miércoles, 13 de marzo de 2013

Los agotes o cagots en Francia y España







Plan (Huesca)

Como he afirmado otras veces, Los Pirineos son un País de la Naturaleza, al que no ha dejado evolucionar la Historia, quedándose dividido en dos partes, una para Francia y otra para España. Andorra es una parte,  que goza de su libertad, en medio de aquel mundo maravilloso, pero lleno de dificultades. Esas dificultades han sido continuas,  a través de los siglos, tanto que al llegar a los principios del siglo XX, en el Prólogo de “Bellezas del Alto Aragón” de Lucien Briet, Bernardo Beltrán y Róspide, escribe que las maravillas de los Pirineos, ”atraen al curioso y ávido de contemplar las magnificencias de la Naturaleza y hoy son grandes las dificultades para viajar por estas tierras españolas, que figuran entre las que menos han progresado desde el punto de vista de las comunicaciones”. Apareció, en un reciente artículo mío, un articulo, sobre los Pirineos, titulado  “El Ferrocarril y la Autovía por Canfranc”, en el que expongo las dificultades que han tenido Los Pirineos para ser comunicados y ser tratados correctamente.

 De los agotes o cagots, no hice  más que nombrarlos y no puedo hacer más que acordarme de ellos.  Yo desde siempre he conocido en nuestros pueblos la existencia de agotes, que en nuestras tierras, tienen muchas veces el apellido de Godé, siendo también ordinarios los apellidos Gota. En los Pirineos franceses y españoles se encontraban esos “agots” o “agotes”. Estos también eran llamados ar-gotes o godos astutos y la palabra “cagot”, deriva de “canis Gothi” o perro godo. Los “cagot” en Los Pirineos, no se sabe si procedían de su huida de los moros, o  de los soldados de Carlomagno, tras la retirada de la batalla de Siresa.

Lucía Dueso y Bizen Dó Río, admitida la permanencia de los agotes en el Pirineo Central, donde constituyeron sus núcleos   como miembros de las “cagoterías”, estudiaron las semejanzas de éstos, con los actuales chistavinos.

Estos agotes hablaban en lenguas germánicas, eran constructores y tenían un símbolo, identificativo,  basado en un ave  como una Oca. Sánchez Dragó, en la obra Gárgoris y Habbidis, dice que agotes poseían una cabellera rubia, ojos azules y  “los chistavinos coinciden con los “cagots” en el color del pelo y de los ojos…es también muy numerosa la población con el occipucio plano y es frecuente entre los gistavinos,  tener atrofiado el lóbulo de la oreja”. Lucía Dueso y Bicén  d’o Río, están  seguros de que los agotes y los chistavinos, pertenecen o son de  la misma raza.

La Historia nos hace ver a los agotes sobre nuestra tierra, pero si nos preocupamos de ver lo que ha ocurrido en ella, si abrimos nuestros ojos, nos damos cuenta  de numerosos detalles, que te acercan al pasado. En cierta ocasión mi consuegro Lorenzo Zamora Blasco, del pueblo de Coscullano, me llevó a ver algún resto de una iglesia visigoda, encima del pueblo, pero bastante más arriba,  en la Sierra de Guara. Yo no pude apreciar ningún detalle de tal templo, pero por aquellos días un amigo de Torralba de Aragón, descubrió  en las ruinas de la iglesieta de Coscullano, dos broches de un cinturón visigodo y una fíbula de disco perforada. Hoy he podido contemplarlas en el Museo de Huesca. Depositó en el Museo Provincial de Huesca estos objetos. Había  otros objetos del mismo origen, pues me llamó la atención una hermosa moneda de oro, llamada triente, que representa a Witiza.





En el Alto Aragón, se  vuelve a venerar y se está restaurando,  el Monasterio de San   Victorián,  levantado por el  pueblo bárbaro. Este Real Monasterio de San Victorián, o de San Beturián, como lo llama el pueblo del Sobrarbe, se encuentra en Los Molinos, que pertenece al Ayuntamiento de El Pueyo de Araguás, debajo de la Peña Montañesa y a sólo catorce kilómetros de la Villa de Ainsa.  Hay historiadores que dan el siglo VI, como fecha de origen del Monasterio de San Martín de Asán, reconociendo su origen como el del primer Monasterio creado en España. Llegó a convertirse en panteón de de los Reyes del Sobrarbe, que siguen siendo misteriosos. Allí descansa el legendario Iñigo Arista.

En 1452 es nombrado “Antonio Bardaxí”, como Señor Jurisdiccional de San Juan de Plan y Justicia de todo el Valle. En  esta  Val de Gistau, vivían los agotes en gran número, muy cerca de Los Molinos y de el Pueyo de Araguas, donde vivían los Bardaxi. Tenían en su casa una capilla dedicada a San Victorián o San Beturián. En Graus se conserva una hermosa casa de Bardaxí de Puyarruego, cuyos miembros bajaron a vivir a ese lugar tan bello y tan noble, al casarse un Bardaxí con la hermana menor de los Azara de Barbuñales.

En Velillas, en la ermita de Santa Bárbara, situada, encima, en lo más alto del pueblo,    encontró hace unos diez o doce años,  una moneda de oro visigótica, un hijo del pueblo de Sasa del Abadiado y éste se la vendió  a un particular. Se sabe que en el Tozal de Santa Bárbara, hubo un campamento ibérico. En el otro lado de la Autovía se alza la ermita de San Bartolomé.

