miércoles, 31 de enero de 2024

Teodoro García, el “mainate” de la Sierra



He asistido al funeral de este hombre, con una personalidad de hombre trabajador, sensato,  de buen humor,   amante de su familia, y de los torralbinos. En la parroquia de Torralba de Aragón de estilo mudéjar, me he encontrado con sus paisanos Manuel Otal y Antonio Olano. Cada vez que nos encontramos me hablan de la vida en el monte de Torralba. Pero hoy me han dicho que hubo unos años en que el “mainate” de los trabajadores de la Sierra de Torralba, a la que llamaban la Sierra del Aire, era Teodoro García. Unas veces hacían sus labores en el llano, pero cuando había que cultivar la Sierra, se juntaban los miembros de varias casas en la Sierra de Torralba, a la que muchos llaman la Sierra del Aire. En dicha Sierra se encuentran múltiples parideras y casetas de labranza,  en las que vivían durante las temporadas de laboreo, de siembra y de siega. Teodoro era el “mainate” de los torralbinos, que por la Sierra trabajaban y sudaban en verano y en invierno pasaban frío helador, sobre todo cuando soplaba el cierzo.

Desde allá arriba, donde se encuentra la Ermita de Santa Elena, miraba hacia el Norte y contemplaba el monte Perdido, el Turbón y todas las cumbres de la Cadena Pirenáica. Mirando al Sur veía los Monegros con Alcubierre, de donde subía San Caprasio por los caminos, que ahora ellos recorrían, para  ver a Santa Agueda de Tardienta. Cuando miraba el Oeste, se podían contemplar las Torres del Pilar de Zaragoza, desde la Rinconada y los Cuatro Corrales de Coarasa Paño. ¡Qué emoción sentía, labrando con las mulas, al tiempo que podía contemplar toda la Provincia del Alto Aragón!, me decía Manolo Otal y confirmaba Antonio Olano, que se mostraba emocionado con tales recuerdos.

Teodoro era el “mainate” de la Sierra y cuando subían a ella con los carros y galeras a buscar la garba, ordenaba la parada, para que todos los torralbinos  merendaran. Allí comían lomo de cazuela y costillas regadas con el vino sacado de las viñas de la Lera, hoy convertidas en regadío y que se encontraban junto al camino de Frula o de Almuniente.

Teodoro merendaba, pero como era el mayor en edad, se preocupaba de que todos hicieran lo mismo y él sonreía porque siempre estaba poseído del buen humor, que reinaba entre los que acudían a trabajar.

El abuelo Mariano Bercero era uno más de los amos de aquellas tierras y subía a caballo en una mula y les llevaba vino, alguna hogaza de pan, jamón  y algún cordero de los que siempre tenían en casa Bercero. El amo casi no hablaba y era serio y Teodoro,  segundo amo de casa Bercero, sonreía y transmitía las noticias que les traía Mariano y a alguno le llenaba la bota de vino.

Teodoro tenía ochenta y ocho años, gozando de buena salud, hasta estos momentos en que la muerte le ha llegado de forma inesperada. Hace dos días Teodoro cantaba en la Piscina viejas canciones, pero ahora su hijo, sus dos hijas, nietos,  yernos y nueras, lloran la ausencia de un hombre altoaragonés y amante de la Sierra de Torralba.   


martes, 30 de enero de 2024

Los parados y los inmóviles.(Luis Almudévar)


Dibujo de mi hermano Luis Almudévar Zamora.
                                      

El día 19 de marzo de 1.981, me envió desde Bilbao, en un sobre de la Naviera García- Miñaur al pueblo de Siétamo, donde él y yo, por los principios de la Guerra Civil, nos encontramos asustados por ella. Y nuestro padre nos llevó a Huesca capital, después a Jaca y a  Ansó, al lado de la frontera francesa. En dichas localidades fuimos a la Escuela. En Jaca en la compañía de nuestra familia, sufrimos la angustia de los aviones, los tiros de la Guerra Civil y el dolor de los bombardeos.

Pasaron algunos años y volvió la paz, y mi hermano Luis y yo, en Huesca estudiamos en el Colegio y después de varios  años de estudios, se puso a pensar en los diversos problemas que afectaban al  trabajo de la juventud. Y en aquellos primeros días de la Paz, escribió LOS PARADOS Y LOS INMÓVILES , que se expresa así: “ En España tenemos dos gravísimos problemas de muy difícil solución. Del primero se habla mucho en radio, prensa y televisión. Es el del paro, se calcula que pronto habrá dos millones. Se reúnen gobierno, empresarios, centrales sindicales y hablan…. Y cada día peor.

En este grupo de parados hay que hacer alguna matización. Hay parados que son profesionales del mismo, la mayor ofensa que se les puede hacer es ofrecerles trabajo, pero hay otros, la mayoría, que están con muchas ganas de trabajar.

El segundo problema está desdibujado, nadie habla de él, es el de los inmóviles.

El inmóvil es más peligroso que el parado, inmóviles hay muchísimos más que parados y desde luego mucho menos controlados.

El inmóvil es aquel que tiene su puesto de trabajo, pero no lo ejerce. Su teoría es que tiene  que cobrar su sueldo simplemente por estar, pero para ponerse en movimiento hay que “engrasarlo” en forma de pluses, gratificaciones, complementos, etc. Llega su trabajo,  lee el periódico, organiza una asamblea,  comenta los partidos del Domingo, hace la quiniela del próximo y al fin de la jornada no ha rendido nada.

¿Soluciones?, yo no las veo, lo único que se puede hacer es paliarlo. Se cogen a los inmóviles y se les pone en el paro, el problema será el mismo y no se notará nada, en su lugar se ponen parados con ganas de moverse y así por lo menos habrá más gente en movimiento. No se resuelven los dos problemas, pero por lo menos uno de ellos quedará bastante disminuido.

No es una solución definitiva y si lo fuera, yo no estaría navegando, ahora estaría por lo menos de ministro de Trabajo.”

Este artículo lo escribió mi hermano LUIS el año de 1.981.    

lunes, 29 de enero de 2024

Mi sobrino Luis Manuel, ama el Mundo y a sus pequeños habitantes.- (17 de Mayo de 2021)




                    Escultura realizada y pintada por mi hermano Luis Almudévar Zamora         

Yo tengo muchos recuerdos de mi sobrino Luis Manuel, de sus padres Luis y María Pilar Arnal y de sus dos hermanas Natalia y Marina. Nacieron en Bilbao, Puerto Marino, donde tenían un piso, iban a sus colegios y acompañados por su madre María Pilar Arnal, casi siempre esperando a su padre  Capitán de Barco. Cuando ya llevaba muchos años navegando, se quedó en el mismo Bilbao, trabajando en las tareas que requería su puerto. Pero un día, estando yo mismo escuchando la radio, quedé con mi corazón muerto, al escuchar a la Emisora, que habían explotado bombas en el puerto de Bilbao. Llamé inmediatamente a mi hermano Luis, que no se había enterado de la cruel noticia y se quedó absorto, extrañado y asustado.

Se le acabó aquella vida familiar en Bilbao, porque tuvo que volver a navegar por el Mundo, pero él, capaz de navegar por los desiertos mares, aguantó hasta que lo jubilaron.

Luis Manuel de una curiosidad humana indescriptible, aprendió inglés y todo lo que encontraba por el Mundo, le despertaba una gran curiosidad.

Bastaba  observarlo  cuando venía a Siétamo, como sentía una curiosidad de las serpientes que en la Era, debajo de los pajares, se sentaba encima de una piedra como asiento, frente a los agujeros por los que él había visto entrar o salir alguna culebra. Y en su humilde asiento esperaba ratos y ratos para poder ver y apoderarse de alguna serpiente, que debajo de la pared de la era, se había refugiado. El quería cazar alguno de esos animales, a los que se sentía atraído por su forma especial de vivir una vida, sin patas, que se desplazaba por la era reptando.

