías que ofrecen el espectáculo del
“Romancero gitano”, y que en lugar de dedicarse al estudio de la Astronomía, la
contemplan en la “Luna, lunita, ea”, en la que se ve el mito de la muerte.
En cambio los judíos, estudiaron
y siguen estudiando la Astronomía, y encontraron el Continente americano, que
acogió a muchos hombres y que han conseguido volver a
Jerusalén, donde se prepararán para combatir las bombas atómicas, que
ensombrecen el horizonte de esta vida humana.
Yo lo que tengo presente es la
frase del judío holandés, venido de España, que dijo: ”Si no quieres repetir el
pasado, estúdialo”
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