lunes, 25 de marzo de 2013

VELILLAS

Velillas (Huesca)



Aquí, en Velillas, se presenta ante vosotros un misache (¡qué más quisiera que ser aún un misache!),  nacido en  esta tierra aragonesa y en comarca o redolada, que es la vuestra, llamada el Somontano, que llega desde Huesca hasta Barbastro. ¿Qué es lo tiene esta tierra para que la quiera tanto?.Tiene bellezas sin cuento: sasos con a tierra roya, sardas de coscollos aspros, costeras donde as carrascas brindaban bellota dulce, para recreo de ovejas, de chavalins y de ancianas que las cogían con mimo, pa  dalesné a os tocinos; también tenemos as vals donde se crían os ordios y os trigos para moler farinas para enfornar, as dembas t'as que llegaba o fumo d' as chamineras, donde brincaba lo ricio pa pagentar os corderos, en terrenos más sombríos brincan cagicos, donde los niños cogían boletas para jugar a los pitos; en paredes de caminos y cuatrones brincaba algún litonero y en peñas y viñas, higueras de figos lamineros. Y como canta Labordeta en su canción :"donde hay agua una huerta". Pero una huerta en muchos pueblos del Somontano era un lujo; eran más frecuentes los pequeños huertos en “as fonduras d'os barrancos”, que regaban cuando bajaba agua y los hortales de invierno. Por esa razón ¡con qué mimo y cariño recogían el agua!.Hacían regatillos que conducían el agua llovediza a una olivera, a una pesquera o a una balsa, en alguna de las cuales aún puede verse o ceprén para regar los rótales a pozal. ¡Bien se valía de las múltiples y bien cuidadas viñas que criaban vino para poder apagar la sed, con más garantías de higiene que las aguas, que criaban ranas, que cantaban con los ronuecos y as cholivas a la noche!.

¡Oh las viñas, qué concietos les daban  los “carromateros que carromatiaban por a carretera” y más tarde a los conductores de los automóviles!.Una vez siño Francisco Bailo, que había nacido en Torres de Montes, se encontró la viña invadida por una “pallada” de chen, que se habían bajado “do coche de linia que se les había estorbau”. Y aquí quiero hacer mi homenaje personal a Siño Francisco como representante de la sabiduría de nuestros campesinos del Somontano. Y algunos de ustedes se preguntarán: ¿qué sabiduría tienen aquellos a quienes llaman señores y sabiendo mucho de matemáticas sólo les salen bien las cuentas cuando van a su favor y qué sabiduría tienen aquellos hombres, que poseyendo grandes conocimientos especializados, no responden cuando se les dice ¡buenos días! o ¡buen provecho!.

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