Su forma de ser le dotaba de fortaleza, para esperar el momento oportuno en que podría capturar a una de ellas. ¡Qué amor a la naturaleza tenía Luis Manuel, pues después de sentarse, como he dicho sobre una losa de piedra, era capaz de esperar no a su enemiga, la culebra sino a su amiga, para hacérsela compañera de la vida!. Yo como persona nerviosa no podía estar a su lado, pues no podía hablar con Luis Manuel. Solamente lo observaba y lo dejaba sólo, comprendiendo su paciencia. No me hablaba, pero me sonreía en tanto yo lo acompañaba.  

Dios había puesto en su corazón un atractivo hacia esas culebras y necesitaba vivir con ellas y dedicaba el tiempo que tenía para convivir con ellas, porque a él no le causaba soledad ni miedo en su corazón, sino que su presencia le hacía compañero en este Mundo de tan misteriosos animales. El Señor le había dado el poder convivir con ellas y él buscaba la ocasión de sentirse más cerca del Creador, conviviendo con las mismas.

La culebra es un animal misterioso y el diablo, adoptando un cuerpo serpentino, se presentó ante Adán y Eva para tentarles que comieran un fruto prohibido y a estos primeros hombres originarios de la humanidad, les hicieron perder la vida humana en el Paraíso. Pero mi sobrino Luis Manuel, sabía que las culebras no habían provocado la Expulsión de Adán y Eva del Paraíso y él estaba enamorado de la imagen original de tales animales. Y él centró su atención, la dirigió a las culebras y no podía hacer otra actividad que sentarse en una piedra frente a las paredes de los pajares en la era de Siétamo por cuyas bases, salían agujeros en los que se escondían las culebras.

 

                       Caricatura realizada por mi hermano Luis Almudévar.

Además de coger las culebras en la era, bajaba con su primo Mariano al río Guatizalema, donde mi hijo no podía ver dichas culebra y Luis Manuel las captaba prontamente.

 Su compañía no les faltó nunca, pues  su eterna sonrisa aliviaba la enfermedad, que padecía su madre María Pilar. Cuando mi esposa y yo estuvimos en Bilbao, su hija Natalia se preocupaba de que su madre fuera feliz.

Mi esposa y yo nos volvimos a Huesca y a los pocos días tuvimos que volver a participar en el funeral de María Pilar.

Luis mi hermano, ya estaba jubilado y pensó en vivir en su Tierra Natal y con su hija Natalia, vinieron a vivir al piso de Huesca. No estaba sólo, sino que le  hacía  compañía su hija Natalia, y él se dedicaba a colocar símbolos de la Navegación, en pequeños armarios, para poderlos contemplar. Construía barcos, que colgaba por diversas habitaciones familiares. Tenía muchos amigos, que lo hacían feliz a él, como él mismo los hacía a ellos y cocinaba preparando meriendas sabrosas, cuya preparación había aprendido en los barcos en el curso de sus viajes. Luis cogió uno de los soldados de plomo, ya medio destrozados por el juego y escribía artículos, que estaban llenos de humor, acompañados por una gran humanidad.

Cuando murió María Pilar, sus restos fueron llevados al Cementerio por su esposo Luis, acompañados por toda la familia. Cuando Luis murió, se incineró también su cuerpo junto con el de su esposa. En el Panteón de los Almudévar de Siétamo, permanecen juntos gozando del descanso eterno.    

Luis Manuel, hermano mayor de los Almudévar-Calvo, marchó de Bilbao a Málaga, donde ha vivido feliz con su trabajo y con su placer de convivir con pequeños reptiles en su casa. Marina, casada con el buen Gabriel, vive en Zaragoza, donde se ocupa de la educación de los niños. Natalia que mientras vivía su padre en Huesca, no lo abandonó. Y estando sola en la vida, se marchó a Madrid y después de casada con el buen Juanma, se trasladó a Barcelona,donde trabajó con su esposo , también abogado. Cuando van a Alicante a convivir con la familia de Juanma, los niños gozan, unidos a sus abuelos, de su clima y corren por debajo de los naranjos.

Han crecido su hijo y su hija y Natalia, sufre para que no sufran el niño y la niña.

Hoy Luis Manuel llega a Huesca y a Siétamo a rezar en la tumba por sus padres y yo animaré mi corazón al ver a Luis Manuel, que soñará estar junto a sus padres. 

"Tuvo con la visita a la tumba de sus padres, una gran alegria que le duro muy pocos días, pues murio al mes siguiente para acompañar a sus padres en la tumba". 

domingo, 28 de enero de 2024

Mosaico ibero, entre Navarra y Aragón

 



