Ibamos
juntos con Francisco Claver, después de salir de la Biblioteca Pública, unos
días antes de San Lorenzo y unos locutores de radio, nos preguntaron la impresión
que nos producía este santo. Claver, enamorado del Alto Aragón, les contestó
que : “San Lorenzo fue el primer santo de nuestra tierra, al que siguieron
muchos más ,como San Vicente, San José de Calasanz y mi pariente San Pedro Claver”. A
continuación me habló de este santo, del que en la Compañía, el día de su
fiesta, un jesuita hablaba a los fieles y les decía que alguno de ellos sería probablemente
pariente del santo. Francisco Claver se
sintió orgulloso de serlo, pero no dijo que él lo era, por no romper el
silencio del templo. Pero esa inquietud sobre la vida de San Pedro Claver, le
preocupaba y me dijo que por qué no escribía algo sobre dicho santo y yo le contesté que procuraría hacerlo, pero
ahora, que ya es tarde para contentar a
mi amigo, por haberse marchado de este mundo, todavía no he escrito nada sobre
el santo.
Era
Francisco Claver natural de Blecua, donde trabajaba la tierra, produciendo un
vino tinto de un sabor , que ya los romanos apreciaban, pero su inquietud
estaba en resolver las preguntas que la historia le preguntaba. Por eso, cuando
se fue a vivir a Huesca, estaba casi siempre en la Biblioteca consultando
numerosa cantidad de libros ,pero no sólo iba a la Biblioteca ,sino que hacía
viajes a los archivos de Zaragoza, de donde venía, según me dijo mi pariente
Víctor Oliva con fotocopias de aquellos viejos manuscritos, que hablaban de
Blecua. Era este pueblo un centro de comunicaciones, Me decía Claver que la vía
romana ,que por Tierz , Quinto y Siétamo,
iba a Alquezar, empalmaba en Abiego
con la vía que desde Alquezar, bajaba hasta Angüés y de allí se podía ir
a Ilerda o a Zaragoza, pasando por Blecua. Claver fue el descubridor de que el camino que pasaba por Blecua era el
de Alquézar- Zaragoza, porque en casa Colás, le enseñaron una escritura en la
que ponía que un campo de dicha casa limitaba con el camino de Alquézar a
Zaragoza.
La
autovía que ahora van a construir tuvo en cuenta la vía romana, que pasaba por
Blecua. Se perdió la oportunidad y empezó el pueblo a disminuir su población.
Le preocupaban no sólo las calzadas romanas, sino la sabiduría de aquel famoso
maestro Cavero y Cavero, la hermosa fuente subterránea, el gran cementerio
vasco-ibérico que se encuentra en una finca de la familia Gota, pero más que
estos caminos de la Ciudad terrena, de la que escribió San Agustín, le
preocupaban los caminos ,que nos llevan de esta vida a la Ciudad espiritual . A
ello lo impulsaba su pariente el gran santo Pedro Claver, del que en un libro
pone que es español, sin decir nada del Alto Aragón, donde viven muchos de sus
parientes.
Hace
ya bastante tiempo que no nos veíamos, desde que me recibió en su casa de
Blecua, dándome, además de un “vaso de
buen vino”, una fotocopia de su enorme colección de escritos históricos. Allí
gocé de la conversación instructiva y amable de él y de su esposa, que junto
con su hija ,necesitarán consuelo, que lo encontrarán rezándole una oración a
San Pedro Claver.
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