martes, 27 de febrero de 2024

Historia y Prehistoria, (¡por lo que he visto!) II



 Cuando baja uno por debajo de Ayera a la Carretera que va a Aguas,  a su derecha te encuentras con Bandaliés, pero para ir hasta Siétamo, a pocos metros más hacia el Este, se sigue una carretera que va a Arbaniés, de nombre vasco y con la base de una Cruz, de piedra,  pero que en el año de 1936, los “rojos” le quitaron la Cruz de hierro. Sólo permanecen elevados los Mallos de Vadiello y entregadas al interior de la Tierra las Cuevas de Vadiello y las próximas a la Ermita de San Esteban, entre el Santuario del Viñedo o Viñero. Allí han permanecido  hasta ahora, convirtiéndose en ruinas y en recuerdos de aquellos seres, tal vez divinos, desde los Mallos y las Cuevas, hasta La Piedra de cuatro metros de alta, con sus cuevas al lado. Los Mallos siguen estando elevados, porque en ellos se posan los buitres y suben las cabras, pero a la Piedra de los Moros entre Castilsabás y Ayera, parece que le está fallando su base. Antes de llegar a Arbaniés, nos encontramos con el río Guatizalema, que llena el Pantano de Vadiello, cuando salimos por la carretera que va a Aguas y al bajar hacia Arbaniés, Castejón y Siétamo, nos agrada escuchar su corriente de agua. En Arbaniés, la Historia ha dejado unas pinturas románicas en los muros de su bella iglesia y en una a casa de la entrada, sobre su puerta principal, se exhibe un lauburu o antiquísima Cruz. Al salir de Arbaniés se encuentra una ruina de una Ermita, que como las anteriores dejará de verse una pieza de mármol negro, donde están escritas frases relativas a algún hijo de Arbaniés. Se encuentran cruces o lauburus en muchos lugares del Mundo, como se encuentra esta de Arbaniés, otra de madera en Coscullano y varias en torres de Montes, más abajo. ¡Cómo se pasó de la Prehistoria a la Historia, con estas cruces de forma original, que muestran el paso de la Prehistoria a la Historia. Unas cruces vuelven sus extremos hacia la derecha, y otros, hacia la izquierda, como ahora esos lauburus, dirigen la dirección de las ideas políticas a la derecha y otros hacia la izquierda

Se sigue por las orillas del río Guatizalema y hay restos de molinos en Castejón y en Siétamo, donde vuelven a aparecer ruinas de una grande y hermosa Fábrica de Harinas, que sigue las ruinas que en esta zona del Guatizalema, se van haciendo cada vez más acabadas. Mi hijo.se lamenta del estado de dicha fábrica y muestra dolor al contemplarla. Muy cerca de esta fábrica, fue fusilado el mosen de veintiún años de edad, nacido en Alquezar, que tal vez se llamara  Antonio Vilellas Juste, y del que no se puede saber la verdad de su muerte y de su corta vida. Quitaron la Cruz de la elevada piedra en la carretera de Bandaliés a Arbaniés, como en Siétamo hicieron desaparecer al Mosen Antonio Vilellas Juste.
Muy cerca de este punto en que fue fusilado Mosen Antonio, salimos por la carretera general N-240 a Velillas, pero al llegar, frente a la vía que conduce a Liesa, va uno por la derecha, viniendo de Huesca y pasando la autovía, se encuentra con la figura prehistórica de  Peña Mujer. Se encuentra esta imagen en el Monte de Velillas, en el camino de Torres de Montes y debajo de la elevada Ermita de San Bartolomé. En esta Ermita yo conozco a un aficionado a la Historia y a la Prehistoria, que encontró una moneda visigótica. La figura Peña Mujer, además de su forma natural, parece estar retocada por los fieles que a ella acudían. Como hemos visto en el Falo  y sus cuevas de Ayera, también los precristianos, mezclaban rituales que seguían las normas de fertilidad de la Naturaleza en animales y en seres humanos, como absorbidos por una magia simpática. En zonas próximas a la Peña Mujer, está como hemos visto “la Piedra de los Moros de Ayera”, más hacia el Norte  o la “Peña Mora en Angués”, hacia el Este.

