Retrato de Silvio Kosti por C. Brun . Paris 1891 |
Autoretrato de Silvio Kosti. |
En Santa Cilia de Panzano, en la
Sierra de Guara, se exhibe el escudo de los Bescós, que consiste en un corazón, del que se
eleva una cruz, hacia el cielo. El Bescós de Santa Cilia, pariente de Manuel Bescós Almudévar, que vive
en Santa Cilia y que se llama Gonzalo, me hizo leer el Libro de Infanzonía de su
apellido. En aquellos pequeños pueblos o
aldeas, han vivido y todavía viven ciudadanos con el apellido Bescós, por
ejemplo en Bastaras y en Panzano, que todavía se declaran parientes de aquel
Bescós, que fue en los lejanos tiempos de 1923, Alcalde de Huesca. Pero en Bastaras
ya no queda ningún Bescós, pues han desaparecido todos sus habitantes, porque
lo han convertido en un gran coto de caza. En su término se encuentran la Cueva
de Chaves, de donde han hecho desaparecer un yacimiento neolítico, de los más interesantes
de España. Se encontraba en plena Sierra
de Guara. En Santa Cilia de Panzano, están los restos del castillo y la ermita de Arraro,
nombre vasco-ibérico, levantados para emprender la Reconquista de la Tierra
Baja, en los tiempos de Montearagón y del Castillo de Loarre. Entre Santa Cilia de Panzano, y el castillo
de Arraro, hay un espacio, donde se da de comer a los buitres y a los
alimoches. En la parte alta de la Iglesia hay un museo donde se observa la vida
de los buitres, por medio de películas, fotografías, nidos de buitres y de
alimoches. Han pasado muchos siglos, pero todos los años los vecinos de Panzano
y de Santa Cilia suben al castillo y a la ermita, que se encuentran en lo alto
de la Sierra, para recordar su Historia, mientras los nuevos dueños de Bastaras, con su coto de
caza, destruyen la Prehistoria de Guara. En Santa Cilia de Panzano y en Panzano, de
donde vinieron a Huesca, los Bescós Lascorz, de los que Francisco, Ingeniero,
se casó con la hermana de mi abuelo Manuel Almudévar Vallés, de Siétamo, y que
tuvieron un hijo llamado Silvio Kossti.
La Cueva de Solencio, también en Bastaras, encierra en la entrañas de la Sierra
un depósito de agua enorme, que en momentos inesperados, deja salir por el río
Formiga, cantidades de agua voluminosas.
Allí, tan cerca de Guara, se
recuerda a mis parientes los Bescós, con el sencillo, bello y amoroso escudo,
que Silvio Kossta, con su imaginación, ha convertido en un escudo de una
nobleza, bañada por el comercio internacional. Silvio Kosti, se dedicó, entre
otras actividades al comercio del vino, abierto por Francisco su padre, en la
vecina nación de Francia.
¿Han vuelto por la Sierra, los
Bescós políticos, comerciantes, militares y escritores?. Siguiendo a la familia
Bescós que domiciliada en la Casa, que
se encuentra todavía, en el trayecto que baja de la Plaza de Zaragoza a la
Estación de Ferrocarril, me acuerdo de haber visitado acompañado por mi tía
Luisa, a nuestra pariente, María Cruz
Bescós Lasierra, escritora de las costumbres del Alto Aragón y las del Midi
francés. Se quedó soltera, y parecía ser la heredera de las cualidades
literarias de Silvio Kossti, que era un cerebro muy inteligente, pero tal vez descarriado por el inmenso
número de fábulas, que confundían su imaginación.
José Carlos Mainer en la
introducción a “Las tardes del sanatorio”, escribe: ”Manuel Bescós tenía
entronizados republicanismo y anticlericalismo como sendas dimensiones éticas
de su espíritu”. Y yo no sé si mi tío tenía espíritu o carecía de él, pues
pensando en las Cuevas de Solencio y de Chaves, uno duda si por allí tenía que
haber monstruos y brujas. Me contaba uno de los últimos que vivieron en
Bastaras, que estando labrando cerca de una de esas cuevas, se le acercó un
ser, al que no podía distinguir si era hombre con su espíritu o un monstruo. Le
comenzó a conversar con unas palabras sonoras, pero a él le parecían diábolicas
y se le apoderó el terror y echó a
correr hasta Bastaras. Pudo tener Manuel Bescós Almudévar figuras del mal
dentro de su cerebro, pero endulzadas por Sócrates, Sofocles o Virgilio, que le
convertirían su espíritu en algún campo de imaginaciones, que se perderían en los espacios.
