miércoles, 20 de noviembre de 2024

Los Ovnis de la Biblia, del Medioevo y los que hemos vivido






Cuenta Ramón J. Sender que tenía un niño amigo suyo, que se llamaba Froilán y  el año 1909, murió electrocutado, al contactar su pequeño cometa de trapos  y de cañas, con un cable de alta tensión. Los vecinos del pueblo afirmaban que aquello ocurrió por el influjo nefasto del Cometa Halley, como  el que también se atribuía a un tremendo terremoto ocurrido en Méjico y a la inundación  que causó la desgracia de la niña Omaira y de sus paisanos  colombianos, muertos unos por la erupción del volcán Nevado del Ruiz  y por las corrientes de lodo que dejaron sin vivienda a muchos ecuatorianos.”Sender esperaba la vuelta del Halley para el año 1985 y creía, más loco que yo, que Froilán volvería a visitarlo, montado en su cola”. Hasta Ramón J. Sender, sentía en su interior, como los campesinos más humildes, el paso de los ovnis o platillos volantes y creyó que su amigo el niño Froilán, marcharía por el espacio, montado en el cometa Halley.  Trató de esperar el nuevo paso de dicho cometa, pero Ramón J. Sender, no vivió hasta el año 1985. Pero así como Sender sintió en su mente las aventuras del cometa, tal vez fuera él mismo, el que influyó sobre mí y ese impulso me obligó a esperar la llegada de Froilán, para entregarle, una rana cogida en la balsa del monte, donde Froilán se supone había subido o lo habían montado en el Cometa. Y  hablando de la rana escribí lo siguiente: “¡buen regalo para Froilán , que también es anfibio, porque yo lo vi en la tierra de Huesca y venía e iba por el espacio, a otros espacios más lejanos”; efectivamente  lo vi en Huesca, pero a través de los escritos de Ramón J. Sender.  Sender y yo, estuvimos influidos por la inquietud, presente en la misma Biblia, por ejemplo del Carro de Fuego, del profeta Elías, que bajó del cielo para llevárselo. También,  seguramente, Ramón J. Sender conocería a la hermosa Julieta de Barbastro, mujer amada por todo el mundo, porque además de bella era poetisa y pintora. Un amigo convivió con ella en París y en Cuba y tuvo novios y amantes en Huesca y en Madrid. Pero ella tuvo amigos de lejos de la Tierra, como los gatos venusianos, como ella los llamaba, que de vez en cuando se ponían en contacto con ella y le decían que serían felices si se iba con ellos, en su Ovni. Amaba el arte porque pintaba cuadros al estilo Naif y se los presentaron, en una exposición, después de muerta. Ella nunca quiso dejar esta tierra, que unas veces la hacía feliz y otras la tenía durmiendo debajo de una escalera, en la calle Argensola. Tal vez fue una buena señora la que le dejó ese refugio. Siendo ya mayor, repartía periódicos por Barbastro.  Murió en 1979 a los ochenta años y todo el mundo la quería, sobre todo la juventud. No se sabe como era el Ovni en el que la querían llevar,  como tampoco se conoce la maquinaria del Carro de Fuego de Isaías. Todos los medios de volar por el espacio gozan del misterio de los ovnis, como hemos visto en el cometa Halley, en el Ovni de Barbastro y en el vehículo de Isaías. A Moisés le hablaba el Ser Supremo, desde una “Zarza ardiente”, que tal vez fuera una “nave”, dotada de una gran iluminación. Y ¿qué sería el Arca de la Alianza?, lo ignoramos,  pero pudiera ser un aparato con energía nuclear, con el que produciría el “maná”, alimento completo para subsistir en medios artificiales, como las pastillas que consumen actualmente los “astronautas”. Al llegar la Edad Media, cuando alguno se atrevía a confesar haber visto algún objeto volante, muchas veces perdía su vida, por obra de una justicia cruel. 
