sábado, 20 de julio de 2019

Los Gauchos argentinos montados a caballo-




Los Gauchos argentinos montados en sus caballos, no son rivales en la Pampa argentina de los toros bravos, que en España se lidian en las Plazas de Toros. En España se quiso hacer un trío entre los caballeros, los caballos y los toros, pero no se consiguió. En Argentina quedaron los gauchos montados en sus caballos, en una pareja feliz entre gauchos y caballos y en España los toros fueron toreados en sus plazas, para darles muerte, tras una pelea entre toros y toreros.
Algo tiene que ver la Argentina entre el gaucho y el caballo, apartados ambos de la lucha con los toros, pues no se pican ni lancean los toros, como en las plazas españolas. El ser argentino tiene que ver con el trabajo común entre gauchos y caballos. Me cuenta Mario Rafael que los Gauchos consisten en ser una raza trabajadora y humilde, que tiene por nombre ese tan sonoro de Gaucho. Dicen los argentinos que ser un hombre caminando es medio gaucho, y el Gaucho entero lo es, cuando monta en su caballo.
Porque aquí,  en  España,  sentían  la  necesidad  de darle un espacio  a este  Ser, Hombre- Caballo, para  luchar unidos a este toro bravo. Porque en Argentina no han conseguido que el toro bravo formara un solo Ser unido al Gaucho, montado en su caballo, al lado de un toro bravo.
En España se discute la nobleza del Toro Bravo, peleando al Gaucho- Picador montado en su Caballo, porque no ha alcanzado la hermandad de estos dos miembros de una pareja hermanada. La gente observa como el toro se ha embravecido, y se aleja del gaucho y del caballo, dándoles amenaza brava con sus elevadas astas.  Y positivamente que impide ver un trío,   un   trío  unido, porque queda la pareja del Gaucho entre el hombre con su caballero libre en aquella Pampa húmeda y no busca la pareja la guerra entre el hombre y el ganado, ni entre el caballo  y la extensa Pampa húmeda.
Aquella Pampa Húmeda parece un cielo herbáceo, con  los  pastos  verdes  y a su ganado gozándose  de tan suave y rica hierba. Por ella corren los Gauchos, montados en sus “hermosos corceles”,  dominando   la  gigantesca pradera de pastos, donde se alimentan los ganados, que defienden y guardan los vigilante Gauchos, montados en sus caballos.
¡Qué felices son los Gauchos  cuidando  sus  ganados  en la Pampa, donde el buen tiempo verdea, tras las tempestades bravas, que hacen relumbrar los cielos y escuchar las terribles tormenta en el cielo!.

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