Antonio Ballarín, el actual amigo mío, nacido en Velillas, del que no se conoce si era pariente o no de los Bardají del Pueyo de Araguás, y que todavía está enamorado del viejo monasterio de  Casa Ponz, establecido en Velillas por el Monasterio Francés de San Ponce de Tomeras, con   el cariño infantil que tuvo y que conserva con Velillas,  nació en Casa Ponz, que ya no tiene dueño de tal apellido. Pero  su casa o casa Ponz, es un antiguo convento, que fue donado  por el Monasterio francés de San Ponce de Tomeras, que  se  lo entregó el Rey Sancho Ramírez.  Todavía algunos saben,  por tradición, que  el nombre de Ponz, le viene de haber sido una fundación de los franceses aliados con los del Sur de los Pirineos, contra los invasores moros. Escribí en un artículo que “Por tradición, transmiten unas generaciones a otras, que en casa  Ponz  (que es una abreviatura de San Ponce), cantaban los salmos algunos frailes, que es de suponer procederían del Monasterio de San Pedro de Tomeras”.

Los agotes se encontraban en Guipúzcoa, Navarra, El Bearn, Jaca, El Gistau  y  Gacuña.  Lucía Dueso Lascorz, de la Val de Gistau, con la que conviví, escribiendo en Fabla Aragonesa;  por desgracia ya ha fallecido, pero que vivió con un interés por el Pirineo, extraordinario, enseñándonos la Fabla de los Pirineos, que era más íntegra que la del Somontano. Era una mujer sensitiva, culta, muy simpática y poética. En un antiguo poema occitano, se da a entender que los “cagots, son los descendientes de los ostrogodos. Su segregación de la sociedad viene por ser de una raza  distinta, como dice un poema occitano, que  se expresa así: “El país que los vio nacer, fue quemado otrora-por una horda sarracena, que despreciaba a Dios. Relegados entre nosotros son los restos de un ejército- que ya no podía avanzar”. Lucía Dueso,  nos hace ver, que el origen de los agotes, viene, de la invasión sarracena de la Península, con lo que tuvieron, esos descendientes de los godos, que refugiarse en el Pirineo. 

Lucía Dueso y Bizén d’o Río, hablando de los agotes, ponen en su artículo la frase de F. Sánchez Dragó, en su obra Gárgoris y Habbidis, que dice:” Poseen cabellera rubia y abundante, tez endrina, ojos azules, orejas de lóbulo atrofiado, amplio cráneo, cuello rechoncho, breves piernas arqueadas, desaforada lascivia, dedos mañosos y occipucio trágicamente perpendicular.” Los agotes habitaban en el Pirineo, pero  ahora es más difícil observar una vida discriminada, en esos  Pirineos de Navarra  y de Aragón. Residían también en Francia, por ejemplo en Oloron-St.Marie, que está encima de Jaca, como también vivían en Saint- Lary, que coincide con Bielsa y Gistau. En estos lugares se encuentran lugares con nombres godos, por ejemplo en Gistain se encuentra El Llano de Arrio.  

Dice Lucía Dueso que en Gestavi se levantaban iglesias visigodas. A unos doce kilómetros de la Virgen de la Plana de Plan, se encontraba el  visigodo monasterio de San Pedro de Tomeras. El Rey visigodo Gesaleico, que reinó en España desde el año 505 al 511, iba a Tabernas para cazar. Cazando en Tabernas es de suponer que correría por los montes de Plan. Tabernas fue durante muchos años un centro espiritual del Aragón Oriental, principalmente en los principios de la Reconquista. Gistavi, fue Sede Episcopal, no se sabe seguro si en los tiempos de Recaredo. Hace notar Lucía Dueso que los santos patronos de las iglesias del Valle de Gistau, durante la época de los godos, son los mismos cuyas reliquias fueron traídas de Zaragoza, cuando sus habitantes huían de los moros. Esta dependencia entre el Pirineo y Zaragoza, ya se ve en el uso de las sagradas reliquias, en tiempos de los godos y nos hace recordar, como a lo largo de la Historia no se han atendido con un sentido práctico, además de convivencial, la comunicación entre la capital de Aragón y el Pirineo. Sería la principal puerta de España en Europa.   

En 1621 el sacerdote Martín Vizcay ,contaba que en el Bearn, Aragón y Navarra existía una raza de gentes, discriminada por los demás habitantes, de un modo absoluto, como si fueran leprosos y casi escomulgados. Aún ahora, como afirma lucía Dueso, que en cierta ocasión estrenó una niña en Plan , un hermoso vestido y su abuela ,exclamó: “¡mírala, la moza de la cagona!“    Los cagotes eran buenos constructores de iglesias y se encuentran en Cauterets,Argles-Gazost, Gabarnie, Aragnouet y otros lugares del Pirineo francés y debajo de Aragnouet se encuentra la Val de Gistain ,en la que todavía queda el recuerdo de los que fueron   los agotes  o cagots.  
Ya no se sabe donde están, pero en esta España, invadida por tantas razas, están en su sangre y eso ha hecho posible que yo, conviviera en mi pueblo de Siétamo con los hermanos Godé, de un humor extraordinario. Uno de los hermanos era, sin duda alguna representante de la raza visigótica, que invadió España, hace muchos siglos. ¿Por qué lo sé?, sencillamente porque se llama Godé y porque tenía el pelo de un agradable color pelirrojo, que con los años, se ha vuelto cano y su piel estaba llena de dibujos, como producidos por unas manchas pecosas, que le daban un aspecto de los auténticos godos, que aquí vinieron. Yo no sé si lo sabe, pero para mí,  es un honor tener un amigo y compañero español, procedente de la raza de los visigodos. Ha sido taxista, pero es una vergüenza para él y para España, no haber podido circular con comodidad  pro una carretera que uniera de un modo cómodo y elegante a Francia con España.
Los Pirineos han sido un paso de muchas razas humanas y ahora estamos sin poder comunicarnos comercial e industrialmente


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