domingo, 16 de junio de 2019

Vicencio Juan de Lastanosa, fue un prócer del coleccionismo y arqueólogo oscense.



Fue Vicencio Juan de Lastanosa un prócer coleccionista  oscense y arqueólogo, denso y grande del coleccionismo y de la arqueología oscense. Pasó a la manifestación pública de la erudición aragonesa. Su casa – palacio, se encontraba frente a la iglesia de la Compañía de Jesús y se prolongaba hacia el Oeste hasta dentro del actual Parque Público. Está enterrado en la Catedral de Huesca, en la primera capilla que se encuentra entrando por la derecha, en la nave de la Catedral y tiene una puerta en el exterior, en la que se entra por la Plaza, en que se asienta dicha Catedral. La figura del conocimiento del oscense Vicencio Juan de Lastanosa se desarrolló en el siglo XVII. El año de 1934, Don Ricardo Del Arco y Garay, al que yo conocí en Huesca, era del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Me acuerdo de verlo cruzar el Coso Alto y ese verlo con cierta frecuencia, se acabó cuando un coche lo atropelló y lo hizo morir. Era un señor que en Huesca gozaba de un gran prestigio y aunque ahora casi no se nombra su personalidad, yo no puedo olvidar su figura gruesa, cabeza redonda y corto de vista. Fue un gran escritor del que yo poseo “La Erudición aragonesa en el siglo XVII en torno a Lastanosa”, publicada en 1934.  En este siglo ya casi España  había  perdido la fortaleza de su poder en el mundo, pero siguió siendo “originalísimo y grande en el arte y en las letras ,cuando ya no podíamos serlo en la política ni en las armas”.
Fue muy original el palacio de Lastanosa, pues convergían muchas personas inteligentes y profanas para contemplar las bellezas que contenía. Iban a visitar este palacio no sólo hombres sino también mujeres como Doña Ana María Abarca de Bolea, tía del Conde de Aranda  y que ambos residieron en el castillo- palacio de Siétamo y que ella fue Abadesa del Monasterio de  Casbas.
Ahora cuando voy por el Coso Alto y paso frente a la iglesia de la Compañía, pienso  que  en aquellos tiempos, se encontraba a la derecha, el palacio de Lastanosa, que era considerado como una residencia oriental, “donde la riqueza competía con la fastuosidad”.
 Pero Lastanosa sentía una atracción por todo lo antiguo, como sus amigos, algunos grandes escritores como el jesuita Padre Baltasar Gracián , Jesuita, Rector que fue del colegio de Tarragona, conocido por el Arte de su Ingenio y otras doctas fatigas, le envió tres suelos de vasos rojos, con2 algunas medallas, que se encontraron en esa ciudad.
Entre otras muchas tareas científicas, se preocupó Lastanosa de la “Medallas des conocidas españolas” y especialmente de la moneda jaquesa y de temas referentes a la historia de Aragón, procurando la edición de la historia del Rey Católico, del gran Jerónimo Zurita. El gran amigo de Lastanosa, Ustarroz, alabó en la Defensa de la Patria del invencible Mártir San Lorenzo.
El Padre Baltasar Gracián, fue un gran amigo de Lastanosa y que escribió en su obra Agudeza y arte de ingenio “ estimaré siempre al copioso  y culto Museo de nuestro mayor amigo  D. Vicencio Juan de Lastanosa, benemérito universal  de todo lo curioso.selecto, gustoso, en libros, monedas, , estatuas, piedras, antigüedades, pinturas, flores y en una palabra, su casa en un emporio  de la más grande y curiosa variedad “.
Sus méritos fueron cantados por los intelectuales de su tiempo.Por ejemplo la religiosa cisterciente de Casbas,doña  Ana Francisca Abarca de Bolea y Mur,escribió tres sonetos dedicados a Lastanosa. En la residencia de Lastanosa, según Baltasar Gracián, se gozaba del contenido de los libros publicados, de las conversaciones, que según él “eran el mejor camino de la vida”.
El lugar donde se veneran los restos de los Lastanosa, se encuentran en la Catedral de Huesca, pero también en ese lugar se encuentran los restos, de Félix de Azara, pues parece ser que era pariente de los Lastanosa.En un libro de Don Ricardo Garay indica que los Lastanosa fueron parientes de Don Félix de Azara. Estos Azara, cuyo primitivo escudo está grabado en Casa Almudévar de Siétamo, eran grandes amigos del Conde de Aranda,nacido en Siétamo, donde se trasladaron a vivir los Azara.
Hace ya duque de Orleans, No tiene el muchos años, que una señora, encargada de algunos cuidados de la Catedral, me prometió que me enseñaría las tumbas de Lastanosa y de Azara en dicha Catedral, pero ha pasado el tiempo y no he podido penetrar en dicho histórico cementerio.
¡Qué contraste entre este cementerio y “ los jardines de la residencia de Lastanosa, de los que dijo el  Sr. Duque de Orleans, viéndolos: No tiene el   Rey de Francia cosa como ésta y como la librería, armería sí, mucho mayor”.
Ya no queda aquella sapiente librería, pero allí están las tumbas de este cementerio, si, en la Catedral de Huesca.    


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