sábado, 30 de abril de 2022
A San Urbez, padre de las lluvias
jueves, 28 de abril de 2022
De los orígenes del hombre
Charles Darwin |
Creer en el Futuro
Michel Eyquem de Montaigne |
“Unamuno
decía, las manos son grandes fraguadoras
de inteligencia, las manos crean espíritu”. No se conformaban los monjes con el
estudio de los textos sagrados, sino que el trabajo manual constituía otra base
de la vida monástica. Se daban cuenta de que las manos son fraguadoras de la
inteligencia, ya que ellas crean espíritu, porque el diálogo mano-cerebro, ha
tomado desde siempre parte en el proceso de la formación del hombre. El
marxismo veía en el hombre una fuerza del trabajo y quería que el hombre
trabajara más y más, pero los antropólogos han visto la grandeza del diálogo
mano-cerebro. Los capitalistas tampoco se han fijado en la fuerza intelectual
del trabajo, sino que se han fijado
únicamente en el dinero resultante del que quieren aprovecharse ellos mismos.
En cambio al monje, como dice Pilar
Moreno Rodríguez, “le une en solidaria
armonía el trabajo de todos los humanos, y le permite compartir el pan con
huéspedes y peregrinos”. Luego han sido muchos los hombres los que han creído
ver la felicidad en el escaso trabajo y en el dinero y este comportamiento nos ha conducido, como
dice Jean Claude Trinchet, presidente del Banco Central Europeo a “tiempos
verdaderamente dramáticos” para la economía, dejándola situada en “la más
difícil” situación desde la primera Guerra Mundial.
miércoles, 27 de abril de 2022
MONTEARAGÓN Y EL FUEGO
martes, 26 de abril de 2022
Las aguas huelen a “carnuz”.-
domingo, 24 de abril de 2022
LAS BRUJAS
Para aquel pueblerino esa mujer tan flaca era una escoba vestida, pero las escobas desnudas para otros, son culebras con cola abundosa o serpientes con enorme cabellera.
En su posición normal, es decir en la verticalidad, con el mango hacia arriba, las escobas han estado durante largos años relacionadas con la mujer, de igual modo que a ésta desde Eva, se la relaciona con la serpiente. Algo hay común entre la mujer, la serpiente y la escoba: el misterio. Algo hay concerniente a la escoba y a la mujer: los cabellos largos, y algo concierne simultáneamente en la mujer y en la culebra, porque aunque la culebra carece de cabellos, según los campesinos hay alguna con pelos y tiene sinuosidades como las tiene la mujer.
Después de que nuestro primer padre Adán, alentara al soplo divino, con su barro convertido en carne, se nombra en el Libro a la mujer y a la serpiente, pero ¿dónde estaba la escoba?. Caín fue labrador y en el lugar, más tarde llamado era, en que se separaba la paja del grano, la tierra y los guijarros obstaculizaban esta labor, pero en las noches que salían las parejas humanas al sereno, observaban el rápido paso de unas brillantes y largas cabelleras de luz y eran como escobas(los cometas),que barrían de guijarros y polvo luminoso formado por las estrellas, el firmamento. La mujer, que sabía que provenía del palo de una costilla, cayó en la cuenta de que la hoja de la palmera bajo la que dormía, unida a un palo, formaría un cometa, especie de escoba terráquea, sin luz ,pero con ella se podría limpiar el reducido espacio que se necesitaba para majar o golpear dos o tres haces de trigo. Así la escoba se integró en la antigüedad de la mujer y de la sierpe tentadora. Más tarde Moisés convertiría los palos en serpientes, como del palo de la costilla de Adán surgió Eva con sus cabellos y al palo defensivo del hombre le colocó la mujer, largos cabellos vegetales. Sierpe, mujer, escoba, tentación, reproducción y arma.
"Está la escoba preparada y ya tiene burro que la roya". Unas escobas están hechas de tatay, otras de retama, las hay de brezo o de "senera" y ya tienen burro que las roya.¿Qué quiere decir eso de que la "roya"?, que ya hay alguien dispuesto a morderla, a roerla o que ya hay alguien dispuesto a desgastarla con un uso normal?.No iban a desgastar las escobas ni la diosa Pirene, que dio nombre a nuestros Pirineos, ni la Andramaría de los vascos que tiene perpetuado su nombre en una zona de Ansó; la iban a desgastar las mujeres asidas a su mango como los hombres iban a desgastar la azada ("al mango la jada, que viene cansada de trabajar, pegar sin reír, pegar sin hablar...).
