viernes, 1 de febrero de 2013

Articulo del blog nº 500. Manuel Bescós Almudévar, soñó clonar hombres de Neandhertal



Retrato de Silvio Kosti  por  C. Brun . Paris 1891



Autoretrato de Silvio Kosti.


En Santa Cilia de Panzano, en la Sierra de Guara, se exhibe el escudo de los  Bescós, que consiste en un corazón, del que se eleva  una cruz, hacia el cielo. El  Bescós de Santa Cilia,  pariente de Manuel Bescós Almudévar, que vive en Santa Cilia y que se llama Gonzalo, me hizo leer el Libro de Infanzonía de su apellido.  En aquellos pequeños pueblos o aldeas, han vivido y todavía viven ciudadanos con el apellido Bescós, por ejemplo en Bastaras y en Panzano, que todavía se declaran parientes de aquel Bescós, que fue en los lejanos tiempos de 1923, Alcalde de Huesca. Pero en Bastaras ya no queda ningún Bescós, pues han desaparecido todos sus habitantes, porque lo han convertido en un gran coto de caza. En su término se encuentran la Cueva de Chaves, de donde han hecho desaparecer un yacimiento neolítico, de los más interesantes de España. Se encontraba en  plena Sierra de Guara. En Santa Cilia de Panzano, están  los restos del castillo y la ermita de Arraro, nombre vasco-ibérico, levantados para emprender la Reconquista de la Tierra Baja, en los tiempos de Montearagón y del Castillo de Loarre.  Entre Santa Cilia de Panzano, y el castillo de Arraro, hay un espacio, donde se da de comer a los buitres y a los alimoches. En la parte alta de la Iglesia hay un museo donde se observa la vida de los buitres, por medio de películas, fotografías, nidos de buitres y de alimoches. Han pasado muchos siglos, pero todos los años los vecinos de Panzano y de Santa Cilia suben al castillo y a la ermita, que se encuentran en lo alto de la Sierra, para recordar su Historia, mientras  los nuevos dueños de Bastaras, con su coto de caza, destruyen la Prehistoria de Guara.  En Santa Cilia de Panzano y en Panzano, de donde vinieron a Huesca, los Bescós Lascorz, de los que Francisco, Ingeniero, se casó con la hermana de mi abuelo Manuel Almudévar Vallés, de Siétamo, y que tuvieron un hijo llamado  Silvio Kossti. La Cueva de Solencio, también en Bastaras, encierra en la entrañas de la Sierra un depósito de agua enorme, que en momentos inesperados, deja salir por el río Formiga, cantidades de agua voluminosas.
Allí, tan cerca de Guara, se recuerda a mis parientes los Bescós, con el sencillo, bello y amoroso escudo, que Silvio Kossta, con su imaginación, ha convertido en un escudo de una nobleza, bañada por el comercio internacional. Silvio Kosti, se dedicó, entre otras actividades al comercio del vino, abierto por Francisco su padre, en la vecina nación de Francia.
¿Han vuelto por la Sierra, los Bescós políticos, comerciantes, militares y escritores?. Siguiendo a la familia Bescós que  domiciliada en la Casa, que se encuentra todavía, en el trayecto que baja de la Plaza de Zaragoza a la Estación de Ferrocarril, me acuerdo de haber visitado acompañado por mi tía Luisa, a nuestra pariente,  María Cruz Bescós Lasierra, escritora de las costumbres del Alto Aragón y las del Midi francés. Se quedó soltera, y parecía ser la heredera de las cualidades literarias de Silvio Kossti, que era un cerebro muy inteligente,   pero tal vez descarriado por el inmenso número de fábulas, que confundían su imaginación.
José Carlos Mainer en la introducción a “Las tardes del sanatorio”, escribe: ”Manuel Bescós tenía entronizados republicanismo y anticlericalismo como sendas dimensiones éticas de su espíritu”. Y yo no sé si mi tío tenía espíritu o carecía de él, pues pensando en las Cuevas de Solencio y de Chaves, uno duda si por allí tenía que haber monstruos y brujas. Me contaba uno de los últimos que vivieron en Bastaras, que estando labrando cerca de una de esas cuevas, se le acercó un ser, al que no podía distinguir si era hombre con su espíritu o un monstruo. Le comenzó a conversar con unas palabras sonoras, pero a él le parecían diábolicas  y se le apoderó el terror y echó a correr hasta Bastaras. Pudo tener Manuel Bescós Almudévar figuras del mal dentro de su cerebro, pero endulzadas por Sócrates, Sofocles o Virgilio, que le convertirían su espíritu en algún campo de imaginaciones, que  se perderían en los espacios.   
