martes, 5 de septiembre de 2017

El Ibón de Gabardilla, en la antigua Villa de Siétamo








En la Provincia de Huesca es casi innumerable, la cantidad de Ibones, lagos casi todos ellos, de origen glaciar en la parte  Pirenaica,  que contienen  aguas frías, que durante el Invierno, están heladas y tapadas por la nieve. Pero no sólo se encuentran fuentes, también llamadas  ibones, en zonas  más al Sur de la Provincia, que no están heladas  todo el  invierno.  En HUESCA capital, hay  incluida  en el Parque Público,  una fuente a la que llamaban siempre El Ibón.  Cuando estalló la Guerra Civil, íbamos los habitantes cercanos a él, a buscar agua, porque estaba amenazando a  los oscenses, su carencia, dado que el Agua Pública  desaparecía de las casas, por las bombas que en la Ciudad de Huesca caían  a causa de la Guerra Civil.  Pero también me acuerdo del Ibón de Gabardilla,  que se encontraba en Siétamo y del que quedan signos, que demuestran su existencia.
En Huesca capital estaba también el Ibón de Miquera,  cerca de la Ermita de Cillas. También  se encuentra un Ibón por  la Alberca de Loreto. En el Mismo Parque Municipal, se puede contemplar el Ibón o Fuente del  Angel. Más hacia el Sur, donde se encuentra el bello edificio del Banco de España, que ya ha sido dado de baja y substituido por otras oficinas, se encontraba un Ibón o Fuente Pública, donde acudían a abrevarse las caballerías de los labradores. Cuando instalaron en lugar de la Fuente del Ibón, el Banco de España, quedó rodeado por una laguna  de cemento, fabricada  por el hombre, como recordando  la mirada  al Banco, rodeada por la  Fuente del Ibón. Ese Ibón que rodeaba el Edificio del Banco de España, era un recuerdo a los que apetecían  entrar en él, del esfuerzo  extraordinario que tendrían que hacer para apoderarse del dinero público, que  les  apetecía.  No desapareció la laguna del Ibón, hasta que se trasladó dicho Banco,  a Zaragoza.  
El Ibón de Siétamo o de Gabardilla,  era totalmente original y de él quedan varias piezas naturales, que se pueden ver con gran facilidad. Ahora está la salida del agua en un desmonte de tierra, que se sacó de la Meseta, que fue derribada  una gran parte de ella, para proyectar la Carretera N. 240, que facilitó el acceso a la Villa de Siétamo. Este derribo se realizó para unir    la carretera N-240, sin tener que subirla desde el Miliar V o de Quinto, por el Sexto, que empalmaría por aquellas alturas con el Miliar  Séptimo de Siétamo.  Antes  penetraba la Vía Pública, subiendo al Camino en la Meseta  Natural, una vez pasado el Quinto Miliar Romano, subía el camino a Siétamo por la  ladera de dicha Meseta , se pasaba por el Sexto Miliar y se llegaba ya cerca del Miliar Séptimo o de Siétamo, muy cerca de la parte superior del Ibón que todavía mana, encima de la actual carretera N- 240. Ahora en lugar de dejar correr el agua del Ibón por aquel desmonte de tierra, que se  hizo desaparecer , el agua salta desde la primitiva altura  y de bancos de piedra arenisca, a la cuneta de la Carretera N-240, que proporciona la entrada en el pueblo de Siétamo.
Hicieron desaparecer parte de la meseta, abriendo un desmonte para la carretera, que comunica Huesca con Barbastro. En lo alto de aquel dsmonte, aparece, donde se encontraba una pequeña aldea, un hermoso chalet, al que se sube por otro camino. No sé en qué  año derribaron  la Meseta Natural,  para comunicar al pueblo de Siétamo,  con Huesca y con Barbastro. Hace ya muchos años, pero en la pared,  que sube por la izquierda, cuando vienes desde Huesca, en dirección a Barbastro, te fijas  que aquel desmonte,  que no tiene vegetación, en toda su longitud, desde ese punto en que se ve Siétamo. Pero en su parte media surge como un oasis de vegetación, y si miras la  cuneta, observas,  unas veces como corre agua que viene de la parte superior y otras, cuando es una época poco lluviosa, encuentras el desagüe con humedad. Uno se pregunta: ¿De dónde  viene esta agua que hace surgir belleza verde  sobre el desmonte que crearon, hace ya varios años, del derribo de la meseta Natural?.  Allí crecen  cañapitas,  moreras, una pequeña carrasca y otros vegetales.