Tal vez por eso, cuando
enterraron en la iglesia de Castilsabás, a la hermana de mi abuelo Almudévar de
Siétamo, él estaba sentado en un banco y en sus manos sostenía un libro, cuyo
contenido nadie lo conocía, hasta que Vallés de Castilsabás, dueño de la casa, acerco
sus ojos por la parte de detrás y descubrió que aquel libro no trataba de las
teorías de la Iglesia, ni de las ceremonias, que se celebran para enterrar a
los muertos, sino que eran textos de Epicuro, de Thales de Mieto o de Heráclito.
En el prologo de su obra “Las
tardes del Sanatorio”, él mismo dice lo
siguiente:”quiero escribir la historia de mis dolores y alegrías, sean, si a
tanto alcanzan, fiel reflejo de la carne flagelada y rota y el ansia del vivir;
pueda ser mi relato sutil como un ala de mosca y ligero como un cuento azul; ya
que no sea didáctico por su inopia científica, sea ameno en fuerza de humos
versátil y verdadero”.
Y en ese “cuento azul”, según su
criterio reconoce que “no es didáctico por su inopia científica y desea que sea
ameno en fuerza de humos, versátil y verdadero”.
Entre tanto su padre Francisco
era carlista y conservador y su madre, hermana de mi abuelo Manuel Almudédar
Vallés, era tan piadosa, que la llamaban
la Beata. “Otros muchos rasgos de su ánimo descontentadizo, (es decir de Manuel Bescós Almudévar) y no
menos de su desenvuelto arte de epistológrafo, se podrían ir anotando al hilo
de las inestimables cartas publicadas por Cheine. Pero sería inútil buscar en ellas los
rasgos vitales de un escritor profesional, ni aún vocacional siquiera”.
Su propio padre, además de
construir carreteras en la provincia, de crear un gran comercio de vinos entre
España y Francia, levantó, en Siétamo, con mi abuelo Manuel Almudevar Vallés,
una moderna Fábrica de Harinas. La
esposa de Silvio Kossti, de casa Juan Lino de Quinzano, se apellidaba Lasierra
y educó a sus hijos, cristianamente y fueron modelos de producción, no sólo material, sino también ética, como Rafael que dirigió la Central Eléctrica
de Huesca. Otro hijo fue Almirante de la Flota Naval Española, en tanto su
hermano Fernado, fue General del
Ejército. Su hermana Teresa Bescós se casó con el General Alamán, apellido que abunda
cerca de Santa Cilia de Panzano, por
ejemplo en Casbas de Huesca. Tuvo Teresa
a su hija también llamada Teresa con los apellidos de Alamán y de Bescós, además
de un hijo Ingeniero, en Madrid y que ha muerto hace escasa fechas. No sólo
recuerdo a la hija, Teresa Alamán Bescós, que se quedó soltera toda su vida por cuidar a
su buena y simpática madre, que le sobrevivió aproximadamente hasta los cien
años. Repito que no sólo la recuerdo, sino que está presente en mi vida, porque
amaba a toda la humanidad, con el mismo cariño, que profesó a su madre Teresa
Bescós. Acudieron a Huesca para retirarse de su vida europea, en Suiza y en
Bruselas y se quedaron a vivir, en el piso quinto de la casa donde vivía mi
familia conmigo. Cuando se casó mi hija, la recibió junto con su marido en
Suiza y a nosotros nos recibía en su apartamento de Villanúa. Y siempre pasaban
días en Siétamo e incluso, acompañadas por mí y por mi esposa, estuvimos a
visitar en Quinzano a la familia Lasierra. Eran dos personas con una
personalidad extraordinaria, llenas de bondad, de simpatía y recordaban el
origen de sus antepasados en Santa Cilia
de Panzano y en el mismo pueblo de Panzano. Fueron a visitar a este pueblo, a
su pariente Gonzalo y a su también familiar esposa, María Naya, pariente mía, a través de los Azara, de lo que todavía guarda Gonzalo Bescós de Panzano, documentos.
