sábado, 23 de marzo de 2019

Los jóvenes futbolistas de Huesca.-


  
En la calle que comienza a discurrir desde la Avenida de Juan XXIII, sale otra calle que conduce a las oficinas del Hospital de la Seguridad Social y al Cerro de San Jorge, que se llama también Calle de San Jorge. Cuando se llega por esta calle al gran solar, por el que corrían los trenes en tiempos pasados, se alza el hermoso Café "Galileo". En él y en la calle, de cara al sol, me siento delante de un velador y veo pasar, al lado de otros clientes, a muchos ciudadanos que atraviesan esa calle, unos hacia la Avenida de Juan XXIII y otros desde debajo de San Jorge al centro de la ciudad.
Son muchos los ciudadanos y ciudadanas que pasan por delante de los veladores del Bar, pero a mí me ha impresionado el paso de unos jóvenes, vestidos con el uniforme del equipo de fútbol de Huesca, que lo hacen separados generalmente en pequeños grupos. Me dan la impresión de ser unos jóvenes disciplinados, como suelen ser los jugadores deportivos y yo los miro y espero al día siguiente que vuelvan a pasar. ¿A dónde van caminando, muchos de ellos vestidos con la ropa que identifica a los muchachos con el equipo de fútbol oscense?. Lógicamente caminan al Campo de Deportes, especialmente de fútbol, al que se llega prontamente, desde el Bar, en que yo tomo un buen café.
Una tarde del mes de Marzo de 2.019, pasando cerca del Campo de Fútbol de San Jorge, observé como iban entrando por la puerta de sus rejas de hierro, unos jóvenes, vestidos en rojo y morado. Se veía en ellos que el juego que querían emprender era un partido de Fútbol.
Este detalle me dio la impresión de que esos jóvenes, entraban en el Campo de Fútbol , para cultivar las energías de sus cuerpos y alegrar a los aficionados del deporte futbolístico, con su juego y con sus triunfos.
Caminando a la pista donde los jóvenes se habían dirigido a cultivar la energía de sus cuerpos, me encontré antes de llegar al terreno de juego con un señor ,que me dijo llamarse Javier Labata, que estaba en el Campo  Deportivo, cuidando de los diversos campos de distintos juegos, como el Frontón de Pelota, que atrae también a varios jugadores de pelota  o pelotaris. Javier se encontraba saliendo de inspeccionar del  Frontón e iba a vigilar los distintos campos de juego, que se extendían por la zona de San Jorge. Le pregunté por su afición a la pelota y él que era de Labata, en la cara Sur de la Sierra de Guara, cerca de Sieso y de Casbas, me dijo que de niño había jugado a la pelota, pero a Javier la necesidad al desplazarse de esta zona hacia Huesca, como  ya  no quedaban en los pequeños pueblos posibles jugadores de edad joven, para jugar con ellos, casi todos los jóvenes de los pueblos del Somontano, tuvieron que huir hacia Huesca. Después de estar sentado con el señor Javier en un banco cerca de la entrada en frontón y a la sombra producida por el Sol, nos desplazamos a la puerta del  auténtico Campo de Fútbol de San Jorge.
Me quedé admirado de la afición de los jóvenes futbolistas a cultivar este juego, al que acudían gran número de jóvenes, que me hicieron pensar que lo que buscaban era llegar a jugar magistralmente el Fútbol y en otros momentos se entrenaban. Casi todos ellos eran jóvenes jugadores de gran ánimo o espíritu deportivo, con un deseo que les hacía pensar en entrenarse o en jugar algún partido de fútbol.
Una vez dentro del campo de fútbol, dirigidos por un señor ya un tanto mayor, entrenaban con disciplina y en silencio, porque sabían  que el deporte es una actividad noble y pacífica.

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