Viene el agua  de la parte superior de la misma meseta, y a esta Fuente la  llamaban  el IBÓN DE  GABARDILLA. Ahora el agua,  cuando mana, baja por la cuneta y va a una especie de barranco o de acequia grande, que pasa por debajo de la Autovía que va a Lérida y desemboca en el Barranco de La Ripa, también llamado río Botella.
Las aguas que caen, cuando llueve, debajo de una  elevación del asfalto de la carretera, bajan hacia  el Este de Siétamo , para unirse  al Río Guatizalema ; las otras corrientes de agua, impedidas  por aquella elevación de la carretera, bajan por el Oeste, al Barranco de la Ripa. 
Al mirar las laderas creadas con la rebaja de tierra en aquella  continua  elevación, hacia  el Norte, no se exhibe otra vegetación, que una gran mancha verde, por la que continuó el agua del Ibón, bajando en dirección sur. Al contrario que en el lado Norte, en el que no da el Sol, surge la vegetación a lo largo del mismo.  Por la cara Sur de la antigua meseta, se asoma el lado de la derruida meseta y se contemplan unos olivares, que tal vez, en viejos tiempos, fueran regados por el agua del Ibón de Gabardilla.  Mirando hacia el Sur se contempla  una llanura, que baja por Ola,  por Alcalá, por Argavieso y por Novales, y que limita por el Oeste con el elevado SASO, que va desde Estrecho Quinto hasta Argavieso. Por el Sur, cuando todavía mana el Ibón de Gabardilla,  bajan sus aguas por acequias, que la conducen al Barranco de La Ripa, pasando la Autovía inconclusa.  Hoy en el Barranco de la Ripa o Río Botella, está  colocado un pequeño puente, para pasar al SASO.
El hecho de separar un lado de la Carretera N- 240 con el otro,  ya no pudo conducir el agua del Ibón de Gabardilla, al otro lado, es decir al Sur, y tiene que bajar al Barranco de la Ripa o Río Botella.
Antes de la creación del hueco de la carretera, se supone que se emplearía el agua que salía de lo alto del antiguo Miliar Sexto, en ambos lados de la actual carretera. No puede bajar el agua del Ibón al otro lado de la carretera, para regar los olivares, que están independientes de lo de Siétamo, pues éstos pertenecían a un pequeño pueblo, ya desaparecido, que estaba en la parte alta de la meseta, de la que salta el agua del Ibón.
En la cara Norte de la carretera, no hay más vegetación que la que produce el agua del Ibón , cuando corre. En cambio en el otro lado de la carretera, que mira hacia el Norte, está creciendo la vegetación, pero a los olivares, que se encuentran debajo, abriendo el camino al Monte de Siétamo y de Ola, no llega el agua del Ibón.


Allí se encuentran olivares cuya superficie va bajando al Monte de Siétamo, al que sigue el de Ola, de Alcalá,  Argavieso y Novales. Estos olivares se encuentran sitados hacia el Sur de la meseta hasta el barranco con el Río Botella o Barranco de la Ripa. A sus árboles llegaría el agua del Ibón de Gabardilla, para regar sus olivos, pero la creación de la Carretera N-240,  impidió el paso de sus aguas. El pequeño olivar, representado sobre una margen, tiene partes de pared de piedra. Esas piedras ¿qué misión tenían?, tal vez tenían un destino de culto a los dioses paganos, como si se tratara de un lugar de oración y de cultos en los que algún hombre de tiempos pasados, se sentaba en un banco pétreo y aguantaba el baño de aquellas aguas, provenientes del Ibón de Gabardilla. O estarían aquellas piedras para dar algún riego a los olivos.
Han pasado muchos años desde que se hizo esa carretera, que destruyó el Ibón de Gabardilla. Ahora en la parte alta hay un hermoso chalet, que recuerda una aldea,   allí elevada, de cuyo nombre no me acuerdo, y en un olivar, que está separado por la   carretera,  hay unas  rocas, de época Primitiva, cuya misión yo no sé interpretar.

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