La aldea de Oriz, está casi
despoblada, pues en Diciembre del año 2001, vivían en ella trece personas. De
su alta Edad Media, aparecen documentos
de 1223 y de 1280. Se encuentra esta histórica población en el Valle de Elorz y
pertenece al Ayuntamiento de Noain.Cuando se sale
de Noain hacia Zaragoza, a la izquierda se divisa sobre un altozano un gran Palacio del siglo XVI,
con la iglesia medieval si se tiene en cuenta su estructura y su torre
campanario, que fue restaurada en 1667. A continuación, en línea recta, se divisan unas antiguas viviendas, ya con un aspecto
viejo, por su antigüedad, que parecen
estar deshabitadas.
Es pequeña la población, pero
tiene un aspecto histórico y artístico, por su parroquia restaurada entre otros
por el señor Jesús Eslava, en que gastaron unos veinticinco millones de
pesetas, trabajando sus vecinos personalmente. Pero lo que más destaca es el
Palacio de Oriz, que fue reconstruido
durante el Renacimiento , en el siglo XVI, por el Bretón, apellidado Cruzat, que tenía un pariente que era Capitán, que luchaba con Carlos V , en los Paises
Bajos, contra los protestantes. Era un hombre con inquietudes artísticas,
porque al volver de la Guerra, llenó su Palacio de pinturas murales, con las
que quería recordar la lucha de los españoles, concretamente los de Oriz, contra
los protestantes y dejar un recuerdo
histórico a los navarros y a todos los españoles. Con sus pinturas conservaría
el orgullo de sus victorias guerreras en los Pasíes Bajos-
El palacio comenzó a brillar en
los primeros años del siglo XV, pues lo mismo el Príncipe de Viana y de los
Reyes de Navarra, tomaron el Palacio como lugar en que hacer posada. Pero
cuando tuvo lugar la anexión de Navarra a Castilla, este Palacio se muestra
como un lugar de la familia de los Cruzat y se dice que en 1593, reposó en él, Felipe II.
Pero cuando uno ha visto a lo
lejos un Palacio de categoría histórica, siente la necesidad de ir a gozar y contemplar sus glorias artísticas e
históricas. Ante su fachada, pero también por sus lados y por su parte
posterior, se da uno cuenta de que se trata de un edificio espacioso. Su parte
inferior está fortalecida por una pared de piedras de sillería y sobre ellas
está levantado con ladrillos de arcilla Se nota la desaparición de cuatro
torres en sus esquinas y de un paso de ronda. En la parte más alta del edificio
se ve un moldurón, que soportaría ese paso de ronda, como una galería de
arquillos. Debajo del moldurón aparecen ventanas arqueadas, como si se
tratase de un edificio de arquitectura aragonesa. Se da uno cuenta de que en su
parte superior faltan cuatro torreones, que le daban elegancia al Palacio. Donde acaba
el moldurón de piedras de sillería, se contemplan pequeños espacios de aleros de
madera, que continúan por todo el resto del tejado, lateral y posterior. En el tercer piso hay una
ventana cegada, que es muy posible correspondiera al escudo familiar, que a mí
me extrañó no encontrarlo.
Todas sus ventanas están
protegidas por rejas de hierro forjado, pero tiene cuatro balcones en su
fachada. Esta magnífica obra impide, que los corazones tengan añoranzas pasadas, de unos tiempos tan lejanos , porque en lugar de lamentar la sangre de los
muertos y de los heridos en los Paises Bajos, la señora de la casa adorna todos
los balcones y ventanas con cortinas de encajes de bolillos y en los balcones ha puesto un jardín florido de macetas, que
imprimen de alegría los corazones. En la
parte baja de todas las fachadas se acercan al suelo las aspilleras, todas
ellas iguales , menos una que se exhibe detrás, que tiene una forma original. Esta
nueva señora del Palacio Oriz, es una rival estupenda del Capitán Cruzat , pues
si ella ha adornado el exterior, él adornó el interior del Palacio con las
pinturas grisáceas de la lucha en los Paises Bajos con los protestantes. En el
interior se subía a los pisos por una escalera de grandes dimensiones, y estaban
adornadas las paredes con imágenes de armiños , que eran un adorno heráldico de
la familia Cruzat. Había también guirnaldas y medallones, pero eran maravillosas las pinturas murales. Hoy no se pueden contemplar porque
las trasladaron al Museo de Navarra.
Hay en aquellos
murales
multitud de guerreros luchando,
pero hoy en día en Oriz sólo quedan unas cuatro o cinco personas, que son tan valientes como aquellos guerreros
que luchaban en los Países Bajos, pero estando situados en medio de una zona
industrial próspera, tienen malos servicios, incluso de comunicaciones. Esos
servicios serían útiles para el turismo, que enorgullecería a los navarros y
aprovecharía a los vecinos de Oriz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario