Velillas (Huesca) |
Aquí, en
Velillas, se presenta ante vosotros un misache (¡qué más quisiera que ser aún
un misache!), nacido en esta tierra aragonesa y en comarca o
redolada, que es la vuestra, llamada el Somontano, que llega desde Huesca hasta
Barbastro. ¿Qué es lo tiene esta tierra para que la quiera tanto?.Tiene
bellezas sin cuento: sasos con a tierra roya, sardas de coscollos aspros,
costeras donde as carrascas brindaban bellota dulce, para recreo de ovejas, de
chavalins y de ancianas que las cogían con mimo, pa dalesné a os tocinos; también tenemos as vals
donde se crían os ordios y os trigos para moler farinas para enfornar, as
dembas t'as que llegaba o fumo d' as chamineras, donde brincaba lo ricio pa
pagentar os corderos, en terrenos más sombríos brincan cagicos, donde los niños
cogían boletas para jugar a los pitos; en paredes de caminos y cuatrones
brincaba algún litonero y en peñas y viñas, higueras de figos lamineros. Y como
canta Labordeta en su canción :"donde hay agua una huerta". Pero una
huerta en muchos pueblos del Somontano era un lujo; eran más frecuentes los
pequeños huertos en “as fonduras d'os barrancos”, que regaban cuando bajaba
agua y los hortales de invierno. Por esa razón ¡con qué mimo y cariño recogían
el agua!.Hacían regatillos que conducían el agua llovediza a una olivera, a una
pesquera o a una balsa, en alguna de las cuales aún puede verse o ceprén para
regar los rótales a pozal. ¡Bien se valía de las múltiples y bien cuidadas
viñas que criaban vino para poder apagar la sed, con más garantías de higiene
que las aguas, que criaban ranas, que cantaban con los ronuecos y as cholivas a
la noche!.
¡Oh las viñas,
qué concietos les daban los “carromateros
que carromatiaban por a carretera” y más tarde a los conductores de los
automóviles!.Una vez siño Francisco Bailo, que había nacido en Torres de
Montes, se encontró la viña invadida por una “pallada” de chen, que se habían
bajado “do coche de linia que se les había estorbau”. Y aquí quiero hacer mi
homenaje personal a Siño Francisco como representante de la sabiduría de
nuestros campesinos del Somontano. Y algunos de ustedes se preguntarán: ¿qué
sabiduría tienen aquellos a quienes llaman señores y sabiendo mucho de
matemáticas sólo les salen bien las cuentas cuando van a su favor y qué sabiduría
tienen aquellos hombres, que poseyendo grandes conocimientos especializados, no
responden cuando se les dice ¡buenos días! o ¡buen provecho!.
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