Pero el florentino Giotto en el siglo XIV pintó en un cuadro titulado “Adoración de los Magos”, la Estrella de Belén, que guió a los Reyes Magos hasta la cuna de Jesús, en el Portal de Belén. Pintó una estrella con una habilidad, que hace comprender la escasa velocidad que llevaba, para que los Reyes Magos,  no se perdieran. Pero no sólo es el pueblo el que se interesa por estos hechos, sino que los mismos astrónomos,  le pusieron el nombre de Giotto, a la sonda espacial europea (AEE), que lanzaron en 1986, para encontrarse con el cometa Halley.
La estrella de Belén influyó sobre todo el mundo cristiano, porque ¿hay alguna estrella que se desplace a la marcha de los camellos y que se pare al llegar al Portal de Belén?.
Hace unos cincuenta años, que en Siétamo ocurrió lo mismo que le pasó a Constantino, antes de entrar en Roma, es decir que se le apareció en lo alto del cielo una Cruz, con el grabado de “In hoc signum vinces”, que tal vez se lo concediera el Señor como premio a su lucha por el cristianismo en Roma. En Siétamo en una procesión,  cuando pasaba por la Paul, Antonio Bescós , alias Trabuco , observó en el cielo una cruz con ángulos rectos, no formados por gases, que hizo observarla a todos los que participaban en dicha procesión. Este hecho ocurrió hace unos cincuenta años y ya quedan pocos de los asistentes a esa procesión y unos de los que todavía viven se acuerdan de tal hecho y otros, ya lo han olvidado. Hará unos treinta años,  ocurrió un  caso como el  de la  aparición en Arbaniés, es decir de un Ovni o Aparato Volante, que se paró en la cara Sur de la Sierra de Guara, a la altura aproximada de Coscullano. Yo casi ni me acordaba pero Pascual Ordás de Arbaniés, me ha hecho recordar todo lo que allí ocurrió. Estaba dicho Pascual Ordás, nacido en Arbaniés, con Silverio Dueso Ferrando,  también de Arbaniés, pastor del rebaño de ovejas del pueblo, preparando la suelta del ganado. A primera hora de la mañana, empezaron,  en medio de su conversación,  a fijarse en un objeto, que les pareció ser volante, que estaba sobre la cara Sur del Pico de Guara, poco más o menos sobre Coscullano. Miraban y volvían a mirar para ver si hacía algún movimiento, pero estuvo mucho tiempo sin moverse. Pascual también se preguntaba : ¿quién o qué  estará  dentro de este aparato?.  Ellos estaban un tanto extrañados de ver aquel redondo aparato y pensaron si se trataba de un Ovni,  pero,  a pesar de su curiosidad, no esperaron a verlo circular, porque tal vez esperaran que se movería cuando salieran ellos de la paridera y  fueron a darse vuelta por ella,  para ver el ganado y al subir, ya no lo vieron, porque había desaparecido. A los dos o tres días, enterado por las conversaciones de los vecinos de Arbaniés y de Siétamo, subí a hablar con Pascual. Iba acompañado por José María Díaz Castán , hijo del Boticario de Almudévar, donde había nacido, que era muy amigo mío y que tenía una gran afición a estos vuelos misteriosos, pues una noche