Las mujeres estaban atadas a la pata de la cama y barrían, barrían, escobaban en el Alto-Aragón. Los mangos eran de caña, de flexible caña en la Hoya y en las riberas y las barrenderas, las escobadoras eran flexibles y sumisas, pero los mangos eran de madera de palo en la Montaña y en el Abadiado y algunos hombres probaron el mango de las escobas, como muchas mujeres habían probado el mango de la jada.
Desde los tendederos y solanares, veían subir las escobadoras a las cabras peñaceras a lo alto de los riscos y el Gran Cabrón las protegía contra el lobo, colocándose agresivo en posición erecta. Una mujer machorra, que no tenía hijos subió a la Peña Ezcaurri, allá entre Navarra y Aragón, otra también por la noche y a la luz del plenilunio subió cerca de San Cosme a la Cuca Roya, los búhos reales o bobons acudieron a las cumbres a "aguaitarlas" y el Gran Buco accedió a ellas lascivo; asustadas se lanzaron ambas mujeres desde la altura, agarradas a la escoba que no habían abandonado nunca y ¡oh
Milagro de Satanás! se vieron volando, la montañesa con la somontanesa, sobre la Güarguera.
Las mujeres no habían podido, a lo largo de los siglos, hacer la revolución por el amor y ahora acababan de descubrir la revolución de las escobas, de la brujería, concretamente.
Julio Casabona, un veterinario aragonés en Mauthausen
Cuando uno visita los cementerios, no oye el sonido de las palabras ni los lamentos ni las risas de los seres humanos, allí enterrados, pero uno, sin embargo, escucha los amores, las alegrías y las penas de la vida de aquellos que ahora están muertos. He pasado por el camposanto de Sariñena, donde está enterrado con su esposa María Cruz Anoro Barrieras, Julio Cesáreo Casabona Marías. ¿Quién era este Julio Casabona? Era el hijo del veterinario Julio Felipe Casabona y Gracia, nacido en Monegrillo, en 1882. Ingresó en 1896 en la Escuela de Veterinaria de Zaragoza, acabó la carrera y estuvo ejerciéndola en Sariñena. Ahora parece extraño que los estudiantes que querían hacerse veterinarios fuesen a estudiar a centros denominados Escuelas. A mí no se me hace extraña tal denominación, porque aunque estudié toda mi carrera en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, me matriculé en el edificio donde se asentó dicha Escuela y que estaba cerca de las ruinas de la Puerta del Carmen. Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero yo creo que nuestras vidas están llenas de risas y de lágrimas, que se hacen eternamente presentes al Señor. Esto le pasó también al veterinario Julio Casabona, porque fue feliz en Monegrillo en la casa de labrador de su padre y de su madre, después se casó, en 1904, en Sariñena con Ascensión Marías Allué, en tal pueblo nacida, con la que tuvo dos hijos, a saber, Antonio y Julio Cesáreo.
