Bierge
Don Jesús Calvo
Cortés es un señor nacido en Bierge. Este es un pueblo que se asienta en la
Sierra de Guara y preside de una forma ingenua en lo alto del terreno urbano,
una gran iglesia y debajo un terreno enormemente desequilibrado. Pero en la
parte baja del pueblo se alza otra iglesia de tamaño más pequeño, pero
enormemente atractiva. Para la Guerra Civil, entraba en la iglesia una lluvia
frecuente y a veces, con fortaleza, agua en este abandonado templo.
Jesús Calvo
Cortés vio en la Guerra Civil como el agua que, en aquellos tiempos de Guerra,
llenaba las pinturas de las paredes de la
iglesia
Vio el entonces
mi abandonado amigo Jesús Calvo, como esa lluvia se llevaba la cola de pegar
los componentes de la pintura, con lo que conseguía llevarse el color de las
pinturas antiguas. Era entonces un niño mi amigo Jesús Calvo y se daba cuenta
del peligro que obtendrían las pinturas con esa agua lavandera. Y el niño Jesús
Calvo, sentía el abandono de dicha maravillosa iglesia. El Forestal José Otín,
residió en la casa de sus abuelos maternos y completó la enseñanza primaria en
Bierge y asistía a la iglesia profanada de San Fertús,
entonces desacralizada por los “rojos”, que colocaron una televisión para todo
el pueblo, posteriormente de acuerdo con el entonces párroco que fue don Francisco Atares.
Después de la
Guerra mi amigo Jesús Calvo sufría viendo como se llevaban las pinturas de las
paredes de la iglesia de San Fertús y se acuerda como las sacaban de las
mismas, echándoles leche procedente de
las vacas de su familia, para que no perdieran el color. Después de cierto
tiempo yo he admirado esa iglesia, que no se consiguió restaurar la colocación
de todos los papeles de San Fertús, pero emocionaba los corazones de sus antiguos
admiradores.
Yo he visto esa
iglesia, convertida otra vez en un Templo de adoración a Dios por los vecinos
de Bierge, donde se celebró la Misa Funeraria del hermano de Don Cándido Rufas.
¡Dios mío que recuerdos de belleza y de destrozo, de aquella iglesia!, Allí yo
vi llegar a Cándido Rufas por la muerte de su hermano, que se puso de rodillas en
la escalera que sube al presbiterio de aquella iglesia, en que se encuentra el
altar mayor.
Don Jesús Calvo Cortés vive siempre con
emoción al recordar el entierro del hermano de Cándido Rufas y más tarde por el
recuerdo de su querido hijo que murió joven y adora a Dios en la iglesia de San
Fertús.
José Otín,
Guarda Forestal retirado escribió lo siguiente. ”Para mí la iglesia de San Fertús
de Bierge, tiene un significado especial. Yo completé la enseñanza primaria en
Bierge, donde residí en la casa de mis abuelos maternos. El día de San Fertús
desde tiempo inmemorial, en la casa de mis abuelos maternos se celebraba su
fiesta con misa pagada a sus expensas, e
incluso hasta que fue desacralizada la iglesia de San Fertús (ahora recuperada para celebrar el culto
religioso) repartían caridad en dicha iglesia, en la misa de San Fructuoso.
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