se llevó a una hija de “Manolotas” y a Pascual,  a San Cosme, donde él afirmaba que se veían Ovnis. Pero no vieron ninguno. Antonio Cano, pastor y gran amigo mío, que todavía vive, contaba que alguna vez, por las noches en San Cosme, veía a su “santero”, cruzando la Plaza, que está delante de la Ermita, por delante de ella, sin pisar el suelo. Así como el escritor famoso José María  Llanas Aguilaniedo,  escribió que una noche se acostó en una tumba vacía del cementerio de Huesca, para escuchar algún sonido de los muertos, el pastor Antonio Cano, afirmaba acudir por la noche al cementerio para intentar oír los mismos sonidos. Otra vez se demostró la preocupación del sabio y del hombre sencillo por los problemas de la humanidad.
Fuimos con Pascual Ordás a Radio Huesca, de donde nos habían llamado y estando en la entrevista, desde la Empresa Alvisa de los Hermanos Albajar,  constructores de cosechadoras de cereales, llamó alguien, que sería,  suponemos que un trabajador, afirmando que también él había contemplado el Vehículo Volante u Ovni de Arbaniés.
Durante la Edad Media fueron abundantes los hechos, por ejemplo Pedro III el Grande en el siglo XIII, en una marcha sobre los Pirineos vio “un terrible dragón de enormes dimensiones que volaba y oscurecía el aire con su aliento”. Un enorme avión en aquellos tiempos podía parecer un dragón, que oscurecía el aire con los gases de la combustión del petróleo que consumía. En el Renacimiento aparecen numerosos cuadros con aparatos volantes, como Fra Filippo de Lippi, que algo tuvo que ver y conocer para pintar una nave que volaba y se jugó la vida para defender lo que había visto.
 Cristobal Colón, no volaba, pero era un gran navegante y  se expresó en cierta ocasión sobre su viaje, inspirado por conocimientos superiores al conocimiento humano, pero no se saben los conocimientos de los que volaban en los Ovnis, que se ignora si fueron hombres o tal vez, ángeles. Pascual Ordás se preguntaba si dentro de aquel Ovni de Arbaniés, había hombres o seres de  otra especie o simplemente materias energéticas.
Teilhard de Chardin dice que el hombre está en evolución y si no ve todos los problemas claros, los intuye. Es el hombre la síntesis de la materia y el espíritu. Su cuerpo es material, pero su espíritu o alma,  tiene la capacidad de razonar y de abstraer, pero la materia no es capaz de tales acciones. Hay una síntesis de alma y cuerpo y el alma causa vida. El Señor dijo al hombre: polvo eres y en polvo te has de convertir, en cambio Cristo que es Hijo de Dios, vino de Él a la vida humana. Tal vez Teilhard de Chardin, contemplara el cuadro del pintor italiano, Paolo Ucello, que perteneció al Quatrocento y  conocido por “ La Thébaide”. El cuadro representa  a Cristo Crucificado y  a una persona rezándole, un tema como otros millares y millares, representados en cuadros, pero en la parte baja de este cuadro, hay un aparato volador, como un platillo volante, que está girando, como si diera vueltas alrededor de Cristo.
“Benedicto XVI ha opinado que Teilhard de Chardin tiene una gran visión, que culmina en una verdadera liturgia cósmica, en la cual el cosmos se convertirá en una hostia viviente”. Teilhard de  Chardin  pensaba:” En la escala de lo cósmico, sólo lo fantástico tiene posibilidad de ser verdadero”.