Como a tantos y tantos españoles, nos estaba llegando la profecía del poeta, que dice así: “Españolito, que al mundo vienes, te guarde Dios, que una de las dos Españas, ha de helarte el corazón”. Daba igual que uno fuera monárquico o republicano y el veterinario Julio Casabona Gracia, “el día 14 de Julio de 1936 escribía a D. Diego Martínez Barrio, lamentando, entre otras cosas, el asesinato de Calvo Sotelo y comentándole la tensa situación que se vivía en Sariñena ... recordando una carta que, un año antes, había dirigido a su compañero y correligionario, el veterinario Félix Gordón Ordás, sobre el desprestigio de la clase política española”. Le recordaba también la “necesidad de imponer la autoridad y el cumplimiento de la Ley”. A los pocos días llegó la Guerra Civil y fue incorporado en el Ejército como Alférez Veterinario y sus dos hijos también participaron en la contienda y acabada ésta, huyeron a Francia y estuvieron internados en un campo, a orillas del Mediterráneo. ¡Bienvenido mal, si vienes solo!, pero no les llegó sólo el mal de nuestra guerra, sino que en la segunda Guerra Mundial y siendo voluntarios en los servicios de la Línea Maginot, fueron detenidos por los nazis y enviados al campo de exterminio de Mathaussen. En este campo había unas porquerizas, donde al tiempo que los humanos adelgazaban, tenían que engordar los cerdos. Su propietario era el comandante Ziereis, que cuando se enteró de que había un veterinario prisionero, lo puso al frente de la granja. Al darle tal encargo le dijo al veterinario Julio: “La vida de un prisionero español me importa muy poco al lado de uno de mis hermosos cerdos. Para mí, un cerdo de éstos está muy por encima de cualquiera de vosotros, porque sois unos subhombres”. No era Julio un subhombre, sino un hombre entero, pues ayudado por sus dos hijos y por su amigo Cabezas, se dedicó, durante los cinco años que estuvo sometido al terror de ese campo de muerte, a organizar un grupo de auxilio a sus compañeros, salvándoles la vida a muchos. Encargó a su hijo llamado como él, Julio, que transportara patatas y remolachas, destinadas al alimento de los cerdos, a un escondrijo de las porquerizas para dar de comer a los compañeros más extenuados, evitándoles la muerte. Al acabar la Guerra, se dispersaron por el mundo, muriendo Don Julio en Montevideo el año de 1961. Su hijo Julio Cesáreo no pudo resistir a la llamada de volver a España y regresó, desde Montevideo a Sariñena, donde murió el año de 1994. Allí está en el cementerio y no se le oye hablar, pero uno escucha los gestos nobles de unos aragoneses monegrinos, amigos de la humanidad y Julio, como veterinario, de los animales.
viernes, 22 de abril de 2022
El licor de Don Feliciano Llanas
Ayer día 4 de Mayo de 2012, murio Paquita Isarre de 104 años de edad. Escribí el articulo sin saber que había muerto. |
jueves, 21 de abril de 2022
Saber y pensar
Año 2002
Ha muerto Don Vicente Benedet Bruis, que ha sido alcalde de Siétamo durante doce años.-
El apellido
BENEDET lo poseyeron como Linaje de la Corona de Aragón, cuando sus
nobles tomaron la ciudad de Monzón. Entre otros nobles aragoneses
destacaron los Benedet de Siétamo, de Angüés, de Santolaria la Mayor, de
Nocito, de Sieso y de varios pueblos del Somontano aragonés. El hijo de Don
Vicente Benedet Bruis, conoce por antiguos papeles a la familia de los Azara de
Barbuñales, vecinos en aquellos tiempos, de la
familia de Almudévar. Cuando subo desde Siétamo a Sieso, veo los restos
de la casa Almudévar, al lado de la vivienda de los Azara, que acabaron de
dueños de la gran finca del pueblo de Barbuñales. En esa compra tomó parte VICENTE
BENEDÉT BRUIS.
Se sabe que el
hijo de Siétamo Benedet estuvo casado con una señora de los Azara, apellido en
el que tomó parte, y su figura de
propietario, se extendió por el Somontano.
El Señor Benedet,
era una figura, relacionada con el Conde de Aranda, con los Azara de Barbuñales
y de Siétamo. Existía una relación de amistad entre el Conde de Aranda, con los Azara de Sieso y de Barbuñales
y con el Señor Benedet. Cada familia acabó su preocupación por las épocas en
que vivieron la fauna en el Uruguay y en
Paraguay, dejando hombres importantes en la Historia, como AZARA
de Barbuñales, enterrado en el Cementerio de la Catedral de Huesca, y que
todavía lo es en la memoria de los
sabios de Aragón, pues escribió la Zoología de los animales, que la habitaban. En estos momentos estamos con la tristeza de
la muerte de Vicente Benedet Bruis, que fue un hombre activo que trabajó de
Maestro en Barcelona, pero se sintió siempre amante de Siétamo y cuando tuvo
ocasión, se entregó como alcalde a este su pueblo natal. Y lo fue durante doce
años. Fue Diputado en la Provincial
durante los años de 1.995 al de 1.999,
con la misión de cultivar el área de cultura, que influyó en el desarrollo de la Comunidad de la Hoya de
Huesca por el PAR .
