domingo, 18 de junio de 2017

Los Íberos



Museo provincial Huesca.

Los íberos eran un pueblo, antiguo habitante de la Península Ibérica, del que escribieron los escritores griegos, ya que estos navegaban por el mar Mediterráneo y en la costa occidental del mismo, se dedicaban al comercio e influían en el arte y en las costumbres.  Habitaban los iberos en el Languedoc,  Cataluña, Navarra-Aragón, el Levante y el Sur de la Penísula Ibérica. De estos pobladores escribieron Hecateo de Mileto, Herodoto  y Estrabón. Desde el siglo VI  citan sus tribus con diversos nombres y yo me fijo especialmente en  los ilergetes, que ocuparon Lérida y Huesca y los Jacetanos, que constituían la  población de los  vascos de Navarra y del norte  de Aragón, que es   un terreno presidido en tiempos muy lejanos por Jaca, capital  de la  Jacetania  Aragonesa. En el Monasterio de San Juan de la Peña, muy cerca del Monasterio Navarro   de  Leyre,   se conservaba la lengua Vasca y mirando las monedas ibéricas, de Navarra, se encuentra uno con la semejanza  de moneda con toda  Iberia.  Incluso hay monedas que se escribe que son navarras y  de pueblos, vascos, y que posteriormente aclararon que eran  aragonesas.

 Mi abuela Pilar López de Botaya, era de una casa de Botaya, pueblo que está al lado del Monasterio Alto de San Juan de la Peña. Era pariente del Abad del Monasterio, llamado  “La Ripa” y autor de la “Corona Real del Pirineo”, y poseía en su Casa de la Torre de Casaus,  en Huesca,  su texto, editado el año de 1685. Se casó con Manuel Almudévar Vallés en Siétamo, debajo de la Sierra de Guara, donde yo mismo encontré, una moneda navarra.  Otra hermana se casó con Ripa de Jaca. Los condes de Aranda, con un origen vasco-navarro y con su apellido Abarca de Bolea, se recogieron en el Palacio de Siétamo  monedas ibéricas, pero a veces hay que acordarse  de este detalle, porque  los intelectuales habitantes del Castillo de Siétamo, desaparecieron del Mundo, e incluso  su Castillo- Palacio, en la Guerra Civil de 1936.     
Museo Provincial de Huesca

Desde la opinión de  los griegos y más tarde de los romanos, que se encontraron en la Península Ibérica con la lengua Ibera, aclaran  que  los iberos “ocupaban la zona costera que va desde el Languedoc-Rosellón hasta Alicante, que penetra hacia el interior del Valle del Ebro, por el Valle del Segura, gran parte de la Mancha Meridional y oriental hasta el río Guadiana y por el Valle del antiguo Guadalquivir”

Pero parece inclinarse la teoría a la  semejanza del Ibero  con el Vasco,  pues algunos estudiosos de la lengua vasca, reconocen cierta similitud entre el ibero  y la lengua vasca, a través de una lengua que es el  Aquitano.  Esta teoría tiene afinidades  para afirmar que pertenecen a la misma familia, aunque el aquitano sea una lengua antigua, de unos dos mil años de antigüedad.  Al  aquitano antiguo lo llaman  protovasco y deben tener un origen idéntico. A través de los restos del Ibero,  entre  el proto vasco  y el vasco actual, se pueden ver  elementos comunes, como es el Ibero. El vasco y el Ibero tienen el mismo sistema numérico: en vasco los números, desde el uno al diez, son bat, bi,hiru, lau,bost,sei, zazpi ( que se pronuncia  saspi),zortzi ( que se pronuncia  sirchi) y  hamar, que equivale a diez. Son miles de años los que separan los seiscientos años de antes de Cristo, más los dos mil y pico posteriores al mismo y todavía se conservan los mismos números ahora, que entonces.