martes, 19 de noviembre de 2024

A la una salta la Mula.......




Una de esas mañanas,  en que la Feria divertía al pueblo con sus diversos aparatos de entretenimiento  para los niños,  en  una garita aparecían  unas pequeñas  cañas de pescar, para que los niños entraran  en la aventura de hacerse pescadores.  Del extremo del cordón de la caña, pendía un imán en lugar de un anzuelo y el otro imán, que llevaba el pez artificial en el extremo de su boca, se atraían y los niños y niñas, sacaban a sus manos, el pescado artificial que habían pescado. No se podían comer el pez, pero el dueño de la garita, les compensaba con algún pequeño juguete, que los hacía felices.
Otros muchos puestos de la Feria, divertían a su manera a los niños y los mayores que los acompañaban. Yo mismo era feliz, viendo dar vueltas por las calles y la Plaza Mayor del pueblo, a unos burros auténticos, en los que se   había   montado un jinete en cada uno de ellos.  Yo me sentía feliz, como ellos, al recordar tiempos pasados, en que era yo mismo con mis amigos y hermanos, uno de los que  montábamos en aquella burra torda, que  estaba atada en su pesebre, en la cuadra de mi casa, antes de la Guerra Civil. Después de ella, apareció otra vez en mi casa y siempre estábamos jugando,  ella conmigo y yo con ella. Para poder montarme, la aparejaba  a cualquier hora y la dirigía al abrevadero de la fuente, y ella bebía, si tenía sed, pero como eran tantas las veces que la llevaba a beber, muchas veces se negaba  y empezaba el juego en que ella se divertía conmigo. Una vez en la fuente, se daba media vuelta y emprendía una rápida carrera, que nos llevaba a la era, donde había montones de trigo o de cebada, en los que se saciaba. Al morder hacía un ruido, como de molino,  deshaciendo con sus muelas, los granos de trigo. En una de esas carreras, en que  me llevaba galopando desde la fuente hasta la era, un día me tiró en la cuesta que sube de la fuente a la Plaza Mayor y me dejó una cicatriz, que el Señor Jorge, barbero y practicante durante largos años de  Siétamo, en su barbería, que era el único resto que quedaba de su casa, me curó la herida.  Después, siendo ya mayor,  tuve otra burra, también torda, con que fui por el monte, acompañado por un galgo, a intentar cazar alguna liebre. Por fin  le vendí la burra  a un muchacho de Bierge, que era pastor y que todavía encuentro por las calles de Huesca.
Una de estas mañanas, al levantarme,  me acordé de ambas burras y de aquellos cantos o gritos alegres que hacíamos sonar los niños de Siétamo, cuando jugábamos  a la Pidola o Salto del Burro o de la Mula. Y recordando, volvía a pronunciar algunas palabras, que me causan un respeto,  parecido al litúrgico, decía “A la una anda la mula- a las dos el reloj, a las tres San Andrés, a las cuatro brinco y salto” y por más que estrujaba mi memoria, no me salín más versos. Entonces bajé al Bar y allí le pregunté a Luis Mora, eterno hortelano y tampoco se acordaba de ninguno de aquellos versos que de niños cantábamos, cuando saltábamos el burro o la mula, pero de repente siguió con el verso número cinco y exclamó: “A las cinco el mayor brinco”. Le recordé a Joaquina lo que me pasaba con esas frases y ella, rápidamente me dijo : “ a  las cinco el tío Jacinto”. A las seis: abrevando un “güey”. Esta expresión la dijo con una palabra aragonesa. “A las siete, coge la bota y bebe”, pero ya no se acordó de nada más.  Me acordé,  del juego del Salto del Burro o de la Mula, a que jugábamos en aquellos viejos tiempos  los niños, porque era un juego colectivo,  en el que participábamos todos los del pueblo, no cómo ahora,en que unos se ponen a jugar como pescadores, otros a tirar al blanco con escopetas de aire comprimido. Y el que no tiene dinero, se queda sin jugar. Entonces había mucha pobreza, pero sentido de la justicia ya lo tenían aquellos niños , que sorteaban la plaza de burro o de mula.  Entonces, los niños sin dinero se divertían todos unidos en el mismo juego. El atractivo de aquellos saltos de mulas o de burros, todavía hace sentir la ilusión de los niños por la Naturaleza, porque no faltan jinetes que se monten en los simpáticos burros, que caminan por El Arrabal y por la Plaza Mayor. Seguí preguntando a algunos vecinos de Siétamo, entre otros a las hijas del señor Avelino y me recitaron algunos pasajes que se pronunciaban en el salto de la burra, y algunos ya no eran iguales que aquellos de los que yo recordaba. No me extrañaron aquellas mutaciones de los versos del Salto de la Burra, porque el tiempo fue el origen de aquel juego, tan antiguo. No nos hemos fijado en la belleza de aquellos juegos, como se  fijó, el gran pintor Goya, que pintó   un cuadro, en que unos niños realizan el salto, no sobre una burra, sino sobre otro muchacho, que le ha tocado hacer de burro. El tiempo se ha pasado desde Goya hasta nosotros, pero durante él, se ha saltado sobre el burro por muchos países de mundo y esto se ve, mirando sellos de Correos de Holanda, de Bélgica y de países africanos y americanos. Se ha considerado el juego de los niños, como una actividad  sin valor, pero,  uno siente en su espíritu el valor de aquellos versos improvisados, muchas veces, por los niños, que saltando, desarrollaban sus facultades físicas,  queriendo convertir ese juego en un concierto físico e intelectual, cuidando a los niños de las posibles patadas, que podían recibir en sus saltos.  