Por la Carreterra de Torres, se puede bajar no sólo a Torres, sino también a Pueyo de Fañanás y a Fañanás, pero todavía quedan caminos que ya no son transitados. Por ejemplo, desde Siétamo se puede ir a Torres de Montes por el Molino Viejo, se cruzaba el río Guatizalema, se subía hacia la Torre Cavero. Desde dicha Torre se veía Pueyo de Fañanás. En Fañanás, muy próximo a Pueyo, debajo de la iglesia, se encuentra un templo mucho más antiguo                            
El  camino que sube desde el río Guatizalema, hacia la Torre de Cavero, se llama Parizonal, porque allí se encontraba un pueblo desaparecido, llamado con el mismo nombre. Sube este valle desde el río Guatizalema a una meseta, en que se encuentra la Torre de Cavero. En este valle había una explotación de ovejas antiquísima.  Ahora pasa por Parizonal la autovía de Lérida a Huesca, que viene de Velillas y va a pasar el río Guatizalema, para acabar cerca de Ola. Ahora están paralizadas las obras de la autopista. Al ver Ola se acuerda uno de San  Urbez, que bajó desde el Monasterio de la Val de  Onsera, al lado del pueblo serrano de  San Julián. Este santo francés ya pertenece a la cultura, pero con una antigüedad, de unos trece siglos. En Ola se conserva en Casa de Otal, una losa de piedra donde dormía el santo e hizo manar una fuente en el Saso de Siétamo, para que no le faltara yerba y agua a su ganado.
Volviendo al Valle de Parizonal, que sube desde el río Guatizalema hasta la Torre de Cavero, donde se ve una pila de piedra excavada en una base de piedra, donde recogían los hombres prehistóricos agua para sus ganados. Estaba labrada en una solera de piedra arenisca y se cayó porque la base de aquella roca, era de tierra y se fue gastando por las lluvias y por el tiempo.
Encontramos en este valle de Parizonal, antes de llegar  a la meseta y cerca de la pila de piedra que he citado, hay arriba a tres pequeñas cuevas, y en el lado derecho subiendo hacia arriba, una cueva en la que se encerraría el ganado y que está rodeada por una pared de piedra. Al otro lado del camino se encuentran dos piedras elevadas, que se miran una a la otra y que yo querría saber, que nombre científico tendrán dicha piedras. Como en el Pantano de Vadiello y en Ayera, están las dos piedras elevadas y frente a ellas, una cueva. Esas tres pequeñas cuevas, que he citado y en la que se refugiaban los animales salvajes y los hombres, me las mostró Toñín de Bruis, que es conocedor de ellas y albañil.  La Cueva de mayor tamaño, está rodeada por una pared de piedras de arenisca. Yo la conozco desde hace ya muchos años y en su pared anterior, últimamente han escrito algún excursionista en ibero, su procedencia y al otro lado del Camino, como acabo de escribir hay dos piedras de más altura que un hombre, que se fijan la una en la otra y que como he dicho me gustaría saber si son parte de alguna pieza prehistórica.
¡Cuántos años hace que se encuentra esa cueva al lado del camino de Parizonal !. La hicieron los hombres primitivos, pero ha sido útil para que el año de 1936, muchos siglos después, fuera refugio en la Guerra Civil para algunos hijos de Siétamo,  en un lugar que se encuentra a unos dos kilómetros. Para la Guerra Civil de 1936, acudían por la noche, cuando atacaban los soldados y milicianos el pueblo de Siétamo, y en esa cueva se refugiaban Estebané Bescós, un poco retrasado mental, hermano de “Trabuco” o Antonio Bescós, que acabó la Guerra en Francia, pero que al fin, pudo volver a Siétamo, donde durante muchos años ejerció de sacristán con mosen Marcelino Playán de Antillón. En esta cueva dormía también Joaquina Larraz, casada con Joaquín Bruis y más tarde madre de Toñín de Bruis. Toñín de Bruis, es una persona inteligente, que estuvo estudiando en un Colegio del Opus Dei. Sabe de agricultor, de albañil y tiene un carácter, equilibrado y lleno de sentido común. Siempre ríe y nunca llora, porque es un hombre feliz y de una honradez a pruebas. Es curioso como esta cueva con sus elevadas piedras, se preparó para épocas anteriores a la Historia, pero lo que nos llama la atención a nosotros, que hace escasos años, tuvieran que defender sus vidas en dicha Cueva. Ha pasado la Prehistoria y en pleno siglo XXI, para la Guerra Civil se ha seguido matando los hombres. ¡Claro que con armas más modernas que las hachas de piedra!. Al llegar a la Torre de Cavero, cuyo dueño en otros tiempos vino de Berbegal, se ve una cueva no muy grande, en la que iban a fecundarse parejas humanas. Si, esa cueva en Pueyo de Fañanás, se encuentra al lado de la carretera que une Fañanás con Pueyo de Fañanás. Como otra pareja de Sasa del Abadiado, iba a las cuevas de Ayera, para fecundar a su esposa de Santolaria.