Desde Logroño subía hasta Pamplona la Calzada Romana, que comunicaba la ciudad de las Musas de Arellano, con la ciudad también romana de Andelos. En esta ciudad se desviaba un corredor que conducía a Sangüesa y a Jaca. La calzada que venía de Logroño a Pamplona por Belascoain, Ibero y Echaurriz, se acercaba a Sangüesa y a Jaca, desde donde se bajaría a Osca o Huesca y a Zaragoza. De Zaragoza o Caesar Augusta se ascendía por las Cinco Villas para llegar  a Sangüesa y a Javier, cerca del cual,  al otro lado de una cabañera o tal vez una calzada romana, en el lado aragonés, se encontró un mosaico,  que está expuesto en el Museo de Pamplona. Todo aquel territorio navarro-aragonés parece ser un campo arqueológico, empezando por el nombre de Caesar Augusta que le aplicaron a Zaragoza, hasta el de Pamplona, que viene del emperador Pompeyo, aplicado a la navarra Iruña.  
Recorriendo aquel terreno se contempla un enorme parque arqueológico. Debajo de Estella se puede contemplar la Ciudad de las Musas de Arellano. En aquella Villa se rendía culto a los “lares”, protectores de la casa y de la familia, a los “penates” que protegían la elaboración de los vinos y de otros alimentos y por último a los “manes”, que buscaban el respeto a los antepasados. Se elaboraban, cada año, unos cincuenta mil litros de vinos riquísimos, que hacían perdurar la salud de los que lo bebían. ¡Cómo se ve en aquella Villa el culto a los dioses paganos, durante el siglo primero después de Cristo y tres o cuatro siglos posteriores!. Hay que ver como destaca la personalidad de Navarra con aquel “Taurobolio”. ¡Cómo destacan en Navarra, el agua , el vino, la sangre y los toros!. Aquellos toros producían la sangre,  al ser sacrificados en el Taurobolio, cayendo su sangre sobre el sacerdote pagano. En mi artículo Arellano y su villa romana, escribo: ”¡Cómo aquellos romanos de religión pagana, intuían en el vino una unión con la otra  vida, que conservarían los cristianos con el vino, bebido como la sangre de Cristo!”. Allí mismo hay dos losas de piedra en las que parecen presumir sus testas, dos toros. Más arriba, debajo de Mendigorría o Monte Rojo, del color de la sangre, que daban y dan todavía los toros en aquella tierra, se ve una profecía del agua en todos los pueblos de Navarra, porque se ven claramente unas obras, que suministraban de agua a la ciudad de Andelos, como se ve en Arellano un depósito de agua para suministrarla a esta ciudad. Eran obras proféticas porque desde aquellas antiguas obras romanas, antes que las musulmanas, se ven canales que repartirán y reparten el agua por toda Navarra y cerca de Sangüesa, el Pantano de Yesa, es un enorme depósito, que por Navarra y por la Cinco Villas, es como el depósito de agua de Caesar Augusta. Enfrente de Sangüesa se alza la ciudad de Sos del Rey Católico. Entre sus dos términos se asienta el enorme yacimiento arqueológico romano de  Campo Real- Fillau, con principalmente ruinas romanas, de las mismas características que las de Arellano y las de Andelos.  Se extiende sobre sobre una amplia llanura del Río Onsella, cercano al río Aragón. Están unidos Sos del Rey Católico con Sangüesa por la carretera comarcal A-127, pasando a través del pequeño pueblo de Campo Real, a cuyo lado  se encuentra el enorme campo arqueológico. Cerca de este pueblo pasa el Canal de las Bárdenas. La jota de V. Ordóñez cantaba así : ”La Bardena está sin agua,-pero yo se la daré,-con lágrimas por tu ausencia, su llanura regaré”. La población de esta zona,  pertenecía a los vascos antiguos, que algunos tímidamente, dicen que por lo menos llegarían al Río Gállego, pero Sangüesa o Zangoza, tiene un equivalente en su nombre con el pueblo cercano a Huesca, de Angüés y en la llanura del Onsella se encuentra el pueblo de nombre vasco de  Isuarre, como en el Norte de la Sierra de Guara, a nivel de Santa Eulalia la Mayor o Santolaria, se encuentran las ruinas del desparecido pueblo de Isuarre. Y al Sur de Santolaria se alzan los Mallos de Ligüerri. Así como por Sangüesa existe el nombre de Gabarderal, en todo el Alto Aragón, aparecen los nombres de Gabarda, Gabardilla, Gabardiella, etc. No hay que defender unos límites reducidos del pueblo de origen vasco, sino inspeccionar los nombres de origen vasco,  hasta el terreno de los ilergetes, que ocupaban desde Lérida a Huesca. Hay que insistir en la arqueología de Navarra y de Aragón, desde el Ebro hasta Pamplona y desde Pamplona por Sangüesa, por Sos del Rey Católico, por el campo arqueológico de Campo Real- Fillera, hasta Zaragoza.
Estuve en una Bodega del pueblo de Ayerra, cerca de Pamplona a comprar vino y me llamó la atención una frase que decía poco más o menos: “Ayerra, lágrima navarra del toro” y me acordé del pueblo del somontano Oscense, en el que tantas veces he estado, y que se llama Ayera.
En estas tierras que suben desde Arellano, por Andelos, por Sangüesa, Sos del Rey Católico, por el espacio arqueológico de Campo Real- Fillera, bajando por el Canal de las Bárdenas, hasta Zaragoza, hay que recordar el agua, la sangre, el vino y los toros. Me he acordado del abastecimiento de agua de Arellano, del de Andelos, con su sistema de riegos, del río Onsella,  que nace en Aragón para desembocar en Sangüesa, del Pantano de Yesa, convertido en enorme Depósito de agua potable de Caesar Augusta y del Canal de las Bárdenas. La sangre, que en los “Taurobolios” se hizo derramar a los toros, pero que todavía se hace derramar en aquellas tierras y sobre todo en Pamplona, con sonido mundial, a cuyas corridas han asistido grandes escritores como  el premio Nobel Ernest Hemingway. El vino se cruzó en los tiempos paganos con la sangre de los toros y en estos momentos con la sangre de Cristo. Los toros que han formado con los caballos, la parte más importante de la zoología en España, en Navarra han triunfado siempre, siendo quizá, la Plaza de Pamplona, con el trazado de los encierros de toros, el Templo Taurino, que después de tantos siglos, sigue gozando de la admiración del mundo entero.  
En aquellas tierras habitadas por vascones, escribió el poeta calagurritano Prudencio, nacido un poco más al Sur de Arellano, sobre los Taurobolios, que proliferaban en este territorio, en pueblos como Ujué, Aibar, Artajona y en Sos del Rey Católico. En Sos se encontraron tres ejemplares y en Uncastillo y en San Miguel de las Cinco Villas, en cuya parroquia se rezó en vasco a primeros del siglo XX, se hallaron más. Aquellas zonas estaban pobladas por caballos y por toros, que influían en la producción de trabajo y en el consumo de carne. El poeta calagurritano Prudencio, escribió en el siglo IV d.c.,  lo que sigue: ”la persona que ha de recibir el taurobolio entra en una fosa cubierta, con un suelo agujereado. Se conduce a un toro sobre el suelo agujereado y se le sacrifica hundiendo un largo cuchillo en el pecho. Su sangre se cuela en la fosa cubriendo al devoto que se encuentra debajo. El iniciado sale de la fosa y se presenta ante la gente como un ser nuevo”. ¡Cómo contrastaban las escenas de esos siglos de paganismo, con las más piadosas que montaron los cristianos!. El propio poeta calagurritano Prudencio, que nació al Sur de Arellano, escribió piadosas escenas de la comunión con el pan y el vino, de sentido contrario a la   crueldad de las ceremonias de los taurobolios.
La moneda ibérica aparece en Pamplona es obra de aquel pueblo vasco-ibérico y aparece con el nombre de Barscunes y cerca de Jaca aparece la moneda de Arsaos, que aunque se esconde el lugar exacto de su producción, se creó en el siglo II a.C.,en el terreno de los Bascones acercándose a Jaca. También se elaboró la moneda de Egea. Aquel territorio desde debajo del Ebro, en Calahorra hasta Pamplona, después Sos del Rey Católico, Egea y Jaca desde el Norte hasta Zaragoza, vivió con el vino, las losas exhibiendo cabezas de toro, el dinero representado por las monedas de Barscunes y la de Arsaos, fueron el asiento de Monasterios como el de la Oliva, el de Leire y el de San Juan de la Peña. De aquella ciudad profética de Andalos, que regó los campos de Mendigorría, se ha pasado al pantano del Irati y al de Yesa.
En Huesca salió el Bolskan, que en vasco se dice Osca y donde en el siglo I, d.C., Sertorio, general romano, quiso fundar un estado independiente de Roma, cuando en Pamplona, se vivió en paz con Roma. Este convivir conservó la lengua vasca, los toros y los riegos.  Cuando este mes de Marzo de 2012, fui acompañado por mi yerno Santiago Adiego al Museo de Pamplona, nos encontramos,  con la señora Clotilde, que trabaja en dicho Museo en la Sección de Prehistoria y nos aclaró,  lo que yo había leído en el tema de Andelos (Andión, Mendigorría), que afirmaba que en las ruinas de las viviendas de Andelos, había escritos en latín y en vasco-ibérico. A mí me preocupaba esta cuestión, que ella nos la aclaró con un mosaico romano, ingresado en el Museo el año 1991, del que pone: Pavimento descubierto a la entrada de una estancia, en el que puede leerse la siguiente inscripción ibérica, cuya transcripción sería. LIKINE ABULORAUNE EKIEN BILBILIARS.
El problema de la localización de si estaba Arsaos, situado en la actual Navarra o en Aragón, de si Navarra tiene Fueros y no Huesca, no tiene importancia. La tiene el abandono en que se ha sometido al territorio aragonés de los Bascones  y lo que hay que hacer es no conformarse sólo con el ferrocarril de Canfranc, sino que se cree el Tercer Paso por el Centro de los Pirineos, que comunicará la Provincia de Osca con la Occitania del Midi Francés, que fue el origen de los Bascones.

De las regiones con las que se unen España y Francia, algunos dicen que no pertenecen a España, pero de lo que nadie duda es de El Pirineo Aragonés es España y Europa, por lo menos desde Carlomagno.

viernes, 26 de enero de 2024

Arellano y su villa romana

 














Subiendo desde Logroño a Pamplona por la autovía del Camino de Santiago, se da uno cuenta como debajo de Estella se encuentra la Villa romana de Arellano. Conocer este pueblo, que se ha convertido en un auténtico museo de la vida romana, entre otras muchas cosas sirve para evitar la facilidad de equivocarse con otros muchos Arellanos en España y en América. Es que la Historia de Navarra se extiende desde los primitivos vasco-ibéricos, pasando por la cultura de los romanos, y alcanzando ese nombre multitud de actividades, unas intelectuales, otras creativas y comerciales, en España y en América. Pero a mí lo que más me llamó la atención durante mi estancia en Arellano, fue que Roma cultivó el vino y lo elaboró y consumió en una bodega, en la que se mezclaron las actividades del culto al vino divino y humano. Si, allí se practicaba el culto a los dioses, unos los “lares” protectores de la casa y de la familia, otros los “penates” que protegían la conservación de los alimentos y por último los “manes”, que recordaban y hacían respetar a los antepasados. En cuanto al valor humano de esa bodega, se ha sacado la conclusión de que podría contener unos cincuenta mil litros. Apoyada en sus muros se ha encontrado un ara o altar de piedra donde se celebraban ceremonias religiosas paganas a los diosecillos, que acabo de nombrar. Se encuentra el pueblo de Arellano, en la Merindad de Estella, a unos sesenta kilómetros de Pamplona y ese nombre se deriva del romano Valerio o Valeriano, en que –ano significa propiedad y Valerius es el nombre del propietario. A unos seis kilómetros de Arellano se encuentra la Villa Romana de las Musas, hoy convertida en Museo en que se muestran las características históricas y costumbristas de Navarra en los siglos primero al quinto. Allí se pueden ver los antecedentes de Navarra, con una población vasco-ibérica, progresando por la civilización romana, pero que ha sabido mantener su personalidad conservando la lengua vasca y siguiendo el progreso industrial y agrario de sus tierras. En la ciudad de Andión, cuyo nombre dicen que es equivalente al de Andelos y que se encuentra en el término de Mendigorría, en el siglo primero antes de Cristo, se han descubierto restos de casas decoradas con parámetros de “opus signarium” y uno de ellos dicen que está escrito en el alfabeto ibérico.

