Casi no conocía de nada esta
ciudad, pero su mente se acordaba constantemente de esta bella, antigua y
serena ciudad andaluza,que fue
capital del Reino Nazarí de
Granada. Era Manolo muy niño, cuando siendo todavía un tierno infante, su padre
Manuel se lo llevó desde Granada a
Barcelona. Manolo, el hijo de Manuel, nació en Granada, pero no conocía
de nada esta ciudad y sin embargo su mente, no se sabe, como podía acordarse
constantemente de su belleza, y antigüedad, de sus animales como lo son los
leones de la Alhambra y de los hombres que la Naturaleza, había procurado su
vida en tan hermoso lugar. Hacía ya mucho tiempo que su memoria se llenaba de
dibujos maravillosos, como la Alhambra de Granada que tenía impresionada su imaginación,
heredada por aquellos árboles, que gobiernan en aquel lugar del Andalus. No
sólo era maravilloso el aspecto de la Alhambra, sino que mi amigo Manolo ,conversaba
con la gente sencilla. Una de esas sencillas personas era una señorita andaluza, de Granada, de piel oscura y
temperamento tímido, que se abrió al conversar
con Manolo. Cuando éste le dijo que era de la ciudad de Granada, ella no
se lo creyó, hasta que Manolo la insistió en su nacimiento granadino. ¿Por qué
no creía la joven la estirpe andaluza que al hombre con el que hablaba, ya que
había perdido su tono andaluz?.
La joven le expresaba a Manolo su
deseo de ir a Alemania a trabajar y éste
le dijo:” ¿por qué una morenaza como tú, quiere abandonar la soleada Granada, a
la sombra de una Alhambra bellísima y con unas vistas maravillosas?. La
imaginación de Manolo estaba alimentada por la observación de la naturaleza.
Un día conversando con amigos, uno
le dijo : yo me imagino ser un elefante, porque por su trompa goza del poder de
una enorme mano, se alimenta con frutos que se encuentran en lo alto de los
árboles. Otro señala que es un león, que lo introducen en el poder político, como
lo fue siempre en la selva. Manolo, considerando la capacidad del águila de
contemplar desde el cielo toda la Naturaleza,exclamó que él sería feliz volando
por el cielo y el último dijo que deseaba ser cazador para matar al águila,que
todo lo veía, pero siendo él que acabaría con ese poder.
Manolo se compró un libro de
Juan Salvador Gaviota, porque veía la Naturaleza
en que los halcones peregrinos, cazaban a sus hermanas las gaviotas, y trató de perfeccionar
su vuelo y lo consiguió.
Yo soñé que había alcanzado la
felicidad, y ya no tenía la suerte de verlo más.
Manolo eleva mi imaginación de
ideas y ¿de dónde las obtuvo?, el mira la atmósfera y observa como varía la
forma y el color de los ojos de los humanos y de los animales y ama su
placentero trabajo,porque ve las distintas formas que sus ideas captan sobre
los distintos ropajes, que la Naturaleza ha aplicado a cada ser.
Por un lado contempla en Granada
la mente catalana y el sueño juvenil de una bella joven granadina.
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