En la Provincia de Huesca es casi
innumerable, la cantidad de Ibones, lagos casi todos ellos, de origen glaciar
en la parte Pirenaica, que contienen aguas frías, que durante el Invierno, están
heladas y tapadas por la nieve. Pero no sólo se encuentran fuentes, también
llamadas ibones, en zonas más al Sur de la Provincia, que no están
heladas todo el invierno. En HUESCA capital, hay incluida en el Parque Público, una fuente a la que llamaban siempre El
Ibón. Cuando estalló la Guerra Civil, íbamos
los habitantes cercanos a él, a buscar agua, porque estaba amenazando a los oscenses, su carencia, dado que el Agua
Pública desaparecía de las casas, por
las bombas que en la Ciudad de Huesca caían a causa de la Guerra Civil. Pero también me acuerdo del Ibón de Gabardilla,
que se encontraba en Siétamo y del que
quedan signos, que demuestran su existencia.
En Huesca capital estaba también
el Ibón de Miquera, cerca de la Ermita
de Cillas. También se encuentra un Ibón por
la Alberca de Loreto. En el Mismo Parque
Municipal, se puede contemplar el Ibón o Fuente del Angel. Más hacia el Sur, donde se encuentra el
bello edificio del Banco de España, que ya ha sido dado de baja y substituido
por otras oficinas, se encontraba un Ibón o Fuente Pública, donde acudían a
abrevarse las caballerías de los labradores. Cuando instalaron en lugar de la
Fuente del Ibón, el Banco de España, quedó rodeado por una laguna de cemento, fabricada por el hombre, como recordando la mirada al Banco, rodeada por la Fuente del Ibón. Ese Ibón que rodeaba el
Edificio del Banco de España, era un recuerdo a los que apetecían entrar en él, del esfuerzo extraordinario que tendrían que hacer para
apoderarse del dinero público, que les apetecía. No desapareció la laguna del Ibón, hasta que
se trasladó dicho Banco, a Zaragoza. El Ibón de Siétamo o de Gabardilla, era totalmente original y de él quedan varias piezas naturales, que se pueden ver con gran facilidad. Ahora está la salida del agua en un desmonte de tierra, que se sacó de la Meseta, que fue derribada una gran parte de ella, para proyectar la Carretera N. 240, que facilitó el acceso a la Villa de Siétamo. Este derribo se realizó para unir la carretera N-240, sin tener que subirla desde el Miliar V o de Quinto, por el Sexto, que empalmaría por aquellas alturas con el Miliar Séptimo de Siétamo. Antes penetraba la Vía Pública, subiendo al Camino en la Meseta Natural, una vez pasado el Quinto Miliar Romano, subía el camino a Siétamo por la ladera de dicha Meseta , se pasaba por el Sexto Miliar y se llegaba ya cerca del Miliar Séptimo o de Siétamo, muy cerca de la parte superior del Ibón que todavía mana, encima de la actual carretera N- 240. Ahora en lugar de dejar correr el agua del Ibón por aquel desmonte de tierra, que se hizo desaparecer , el agua salta desde la primitiva altura y de bancos de piedra arenisca, a la cuneta de la Carretera N-240, que proporciona la entrada en el pueblo de Siétamo.
Hicieron desaparecer parte de la meseta, abriendo un desmonte para la carretera, que comunica Huesca con Barbastro. En lo alto de aquel dsmonte, aparece, donde se encontraba una pequeña aldea, un hermoso chalet, al que se sube por otro camino. No sé en qué año derribaron la Meseta Natural, para comunicar al pueblo de Siétamo, con Huesca y con Barbastro. Hace ya muchos años, pero en la pared, que sube por la izquierda, cuando vienes desde Huesca, en dirección a Barbastro, te fijas que aquel desmonte, que no tiene vegetación, en toda su longitud, desde ese punto en que se ve Siétamo. Pero en su parte media surge como un oasis de vegetación, y si miras la cuneta, observas, unas veces como corre agua que viene de la parte superior y otras, cuando es una época poco lluviosa, encuentras el desagüe con humedad. Uno se pregunta: ¿De dónde viene esta agua que hace surgir belleza verde sobre el desmonte que crearon, hace ya varios años, del derribo de la meseta Natural?. Allí crecen cañapitas, moreras, una pequeña carrasca y otros vegetales.
