Ha muerto este año 2OO1, que inicia el siglo
XXI, Don Federico Balaguer, gran historiador, pero con la cualidad de deducir
siempre de sus estudios históricos,
consecuencias, que aplicaba al progreso de Huesca y su provincia. En la Nueva
España del día de San Lorenzo del año 1976, aparece un artículo suyo
titulado "Los gigantes de
Huesca", en el que después de analizar todos los datos que sobre ellos, le
aportaban sus múltiples conocimientos, saca su consecuencia, diciendo:"Se
dice que los aragoneses somos gigantes y cabezudos. No sé si es tópico o
realidad. Quizá el aragonés en general sea así. Pero ¿y los
oscenses?.Dudo mucho que se nos pueda aplicar esa expresión, al menos, en
nuestra manera de actuar colectivamente. A veces, en lugar de dedicarnos a
empresas importantes, que hagan grande a Huesca, nos entretenemos con pequeños
problemas y con frecuencia la
inconstancia y no la tenacidad predomina
en nuestra conducta ciudadana. Me gusta comparar la actitud de los
zaragozanos y la de los oscenses.
Nuestros hermanos han sabido hacer de su ciudad amada una población hermosa y
grande, casi gigantesca; nosotros nos hemos conformado con hacer de Huesca una
ciudad de tercera, con aspiraciones de cuarta".
Maquina tren Magallanes en Huesca.
Han pasado veinticinco
años y poco ha crecido Huesca en población y poco se ha hecho en Huesca por su
progreso industrial, por crear nuevos regadíos, algunos aprobados en 1915, por
convertir en Universidad Sertoriana nuestras incompletas realidades educativas,
se ha conseguido unir a nuestra ciudad con Zaragoza por medio de la autovía,
pero no se ha logrado todavía realizar, en su totalidad, la que nos ha de unir
Valencia con Francia, ni se ha comenzado siquiera la de Lérida-Pamplona. Se
nota en Huesca capital la transformación del ferrocarril de carbón y más tarde
movido por el gas-oil, en eléctrico. Todos nos acordamos de haberlo utilizado
alguna vez, tan lento y tan ruidoso, como describe María Cruz Bescós en su
obra: "¡Que no se lo lleve el viento!”en la que le dice a la máquina del
tren, llamada "Magallanes":"¡Hola! vieja amiga!.¡Cuantas veces
en el curso de cuarenta años y en mis paseos al borde de la vía, te he visto
pasar ligera arrastrando estas mismas cuatro unidades ya cochambrosas!.Y es que
al cabo del tiempo, máquina, unidades y viajera, todos hemos perdido la
lozanía. Ya pasaba la hora en veinte minutos y el tren no arrancaba, mas de
pronto se estremeció convulsivamente y un estruendo espantoso se dejó oír;
resoplidos, estampidos, choques, contrachoques, frenos y unos pitidos
estridentes como gritos de angustia de clamor humano y un jadear y asma
gigante, cual si todos los Saurios que en la tierra han sido, entregasen su
vida...diré que en un tiempo record de dos horas la "Magallanes" nos
dejó en Ayerbe".Pero falta la reanudación del servicio ferroviario entre
España y Francia por Canfranc, que dicen estará terminado para el año
2OO6,pero ¡cuantos años tendremos que
esperar todavía para ver correr el nuevo tren que nos comunicará con
Europa por Vignemale o tal vez por la cuenca del río Aragón o acaso por La
Ainsa?.En este caso el ferrocarril
Zaragoza-Tolosa estaría relacionado con el AVE y Huesca estaría muy bien
comunicada con Europa y con el resto de España. Como dice Balaguer, Zaragoza
trata de resolver y resuelve todos sus problemas y en ello tenemos ejemplo en
su suministro de agua, como podemos ver con el pantano de Yesa, con lo que se
hace patente el desenvolvimiento de esa ciudad, que está al borde de
convertirse en una megalópolis. Pero Huesca se ha de ver favorecida por tal
desarrollo, en el que debemos participar, no como pasó con el pantano de la
Peña, buscando obtener las mejores ventajas para nuestra provincia, como por
ejemplo haciéndola participar en nuevos regadíos. Ahora Huesca también está
a punto de lograr el suministro suficiente o más bien sobrado de
agua, por medio del pantano de Montearagón.