En Arellano procuraron los romanos tener el agua, para lo que excavaron en la roca una cisterna de unos ciento cincuenta metros cúbicos, reforzándola con una capa de argamasa. Pero esa agua no tuvo como único fin el suministro de líquido para beber, pues crearon, como he dicho una bodega, en que se mezclaron las actividades de la conservación del vino y las dedicadas al culto religioso. ¡Cómo aquellos romanos de religión pagana, intuían en el vino una unión con la otra vida, que conservarían los cristianos con el vino, bebido como la sangre de Cristo!. En el Museo de Pamplona se puede contemplar el mosaico de las Musas, con nueve compartimentos, en cada uno de los cuales, está representada una musa, acompañada por su maestro. Es una representación de la intelectualidad, que Navarra ha seguido. Pero Navarra, que ha sido la capital de la tauromaquia en el Norte de España, tiene aquí en Arellano un “Taurobolio”. De él queda una estructura de sillares de piedra y en sus dos extremos se encuentran dos aras o altares, en las que están gravadas dos cabezas de toro. En este templo se sacrificaba un toro y su sangre caía sobre un individuo como si estuviese recibiendo un bautismo de sangre; salía y se encontraba como un hombre nuevo.

Estaba España en aquellos tiempos poblada por multitud de especies animales, pero las dos más importantes eran el caballo y el toro. El hombre quiso ganarse la amistad de ambos, pero no pudo ganarse más que la del caballo y todavía en Navarra, en la ciudad de Estella triunfa con sus caballos, Pablo Hermoso de Mendoza, que unido a sus caballos, representa imágenes artísticas. Pero el toro no pudo unirse al hombre, que tuvo que torearlo. Todavía quedan en Navarra dos razas de toros bravos, que son una la del karri-kirri y otra la Betizu, en peligro de extinción. Hace poco tiempo una vaca de esta raza, mató en un pueblo de Navarra a un campesino. Estas vacas de raza Betizu, pacen en libertad por las Sierras de Arteaga y de Sastoia, debajo del Pirineo. Del mismo origen pirenaico procedían el ganado bravo de otras regiones cercanas a Navarra, como la Rioja y Aragón. En las Cinco Villas de Aragón, había animales mezclados con el karri-kirri, que los castraban en los pueblos y los usaban como bueyes para labrar. En la creación en Egea de la “Casta bravo-aragonesa”, Bentura bajó del pueblo de Longás en la Sierra de Santo Domingo, los animales bravos que allí vivían.

Pero si han conseguido o no los navarros bautizarse con sangre taurina, han estado a punto de bautizar a los toros en los famosos Encierros, con sangre humana. Este Taurobolio, con las dos cabezas de toro representadas en sus aras, es un símbolo de la hermandad, no lograda pero vivida por los navarros y los toros, que como todos los iberos trataron de hacer amistad con ellos.

Pero no sólo tiene la villa de Arellano un pasado, sino que ofrece un porvenir en el futuro, pues los romanos establecían industrias por toda Navarra, como ahora hacen los navarros, que además de repartir el agua por todas las merindades, favorecen no sólo la industria sino también la agricultura y el turismo. Allí me entraron ganas de utilizar con la imaginación, el catavinos romano que está en uno de los numerosos mosaicos romanos, como los que aparecieron en el salón principal de 90 metros cuadrados, destinado a celebrar banquetes, pero no por beber sino por celebrar el cumplimiento de las profecías romanas, que se van cumpliendo.

El salón principal tenía su suelo revestido de mosaico y en su parte circular se colocaban recostados los comensales. En el suelo se representan escenas de la mitología romana, como los esponsales de Attis, la despedida de Adonis cuando se marchaba a una cacería, en la que encontró la muerte. Destaca la imagen de Cibeles, matrona sentada en un trono. Pero el artista que creó esas imágenes, se acordó de dos animales amigos del hombre, a saber del caballo y de un perro, que tal vez participara en la cacería en que murió Cibeles.

jueves, 25 de enero de 2024

En el Viñedo está el pequeño Monasterio de Montearagón


La historia de Aragón no se acabó con la desaparición del Monasterio de Montearagón. Porque el pequeño, en tamaño, y antiguo Santuario  de Nuestra Señora del Viñedo, fue fundado por la Comunidad Religiosa de Montearagón, que creó ese Santuario y el pueblo lo ha restaurado. Al desaparecer los frailes, fueron los pueblos de debajo de la Sierra de Guara, los que  protegieron a su Señora la Virgen del Viñedo. Porque ese pueblo, que vio levantarse las descomunales llamas, que acabaron con Montearagón, buscó la ayuda de la Virgen del Viñedo o “d’o Viñero”, a la que tanto quería y ella le correspondía protegiendo su trabajo en la producción vitivinícola y de ese anís, que les daba fuerzas para luchar en su trabajo diario. Por el Norte tiene a Santolaria y en otros tiempos a Isarre, por el Oeste limita con Barluenga, donde bailaban un Dance a la Virgen del Viñedo. ¿Han desaparecido muchos dances porque han emigrado los habitantes de aquellos pueblos del Abadiado?. Tal vez, pero ¿no podrían reconstruir el mismo dance entre todos los habitantes de este Abadiado y todos los socios de la Cofradía del Santuario?.  Cuando unos catalanes vieron como se destruía la Virgen del Viñedo en la Guerra Civil, más tarde, sus  corazones  conmovidos, devolvieron la cabeza al Santuario.

Cuando la devolvieron los habitantes del Abadiado se reunieron en el Santuario entre músicas, jotas y actos religiosos, acompañados de risas, sonrisas y por lágrimas. Un carpintero, devoto de la Virgen, escribió en Fabla Aragonesa, ya desgastada por no haberla mostrado a los niños, que así decía:” Bien pasau ya medio siglo-en recuerdo de unos ¡hombres!- que- en esta sagrada ermita, siendo tiempos de algarada-con avidez l’alcontraron- de todos …¡aquí olvidada!-mucho por ella arriesgaron- qu’en este pozo d’a entrada-hasta d’os suyos guardaron- Ta su tierra catalana-con ellos se la llevaron-y justo de acabar aquello-¡el degolveba, anunciaron!- A recibila acudieron-To l’abadiau con l’Obispo- Fue a más grande romería-qu’en o Viñero s’ha visto-¿oh! Qu’aún está en a memoria,- recordala, que ye  historia”.

¡Dios mío, que santuario, queda en esta Sierra Guara, pues sus hijos ya se fueron, pero el amor al pasado y a esa  “Virgen D’o Viñero”, les ha hecho conservar, como dice el Carpintero, el recuerdo de la Historia de aquellos pueblos unidos, dentro del Abadiado!. Igual que algunos buenos  catalanes, durante la Guerra Civil, contemplaron la inmersión de la Virgen en el pozo, los miembros del Abadiado, igual que los catalanes devolvieron la cabeza de la Virgen del Viñedo, decidieron  conservarla y  venerarla, y acudir a recordar sus trabajos, sus oficios y su bendita Fabla Aragonesa, en ese medio Serrano!. Ahora se recuerdan los trabajos del aceite, moliendo las olivas en esa nave preciosa, que recuerda la faena del asno que gira el torno y los carteles, que dicen quienes eran los que hacían el aceite. En aquel tronco tan grande para presionar olivas, hay escrita una oración por un obrero devoto de la Virgen del Viñedo. Más arriba se divisa una pequeña fábrica para preparar anís, que alegraba el corazón y ayudaba a trabajar largas horas, con olivas que aplastaban, para sacarles aceite.

