miércoles, 25 de abril de 2018

Manolín Abad, se entrega al Gobierno en Casa Almudévar de Siétamo





Manolín Abad o Abbad, nació entre 1815 y 1.818 en Huesca y  llegó a dirigir  a un grupo de rebeldes combatientes republicanos aragoneses, a los que se conocía por Partida de las Cinco Cinco Villas.
Junto a la Ermita, a la que ahora han dado un aspecto más cuidado en el Tozal de las Mártires, donde se alza dicha Ermita y donde cada año se celebran actos litúrgicos, que recuerdan a las Mártires Nunila y Alodia. Hay un recuerdo ferviente y cariñoso de esas dos mártires, hijas de un jefe moro, cuyas dos figuras están representadas sobre el Pórtico de la Ermita y reproducidas en las paredes de la escalera, que asciende a lo alto del antiquísimo Monasterio de Alquézar, lo que pone a Huesca y a Alquézar como partes, donde se desarrolló la santa vida de estas Mártires.
Anexo a la Ermita se halla el medio olvidado  cementerio  de  Huesca, donde se llevaron a cabo las humillaciones y asesinatos de hombres y mujeres.  Unos eran grandes dirigentes, otros presidentes, otros demócratas y algunos fascistas absolutos. La evolución del pensamiento de los hombres, ha caminado por distintos caminos, unos seguían  a  los  enemigos,  como  los  cristianos,  que  en  muchas ocasiones, en lugar  de  mostrar  sus cruces en son de Paz, luchaban con sus espadas. Los musulmanes  en Jerusalén luchaban y sometían a todos los cristianos y ahora, en el siglo XX, los judíos recobran el dominio de gran parte de Palestina.
El Señor ha dado la libertad de pensamiento a los hombres, pero éstos no aceptan más que sus teorías particulares y las conciencias de los ciudadanos obedecen a las teorías de sus pensamientos y de sus pensadores. Es difícil unificar un espíritu de Paz entre los hombres. Y se siguieron llevando a cabo las vejaciones y asesinatos de hombres y mujeres antifascistas en unos lugares y de fascistas en otros lugares o en los mismos.
 Y allí, en medio del cementerio, testigo por sí mismo de la barbarie de la guerra, frente a la ladera que mira al Norte, se levanta un monolito, que erigieron en 1885, que nos recuerda a Manolín Abad, soñador de una República  justa y de los defensores de la I República española, y fusilados en 1848.    
Manolín, el oscense, soñaba con un gobierno justo y organizó una Revolución Oscense, para implantar en España un Gobierno Republicano.  Parece que el rebelde Manolín soñaba con una Justicia, que gobernara en España, pero como son tantas las justicias que sueñan muchos hombres,  cada uno según su forma de pensar, otros soñaban con perfeccionar las mentes, unas veces totalitarias y otras dictatoriales, y de esa variedad de pensamientos, surgían aquellas guerras civiles, que traían la muerte a muchos idealistas, como lo era Manolín.
Los hombres recitaban el Padre Nuestro, diciendo: ”Padre  Nuestro que estás en los Cielos….. Hágase tu Voluntad, así en la Tierra como en el Cielo”. Pero luego lo que buscaban era su propia voluntad y parece que coincidían en pedirle “El Pan nuestro de cada día, dánosle hoy”, pero lo que el hombre ha hecho desde la prehistoria hasta la actualidad, ha sido buscar el pan nuestro de cada día para unos y dejar a los otros sin ese pan.  La Voluntad de Dios creó al hombre Libre, pero esa libertad no ha buscado la Libertad de la Humanidad, sino la libertad de los hombres que se sintieron libres por sí mismos y a través de sus Dirigentes.
El Señor quiere que el hombre sea libre y que busque el cumplimiento de esa libertad y el bien de todos los hombres. Pero el hombre hace sus guerras libremente y convierte a la humanidad a través de los siglos, en unas continuadas guerras entre los humanos.
Esta guerra por crear en España una República en los años de 1873 y 1874, desde el día 11 de II de 1873, hasta el 29 de Diciembre de 1874, que dicen se proclamó por la abdicación del Rey Amadeo de Saboya. Manolín fue fusilado el 5 de Noviembre en las  Eras de  Cascaro, al fin de la calle del  Desengaño. Tuvo lugar este fusilamiento 82 años antes del sacrificio de Gabriel y Galán.
