miércoles, 3 de noviembre de 2021

Anónimo.-

 



Yo te ofrezco, Señor, la vejez de mi cuerpo:

Mis músculos sin fuerza, que sé que estoy perdiendo;

Mi belleza apagada, que quedó en el recuerdo;

Mis ojos ya sin brillo: mis torpes movimientos;

Mis piernas ya cansadas, buscando siempre asiento;

Mis manos tan gastadas de tanto que sirvieron

En ayuda y caricias a cuantos acudieron.

Yo te ofrezco, Señor, la nada de este cuerpo,

Que fue ágil y fuerte, que fue joven y bello,

Que pasó por la vida con ruidos y silencios…

Hoy, desde este lugar en que Tú me has puesto,

Que Tú sabes, Señor, que es mi mundo y mi tiempo,

Te ofrezco con amor la vejez de mi cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El Señor Don Alfonso, del Castillo de San Román de Morrano

San Román de Morrano (Huesca) Es un auténtico Señor, no sólo por haber nacido en el Castillo de su familia, situado en San Román de Morrano,...