Ayudaba la Virgen  a los vecinos, antes del Abadiado y luego del Santuario, como pone como ejemplo dentro de la bella Ermita, el milagro que produjo con una mujer pariente mía, con apellido Almudévar.

El Monasterio, en lo alto, sigue en ruinas, esperando que el gobierno poderoso lo restaure, pero el pueblo, con amor y con sus  medios escasos, ha hecho renacer el Santuario serrano de la Virgen del Viñedo. Es que con la   sencillez y amor de los vecinos, que vivieron como hermanos del  conjunto, que formó el Abadiado, aportaron sus trabajo, sus romerías y jotas a la Virgen, que preside en el altar de la Ermita, que se encuentra debajo la Sierra Guara. La Virgen los atraía y ellos la querían tanto,  que en romerías continuas iban a corresponder a esa llamada, que venía del corazón de María. Pero no sólo eran las personas las que iban a rezarle y a cantarle, sino que las golondrinas, con sus cantos y sus vuelos artísticos, anidaban en el claustro y allí,  durante el verano, comunican a la Virgen la belleza de la rima, entre el cielo de allá arriba y la tierra de la Sierra.

Hoy he acudido a la Ermita para rezarle a la Virgen y saludar a la señora Consuelo, de más de noventa años que es “santera” de la Virgen. He llegado al claustro, donde las golondrinas parece que hacen vela a la Virgen, porque están tranquilas y no se asustan con  mi  presencia o la de otros turistas o devotos que por allí llegan. En la misma puerta de la Oficina de Turismo, están sentadas la señora Consuelo y una joven señora, encargada de atender a los que por allí llegan. Las saludo y descubro que la citada señora es Mercedes Claver, del cercano pueblo de Chibluco y de la familia que es pariente de los Bruis o Lasierra de Siétamo y que son vecinos de mi casa. Yo conocí a sus padres ya hace muchos años. Resulta que contándome sus viajes por la Sierra, me dice que tiene a veces como compañero a Bescós de Panzano, pariente mío por Manuel Bescós Almudévar y por su madre también pariente mía por los Azara. Me dice que este Bescós le contó la historia del caballero de Isarre, que ella ya la conocía porque se la había contado su abuela de Chibluco. Aquella hermosa y dura tradición de la Sierra de Guara, todavía se conserva en su territorio, aunque quedan muy pocos habitantes. Nieves me contó la tradición, que se van contando unos serranos a sus hijos y éstos a los suyos. El desaparecido pueblo de Isarre, nombre vasco, como el del pueblo y ermita también en ruinas, encima de Panzano, que se llamaba Arraro, también vascuence, dice que aun estando en lo más alto de Guara, encima de Santolaria, fue invadido por los moros, que asesinaron a todos sus pobladores que eran cristianos. Un joven hijo de Isarre, que también se llamaba Isarre, estaba por aquellos tiempos luchando contra los moros con el Rey de Navarra y Aragón. Cuando llegó a Isarre y comprobó que habían muerto todos sus familiares y a todos sus vecinos, levantó su espada y dirigiéndola al pico de Guara, juró que él daría muerte a tantos moros como ellos habían asesinado en su pueblo de Isarre. Efectivamente cumplió lo prometido y en una batalla, cerca del pueblo de Abizanda, acabó con tantos moros como ellos habían eliminado en Isarre. Recogió todos los cadáveres, los cargó en un carro y se los llevó a enseñar al Rey y decirle que esos cadáveres eran la venganza contra los moros,  que habían asesinado a sus padres,  hermanos, vecinas y vecinos del su pueblo.

Yo,  antes de morirme quiero subir a Isarre a rezar al Señor una oración por Aragón, que ha luchado en tantos actos heroicos, pero que acabaron con muchos pueblos muertos, como Isarre. A ese joven, que también se llamaba Isarre, en agradecimiento a su heroico comportamiento, lo hizo Señor de todos los terrenos de Isarre, que se encuentra encima de Santolaria,  de donde era la abuela de Nieves, en lo más alto de la Sierra de Guara. Como he dicho esta historia se la contaron a Nieves, su abuela y Bescós, pariente mío de Panzano, que está debajo del pueblo también desaparecido de Arraro.¡Dios mío, como conserva el Santuario del Viñedo la historia medieval de Guara, que los oscenses ya hemos olvidado!.

Nieves de Chibluco en el extremo occidental de la Sierra y mi pariente Bescós, en su  extremo  oriental, ambos jóvenes, me han hecho recordar mi pasado, pues mis antepasados eran de Sieso y de Barluenga. Pero esta historia tiene documentación en el Archivo Diocesano de Huesca.

Esperemos que restauren, no sabemos cuando el Monasterio de Montearagón, pero vayamos a la Ermita del Viñedo, donde el pueblo del Abadiado, devoto de la Virgen, nos ha dado un ejemplo de nobleza y de amor a esta tierra.   

miércoles, 24 de enero de 2024

El antiguo trabajador,Lloret

 



Nos encontramos en una época, en que la gente, ya casi ha acabado de huir de los pequeños pueblos y se encuentran en las capitales. En los pueblos soñaban que en la capital vivirían felices,irían sus niños al Colegio y sus padres vivirían en elegantes pisos. Ha pasado una etapa en que aquello parecía ser verdad,porque abundando el dinero, que los Bancos prestaban con gran facilidad, se llegaron a construir pisos y pisos, que ahora, muchos de ellos, están cerrados sin nadie que los habite. Pero aquella ilusión se acabó, porque los Bancos derrocharon el dinero entre los jóvenes, para que éstos se compraran pisos.Les dejaban cantidades,  a veces superiores al precio de los pisos y les añadían cantidades para que compraran,  al mismo tiempo, automóviles. Pero llegó el paro y el gobierno decía que aquello no tenía importancia, y los jóvenes y también mayores,se quedaron sin trabajo y no podían abonar las deudas que habían comprometido con los Bancos. Muchos habían abandonado sus estudios, al ver como iban a ganar dinero trabajando en la Construcción, pero al cesar ésta, se convirtieron en parados, con sus mentes vacías de conocimientos y en deudores. Pero no sólo se hicieron deudores a sí mismos, sino que también convirtieron en deudores a sus padres y abuelos, que les firmaron sus créditos. ¿Qué ocurre ahora?, pues según algunos, lo que ahora ocurre, es que estamos hundidos en una terrible crisis, que como me explica Lloret, consiste en una “vida muy jodida”. Este don Salvador Lloret se puso a recordarnos los tiempos pasados.Decía que su padre nació en Sanlucar de Barrameda y se casó con Dolores Arias. Por medio de parientes altoaragoneses,soñando con heredar parte de la herencia de sus padres, volvieron desde las Islas Canarias, donde vivían, a Fañanás. Y allí, vivían  con tres hijos,el mayor de los cuales era Salvador,con sólo cuatro años; se murió su padre y no tuvieron más remedio que trabajar, porque no heredaron nada ya que en Fañanás, según el derecho aragonés, el heredero, se quedaba con todos los bienes de la familia.Entonces se tuvieron que poner a trabajar en la agricultura, en la ganadería,  en el Campo de Vuelos sin Motor de Monflorite y “en todo lo que salía”. Ahora,  encambio, nadie hace caso de las ofertas de trabajo que anuncian en el periódico,  sino que están esperando, que los vayan a buscar a sus casas .Si algún patrono de los pocos que van quedando, les va a contratar, les exigen que , por ejemplo no quieren utilizar carretillas ni palas de mano, sino que el trabajo, que les ofrecen, sea cómodo. Ahora se encuentran obreros parados, que no han sido nunca trabajadores, pero  aquellos que lo son, porque el trabajo les agrada, no lo pasan mal del todo.
Lloret está jubilado por enfermedad pulmonar, pero ha sido un gran trabajador, pues a los cuatro años ya tenía que fijarse en el trabajo de su abuelo y de su madre.Así,  a lo largo de su vida trabajó en multitud de oficios,primero de cocinero, luego de carpintero, después de pintor, de albañil, en una palabra como buscaba siempre el trabajo,encontraba en él,  todos los oficios.Un día del año 2012,encontré a Llovet,  en un Bar de los Porches, comentando el pasado, con un antiguo vecino suyo de Fañanás y allí, éste,  habló de una ocasión en que con dos compañeros suyos, pidieron y obtuvieron un crédito de doscientas mil pesetas.Cada uno hizo con su parte lo que pudo.El amigo de Salvador Lloret  compró seis terneros para cebarlos y desde aquel día, ya no le faltó trabajo.

lunes, 22 de enero de 2024

Hoy he leído el recuerdo de un corazón.-

 


                          

Hoy he leído un recuerdo de un corazón, más bien de una “mente cardiaca” femenina, de un pequeño pueblo de la Sierra de Guara. Mi hijo Mariano me ha traído de Madrid un pequeño y sentimental libro que me ha hecho recordar aquellos pueblos pequeños, pero con grandes sentimientos de unos corazones, guiados por sus mentes y por la prolongada Sierra de Guara.