Junto  a  la  Ermita a veces un tanto descuidada, que se levantó hace siglos, en el Tozal de Las Mártires, se encuentra el cementerio viejo de Huesca, donde se realizaron las vejaciones y asesinatos de hombres y de mujeres oscenses , unos fascistas y otros antifascistas. Y al entrar en el cementerio, en su ladera del Norte, se alza un  Monolito, que levantaron el año de 1885, como un homenaje de recuerdo a Manolín Abad y a algunos de sus compañeros, defensores de la I República, fundada en 1848.
Manolín Abad era un oscense, nacido entre 1815 y 1818 en HUESCA y fue el líder  de  un  grupo   de  luchadores aragoneses republicanos.  A su grupo lo llamaron luchadores republicanos aragoneses, que se dieron a conocer como Partida de Cinco Villas, que se levantó contra la Monarquía. El día 26 de Octubre de 1848.  Se  levantaron  contra dicha Monarquía y asaltaron el citado  Cuartel y se apoderaron de dinero, armas y caballerías. Sin  producir  víctimas,  emprendieron una marcha, sin posible retorno. Tomaron el camino de Huesca por Rivas, Luna, Bolea y Ayerbe. Llegaron a Huesca el día 30 de Octubre, perseguidos por las Tropas del  Rey.  En Huesca liberaron a los presos políticos y se desplazaron a SIETAMO y en esta Villa, seleccionaron el Castillo del Conde de Aranda, entonces propiedad de la  familia   Almudévar  de SIETAMO.
Se atrincheraron en el hoy arruinado Castillo- Palacio  y  acabaron tratando su rendición, pero esas condiciones de  rendición fueron  traicionadas,  antes de firmarlas  por los representantes de Isabel II.
Detenidos los integrantes de la tropa republicana, los trasladaron a Huesca.
Pero mi padre me contaba los hechos ocurridos entre Manolín Abad, originado en una casa infanzona, de la parte oriental de la provincia de Huesca y los infanzones de  Casa Almudévar de Siétamo. Se habían refugiado los republicanos en el Castillo-Palacio del Conde de Aranda, entonces propiedad de Casa Almudévar y el General Anglés decidió que no iba a cumplir lo pactado con los republicanos, que permanecían en el Castillo de Siétamo. Manolín se refugió en Casa Almudévar, que eran Infanzones y mi bisabuela, le aconsejó  que  por la puerta falsa, que se abre por el Campo de Valdecán, huyera al campo libre. Pero Manolín no quiso abandonar a los numerosos soldados que le habían seguido. Pero “llegando a Siétamo buscando el asilo foral de la noble Casa Infanzona, de los Almudévar, cuya señora le aconsejó que huyera por el Valdecán”. No quiso Manolín traicionar a sus seguidores y cuando llegó el oficial a prenderlo, mi bisabuela lo cogió del brazo y lo sacó a la Plaza, donde se lo entregó al  oficial del Ejército, diciéndole: Estamos en una casa infanzona y le pido que no lo sacrifiquen. El Oficial le contestó con mucha educación y le dijo a mi antepasada, que no se preocupara , que procurarían no hacerle ningún daño. Se habían ya terminado las ventajas que tenían los Infanzones y lo único que pudo hacer es tratar de que lo perdonaran. En Casa Almudévar eran nobles Hidalgos y Manolín Abad o Abadd, lo era también de la parte oriental de la Provincia. Aquello antiguos derechos de los infanzones o nobles sin título, ya estaban terminados.
Una vez detenidos los componentes de la tropa republicana, los trasladaron a Huesca. Manolín Abad y siete de sus lugartenientes, fuero muy pronto fusilados, el día 5 de Noviembre.  Dos días después, tras un cruel sorteo entre los republicanos detenidos, fueron fusilados otros  seis  miembros  republicanos,  destinados  entre  las tropas de Manolín. De los demás, quedaron algunos pocos en libertad. Pero la mayoría fueron embarcados en el  Puerto  de  Valencia, con destino a Filipinas.
             

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