Tal vez por eso, cuando enterraron en la iglesia de Castilsabás, a la hermana de mi abuelo Almudévar de Siétamo, él estaba sentado en un banco y en sus manos sostenía un libro, cuyo contenido nadie lo conocía, hasta que Vallés de Castilsabás, dueño de la casa, acerco sus ojos por la parte de detrás y descubrió que aquel libro no trataba de las teorías de la Iglesia, ni de las ceremonias, que se celebran para enterrar a los muertos, sino que eran textos de Epicuro,  de Thales de Mieto o de Heráclito.
En el prologo de su obra “Las tardes del Sanatorio”, él mismo  dice lo siguiente:”quiero escribir la historia de mis dolores y alegrías, sean, si a tanto alcanzan, fiel reflejo de la carne flagelada y rota y el ansia del vivir; pueda ser mi relato sutil como un ala de mosca y ligero como un cuento azul; ya que no sea didáctico por su inopia científica, sea ameno en fuerza de humos versátil y verdadero”.
Y en ese “cuento azul”, según su criterio reconoce que “no es didáctico por su inopia científica y desea que sea ameno en fuerza de humos, versátil y verdadero”.
Entre tanto su padre Francisco era carlista y conservador y su madre, hermana de mi abuelo Manuel Almudédar Vallés, era tan piadosa,  que la llamaban la Beata. “Otros muchos rasgos de su ánimo descontentadizo, (es decir de Manuel Bescós Almudévar) y no menos de su desenvuelto arte de epistológrafo, se podrían ir anotando al hilo de las inestimables cartas publicadas por  Cheine. Pero sería inútil buscar en ellas los rasgos vitales de un escritor profesional, ni aún vocacional siquiera”.
Su propio padre, además de construir carreteras en la provincia, de crear un gran comercio de vinos entre España y Francia, levantó, en Siétamo, con mi abuelo Manuel Almudevar Vallés, una moderna Fábrica de Harinas.  La esposa de Silvio Kossti, de casa Juan Lino de Quinzano, se apellidaba Lasierra y educó a sus hijos, cristianamente y  fueron modelos de producción,   no sólo material, sino también ética,   como Rafael que dirigió la Central Eléctrica de Huesca. Otro hijo fue Almirante de la Flota Naval Española, en tanto su hermano Fernado,  fue General del Ejército. Su hermana Teresa Bescós se casó con el General Alamán, apellido que abunda  cerca de Santa Cilia de Panzano, por ejemplo en Casbas de Huesca.  Tuvo Teresa a su hija también llamada Teresa con los apellidos de Alamán y de Bescós, además de un hijo Ingeniero, en Madrid y que ha muerto hace escasa fechas. No sólo recuerdo a la hija, Teresa Alamán Bescós,  que se quedó soltera toda su vida por cuidar a su buena y simpática madre, que le sobrevivió aproximadamente hasta los cien años. Repito que no sólo la recuerdo, sino que está presente en mi vida, porque amaba a toda la humanidad, con el mismo cariño, que profesó a su madre Teresa Bescós. Acudieron a Huesca para retirarse de su vida europea, en Suiza y en Bruselas y se quedaron a vivir, en el piso quinto de la casa donde vivía mi familia conmigo. Cuando se casó mi hija, la recibió junto con su marido en Suiza y a nosotros nos recibía en su apartamento de Villanúa. Y siempre pasaban días en Siétamo e incluso, acompañadas por mí y por mi esposa, estuvimos a visitar en Quinzano a la familia Lasierra. Eran dos personas con una personalidad extraordinaria, llenas de bondad, de simpatía y recordaban el origen de sus antepasados  en Santa Cilia de Panzano y en el mismo pueblo de Panzano. Fueron a visitar a este pueblo, a su pariente Gonzalo y a su también familiar esposa, María Naya, pariente mía,  a través de los Azara, de lo que  todavía guarda Gonzalo Bescós de Panzano, documentos. Esta María, les entregó a la hija y nieta de Silvio Kossti, un hermoso libro sobre la vida de la Madre Bescós, nacida en el pueblo, donde las Hermanas de Santa Ana, cuidan un pequeño convento, al que van las novicias en verano. Esta Madre de la Comunidad de Santa Ana, que era prima-hermana del abuelo de Gonzalo Bescós y pariente de Silvio Kosti, fundó un pequeño convento de Hermanas de Santa Ana en su casa de Panzano. En este mes de enero de 2013, me he encontrado con Antonio Fanlo Bescós, primo hermano de Francisco Bescós, que vive en la casa, adornada con su escudo, que se alza en Santa Cilia de Panzano. Su bisabuelo se casó en Panzano, en casa de la familia Campo, que tenía como apellido Bescós, que fue la casa donde nació la Madre Pabla Bescós. Al principio fue colegio, donde llegaron a estudiar unas cuarenta niñas. Ahora acuden a la antigua casa de Bescós, monjas y novicias, a pasar el verano.
