¡Río Tajo, río
Tajo, tú que cercas a Toledo, parando el son de tus aguas, mírame roto y
deshecho!. Así se lamentaba la ciudad de Toledo, al encontrarse destruida,
después de sufrir los efectos de la Guerra Civil, pidiéndole al río Tajo que se
fijara en ella. También Siétamo pudo pedirle el mismo consuelo al río
Guatizalema, al verse destruido por la misma causa. El río no lloró, porque los
ríos sin contaminar son ríos de vida y el que se aproxima a sus cauces se
siente encantado, como sujeto al poder seductor de sus espacios boscosos,
refugio de cientos de pajarillos cantores, que cautivan con sus melodías. Fue
tal vez por esas causas que los primeros voluntarios gubernamentales, que
llegaron al Guatizalema en Julio del año I936, se quedaron en sus orillas
descansando, como si hubieran llegado a un paraíso y tuvieron que ser arengados
por sus jefes, al darse cuenta del poético suceso.
Pasó la
Guerra, pasan los vehículos motorizados por la carretera, trabajaron las
fábricas de harinas y molinos en sus orillas, pero si uno sube por esas orillas
del río, se siente como si estuviera escuchando un concierto natural, producido
por las siringes de multitud de pajarillos, de los que unos son ruiseñores, tan
famosos por su música, como dicen aquellos versos: ¡Ruiseñor, ruiseñor de
armonioso cantar, canto de amor, las penas hace olvidar!.Ya no quedan
ruiseñores en la Torre de Casaús, yendo al Hospital de la Seguridad Social,
pero Orfeo sigue en la floresta del Guatizalema, como se expresa el poeta
Gabriel Celaya, cuando dice: "El mundo canta en tí; no eres tú, no, quien
canta-por eso te acompaña la naturaleza: los árboles, las rocas, las
flores y las fieras-respiran pausados y extáticos, contemplan-el mundo al fin
abierto, luminoso y vacío-unido por el ritmo que alienta en cuanto
existe".
¡Ay, río Guatizalema, que vienes desde Nocito,
río de zalamerías, que haces que el son de
tus aguas rime con los cantos de los pájaros, que vuelan por tus espacios arbóreos para hacer escuchar un
concierto como programado por el dios
Orfeo! .
" Y el
canto-al fin comprendes-es lo único que existe,-el canto sin palabras, la vida
conformada", el río rumoroso y sus pájaros cantando.
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