Hoy por la mañana he acudido al Bar de Siétamo y he sido invitado por un señor a tomar un café. Yo he quedado
sorprendido de su cultura pues sin preguntarle nada me ha recitado los nombres
de los doce hijos de Jacob. Yo que me sé los nombres de dichos profetas a
saber: Rubén, Simeón, Levi, Judá, Isacar, Zabulón,
Gad, Aser, Neftalí, José, Efraín y Benjamín de entrada en conversación con el
Señor. Nos hemos quedado mutuamente sorprendidos por este mutuo conocimiento de
las tribus de Israel, nombres de los doce hijos de Jacob de Israel. Entonces Jacob Llamó a sus hijos y les
dijo: “Reuníos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los Días postreros.
Reunís y escuchad, hijos de Jacob; escuchad a vuestro padre Israel:“Rubén, mi primogénito: Tú eres mi fortaleza y el
principio de mi vigor; principal en dignidad y principal en poder. Porque
fuiste inestable como el agua, no Serás el principal. Porque subiste a la cama
de tu padre, y al subir a mi lecho lo profanaste. “Simeón y Leví son hermanos; sus armas son
instrumentos de violencia. No participe mi alma en su consejo, ni mi honor se
adhiera a su asamblea. Porque en su furor mataron hombres, y en su desenfreno
lisiaron bueyes. Maldito sea su furor, porque fue fiero, y su ira, porque fue
cruel. Yo los dispersaré en Jacob, y los esparciré en Israel.
“Judá,, tus
hermanos te Alabarán. Tu mano Estará sobre el cuello de tus enemigos, y los
hijos de tu padre se Postrarán ante ti. Eres un cachorro de León, oh Judá;
vuelves de cazar, hijo Mío. Se agacha y se recuesta cual León; y como leona, ¿Quién lo Despertará? El cetro no Será quitado de Judá, ni la vara de autoridad
de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y le Obedecerán los pueblos. Atando a
la vid su borriquillo y a la cepa la Cría de su asna, lava en vino su vestidura
y en sangre de uvas su manto. Sus ojos Están brillantes por el vino, y sus
dientes blancos por la leche. “Zabulón Habitará
las costas de los mares. Será puerto de Navíos, y su extremo Llegará hasta
Sidón. “Isacar es un asno de fuertes huesos, echado
entre dos alforjas. Vio que el lugar de descanso era bueno y que la tierra era
placentera, e Inclinó sus hombros para cargar y se Sometió al tributo laboral. Dan Juzgará a su pueblo como una de las
tribus de Israel. Dan Será como serpiente junto al camino, como Víbora junto al
sendero, que muerde los cascos del caballo de modo que su jinete caiga hacia atrás.
“¡Espero tu Salvación, oh Jehovah! “Gad: Un Batallón lo Atacará; pero él les Atacará
por su espalda. “Aser: Sus alimentos son
suculentos; él Producirá manjares dignos de un rey. “Neftalí es una venada suelta que tendrá
hermosos venaditos. “José es un
retoño Fructífero, retoño Fructífero junto a un manantial; sus ramas trepan
sobre el muro. Los arqueros le causaron amargura; le fueron hostiles los
flecheros. Pero su arco permaneció firme, y sus brazos se hicieron ágiles, por
las manos del Fuerte de Jacob; por el nombre del Pastor, la Roca de Israel; por
el Dios de tu padre, el cual te Ayudará; y por el Todopoderoso, quien te
Bendecirá: con bendiciones del cielo arriba, con bendiciones del océano que se
extiende abajo; con bendiciones de los senos y de la matriz. Las bendiciones de
tu padre sobrepasan a las de las montañas eternas, y a los deleites de las
colinas antiguas. Sean sobre la cabeza de José, sobre la coronilla del Príncipe
de sus hermanos. “Benjamín es un lobo
rapaz: Por la mañana come la presa, y al atardecer reparte el Botín. ”Todos
éstos llegaron a ser las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su padre les
dijo al bendecirlos; a cada uno lo bendijo con su respectiva Bendición.
Génesis 49:1-28.
Siempre me ha llamado la atención de las abejas, que eran veneradas por
aquellos doce hermanos y profetas del pueblo de David. Pero nunca pude olvidar
aquel conocimiento y la veneración de aquellos insectos, pero alrededor de la
mesa del Bar, me encontré con el supuesto judío del Pueblo de Israel.
¿Por qué escuché de su boca los nombres
de los doce hermanos y profetas , cuya sabiduría, coincidió con mi conocimiento
de los mismos hermanos’. Tal vez ambos fuimos educados en algún convento, en
que se nos enseñó la historia de aquellos
Doce Hermanos.
No lo sé, pero me agradó aquella fe en
el antiguo conocimiento por el señor, de aquel pasaje de la Historia Sagrada
con el que yo coincidía absolutamente con él.
Al despedirnos quedamos en vernos uno de
los días de la misma semana, para conocer mejor
nuestro coincidente conocimiento de aquella historia de antiguos judíos
del Pueblo de Israel.
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