Saltando y pronunciando  los versos, que en ocasiones ellos mismos pronunciaban, eran solidarios y se divertían.  A Goya, yo creo que le impresionaron la poesía, la sátira, el humor y el amor  de esos niños, que saltaban el Salto del Burro.
Me acuerdo, como antes de empezar nuestros saltos, se echaba  en suerte quien tendría que ejercer de burro. Una vez elegido el burro, que no era humillante, sino que estimulaba al niño a salir de esa situación de asno o de mula, para convertirse en un  caballero, que saltaba sobre las dificultades,  que el mundo nos presentaba. Para ejercer de asno,  tenía que perder su verticalidad, que le permitía contemplar el cielo, para adoptar una postura horizontal,  como la de los animales cuadrúpedos. El que se había de convertir en burro,  para aguantar la marcha de saltos,  unas veces poéticos, otras satíricos,  se inclinaba hacia delante apoyando su curvatura, con los codos en las rodillas, ocultando su cabeza, para evitar accidentes.  
El jugador que le tocó  hacer de asno, se inclinaba  y lo hacía,  para que por encima de él, saltasen  los otros compañeros de juego,  con las piernas abiertas en el aire. Y cada uno acompaña el salto con una corta canción.  El primero dice al saltar sobre su compañero: “A la una anda la mula”. El segundo,  “a las dos el reloj”, cantaba el de Siétamo , pero en otros lugares, gritaban: “ a las dos la coz”. El tercero,   gritaba : “ A las tres San Andrés” y el cuarto gritaba: “ a las cuatro brinco y salto”, mientras en otros pueblos : “tres saltitos de San Andrés, daré y no me quedaré” . El quinto saltarín,  como me dijo Luis Moreta, el hortelano de Siétamo: “ A las cinco el mayor brinco”, o  “a las cinco doy un brinco”, exclamaban, en otros lugares.  Este salto, lo califican de el mejor, porque no tiene que apoyar las manos. En el sexto salto el  saltador,  anunciaba : ”a las seis,  salto del rey”.
Durante todo el juego, se ve como los saltarines, quieren ejecutar varias habilidades  a la vez,  pues este salto han de hacerlo, apoyándose  con una sola mano, porque dice:  “A las siete coge la mula y vete”. Una mano ha de tenerla preparada para sujetar a la mula y la otra ha de atender el perfecto apoyo de su cuerpo, cuando salta. El octavo salto resulta más difícil todavía,  porque el saltador dice:  “a las ocho, comemos bizcocho”, porque después de saltar apoyado con las dos manos, ha de llevárselas a la boca. En el salto número nueve, exclama el niño:” a las nueve no te mueves”, “a las nueve, papas al nene”. En el último  salto  “a  las diez, echo a correr”, porque tenía que hacer una carrera larga.  
He aprendido estos días que a este juego recordado por mí, lo llamaban además del salto del burro o de la mula, con la palabra  castellana, Pidola, de origen latino.
Como hemos visto este juego es tradicional, que consiste en saltar los jugadores, por encima de un compañero que hace el papel de un burro o una mula. Este muchacho, que hace de sostén del peso de todos su compañeros,  ha de doblar la cintura y esconder su cabeza entre las manos. En tanto los que han de saltar, forman una fila para saltar por encima del que hace de potro. Cuando saltaban,  apoyaban sus manos en la espalda del jugador que hace de potro, y abrían ampliamente sus piernas, para que al pasar por encima de su compañero,  no le dieran golpes en su cabeza. La humillación  entre los que saltaban y el que hacía de potro, no se imponía, sino que se sorteaba. Antes de dicho potro, se trazaba una raya en el suelo, que no debían pisar los que se lanzasen a saltar. El que pisaba la raya, había perdido y tenía que sustituir al potro, que había cumplido su misión y el que quedaba liberado,  pasaba a la cola de los saltadores. Si nadie  faltaba a las normas del juego, se aumentaba la distancia de la raya. Este juego, no sólo existe de esta forma, sino que hay variedades, como una que recuerdo, en que se ponía un niño, con la cabeza frente a una pared y sobre él, saltando,  se colocaban otros, que sentían la necesidad de colocar un  potro más, detrás del primero, pero a veces se cargaban tanto los potros, que aquella muchedumbre de niños,  acababa en el suelo. ¿ No sería este juego un aviso a los niños, de las dificultades que les iba a traer la vida para vivir, sin caer  y encontrarse revolcados por el suelo?.

