“Los
elementos de izquierda asesinados en la Ciudad.-Vejaciones a las mujeres.- Repugnantes
atropellos .- Se sabe quien dirige tales
atropellos…….
Le hemos visto suspirando, agradecido,
en los recientes parapetos conquistados de Estrecho QUINTO a las dos horas de haberse logrado evadir de las líneas avanzadas
de Huesca. Es alto, fuerte, moreno. Se llama Rafael Martínez García. Era
soldado del Regimiento de Infantería nº 19, y estaba de guarnición en Jaca
hasta que comenzó el movimiento rebelde. Llegó a Huesca con su compañía a
últimos de Julio. En Jaca, antes de salir, en pleno Cuartel, los oficiales y
fascistas que allí se congregaron, asesinaron a tiros a un Comandante, dos
capitanes y tres tenientes. Lo
primero que presenció el soldado
evadido, que es natural de Barcelona, fue
el fusilamiento en pleno Coso Bajo, en los Soportales, de 35 hombres y seis mujeres,
que murieron dando vivas a la República. Estos espeluznantes espectáculos los
contempló el soldado más de quince veces en distintos puntos de la ciudad, no
bajando nunca de 25 los fusilados en cada caso. Asegura que, según
manifestaciones de un sargento de la Guardia Civil, ascendían a más de ochocientos
los elementos obreros y destacados dirigentes los que habían muerto por los
fascistas, que eran los encargados de realizar estas entre otras ferocidades. También estuvo
viendo como los Domingos y entre dos filas de falangistas, eran llevadas de paseo
numerosas mujeres de obreros, a las que se había cortado los cabellos al rapé.
Durante el trayecto, los elementos fascistas hacían objeto de las más crueles
burlas y más repugnantes insultos a las infelices mujeres. Las más jóvenes y
agraciadas eran llevadas por la noche a los bajos del Gobierno Civil cuartel
general del fascio. Donde eran bárbaramente ultrajadas, en francachelas dignas de una legión de
desalmados sin conciencia. Muchas han sido objeto de estas bestialidades, que al
conocerse, han conocido, han causado profunda indignación en toda la comarca
libre de la plaga de desalmados.(El soldado Rafael Martínez García habla de los
fusilados en Jaca por los rebeldes de la
República y en Huesca son muchos los fusilados por los mismos).
Todas las matanzas de Huesca y todos los atropellos y vejaciones realizadas con
indefensas e infelices mujeres, han sido sabia y refinadamente preparados por
determinadas y siniestras personas de la ciudad, cuyos nombres se saben. Algún
día, acaso sin tardar mucho, recojan el premio de tanta canallada.” Yo siendo
un niño me contaban los fusilamientos producidos por la guerra que se estaba
produciendo en la República. ¿Qué clase mortífera de revolución o guerra civil
, se estaba produciendo en España? Se había producido en España una revolución
comunista y la sangre corría por ambos lados políticos.”
Por las calles de Siétamo hemos
encontrado en la mañana de hoy al genial comediante ERNESTO VILCHES. Sus
acompañanes, Oficiales del Estado Mayor del Capitán MEDIANO, encargado de este
sector y el bravo y popular Jefe en persona, le iban relatando los
escalofriantes detalles de la estancia de los fascistas en el humilde
lugarejo.VILOCHES, con los ojos desencajados ante tanto destrozo,no acertaba
mas que a exclamar. Es increíble. Es terrible todo esto.— El sindicalista y revolucionario
anarquista español Durruti, se instalo en casa Almudévar de Sietamo, mientras
la familia de este señor huía a Huesca , Jaca y Ansó. Yo Ignacio Almudévar
tenía ya seis años y en aquella invasión revolucionaria me metieron a mí con
mis hermanos y muchos niños de Siétamo en la bodega de la iglesia y todo el día
se oyeron caer proyectiles de artillería de los rojos y de aviación. Cuando mi
tia Luisa nos daba de comer abandonando el refugio, nos daba de comer a todos
los que estábamos refugiados en la bodega de la iglesia. Al aflojar el sol sus
rayos sobre el pueblo ceso el bombardeo y nos llevaron a toda la familia y a
todos los hijos de Sietamo que quisieron a tomar un pequeño camión que nos llevó
a Huesca a casa de mi abuela Agustina Lafarga, viuda de Zamora.
Quedo el
pueblo medio destruído y nosotros subimos a Jaca y Ansó donde asistimos a la
escuela.
En
Siétamo se siguió luchando, pero sus tropas eran de la CNT, la FAI y otras
fuerzas revolucionarias individuales. Allí tuvieron importantes visitas de
mujeres famosas como la Pasionaria ,que acudía a bañarse al río
Guatizalema y con ella bajaba un
simpático muchacho, que recordaba a alguna vieja, los baños de Cristo en el río
Jordán.
Aquel
ejército que consiguió convertir el Monte de Siétamo en un cementerio criminal,
donde los cuervos se recreaban comiéndose los cuerpos de los soldados
voluntarios, que mandaban de Cataluña y de los aragoneses que iban siendo
muertos en aquellos pasajes, corrompidos por el fuego de las balas.
Cuando
iba la guerra un tanto adelantada, parece ser que se recogieron los cadáveres de
los asesinados y cuando vino después de la Guerra un buscador de cadáveres, que
no encontraba porque algún gobernante los había querido hacer desaparecer de la
Tierra. Pero yo siendo todavía niño me enteré de restos humanos, en acequias y
al lado de caminos.
Después de esta llamada Guerra Civil se
estableció un gobierno dictatorial , que convirtió esta Guerra ya desaparecida,
en un pueblo, donde se habían convertido muchos pueblos en desiertos y el
pueblo español pasó el hambre.
Han pasado muchos años y ahora nos quieren
enterar de que todavía hay que vencer a RUSIA, PARA CONSEGUIR la Libetad de UCRANIA.
Todavía hay que convatir con RUSIA para
conseguir la Libertad de pueblos europeos.
En el lado opuesto de los Republicanos,
se encuentra una copia hecha el 15 de
Marzo de 1937, por don Marcelino Playan (Párroco de Sietamo), que tantos de
estos escritos y que según ellos fue muerto primero en la zona de Siétamo. Así
le denunció la Radio Barcelona al servicio de la CNT y FAI. Es en la toma de
estrecho Quinto y en franca huida sorprendido por los milicianos quien le
dieron muerte, después de cruzarse entre unos y otros, varios tiros, como ves,
caro lector, resucité cual otro Lázaro, no una sino dos veces, para hacer está
copia. Sin comentarios.
Pusieron al acabar la guerra la
parroquia en casa del cura en la calle alta, y el cura puso de campana una
llanta de un camión al que golpeaba con un hierro , para que se enterase el
pueblo que iba a decir misa.
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