martes, 21 de noviembre de 2023

Lourdes Año Santo de 1999

 

Este año de 1999 ha sido un Año Santo, en que los peregrinos han ido a visitar a Nuestro Señor Santiago Apostol. Son muchas las rutas que conducen a la Catedral del Apóstol de Galicia y por Canfranc nos pasa una de las varias que vienen de Francia y en este caso por el Bearn.  Y es que este Bearn, antes formó parte del mismo reino de Aragón y hoy forma una región unida al Pais Vasco-Francés. Y al lado del Bearn se encuentra el Condado de Bigorre, con el que forma la Gascuña y también relacionada con el antiguo reino de Aragón y en él está situada la ciudad o pueblo de Lourdes (15.000 habitantes), punto que como él  es digno de que vayamos  en peregrinación, por dos motivos, uno religioso para venerar y pedir favores a la Virgen de Lourdes y otro para visitar la parte norte de los Pirineos y de Aragón, porque siempre ha existido una enorme convivencia entre los franceses del Midi y los aragoneses. Hubo siempre una emigración de Norte a Sur, unas veces, en tanto que otras han sido nuestros paisanos los que han pasado al Norte y sólo tenemos que mirar los apellidos de origen francés que conviven con nosotros, como Franco, Gascón (de Gascuña), Gastón, Lapetre, Lalane, Montori, Larraz, etc. El río Gallego no tiene nada que ver con Galicia, sino con las Galias pues antes se llamaba el río Galaicus. Desde siempre se ha intentado que conviviera el Norte de los Pirineos con el Sur, pero la rivalidad histórica de Francia con España ha impedido que nuestras comunicaciones fueran mejores y más abundantes; basta ver como  Benasque  tiene comenzada, hace ya muchos años la construcción de un túnel para pasar a Bagneres de  Luchon y allí está parado desde entonces. Y ahora vemos aquella  vía  férrea  canfranera  de un trazado casi “heróico”, convertida en un yermo que desespera el corazón. Y otro motivo para volver a desesperar el corazón es el propósito que han manifestado los franceses de no utilizar el magnífico túnel carretero para el transporte de mercancías a Europa. Ramiro I, hijo del Rey Sancho el Mayor de Navarra estuvo casado con Gisberga-Ermesinda, hija de Bernardo Roger y de Garsenda, siendo el primero conde de Carcasona y ella condesa de Bigorra. El menor de sus hijos que tuvo con la champanesa Felicia de Roucy, fue nuestro querido Ramiro II el Monje ,que está enterrado en Huesca , en la iglesia de San Pedro el Viejo. Dicen que su reino de Aragón estaba dividido en dos zonas, una occidental que hablaba euskera y otra oriental, en la que se comunicaba con lenguas romances y la prueba de ello está en los nombres vascos de Ola, Alerre, Loarre, Ayerbe, Riglos, Jaca, Ansó, Echo ,Zuriza y tantos otros y  este fenómeno podemos observarlo en el lado francés del Bearn, donde se encuentra Urdós, Etsau ( equivalente a Echo), Escot, Ichere, Azpe, Arrete, Arrudy. Larraz, etc., etec.

Hablando con un francés en Ossau, cerca del pico del Midi, me dijo que en el Bearn existen también los nombres vascos en pueblos y otros lugares, pero que el euskera se habla más hacia el occidente, encima de Navarra.  Los nobles franceses y los abades de los monasterios pensaban en la reconquista de Aragón, pues el problema de los árabes también lo vivieron ellos, como nos recuerda el Chateau de Lourdes, que estuvo ocupado por un caudillo moro, al que Carlomagno no pudo echar, pero por fin se convirtió al cristianismo. Después el mismo Carlomagno estuvo en Zaragoza y los oscenses todavía nos acordamos por nuestro Salto Roldán.  Se explica uno con facilidad la influencia que tuvo que ejercer el Midi en el, entonces joven Reino de Aragón. Y podemos también recordar como Ramiro el Monje fue realmente monje en el Monasterio de San Ponce de Tomeras, cuyo Abad  Frotardo  ejerció una gran influencia en los atribulados tiempos que le tocaron vivir a Don Ramiro II, en cuyo reinado se confirmó la participación de Zaragoza en el Reino de Aragón y al casarse su hija Doña Petronila, con el catalán Ramón Bereguer IV, se perdió la salida al mar Cantábrico, abriéndose las  salidas al mar Meditérraneo  y se acabó el dominio de gran número de parlantes de Euskera. Pero más tarde Aragón volvió a perder su costa mediterránea en la desembocadura del Ebro. Y en tanto el autobús discurría por las rutas francesas, mi mente iba recordando esos fenómenos que acabo de relatar, pero por fin llegamos a Lourdes y me quedé maravillado por el paisaje, y su azul tierno encantador, por el elevado Chateau, por las iglesias maravillosas y al fin admirado por la Virgen, adornada por dos colores principalmente, el blanco y el azul. Pero no sólo a mí me llenaron de emoción dichos colores, porque cuando volví a mi casa, leyendo “El Viaje de los Pirineos”, editado en 1875 y escrito por el autor francés Hipólito Taine, decubrí lo siguiente: “En Lourdes el cielo se abre con una anchura inmensa, la cúpula azul palidece en sus extremos y su azul tierno, degradado por matices insensibles, se pierde en el horizonte en una blancura encantadora. Estos colores tan puros, tan ricos, tan dulcemente fundidos, son como un gran concierto en que uno se encuentra envuelto en armonía. ”Ce ciel del Midi ne correspond  qu’a un seul état de l´ame, qui est la joie”. (Este cielo del Midi no corresponde más tierras que a un solo estado del alma, que es la alegría). No hay más que un pensamiento y una belleza,  pero hace concebir “la dicha plena y duradera”. Hipólito Taine era materialista y no   si escribiría lo citado antes o después de las apariciones de la Virgen a Bernardita, pero parece sentir algo espiritual es decir “la dicha plena y duradera”,  que  habría  de  traer  la  Virgen de Lourdes, blanca y azul y a la que multitudes de fieles le piden que no olvide las tristezas de la Tierra, para que haya alegría. A mí me ha dado la impresión de que el poeta estuvo inspirado por el Señor y yo en una estampa encontré una jaculatoria que decía: Tened piedad de aquellos que se aman y que han sido separados. Yo la rezaré con frecuencia para que Aragón y el Midi sean unidos por carreteras buenas y abundantes, que unirían nuestras vidas en el grado que buscaron nuestros antepasados. 

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