 Pero en California , hacían las carreras más largas que se hacían en mi pueblo, pues un grupo de estudiantes, prolongaban el juego y hacía tan largas las carreras, que en una ocasión, estuvieron más de diez días, llegando a recorrer con sus carreras más de ciento seis kilómetros. No sé si este éxito deportivo fué hace años o ha tenido lugar uno de estos años, que me parece más creíble, porque el mundo se está lanzando a la conquista de la luna, que no logrará con el Juego de la Mula, pero, sin embargo la voluntad que ponen en correr kilómetros y kilómetros, les encienden su voluntad de alcanzar el espacio, con una poderosa Mula Mecánica.

lunes, 18 de noviembre de 2024

La PACA, restaurante situado en Huesca, en la calle del alcalde EMILIO MIRAVÉ.



Está dirigido por su dueño, que va vestido de negro y se llama RAUL BERNAL, que fue el mejor maestro chocolatero de España en el año 2011. A mí el día 16 de Noviembre del actual año de 2.024 ,me han llevado a su Restaurante , al que entre otros ha acudido mi hijo Ignacio , amigo, del adelantado Pastelero Raúl Bernal y podemos hacer constar su antigua profesión de Panadero, que es común entre pasteleros y panaderos. Este pastelero con su cuerpo joven, va vestido de negro, en lugar de blanco y al llegar al lugar, donde estábamos sentados con mis familiares,  se presentó ante nosotros con su negro y elegante uniforme de Panadero que me produjo una impresión notable por su rostro fino y su figura elegante ,cubierto por aquella ropa negra, que le daba un poder sobre mí y sobre los que me acompañaban en aquel cuadrado espacio de madera , donde nos habíamos sentado. Nos saludó con gran amabilidad y no pudo hacer otra cosa que entregarme unos bombones, que habían ganado el primer premio de Maestro Chocolatero. Se quedó admirado de los artículos abundantes, que yo le entregaba, pero se llenó de alegría al ver, aquel regalo de agradecimiento mío.

Yo me complacía observando esas pequeñas celdas, que rodeaban un gran mostrador, en que estaban depositados auténticos regalos de pasteleros, comunes entre estos y los panaderos.

Estábamos sentados con mis hijos y nietos, en unas pequeñas cabinas, que formaban, una cadena de ellas, rodeando el más elevado mostrador, en qué se alzaban diversas tortas, como ofreciendo su consumo a los asistentes al espectáculo. Y todos los comunicadores contemplaban los ramos de productos, fruto de su factura panadera, que se sentaban en las pequeñas “capillas”, donde fabricaban tales tortas aperitivas.