Esta María, les entregó a la hija y nieta de Silvio Kossti, un hermoso libro
sobre la vida de la Madre Bescós, nacida en el pueblo, donde las Hermanas de
Santa Ana, cuidan un pequeño convento, al que van las novicias en verano. Esta
Madre de la Comunidad de Santa Ana, que era prima-hermana del abuelo de Gonzalo
Bescós y pariente de Silvio Kosti, fundó un pequeño convento de Hermanas de
Santa Ana en su casa de Panzano. En este mes de enero de 2013, me he encontrado
con Antonio Fanlo Bescós, primo hermano de Francisco Bescós, que vive en la
casa, adornada con su escudo, que se alza en Santa Cilia de Panzano. Su
bisabuelo se casó en Panzano, en casa de la familia Campo, que tenía como
apellido Bescós, que fue la casa donde nació la Madre Pabla Bescós. Al
principio fue colegio, donde llegaron a estudiar unas cuarenta niñas. Ahora
acuden a la antigua casa de Bescós, monjas y novicias, a pasar el verano.
La Madre Pabla Bescós, era muy
joven en la Guerra de la Independencia, pero llegó a colaborar con la Santa
Madre Rafols, en el Hospital de Sangre de Zaragoza. Fue perseguida esta
fundadora de la Hermanas de Santa Ana
porque para la Guerra de la Independencia, sanaba, igual a franceses que
españoles. Su caridad era universal. Como lo fue el cariño de las dos Teresas,
que corrieron medio mundo y Teresa Alamán, practicó la caridad en los despachos
de la Onu, en Suiza, en París y en Bélgica. Durante la Guerra Civil Teresa
Bescós, desde Biarritz seguía los pasos guerreros de su esposo el General
Alamán, al otro lado de la frontera española. Desde el Castillo de Arraro, siguiendo
por la Madre Pabla Bescós en la Guerra de la Independencia, hasta Teresa Bescós
Lasierra, vivieron los Bescós las interminables guerras
Parece ser que la madre Rafols y
su discípula, la Madre Pabla Bescós, creían
y practicaban el amor al prójimo, pero uno se da cuenta de que Silvio Kosti, creía “en
aquella división de la humanidad en un
rebaño incontable de Bárbaros y una
pequeña selección de Helenos”, a lo largo de su vida. Pero sus hijos, que vivían la realidad, le hicieron darse cuenta, de que
la vida no es sólo materia, sino también espíritu. Por ello, dio mala marcha a la salida de su obra
“Los Epigramas”, cortando su edición, ”temeroso
de que sus atrevimientos, perjudicaran el crédito de sus hijos (dos de los cuales
habían comenzado la carrera militar)”.
Además a Joaquín Costa le enojó el relato de Silvio
Kossti, en el que cuenta la relación de
aquel cuadrilátero amoroso, de “tipo porno”, integrado en la humanidad, en un
rebaño incontable de “bárbaros”, formado por el Dr. “Cornelius Korner”, su
ardiente esposa, la criolla Zoe, su esposa, un orangután al que llamaban
Moritz, “que vegetaba tristemente en su
yacija,importado de Borneo y el chófer del Dr. Cornelius Korner, llamado John. De
aquella Sierra Guara tan noble, con su iglesia y su Castillo de Arraro, con
Bastaras y con su Cueva Prehistórica de Chaves, con Santa Cilia de Panzano y
Panzano, con su Conventículo de Monjas de Santa Ana, que fue fundado por la
Madre Pabla y educó en otros tiempos a más de cuarenta niñas, se deduce
solamente un espíritu inmaterial, pero nadie podía esperar, que Kossti pensaría
en “aquella división de la humanidad en un rebaño incontable de bárbaros y una
pequeña selección de helenos”. ¿Quiénes era los bárbaros y quienes los
helenos?. Los bárbaros eran las buenas personas y los helenos, los que como él,
se consideraban filósofos, escultores, escritores, de los que había ya
desaparecido la divinidad artificial de su cultura.
Los conocimientos de Silvio
Kossti, en aquellos tiempos eran extraordinarios y en 1909, ya pensaba como
ahora piensan, en qué se está tratando de la reaparición en la sociedad del
Hombre de Neandertal. La prensa, en estos
días del año 2013, hace poco más de cien años, trata de este tema, pero con una gran ética.