Viene el agua de la parte superior de la misma meseta, y a esta Fuente la llamaban el IBÓN DE GABARDILLA. Ahora el agua, cuando mana, baja por la cuneta y va a una especie de barranco o de acequia grande, que pasa por debajo de la Autovía que va a Lérida y desemboca en el Barranco de La Ripa, también llamado río Botella.
Las aguas que caen, cuando llueve, debajo de una elevación del asfalto de la carretera, bajan hacia el Este de Siétamo , para unirse al Río Guatizalema ; las otras corrientes de agua, impedidas por aquella elevación de la carretera, bajan por el Oeste, al Barranco de la Ripa.
Al mirar las laderas creadas con la rebaja de tierra en aquella continua elevación, hacia el Norte, no se exhibe otra vegetación, que una gran mancha verde, por la que continuó el agua del Ibón, bajando en dirección sur. Al contrario que en el lado Norte, en el que no da el Sol, surge la vegetación a lo largo del mismo. Por la cara Sur de la antigua meseta, se asoma el lado de la derruida meseta y se contemplan unos olivares, que tal vez, en viejos tiempos, fueran regados por el agua del Ibón de Gabardilla. Mirando hacia el Sur se contempla una llanura, que baja por Ola, por Alcalá, por Argavieso y por Novales, y que limita por el Oeste con el elevado SASO, que va desde Estrecho Quinto hasta Argavieso. Por el Sur, cuando todavía mana el Ibón de Gabardilla, bajan sus aguas por acequias, que la conducen al Barranco de La Ripa, pasando la Autovía inconclusa. Hoy en el Barranco de la Ripa o Río Botella, está colocado un pequeño puente, para pasar al SASO.
El hecho de separar un lado de la Carretera N- 240 con el otro, ya no pudo conducir el agua del Ibón de Gabardilla, al otro lado, es decir al Sur, y tiene que bajar al Barranco de la Ripa o Río Botella.
Antes de la creación del hueco de la carretera, se supone que se emplearía el agua que salía de lo alto del antiguo Miliar Sexto, en ambos lados de la actual carretera. No puede bajar el agua del Ibón al otro lado de la carretera, para regar los olivares, que están independientes de lo de Siétamo, pues éstos pertenecían a un pequeño pueblo, ya desaparecido, que estaba en la parte alta de la meseta, de la que salta el agua del Ibón.
En la cara Norte de la carretera, no hay más vegetación que la que produce el agua del Ibón , cuando corre. En cambio en el otro lado de la carretera, que mira hacia el Norte, está creciendo la vegetación, pero a los olivares, que se encuentran debajo, abriendo el camino al Monte de Siétamo y de Ola, no llega el agua del Ibón.
Allí se encuentran olivares cuya
superficie va bajando al Monte de Siétamo, al que sigue el de Ola, de Alcalá, Argavieso y Novales. Estos olivares se
encuentran sitados hacia el Sur de la meseta hasta el barranco con el Río Botella o Barranco de la Ripa. A sus árboles llegaría el agua
del Ibón de Gabardilla, para regar sus olivos, pero la creación de la Carretera
N-240, impidió el paso de sus aguas. El
pequeño olivar, representado sobre una margen, tiene partes de pared de piedra.
Esas piedras ¿qué misión tenían?, tal vez tenían un destino de culto a los
dioses paganos, como si se tratara de un lugar de oración y de cultos en los que
algún hombre de tiempos pasados, se sentaba en un banco pétreo y aguantaba
el baño de aquellas aguas, provenientes del Ibón de Gabardilla. O estarían
aquellas piedras para dar algún riego a los olivos.
Han pasado muchos años desde que
se hizo esa carretera, que destruyó el Ibón de Gabardilla. Ahora en la parte
alta hay un hermoso chalet, que recuerda una aldea, allí elevada, de cuyo nombre no me acuerdo,
y en un olivar, que está separado por la carretera,
hay unas rocas, de época Primitiva, cuya misión yo no
sé interpretar.
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