Mis compañeros llegamos los primeros entrar en aquel lugar, en cuyo centro se alzaba  la citada mesa, de cierta elevación. Al entrar nosotros en el salón donde esta una alta mesa con numerosos pasteles de chocolate y figuras de animales, preparadas por el inteligente cerebro del Maestro chocolatero. Nosotros entramos en el salón los primeros, pero detrás de nosotros se formaron colas de consumidores, que iban a satisfacer la “minería” de sus miembros. Se llenaba de deseosos consumidores de bombones y de pasteles. Cuando ya no cabían en este salón más consumidores, se sentaban en los veladores de la calle. Y así se acababa la mañana, llena de “buscadores” de alimentos placenteros. Al mediodía, en que se habían terminado los ricos alimentos que se ofrecían. Yo les di a las camareras varios relatos escritos sobre las costumbres de muchos de los que ahora, habían entrado a satisfacer sus estómagos y su imaginación.

Al poco tiempo de enviarle mis escritos, apareció  RAUL BERNAT, que me dijo que agradecía mi visita a sus curiosos y sabios clientes. Me sonrío y me regaló una caja con bombones exquisitos. Cuando nos ausentamos mis parientes y yo, nos fuimos llenos de felicidad.

domingo, 17 de noviembre de 2024

¡Rosa!, está linda la mar.- (De mi libro Claroscuros)

        

                                           
Te voy a contar un cuento.” ¿A dónde irá ese barquito que cruza la mar serena?, “unos dicen que “pa” Cádiz y otros que “pa”  Cartagena”.
 Al oír esta canción queda uno embelesado y enamorado del mar. Este “llega a hacerse imprescindible y como un gran amor”. Así se expresa Rosa Paz, añadiendo que la mar, como la tierra, resultan a veces amargas. El barquito de vela, vela, que no se sabe si va pa Cádiz o pa Cartagena, si es pesquero, lo más probable es que vaya a parar secuestrado a algún puerto de la morería. Ya tiene bastantes motivos de sufrimiento el marinero con su propio trabajo,    con su soledad, sobre una cáscara de nuez, bailaba y rebailaba  por las olas que vienen no se sabe de donde y que van, tampoco se sabe a dónde. Sólo le sirve de referencia el sol, si luce, y le  amarrarán  a tierra el recuerdo y el amor de los suyos, que cansados de tanta espera, unas veces exclaman:”¡Me “cagüen” la mar serena!”. Y otras dicen:”¡Me “cagüen” la mar salada!”.
Es impresionante ver enterrar a un ser querido en la tierra; pero queda el consuelo de ir a rezar a su tumba y depositar sobre ella un ramo de flores. Pero yo creo que es más impresionante ver sumir en las aguas el cadáver de un marinero. Su tumba será insondable en lo profundo e inabarcable en su extensión. Su madre, sobre una roca,  pronunciará una oración, de la que harán eco los acantilados, las olas y las borrascas. ¡Luego dicen que el pescado está caro!.
Los oscenses estamos acostumbrados a navegar por la tierra, y cuando uno de nosotros trabaja mucho, se le dice: ¡cuanto navegas!. Navegando con el tractor sobre torrocos se destroza la columna vertebral. Navegando sobre la más mullida superficie de las olas del mar se destroza la columna con los reumas. Todo es navegar. Incluso navegamos por la vida.
Antiguamente los aragoneses buscaron la salida al mar por el Ebro, que dicen que es más estrecho que el mar, pero de largo ¡habría que verlo!. Los catalanes nos cortaron la capa y eso que dicen que hasta los peces del Mediterráneo llevaban las barras de Aragón.
También algunos aragoneses, como mi hermano, se han lanzado a la mar e, irónicamente, los llamamos marineros de secano. ¡Rosa!, tu tema si que interesa y tiene que ver con Huesca, porque también hay oscenses enamorados del mar. Como tú.