Cuando llega uno a la Torre de Cavero, mirando al Este, se ve la Peña Mujer.
Podíamos haber llegado al lugar donde se encuentra la Autovía y a su lado la Peña Mujer, por la carretera N-240, pero hemos llegado por el camino de Parizonal. No nos resulta perjudicial el acceso a esta carretera porque  desde la N-240, se accede a la Carretera de Torres de Montes. Pero nosotros hemos llegado desde el río Guatizalema, que pasa por Siétamo, por el Camino de Parizonal a las vaquerías de La Torre Cavero, a la carretera de Torres de Montes.
Siétamo y Torres de Montes “In Dei nomine, amén. Sea a todos manifiesto que yo el noble Don Pedro deCastro y Pinós, Señor de los Castillos y lugares de Siétamo, Olivito…y Torres de Montes…cedo, transporto y desamparo a Vos, la noble Señora doña Isabel de Castro y Pinós, fiya suya, los castillos y lugares de sus términos en el Reyno y dentro del Reyno de Aragón”. El Marqués de Torres de Montes fue también más tarde Conde de Aranda en Siétamo y se comunicaban ambos pueblos por el Camino de Parizonal y desde la proximidad de la Torre de Cavero, hay un camino por el que se puede bajar a Pueyo de Fañanás, donde se encuentra una cueva fecundante y al llegar a Torres de Montes, se da uno cuenta de cómo han sido destruídos el Castillo de Torres, como en el año de 1936, se destruyó el Castillo del Conde Aranda de Siétamo. Han desaparecido los grandes Castillos, pero en un lado de la carretera que viene de Pueyo, se encuentra una estrecha Cueva para la Fecundación Humana y en la misma carretera, cerca de la cueva anterior, se esconde otra Cueva, llamada Mazú, que recuerda un templo matrístico. En 1876, con tal vez la intención de hacer olvidar el paganismo, colocaron una Cruz en lo más alto del Tozal.  Acaso se colocara otra Cruz anterior a esta, pero no se sabe con seguridad. Cuando llegó la Guerra Civil en el año de 1936, los revolucionarios y destructores, tiraron esa Cruz, al suelo y los hijos de Torres, colocaron la Cruz, en la entrada de su Parroquia. En la prehistoria, se han ido destruyendo los Falos, las Cuevas, y luego durante la Historia, las espadas y los fusiles, mientras los humanos se convertían en huesos.
 Se ven hombres buenos, como el señor Fernando Laguarta, que subido en lo alto de la Cueva de Mazú, se lamentaba de que la hubiesen derribado, y tal vez inspirado por dicha diosa Mazú, que ”no paraba de mirar  los cascotes de piedra que por la fachada de la entrada de la Cueva se encontraban derribados y no sé, sí sería por inspiración de la diosa Mazú, levantó una piedra, que causó admiración en los asistentes.  Cuando vi aquella piedra, yo me quedé absorto ante ella, que tenía la forma de un elefante o más bien de un mamut, pero debajo de él, se ven unas letras o signos, tal vez los primeros de la lengua ibérica. Estaban en algún espacio, cubiertas de algas o de moho, pero no fui capaz de leerlas y de resolver su significado. 
No fueron los moros los creadores de cuevas ni las moras creadoras de fuentes, ríos o humedales.”Antes de los moros y las moras, llegaron a España otras religiones y la más antigua fue de tipo matriarcal, siendo sus dioses femeninos. Estas diosas miraban por la fertilidad de los humanos y de la tierra y vivían en cuevas o en ríos”. Entre unos setecientos o mil años anteriores a Cristo, llegaron los Celtas. Estos Celtas adoraban al Padre Sol, al contrario que las diosas más antiguas, que adoraban a la Madre Tierra,y miraban por la fertilidad de los humanos y de la tierra. Estaba viendo la Cueva Mazú, que me recordaba las Piedras Brujas,que se ven en Velillas,en Angüés,en Bespén y la cueva fecundante, más pequeña de Pueyo de Fañanás,cercana a la de Mazú.