George Church, es profesor de Genética
de la Universidad de Harvard. Este Profesor ha planteado si es interesante, volver o no, a hacer venir
al mundo al hombre de Neandertal. De estos hombres reintegrados en el MUNDO,
dicen que tendrían una forma de ejemplares perfectos. Pero el hombre antes de
reincorporar al Neandertal a nuestra vida, debe ser consciente de que la
educación, no se abandone en muchos humanos y debe también responsabilizarse de
que los hombres no guerreen y no consentir que muchos estén, actualmente,
y cerca de nosotros, pasando hambre. La humanidad, para hacerse mejor con sus
miembros, no debe quedarse corta, y
entonces, podrá traer a los Neandertaleses y tratarlos igual que a los
antiguos, que estamos en el Mundo.
Muchos piensan que si logran hacer felices a los hombres de Neandertal, además de hacerse felices ellos mismos, aprenderán a tratar mejor a los hombres que
siguen en el Mundo. Esta creación que sería realizada por el hombre, no es
extraña porque éste, ha sido creado a imagen y semejanza del Gran Creador. George Church dice “sabemos que los
Neandertales tenían una capacidad craneal superior a la nuestra y es concebible
que su forma de pensar nos resultara beneficiosa”. Es un riesgo que el hombre
recree otros hombres, pero no es extraño que el hombre quiera recrear otro hombre,
que intervendría en la política, hoy tan corrompida. Church está con la idea de una segunda
creación, entre otras cosas porque tal vez se pudiera ennoblecer la política.
Yo quedé extrañado de este intento, pero pienso como el Creador parece ser que
nos ha dado, a los hombres, parte en esa Creación. Dios ha establecido
alrededor del sol, a Mercurio, Marte, Urano, Neptuno, etc. y el hombre ha subido
a la Luna, está a punto de subir a Marte y sueña con navegar por el Universo. Si
el hombre intenta, por impulso divino, imitarlo,
no parece que sea Dios el que le prohíba, hacer la “reagénesis” del Hombre de
Neandertal. Hay quien dice que la clonación del Neandertal es muy difícil y “hay
quien no sabe, si se obtendrán beneficios para el hombre, de esta recreación”.
Ya tiene el hombre el ejemplo de Silvio Kossti, que con Zoe, esposa de Cornelius y con un orangután, fracasó en la
resurrección de Neandertal
Carles Lalueza es un Investigador
de Biología, que descubrió acompañado por otros, un genoma de un Neandertal. Afirma que le parece difícil la
clonación de un Neandertal, pero dice que aún reuniendo los medios necesarios
para hacerlo, no lo consideraba Ético. Pero el añora esta clonación porque le
parece que la humanidad prosperaría con la inteligencia del Neandertal.
Pero las dificultades que
encuentran los biólogos actuales para realizar la clonación del hombre de Neandertal,
ya hace más de cien años, que Manuel Bescós Almudévar, las venció. Escribo que
las venció o más bien se inventó un cuadrilátero pornográfico, en su obra, ”Las
tardes del sanatorio”. En ella canta la renovación del Hombre de Neandertal en
esta Tierra, y aborta esa dichosa vuelta, con escenas pornográficas y actos de
“vulgar erección de cornamenta en el Doctor Cornelius Korner, por el chófer
Jhon a su esposa Zoe. Pensaba el Dr. Cornelius Korner, traer por medio del
cuerpo de Zoe, a un hombre de Neandertal, después de “montada por un orangután
de Borneo”.
Los sabios actuales encuentran
más dificultades para buscar la mujer que geste un huevo artificial, porque
como escribe Church, “se necesita una mujer humana extremadamente valiente”,
porque como los niños de Neandertal eran de un tamaño mayor al de los niños
actuales. Por tanto se necesitaría una mujer de anchas caderas.
Manuel Bescós Almudévar, parece
ser que encontró una mujer con unas caderas extraordinarias y muy anchas,
porque no sólo el chofer de Cornelius Korner, encontró facilidades para introducir en el aparato
reproductor, su cánula conductora del esperma, sino que su dueño, también, inoculó a Zoe fármacos, que
le hicieron perder el conocimiento, para
no darse cuenta, de que también le había introducido semen en sus órganos
reproductores.
Silvio Kossti tenía ya en el año
de 1909, ideas sobre el progreso de la humanidad, pero fracasó con su sistema
“pornográfico”.
Esperemos que ahora, con los
adelantos técnicos y científicos, traigan a los Neandertales, para que venga el
progreso a la Humanidad y una inteligencia que nos haga pacíficos a los hombres.
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