Parece que ahora
Zaragoza trata de reconquistar el norte de Aragón, igual que en otros tiempos
fueron los montañeses los que conquistaron la Capital. Tanto es así que
Zaragoza pretende ampliar su influencia hacia el norte, como se está
viendo al pasar por Villanueva de Gállego y por Zuera, a través de la autovía
que la une con Huesca. Parece quererse notar esa influencia en la villa de Almudévar,
donde ya existen industrias modernas y además están preparando una zona
industrial, con calles amplias. En Gurrea de Gállego también se han establecido
industrias y en Alcalá de Gurrea ya se están creando líos a causa de una
industria, a la que acusan entre otras cosas de producir malos olores y
contaminación. En Huesca capital pronto se notarán los beneficios del nuevo
ferrocarril eléctrico, tan distinto a aquel que todos nosotros hemos usado
alguna vez, como dice la descripción hecha por María Cruz Bescós en su citada
obra, publicada en 1953:”¡Qué no se lo lleve el viento!.Es preciso continuar la
autovía que por Monrepós llegue a Canfranc y a Pamplona y que acaben la que
unir Valencia con Francia, a través de Zaragoza y Huesca y esa vía de
comunicación se sumará a los beneficios del ferrocarril de Canfranc, de
Vignemale o tal vez de La Ainsa. Añadamos a estas vías de comunicación, la
creación de un aeropuerto en Alcalá -Monflorite, que bien aprovechado
puede convertir a Huesca en un centro industrial, comercial y turístico.
Estamos viendo el éxito de la Cuevas de Altamira, pero no pensamos en el que
tendrían las de Chaves y Solencio, en el Parque de la Sierra de Guara y tan
cerca de Monflorite. Vemos como la Cueva de Altamira tiene limitada la entrada hace
ya unos años, en tanto nadie dice nada de poner en actividad nuestras cuevas de
Solencio y de Chaves.
Pero no sólo están
la industria y el turismo para enriquecer a nuestro pueblo, sino que la tierra
ha de ser regada, más en estos momentos en que se van a llevar el agua del río
Ebro, río que por otra parte nosotros no necesitamos, sino más bien debemos
utilizar nuestros propios ríos antes de que viertan en el Ebro, como vemos que
hace Zaragoza con el río Aragón por medio del pantano de Yesa. Porque aquí, en Huesca siempre hemos estado
haciendo versos, como los del tan oscense y tan querido Daniel Calasanz, que
publicaron también en la Nueva España de San Lorenzo de 1976 y que decían
así:"Como la sequía es grande-en infinidad de pueblos-del Norte, del Sur
de España-y también del extranjero-y aquí podemos dar gracias-porque llovió muy
a tiempo,-debemos de visitar-al invicto San Lorenzo-y decirle:¡Muchas
gracias,-querido patrono nuestro!-¿Qué haría Huesca sin tí?".Si, a San
Lorenzo le debemos muchos favores con las lluvias, pero nosotros nos hemos
descuidado en regar nuestras tierras. El mismo día en que habló o escribió
Federico Balaguer y Daniel Calasanz, el periodista preguntó al alcalde José
Antonio Llanas:¿"El Ayuntamiento es partidario del "Canal de Huesca?"y
éste le contestó "Huesca puede un día necesitar agua potable y se puede
encontrar con todos los recursos hidráulicos comprometidos por concesiones.
Huesca necesita regar su término municipal y le puede ocurrir lo propio y, por
último Huesca precisa de una comarca rica y la riqueza de la comarca tiene que
llegar por los riegos...Soy un convencido de que el mayor desastre que nos
aflige es el haber quedado marginados totalmente del Plan de Riegos del Alto
Aragón por las reformas últimas que tuvo este Plan.
Uno de estos días
leí que algún organismo de Zaragoza, "de cuyo nombre no puedo
acordarme", ha declarado que es necesario extender el desarrollo del Valle
del Ebro hacia el Norte. Parece ser que se han dado cuenta de lo que está
ocurriendo con las nuevas vías de comunicación, que unirán a Zaragoza con
Toulouse, la convertirán en un extraordinario centro comercial de España y como
la provincia de Huesca es necesaria para realizar tales programas, la zona
central de los Pirineos se verá enormemente favorecida, dejando incluso
como de menor volumen comercial a los pasos occidental y oriental de la
cordillera fronteriza. Pero como Don Federico Balaguer dudaba de nuestra
condición de gigantes hay que darle la razón porque casi no nos quedan
habitantes, pues cada año mueren en Huesca más seres humanos, que los que
nacen.
Estamos tardando
mucho tiempo en imitar a Carlomagno que pasó los Pirineos hacia Zaragoza,
dejándonos a los oscenses bien visible el Salto de Roldán, que es un símbolo de
las obras que hay que crear, para que todos podamos comunicarnos con Europa, a
través del Alto-Aragón y de Aquitania, regiones hermanas.
He citado a Don
Federico Balaguer, a Don José Antonio Llanas, a Don Daniel Calasanz y a la
escritora doña María Cruz Bescós, para que como dijo Ortega y Gasset "la
ejemplaridad de unos pocos se articule en la docilidad de otros
muchos".
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