Yo nací en Siétamo, que se halla situado en la carretera general, que va desde Huesca a Barbastro y desde mi casa se divisa muy cercana la Sierra de Guara. Hace unos tres o cuatro días mi nieta Belen del pueblo serrano de Coscullano   fue elevada por un ganadero de este pueblo a la Punta de la Sierra de Guara, desde donde se capta el Pirineo, el  Somontano y la Tierra Baja hasta el ya lejano Río Ebro. He visto a esta bella e intelectual, llamada  Belén Almudévar  impulsada por su afán de subir mucho más arriba, sujetándose en la Cruz, que corona el Pico de Guara. Ella subió a estas alturas elevadas acompañada por un señor de Coscullano, que sube con cierta frecuencia a vigilar ese rebaño dc ovejas y cabras, que se crían en lo más alto de la Sierra de Guara. Belén, agarrándose a la Cruz que preside la Sierra, se agarraba a sus yerros para acercarse más al cielo. Ascendió a más de 2.077 metros, y como si quisiera llegar al cielo, intentaba hacerlo por la  Cruz.

Por la carretera que desde el Estrecho Quinto sube por el Sur de la Sierra de Guara se sube desde Huesca a Loporzano y desde allí se alcanza el Pantano suministrado por el río Guatizalema, y  se encuentra un paisaje con unas Peñas, algunas con nombre vasco. Pero si uno se desvía por la derecha antes de llegar a Loporzano se encuentra con Coscullano, situado en la misma Sierra de Guara. Después de pasar por Coscullano, dejando a su izquierda un pequeño Pantano, que yo vi construir. Se llaga al pueblo de Aguas, donde al lado de la fuente, me esperaba ya hace muchos años, un anciano de una gran amabilidad para acompañarme en la vacunación antirrábica de los canes. Desde este pueblo, sigue la carretera hacia el pueblo de los antepasados de Almudévar de Sieso de Huesca y que siguió produciendo Almudévares en Casbas de Huesca.

En lugar de seguir por esta ruta, subimos con mi hijo Mariano a Panzano, donde todavía vive un pariente mío llamado Bescós de apellido. Desde este pueblo subimos a Santa Cilia de Panzano, pueblo atractivo para los turistas y para los buitres y quebrantahuesos, donde se frecuenta el hecho de ver con un señor que las alimenta con restos de ganado sobrante en mataderos. Un poco más arriba se ven las ruinas antiquísimas de una iglesia, que fue construida por los cristianos para defender Aragón contra los invasores árabes. En este kpueblo, igual que en Panzano viven con apellido Bescós, sucesores de la familia del escritor, alcalde de Huesca Don Manuel Bescós Almudévar, primo hermano de mi padre. En su casa luce un escudo de Bescós, hermoso, pero al que el antiguo Alcalde de Huesca, exhibía en sus escudos de un lujo no “serrano” sino imaginario. En la carretera que a estos dos pueblos conduce, es decir a Santa Cilia de Panzano y de Panzano, desde ellos sale otra que conduce al desaparecido pueblo de Doña MANUELA CITOLER CARILLA, autora de la “Memoria de un pueblo abandonado” . Tomando este camino se llega al abandonado pueblo y centro de caza de ciervos, llamado BASTARAS, se convirtió en una “leyenda” de aventuras, que al principio parecían buenas, pues cercaron todo el Monte y compraron a una familia que poseía campos, toda su tierra. Se  cercó  el  monte  y  se  iniciaron aventuras fuera de la ley, como la destrucción de Arte   Primitivo que dominaba en las Cuevas. Fueron los autores de alguna destrucción en una zona en que se esperaba lucir sus obras artísticas de Arte Antiguo. Se encuentra aquella enorme finca, en la misma Sierra de Guara y la cercaron toda ella, destruyendo todas las obras de Arte   antiquísimo. En toda la zona de todos aquellos pueblos, el Pico de Guara preside todo el paisaje de aquellos pueblos nombrados y los de Bastaras, Yaso y Morrano.   Bastaras depende ahora del Ayuntamiento de Casbas.  

En Bastaras se queda uno admirado de su Historia y de la belleza, que recuerdan la Cueva de Chaves, cuyas antigüedades que conservaban la belleza antigua de los adornos primitivos, que fueron destruidos por los creadores de aquella colonia, convertida en tal y que cercaron totalmente la tierra comprada y la común, convertidas en una colonia. Pero destaca la riqueza natural de la GRALLERA, que es una enorme Cueva Natural, con una entrada de unos 278 metros. Se llama esta entrada la Grallera porque en su “divino Portal”, se posan las grallas o grajos de Guara.

Es la GRALLERA una exagerada Cueva, creada por la Naturaleza, que no se sabe donde empieza a recoger agua, aunque por flores o semillas que arrastra el agua, parece ser que viene esta Sima del río Pirenaico ARA, de unos 70 kilómetros que nace por el río pirenaico Viñemal y desemboca en Ainsa.

Parece que hay comunicaciones entre las aguas del río ARA que van a la Grallera, en el pueblo de Bastaras. ¿Por donde pasan esas aguas que llevan desde el río Ara, restos vegetales al Gran Depósito de agua de Bastaras?.

Las aguas que se encierran en la GRALLERA son de volumen variable y a veces brotan

del misterioso depósito al río Formiga, con crecidas de volumen de agua inesperadas, que convierten en caudaloso tal río. La cuenca de este río recibe  el  desagüe  de la ladera Sur de la Sierra de Guara. Hace unos 22 kilómetros para desembocar en el río Alcanadre, ya cerca de Bierge.

La Sierra impide el paso directo desde Casbas y Sieso a San Román de Morrano, por el que desde Aguas, se pasa por Bastaras, Yaso y Morrano, hasta llegar a la carretera que sube al noble pueblo de  San Román de Morrano. Desde el pueblo de San Román de Morrano, en la Sierra de Guara, se fueron mezclando las familias de los Aniés, los Almudévar y los Mancho de Torres.

“Aquí, alrededor de la Cruz de hierro, que está situada  al lado del mirador, sobre su base de piedra, nos encontramos, contemplando la historia de la Sierra Guara, a través del Monasterio de Casbas, donde no sólo fue Abadesa la hermana de Don  Alfonso Buil Aniés, sino la escritora en castellano y en aragonés Ana María Abarca de Bolea, tía del Conde de Aranda. Estábamos Joaquín Borruel Caborbaya, cuyo abuelo nació en el  Castillo de San Román, Pepe Ballarín, pariente del Maestro que inició a Don Alfonso Buil Aniés, en su enorme cultura; el otro era yo mismo Ignacio Almudévar Zamora, pariente de los Claver y de los de casa Aniés de San Román de Morrano. También nos acompañaba mi sobrino Pablo, que encontró en esa Cruz un maravilloso tema para filmar una película”.

