Hermana de los sentimientos
poéticos y pariente del gran poeta Cernuda, que amas a Dios en tu convento
cerebral y cardiaco, cerca de la
Parroquia de la ciudad. Esta mañana, cuando cruzabas el prado, que desde la
Biblioteca iba a ese lugar familiar citado , con tu sabiduría oculta en la
cabeza, detrás de tu frente, pero manifestando, en tu mano derecha, que sujetaba
un libro, cuyo contenido ignoro, pero que dicha sabiduría estaba recopilada en
él, por la Historia que me hacía adivinar
el colorido dibujo de su tapa.
Nos hemos saludado y en escasos
minutos de conversación, me he enterado de tu nombre y de tus dos primeros
apellidos. El segundo de ellos es el de un gran poeta español, que murió el año
de 1967. Era tío suyo y tan pronto pude, me puse a leer aquella poesía, que
compuso con el título de “Tres misterios gozosos”. Su primer cuarteto se
expresa así: “El cantar de los pájaros al alba,-cuando el tiempo es más
tibio,-alegres de vivir, ya se desliza-entre el sueño, y de gozo- Contagia a
quien despierta al nuevo día”.
Parece comparar el poeta, al
pájaro cantor, con sus cantos matutinos, con los que siempre ha cantado la pariente
de Cernuda, como el “Te Deum laudamus, Te Dominum confitemur” y con la alegría
de vivir, del mismo pájaro que se desliza entre el sueño y el gozo, y la que
siente Dominica, cuando al levantarte le da un beso al Cristo Crucificado. La
alegría de Dominica está basada en el Señor que creó el Mundo, apoyado en el
amor de Cristo.
En cambio, en el segundo cuarteto, dice: “Alegre y sonriendo a su juguete-pobre
y roto, en la puerta de la casa juega solo el niñito-amigo y en dichosa
ignorancia, goza de hallarse niño”.
Este niño es todavía feliz por su
inocencia, pero como sea educado en la ignorancia, no gozará de hallarse vivo.
Pero “El poeta sobre el papel
soñando-su poema inmaduro,- hermoso le parece, goza y piensa-con razón y
locura-que nada importa: “existe su POEMA”.
Cernuda se siente feliz, como
adorando al poema, porque ve en él una solución a los problemas de la vida,
pero éstos no son nunca propios de un solo hombre, sino de la humanidad entera.
Esos problemas no los arregla solamente su poema, sin la ayuda del Señor, porque no sólo Él, los ha creado y los
puede destruir, sino que en su desarrollo interviene la libertad del hombre.
Cernuda “piensa y goza con su razón y su locura”. Pero el poema no es
todo, no es la solución de todos los problemas, sino que es una criatura de
Dios a través del hombre.
El poema de la sobrina de Cernuda, quiere hacer felices a todos los
hombres, porque piensa en el amor a Dios y al prójimo y se le nota la felicidad
en su rostro.
Hola Ignacio, soy Montse una de las dos hermanas con las que te encontraste cuando buscabas el convento y te acompañamos hasta el, por el camino nos leíste este escrito.
ResponderEliminarQuería decirte que me he quedado gratamente sorprendida, aunque ya la impresión que nos diste apuntaba a un caballero (de los que ya quedan pocos) inteligente y culto.
Gracias por el regalo de oírte recitar este escrito.
Un saludo
Montse.