Los dioses masculinos procedentes de los Celtas, estaban en la Alto de las Montañas y escondían, tesoros que habían encontrado en sus huidas. En la Sierra de Guara, donde se encuentran los Mallos altísimos de Ligüerre y el pueblo de Isarre, escondían esas semillas de trigo, tesoros que habían conquistado en sus huidas. Con esas semillas crearon los hombres el cultivo de trigo, que convirtió a los hombres en agricultores.
Yo me quedé absorto ante aquella piedra misteriosa, documento encontrado en la “Catedral prehistórica”, pero que no sé interpretar. Me quedé envuelto en inquietantes preguntas sobre aquella lengua vasca que se habló en nuestra tierra, en la que permanecen tantas palabras, como Alerre, Biscarrués, Isarre, Isuarre, Javierre,Espierre,Ligüerre y tantas otras. Las pocas veces que veo a Fernando Laguarta, le doy recuerdos para la Cruz, que bajaron de la Cueva Mazú.
Para volver a Huesca desde Torres de Montes, se puede salir a la Carretera General-240, pasando cerca de la Mujer de Piedra, al lado de Velillas, se tuerce hacia Siétamo, Estrecho Quinto y carretera que sube a Vadiello y bajar por Tierz, hacia Huesca. Se puede también ir por la carretera secundaria, que va por Pueyo de Fañanás, Fañanás Alcalá del Obispo, Campo de Monflorite, para llegar a Huesca. Antes, se iba caminando por Siétamo para luego ir a Huesca.
Hay un dibujo triangular de la tierra, en que se asentó especialmente la población prehistórica del interfluvio o espacio entre dos ríos: el Flumen y el Alcanadre, con su base en la Sierra de Guara y su vértice en Piracés, que ya penetra en la ”Tierra Plana”.
Desde Siétamo, mirando al Sur, se contempla el Repetidor de Piracés, cuyas Antenas son visibles desde Gran Parte de la Hoya de Huesca, y que resultan como un buen punto de referencia. Cerca de este Repetidor, se encuentra el poblado de “El Portillo”, que pertenece a la Edad de Bronce, siendo aquella  zona  muy rica en imágenes arqueológicas. Desde donde se alzaba el Catillo del Conde de Aranda, se divisaba perfectamente el Repetidor de Piracés, y subiéndote en el coche se baja por Alcalá del Obiso, por Argavieso a Novales y luego sales a Albero Alto, debajo del cual se halla un Monumento arqueológico en ruinas de Piracés. Hay fuentes originales en Angüés, Ola, Blecua y Piracés. Parecen estar hechas en los siglos XI al XII, pero así como a la fuente de Ola se le colocó un arco árabe, no hay impedimento para haber sido creadas mucho tiempo anterior, sin ningún arco árabe. Se encuentran, no lejos de Piracés, las ruinas del “Portillo”, de la Edad de Bronce.
Entre Albero y Piracés se baja el nivel y en aquel descender de laderas, se encuentran curiosas obras prehistóricas. Para bajar a Piracés, se va, desde Huesca por la carretera de Sariñena, pero desde Siétamo, se baja por Ola, Alcalá del Obispo, Argavieso y Novales y en esta zona de Ola, Albero Alto, Novales y Piracés se encuentra algún resto romano, habiendo sido hasta que llegaron los romanos, un terreno de un periodo prehistórico, anterior al dominio de los iberos.
Son múltiples en esta zona, los restos de la Obras Prehistóricas, pues en la sencilla conversación con Ballarín de Velillas, me recordó, entre otros “La Piedra de Mediodía de Piracés” y “El Pozo”.
En aquella zona en declive, se contemplan multitud de obras, ya casi totalmente apagadas y uno se pregunta: ¿pasaron por aquí las ideas de aquellos primitivos hombres, para seguir gozando de la vida, pero se olvidaron de sus propias vidas, que ahora ya nadie recuerda?
¿Creen ustedes en la Creación del Hombre por un Ser Superior o creen que su evolución obedece a un deseo de… ¿Quién?.
Los hombres y es lo más admirable de ellos, son seres libres y pueden creer en el bien y en el Mal. El Bien y el Mal los enfrenta y luchan y van pasando por la vida.

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