MANUELA CITOLER CARILLA ofrece en su libro el paisaje de un calle, hoy abandonada con viejas casas y en medio de la calle se alza una alta base de piedra de una Cruz, que ya ha desaparecido. Está abandona la columna que se eleva al cielo, pero con la tristeza de carecer de una  Cruz, que parece abandonada por sus antiguos vecinos. La  triste Manuela Citoler Carilla, en el artículo

“ADIOS”,escribe: Aquí solo queda polvo que ha cubierto los recuerdos, los rostros, las cadieras, las tinajas, las colleras, los aperos…El viento se llevó las fiestas y las canciones. No queda nada”.

Tengo en mi memoria al señor Alfonso Buil Aniés, de cerca de los cien años de edad, que ha viajado por el Mundo y que ha recogido yerbas para el ganado en el Puntal de Guara y a la licenciada MANUELA CITOLER CARILLA, que vivieron en San Román de Morrano y ha escrito la muerte del pueblo.


sábado, 20 de enero de 2024

Rafael es un Angel de la Corte Celestial.-


Antigua Plaza Mayor hoy Plaza de Mosén Rafael Ayerbe (Alquézar - Huesca).

Rafael es un Angel de la Corte del Señor y el que a Tobías le enseñó a usar el bálsamo oleoso del hígado de un pez, que le devolvió la vista a uno que estaba ciego. Rafael es otro ángel del Coro de la Corte de Aragón, la que canta la Jota y con ella, su gloria y sus numerosas llamadas al amor a Aragón.
Antes de  la  ayuda de  Tobías, Rafael  casi no veía bordillos ni aceras, pero por dentro se aplicaba el bálsamo de las ilusiones, que se desprendían como en Otoño, hojas de un árbol. Era mi amigo Rafael que aguantaba una extraña ceguera, pero con su lazarillo iba salvando obstáculos.
Estoy  oyendo   tu  voz  extraordinariamente, con su claridad, su alegría y su poder de transmisión del mundo aragonés, que fluye con dolor de un Aragón enfermo, con alegría de ser amado por un pueblo de joteros, que llevan cantando mientras tú lloras riendo,  para calmarte y ríes llorando porque te llega el amor del pueblo aragonés, al fondo sensible de tu ser y escucha extrañamente tu voz, que es tuya y nuestra, que se canta en la canción de tu alma, en el retiro oscuro de luces eléctricas. También  iluminaban  velas  y  más  llenas  de una luz grandiosa y pobre al mismo tiempo, pues la luz exterior te molestaba y subías en la moto,  con cortinas en tus ojos y te subías en la motocicleta y recorrías calles, incluso japonesas, llenas de farolillos fantásticos, como tú los llevabas colgados en el retiro de “tu sala buena” y lucían esos sencillos farolillos japoneses en tu interior, colgados, faroleándose con sus “campanetas de Aragón”, que son ilusiones sonoras, iluminadas e iluminantes.
Yo ya soy viejo y “las ilusiones perdidas juguetes del viento son.” Son hojas que se desprenden del  Arbol del Corazón”.
Tus ilusiones pasadas son efectivamente juguetes del viento, que pasa cada día por el cielo de Huesca, pero, para mí corazón, todavía corren por él.

viernes, 19 de enero de 2024

Antiautonomía de los altoaragoneses.-


Es curioso que Navarra y el Alto Aragón, tienen  una historia medieval que es común. Basta ver un libro navarro en que describe la arquitectura y señala en él, al Monasterio de Montearagón. Alfonso el Batallador, rey de Navarra y de Aragón luchó en la conquista de Fraga, donde fue herido y conquistó para Navarra la ciudad de Tudela. Pero basta mirar los apellidos y los nombres de los campos de Navarra y son coincidentes en gran parte con los de la provincia de Huesca. Cerca de Benasque tenemos a Benabarre y al pueblo de Navarri. Y si nos ponemos a repasar apellidos y topónimos de nuestra provincia nos encontraremos con un sinnúmero de palabras vascoibéricas, por ejemplo abarca, Algerri (molinos de Algerri, propiedad de Guillermo de Artasona, procurador del prior de Roda), Andría o San Julián de Andría, nombre ya casi olvidado, pero que los de Lierta han renovado su uso. Hay que recordar que numerosos nombres vasco-ibéricos se van perdiendo en su uso ky más al quedarse desiertos numerosos pueblos en nuestra provincia. Quedan personas con el apellido Isarre, procedentes del pueblo desaparecido de Isarre, cerca de Murillo de Gallego; existía también otro Isarre cerca de Santa Eulalia la Mayor y todavía vive gente en la provincia de Zaragoza cerca de Sos del Rey Católico, en el pueblo de Isuarre.

Pero leyendo periódicos, revistas o consultando mapas se encuentra uno con Astazu, Arraro, Bara, Barasona, Bareche, Belarra, Esco, que es un pueblo a las orillas del pantano de Yesa y ya despoblado, que en vasco significa mano y del que se derivan apellidos tan aragoneses como navarros, como Escuer o Escoain y del río navarro-aragonés Esca se derivan  los apellidos Escabosa, Escanero, Escario, Escartín y Escar.

Pero el apellido Abarca, navarro-aragonés, entra a formar parte de los orígenes de los reyes de Navarra y de Aragón, teniendo el primer Rey de Aragón tal apellido, siendo llamado Sancho Abarca. Como escribo  en mi libro Retablo del Alto Aragón, “En la página 273 del libro tercero de la obra Corona Real, editado el año 1638, en el capítulo VIII dice el fraile de San Juan de la Peña, doctor La Ripa, que este príncipe don Sancho Abarca, llamado Cesón, tuvo un nacimiento casi, o poco más o menos, milagroso”. También el padre maestro Pedro Abarca, que siendo historiador luce también el apellido Abarca, en sus Anales refiere el caso “milagroso” en la siguiente forma: “Cuando los moros acometieron y mataron a los reyes don García y doña Urraca, llegó presto…un rico hombre que en unas historias era navarro y en otras de los Abarcas de las montañas de Aragón, lo que pone de manifiesto que en nuestros Pirineos había hombres y mujeres a los que llamaban Abarca… y encontró el cuerpo de la reina, que por la boca de una grande herida descubría el hijo, que se esforzaba en vivir, sacando por ella la manecilla, como pidiendo socorro, para huir de aquel cadáver y sepulcro. El caballero lo escondió en lo alto de las montañas y en ellas lo crió. De este interregno o período en que Sancho Abarca vivió oculto vienen confusiones de fechas históricas, pero la solución de estos problemas las dan historiadores navarros y la oscense  Angelines Campo, cuando dice: “Se cree que el linaje aragonés de los Abarca procede de Sancho Abarca, hijo del rey de Navarra García Iñiguez y de su esposa la reina doña Urraca Jiménez, hija del conde de Aragón”.  Ambos monarcas a saber padre e hijo fueron  enterrados  en San Juan de la Peña.

Pero no quedó en estos nombres la historia, porque “en la Crónica de los Reyes de Navarra del Príncipe de Viana está escrito que algunas veces calzaba abarcas y tomó muchos lugares entre los cuales había uno que hoy se llama Sancho Abarca”, que está en las Cinco Villas. En mi libro Retablo del Alto Aragón,  se lee: ”Ustarroz, gran amigo de doña Ana Francisca Abarca de Bolea, le escribió a don Bernardo Abarca de Bolea y Castro que su origen por línea recta de varón era la del rey don Sancho Abarca, uniendo aquella sangre real a la de las nobles casas de Castro e Híjar, que continuó con las casas de Aranda, Sástago y Fuentes”.El Conde de Aranda, que sabía que su familia y la de los Abarca Señores de la Garcipollera y de Gavín, cuya casa tiraron hace poco en la calle Sancho Abarca, escribió una carta al abad de San Juan de la Peña, porque le facilitó sus investigaciones sobre “su entronque con los reyes de Aragón “ y con el fin de poder ser enterrado con ellos, como efectivamente lo está.

El Conde de Aranda, que participó durante algún tiempo en la política de España, buscó siempre su desarrollo, hablando de la nación aragonesa y en esos años un tanto retrasados, él “dejó a sus obreros de la Cerámica de Alcora, la jubilación con su sueldo íntegro”. Ya sus antecesores, como Ana Abarca de Bolea “estuvo siempre preocupada por la mejora de la condición de las mujeres”. Ella para  relacionarse con los libros y con el arte no se quiso casar y se quejaba de que las monjas, sin saber latín, tuvieran que rezar todos los salmos.