La Madre Pabla Bescós, era muy joven en la Guerra de la Independencia, pero llegó a colaborar con la Santa Madre Rafols, en el Hospital de Sangre de Zaragoza. Fue perseguida esta fundadora de la Hermanas de Santa Ana  porque para la Guerra de la Independencia, sanaba, igual a franceses que españoles. Su caridad era universal. Como lo fue el cariño de las dos Teresas, que corrieron medio mundo y Teresa Alamán, practicó la caridad en los despachos de la Onu, en Suiza, en París y en Bélgica. Durante la Guerra Civil Teresa Bescós, desde Biarritz seguía los pasos guerreros de su esposo el General Alamán, al otro lado de la frontera española. Desde el Castillo de Arraro, siguiendo por la Madre Pabla Bescós en la Guerra de la Independencia, hasta Teresa Bescós Lasierra, vivieron los Bescós las interminables guerras
Parece ser que la madre Rafols y su discípula,  la Madre Pabla Bescós, creían y practicaban el amor al prójimo, pero uno se da cuenta de que Silvio Kosti,  creía  “en aquella división de la humanidad  en un rebaño incontable  de Bárbaros y una pequeña selección de Helenos”, a lo largo de su vida. Pero  sus hijos, que vivían  la realidad, le hicieron darse cuenta, de que la vida no es sólo materia, sino también espíritu.  Por ello, dio mala marcha a la salida de su obra “Los Epigramas”, cortando  su edición, ”temeroso de que sus atrevimientos, perjudicaran el crédito de sus hijos (dos de los cuales habían comenzado la carrera militar)”.
Además a  Joaquín Costa le enojó el relato de Silvio Kossti, en el que cuenta  la relación de aquel cuadrilátero amoroso, de “tipo porno”, integrado en la humanidad, en un rebaño incontable de “bárbaros”, formado por el Dr. “Cornelius Korner”, su ardiente esposa,  la criolla Zoe,  su esposa, un orangután al que llamaban Moritz, “que vegetaba  tristemente en su yacija,importado de Borneo y el chófer del Dr. Cornelius Korner, llamado John. De aquella Sierra Guara tan noble, con su iglesia y su Castillo de Arraro, con Bastaras y con su Cueva Prehistórica de Chaves, con Santa Cilia de Panzano y Panzano, con su Conventículo de Monjas de Santa Ana, que fue fundado por la Madre Pabla y educó en otros tiempos a más de cuarenta niñas, se deduce solamente un espíritu inmaterial, pero nadie podía esperar, que Kossti pensaría en “aquella división de la humanidad en un rebaño incontable de bárbaros y una pequeña selección de helenos”. ¿Quiénes era los bárbaros y quienes los helenos?. Los bárbaros eran las buenas personas y los helenos, los que como él, se consideraban filósofos, escultores, escritores, de los que había ya desaparecido la divinidad artificial de su cultura.