Pero no sólo se encuentran los nombres de las monedas, sino que hay en el Alto Aragón, multitud de palabras vascas,  como Artasona, como se llaman tres pueblos de la provincia de Huesca. También se encuentran los pueblos de Echo, Ansó, multitud de pueblos y trozos del Alto  Aragón, llamados Xabierre y usados de apellido. Este nombre quiere decir Echea Berri o Casa Nueva. Incluso entre Navarra y Aragón está el pueblo vasco de Javier o Echeabierre ( casa nueva), al que aceden todos los años multitud de Navarros a venerar a San Francisco Javier,  a los que se unen muchos altoaragoneses. A mí me contó, en Huesca, uno de los hermanos Susín, como subían él con amigos del Alto Aragón el día del San Francisco Javier, al pueblo donde nació este Santo. Caminaban por Ayerbe, villa oscense del Alto Aragón, iban por Agüero, pasaban por Concilio, con su iglesia del siglo XII, por Agüero, con un templo Basilical de tres ábsides iglesia de Del Salvador del mismo siglo XII, que dicen es una joya del Camino de Santiago. Se llega a Isuerre, con su iglesia del siglo XII, de un estilo románico tardío. Se pasa por Urriés y se llega a la navarra Sangüesa.( Quitándole la primera letra y la última se lee Angüés). Esta población está al lado de Javier, a donde acuden fieles de Navarra y de Aragón. El montañés, que vivía en Siétamo, donde murió  con más de cien años, fue alcalde de Salinas de Jaca y bajó a vivir a Siétamo. Me contaba que iba a hacer escrituras de fincas desde Salinas hasta la población navarra de Sangüesa.

Museo Provincial  de Huesca

En la iglesia que se encuentra en la entrada de Agüero, se encuentra una talla en piedra, que se asegura que es un escrito vascuence. El pueblo aragonés de Uncastillo, debajo de Pitilla de Aragón ( Navarra), tiene en la iglesia escritos en vascuence, que se enseñaba en ella esta lengua, hace menos de cien años.

En cuanto al alfabeto, se conserva en  monedas, como en las navarras, las de Aragón y de todo el mundo Iberico.  Aquí tenemos un Denario Oscense y otro de  Bascunes (Pamplona),  de unos cientos de  años  antes de Cristo, que va armado con una espada, al contrario del Oscense que lleva una lanza.

El área ibérica abarca el litoral mediterráneo, desde Andalucía hasta el Sur francés, viéndose los citados iberos con influencias comerciales, artísticas y comerciales de los fenicios y de los griegos. Pero la parte occidental de la península, se vio con numerosos celtas, que se vieron  influenciados por la cultura y el comercio de los iberos. A través de los tiempos los iberos se vieron influenciados por los cartagineses, y más tarde por los romanos ya que en los años del 218 al 197 a. C., estos fueron invadiendo la Península.

Los iberos eran guerreros nobles y montaban caballos, en sus batallas. Unos eran guerreros y algunas mujeres sacerdotisas, como la Dama de Elche y los demás se aplicaba a diversos oficios. Los griegos describen el valor de los iberos, que se lanzaban al combate sin sujetarse por el miedo. Eran agricultores y ganaderos, viéndose con frecuencia toros bravos. Eran también cazadores, por ejemplo de jabalíes y de ciervos.

Los iberos tallaban la piedra para ejecutar figuras escultóricas, unas de piedra y otras de bronce, madera o de  barro cocido. Creaban Damas de cuerpo entero, unas derechas,  otras sentadas, que llevaban en sus manos ofertas a los dioses. La pintura abundaba en vasijas con figuras de bailarines y de puntos organizados. En costumbres piadosas se representaban Damas, como la de Baza o la de Elche, que guardaban y protegían los restos humanos y el ajuar funerario.

Observando las monedas de los iberos navarros y las de otras zonas de la lengua ibera, se ve una igualdad en una cabaza de un  guerrero puesto en un lado de la moneda y en el otro uno de esos guerreros , montado a caballo. Los guerreros oscenses y los navarros son idénticos y totalmente semejantes con los de otras zonas ibéricas. Al ver esta igualdad de las monedas iberas con las del resto ibérico del Pais, se pregunto uno:¿ Están emparentados el ibero y el vascuence?. Yebe Diez , contesta: El euskera y el ibero,  son la misma lengua. En un manuscrito de plomo de Alcoy, de plomo se encuentran textos  que  identifican el vascuence y el ibero.

Se ha encontrado dificultad e la interpretación del vasco a través del ibero, ya que son tres tipos de escrituras paleo hispánicas, a saber la del Suroeste, la meridional y la ibérica levantina.

La hipótesis vasco-ibérica, encuentra gran afinidad entre una y otra lengua, porque el estudio del Aquitano, ya confirma que ambas lenguas pertenecen a la misma familia.De los restos epigráficos del aquitano y el ibero,se encuentra los investigadores con elementos comunes.



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