Es Vicente Benedet
Bruis uno de los pocos que todavía han vivido en Siétamo y han tratado de
hacerlo progresar en una sociedad que trata de adelantarse en el progreso, que
lo han convertido en un pueblo en que viven muchos trabajadores industriales modernos
y ha hecho una vida política tratando de aumentar el volumen poblacional de Siétamo. Ha trabajado por el progreso de su
pueblo y ha acabado su vida, trabajando por un porvenir de bienestar de su
amado pueblo de Siétamo. Acabo dando el
pésame a su esposa, que conoció en Nocito y sus dos hijos que lo adoraron durante
su vida.
miércoles, 20 de abril de 2022
Un Señor Andaluz en Huesca.-
Cuando
acudo al Bar, vecino de mi casa, me encuentro sentado delante de su velador, a
un Señor Andaluz, cuyo aspecto noble y tranquilo, hace su consumición de media
mañana. Elige alguna dosis para recordar sus desayunos andaluces y lo que le atrae y él ama, son unas
olivas o aceitunas negras, servidas en una pequeña taza, que él va consumiendo
poco a poco. Tiene un rostro medio serio, medio alegre que te da alegría al
recibir su oferta de consumir alguna oliva, que el último día que lo encontré
en el Bar, me invitó a probar ese vendito
fruto, que me hizo consumir como un delicado placer. Consumí hace unos días una
de esas olivas negras o aceitunas y le di las gracias.
Estaba
él consumiendo poco a poco , pero con placer, ese almuerzo con olivas como
primera consumición y estaba sentado delante del velador, con tranquilidad,
gozando del placer de aquellas negras aceitunas. No tenía prisa porque, como
demostraba apoyando su espalda en la silla en que estaba sentado, y sus manos
las tenía asidas a su bastón, mientras contemplaba los amigos que iban entrando
en el tranquilo Bar.
Cuando
yo entraba en el Bar, levantaba una mano del asidero del bastón y mi invitaba a
participar de su popular almuerzo. Yo, conmovido por su amabilidad, cogía una
negra oliva o aceituna, la daba las gracias y le deseaba un buen provecho.
Pero
él, acostumbrado a recorrer durante muchos años, en edad más juvenil, aquellos
verdes que no molestaban a sus ojos, sino que un tanto más
oscuros, que el verde de los prados, en
que él se había acostumbrado durante muchos años, le inclinaban a que alguno de
los hombres jornaleros, que le
acompañaban, tendiesen mandiles debajo y alrededor de los troncos de las
oliveras. Luego golpeaban con largas varas
las olivas, que caían sobre los extendidos
mand¡les, en que se recogían.
Con
la caída de las olivas, caían con los golpes que daban los hombres con las
largas baras además de las olivas , muchas hojas de olivo, que luego se separaban
de las olivas y se daban como rico
alimento a las ovejas en sus corrales.
Pero
el jubilado jienense, ahora sentado en el Bar, aquello le recordaba aquellos viejos
tiempos, consumiendo olivas negras, que le recordaban con placer, aquellos ya
olvidados viejos tiempos en que las recogía en sus olivares.
martes, 19 de abril de 2022
El gato sobre los hombros de una joven
lunes, 18 de abril de 2022
Jaca, San Juan de la Peña y los Abarca
San Juan de la Peña (Huesca). |
sábado, 16 de abril de 2022
Las golondrinas
Teodoro García, el “mainate” de la Sierra
He asistido al funeral de este hombre, con una personalidad de hombre trabajador, sensato, de buen humor, amante de su familia, y de lo...
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Con la colaboración de Angel Hernando del Cura y de mi yerno Santiago. Yo no sólo me acuerdo de esta elegante Casa-Palacio de Hu...
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Siétamo es un municipio en la provincia de Huesca, que pertenece a la comarca de la Hoya, situado en la N-240 sobre una suave colina cerc...
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El leñador observaba todas las mañanas, desde su chabola, como una “rabosa”, que así llamamos los altoaragoneses a las raposas o zor...