Los conocimientos de Silvio Kossti, en aquellos tiempos eran extraordinarios y en 1909, ya pensaba como ahora piensan, en qué se está tratando de la reaparición en la sociedad del Hombre de Neandertal. La prensa,  en estos días del año 2013, hace poco más de cien años, trata  de este tema, pero con una gran ética. George  Church, es profesor de Genética de la Universidad de Harvard. Este Profesor ha planteado  si es interesante, volver o no, a hacer venir al mundo al hombre de Neandertal. De estos hombres reintegrados en el MUNDO, dicen que tendrían una forma de ejemplares  perfectos. Pero el hombre antes de reincorporar al Neandertal a nuestra vida, debe ser consciente de que la educación, no se abandone en muchos humanos y debe también responsabilizarse de que los hombres no  guerreen  y no consentir que muchos estén, actualmente, y cerca de nosotros, pasando hambre. La humanidad, para hacerse mejor con sus miembros,  no debe quedarse corta, y entonces, podrá traer a los Neandertaleses y tratarlos igual que a los antiguos, que  estamos en el Mundo. Muchos piensan que si logran hacer felices a los hombres de Neandertal,  además de hacerse felices  ellos mismos,  aprenderán a tratar mejor a los hombres que siguen en el Mundo. Esta creación que sería realizada por el hombre, no es extraña porque éste, ha sido creado a imagen y semejanza del Gran Creador.  George Church dice “sabemos que los Neandertales tenían una capacidad craneal superior a la nuestra y es concebible que su forma de pensar nos resultara beneficiosa”. Es un riesgo que el hombre recree otros hombres, pero no es extraño que el hombre quiera recrear otro hombre, que intervendría en la política, hoy tan corrompida.  Church está con la idea de una segunda creación, entre otras cosas porque tal vez se pudiera ennoblecer la política. Yo quedé extrañado de este intento, pero pienso como el Creador parece ser que nos ha dado, a los hombres, parte en esa Creación. Dios ha establecido alrededor del sol, a Mercurio, Marte, Urano, Neptuno, etc. y el hombre ha subido a la Luna, está a punto de subir a Marte y sueña con navegar por el Universo. Si el hombre intenta,  por impulso divino, imitarlo, no parece que sea Dios el que le prohíba, hacer la “reagénesis” del Hombre de Neandertal. Hay quien dice que la clonación del Neandertal es muy difícil y “hay quien no sabe, si se obtendrán beneficios para el hombre, de esta recreación”. Ya tiene el hombre el ejemplo de Silvio Kossti, que con Zoe,  esposa de Cornelius  y con un orangután, fracasó en la resurrección de Neandertal
Carles Lalueza es un Investigador de Biología, que descubrió acompañado por otros, un genoma de un  Neandertal. Afirma que le parece difícil la clonación de un Neandertal, pero dice que aún reuniendo los medios necesarios para hacerlo, no lo consideraba Ético. Pero el añora esta clonación porque le parece que la humanidad prosperaría con la inteligencia del Neandertal.
Pero las dificultades que encuentran los biólogos actuales para realizar la clonación del hombre de Neandertal, ya hace más de cien años, que Manuel Bescós Almudévar, las venció. Escribo que las venció o más bien se inventó un cuadrilátero pornográfico, en su obra, ”Las tardes del sanatorio”. En ella canta la renovación del Hombre de Neandertal en esta Tierra, y aborta esa dichosa vuelta, con escenas pornográficas y actos de “vulgar erección de cornamenta en el Doctor Cornelius Korner, por el chófer Jhon a su esposa Zoe. Pensaba el Dr. Cornelius Korner, traer por medio del cuerpo de Zoe, a un hombre de Neandertal, después de “montada por un orangután de Borneo”.
Los sabios actuales encuentran más dificultades para buscar la mujer que geste un huevo artificial, porque como escribe Church, “se necesita una mujer humana extremadamente valiente”, porque como los niños de Neandertal eran de un tamaño mayor al de los niños actuales. Por tanto se necesitaría una mujer de anchas caderas.
Manuel Bescós Almudévar, parece ser que encontró una mujer con unas caderas extraordinarias y muy anchas, porque no sólo el chofer de Cornelius Korner,  encontró facilidades para introducir en el aparato reproductor, su cánula conductora del esperma, sino que  su dueño, también, inoculó a Zoe fármacos, que le hicieron perder el  conocimiento, para no darse cuenta, de que también le había introducido semen en sus órganos reproductores.
Silvio Kossti tenía ya en el año de 1909, ideas sobre el progreso de la humanidad, pero fracasó con su sistema “pornográfico”. 
Esperemos que ahora, con los adelantos técnicos y científicos, traigan a los Neandertales, para que venga el progreso a la Humanidad y una inteligencia que nos haga pacíficos  a los hombres.

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