Don Pedro Pablo Abarca de Bolea venía de una de las familias más ilustres de Aragón y por tanto “echaba todavía de menos los privilegios arrancados a su tierra, la más enérgica de los diez o doce pueblos distintos que encierra la Península”. ”En cambio durante sus estancias en el extranjero, Aranda fue más español que nadie”. Y como prueba de lo dicho, se preocupó por la construcción del Canal Imperial y  por la Sociedad Económica de Amigos del País.

Pero llegó el año 1700 y en España los Borbones  “crearon una monarquía administrativa cuyas acciones gubernamentales fueron cumplidas al unísono por todas las clases y todos los territorios” y creyeron que con este sistema iban a resolver los problemas políticos de la unión entre todos los pueblos de España. Pero el conde de Aranda ,que como acabo de escribir “fue más español que nadie”, “echaba todavía de menos los privilegios arrancados a su tierra”.La nueva dinastía de los borbones iban anulando los fueros para gobernar de una forma castellana y francesa. En la Enciclopedia de Aragón pone: ”La entronización de la dinastía borbónica en España, en virtud del testamento de Carlos II, fue aceptada en Huesca, como en el resto de Aragón, sin dificultad, si bien se mostraba una cierta preocupación por el mantenimiento de los Fueros”. En 1707 cayeron Valencia y Aragón, Mallorca en 1715 y Cataluña en 1716 y acabaron con sus prerrogativas políticas y judiciales, perdiendo sus foralidades  históricas, políticas y judiciales.

Por eso el conde Aranda no estaba contento con esa política, en cambio Navarra y el Pais Vasco, como eran fieles a los Borbones, se vieron libres de perder sus fueros, porque se suprimieron los poderes forales en diez de las Capitanías creadas y únicamente Navarra conservó la figura del virrey. Además “las Cortes forales aragonesas fueron eliminadas y únicamente Navarra conservó sus prerrogativas y funciones”.

El Alto Aragón se separó de Navarra cuando Ramiro el Monje casó a su hija doña Petronila con Ramón Berenguer IV de Barcelona y entró a ser manejado por Zaragoza; los nobles oscenses se fueron marchando casi todos a esta ciudad, buscando las ventajas a recibir del centralismo burocrático. La Universidad fue durante el siglo dieciocho objeto de ataque por Zaragoza, que la quería cerrar y en la Enciclopedia Aragonesa  dice: ”las confrontaciones con Zaragoza por la Universidad siguieron a lo largo de este siglo, agriadas a partir de 1656 con el asunto de las aguas del río Gállego”.  Huesca obtuvo sentencia favorable, que fue objeto de desacato por Zaragoza. Huesca a pesar de la lucha por las aguas del Gállego, que  quería traer con un canal a través de la Sierra de Presín  y Zaragoza rechazó, seguía preocupándose del agua, como demostró con la construcción del pantano de Arguís. Pero en 1875, Zaragoza consigue que se suprima la Universidad de Huesca, que quedó como frustada, siendo una ciudad culta,  en todo el siglo XVIII, con Lastanosa, Aranda y los Azaras.

Aranda miraba mucho por Aragón, pero Floridablanca y Godoy le tuvieron manía, pero él siempre fue un amigo de los Fueros de Aragón. Unos eran los foralistas, que defendían el reconocimiento de los privilegios o fueros de excepción y la restauración de las instituciones que fueron quemadas cuando llegaron los borbones. En cambio los liberales decían que lo antiguo estaba pasado. Estas ideas dieron lugar a las guerras carlistas, en el siglo XIX, con más intensidad en Vascongadas y en Cataluña y aquí en el Alto Aragón hicieron sufrir a sus habitantes, como aquel vecino de Ola, que al ser utilizado por un grupo carlista de Navarra, exclamó: “más vale humo que ir a Quicena” y en pueblos como Siétamo,  que tenían desde 1830 el proyecto de regar su monte con el río Guatizalema, vieron como se deshacía, con una de aquellas guerras carlistas.

 Dionisio Ridruejo, sufriendo por estos problemas ,propone en 1962 y publicado en la Argentina   que “para hacer frente al problema, reconociendo su fuerza de realidad, habrá que ir, evidentemente, meditando nuevas fórmulas, alejadas del centralismo  imperativo que hoy se practica y capaces de orillar las reacciones que dieron respuesta en el pasado a las fórmulas de autonomismo, cuando estas parecían sospechosas de privilegio…encubridoras de un espíritu de fuga y exención frente a los  problemas de las regiones de bajo desarrollo o anticipadoras de la pulverización de España”.

¿Porqué, pues los altoaragoneses no hemos progresado como los navarros?. Algunos dicen que porque somos vagos y envidiosos, pero eso es mentira porque genéticamente somos como los navarros de razas de lengua vasca y de celtas primitivos y después procedentes de las invasiones de los bárbaros. Joaquín Costa al que no hacemos caso o más bien no se lo hacen, decía: ”No tenéis los canales de Tamarite y de Sobrarbe porque no queréis. Por vuestra desidia, por vuestra falta de constancia, por vuestra indolencia”. Es “cabreante” al pasar por Angüés, ver como a la calle por la que pasa la carretera, la llaman Avenida de Joaquín Costa, como si este pueblo, casi despoblado, estuviera esperando todavía que por él pase el Canal del Cinca. No son los altoaragoneses los culpables de este retraso, sino los caciques, que han deshecho las ideas del pueblo sobre su futuro. Contemplemos los castillos o enormes fincas que desde Ayerbe van bajando hacia el sur y sepamos que los caciques de entonces se negaron a su riego.Y como hemos visto el gran cacique que Huesca soporta es Zaragoza, que nos suprimió la Universidad, cuando en Pamplona existen dos universidades. Pero no sólo ha sido Zaragoza la culpable de nuestro retroceso, porque también Huesca, ya hace años tomó las aguas del Somontano , al que hoy llaman Plana de Huesca, pero no hizo nada para que aquellos pueblos de San Julián, Barluenga , Loporzano y los de la ribera del Guatizalema no pasasen la necesidad de agua, que ahora están sufriendo. En estos momentos del año 2006, se ha aliviado algo la escasez ce agua, por las obras que el año pasado, se realizaron. Esa antigua conducta de no resolver a los pueblos el problema del agua es insolidaria y tiene malas consecuencias porque, siendo pocos como somos, vamos  camino de nada.

Siempre los altoaragoneses han acudido a actos de confraternización, como a la procesión de Santa Orosia en Jaca y en Yebra de Basa, al Pueyo de Jaca los de Barbastro y una gran comarca del Somontano, con pueblos como Antillón, a la ermita de Santa Quiteria en Tardienta, etc., etc. y a la Ermita de Loreto en Huesca, donde parece que todos los que allí van, aman y son amados por San Lorenzo. Allí se oyen jotas, como se escuchaban antes en todos los pueblos de la provincia, pero no se unen aquellos hombres para que el Alto Aragón progrese y  no tengamos que marchar todos de emigrantes, como por ejemplo mi hermano Manolo. Existe también la desidia, que hace creer a la gente que su  esfuerzo no va a traer el bien común,  quizá porque han visto a los caciques trabajar sólo en su beneficio.

Esta sequía puede que haya sido San Lorenzo el que se la ha pedido al Señor, porque con ella se ha conseguido sacar agua del Canal del Cinca, pero es preciso que se dé la solidaridad entre todos los miembros de la Comarca para solucionar fraternalmente el problema de la falta de agua a Huesca, en primer lugar y los demás pueblos, que carecen de ella.

En Pamplona en la iglesia de San Lorenzo se guarda durante el año la figura de San Fermín y en sus paredes cita a San Lorenzo, hijo de Huesca. San Lorenzo era amigo del agua porque al lado de la ermita se encuentra la alberca de Loreto.

Los Ovnis de la Biblia, del Medioevo y los que hemos vivido

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