sábado, 16 de noviembre de 2024

Todavía quedan en España judíos y permanecen en ella, sin saber que lo han sido


Escudo Cabrero Y Paternoy

Escudo Cabrero y Bescos


En 1492, el  Edicto de Granada, expulsó de España a los judíos que no quisieron convertirse al cristianismo. La mayoría de ellos, emigró. De los que prefirieron ir a Marruecos, a través de las Islas Canarias, viajaron, algunos de ellos,  acompañando a Cristóbal Colón, del que se dice que también era judío, a América
Colón entabló relaciones con el cristiano-judío   Santangel, Canciller de los Reyes Católicos y trató de la financiación del viaje a América con Gabriel Sánchez, Tesorero   Real, pero no sólo trató con los citados,  sino que influyó con un grupo de nuevos cristianos y con el judío Isaac  Abrabanel, que fue  Escribano  Real y financió los gastos del viaje, sin intervenir en los dineros de la Corona.
Pero también intervinieron los aragoneses, como Juan Cabrero y Paternoy, Infanzón proveniente de los judíos, que tuvo influencia con el Rey Fernando el Católico, del que era Consejero y aportó dinero junto al judío Santangel,  para la conquista de América. Este Juan Cabrero y Paternoy, colaboró  con la Corona Real de Aragón y fue Consejero secreto del Monarca.
En el siglo XV  Martín de Yaso se casó con Isabel de Paternoy, nieta de don Ciprés de Paternoy, Padrino del Rey Católico y Paternoy estaba  cerca del Monasterio de San Juan de la Peña. Este Martín Cabrero, casado con Isabel de Paternoy, puso su casa solar en el pequeño pueblo de Yaso,  en las laderas de la Sierra de Guara. Miguel Cabrero se casó en el siglo XVII, en Huesca, con la pariente de mi abuela del pueblo de Botaya, al lado de San Juan de la Peña, llamada Luisa López de  Botaya, y vivieron en la casa, en cuyo solar se edificó,  que aparece  hoy en el Coso Alto -61, al lado de Santa Ana.
“La familia de los Cabrero y de los Paternoy, formaron una genealogía en España, que venía desde Juan Cabrero Paternoy, de cuya compañía no se privó el rey Don Fernando el Católico, pues no se permitía abandonar su compañía, pues además de consultarle en los diversos problemas  de su gobernación, no se apartó viejo y achacoso de Don Fernando el Católico. No se vio nunca abandonado de la compañía de Juan Cabrero, porque no lo desamparó en sus horas más tristes, como cuando tuvo que abandonar el Reino de Castilla a su yerno Felipe el Hermoso, teniendo que sufrir la ingratitud de la nobleza castellana”.

 Vivían judíos por toda Europa, pero, a  España, ya llegaban judíos antes de la muerte de Cristo. Se les daba el nombre de ladinos o latinos y sefardíes. España estuvo en otros tiempos llena de judíos, y llegó a ser el  País del mundo con mayor población de ellos.
El año de 1492, cuando fueron expulsados de España, se quedaron en ella, los que fingieron convertirse al cristianismo, pero la mayoría  lo hicieron con mucho cálculo  y se casaron con cristianos de cierta nobleza y otros “marranos” se casaron con parejas de su misma condición, para conservar oculto su judaísmo. Alguien me contó que en Alquezar, hicieron amistad judíos con gitanos, por el temor que sentían de perder su vida. Un judío se casó con una cristiana y llenó su casa de escudos de nobleza, en la casa en la que vivió muchos años, en un pueblo próximo a Alquézar.
Muchos judíos encubrieron su condición de tales y ahora, pasados muchos años, ignoran sus orígenes judaicos. Los judíos por todo el mundo conocido desde viejos  tiempos, han sido perseguidos y han tenido que ocultarse unas veces y cambiar sus nombres y apellidos y emigrar en tiempos del Viejo Testamento, a Egipto y después a todo el mundo.  
Los judíos han pensado mucho, a través de los siglos, porque para comprobarlo, sólo hace falta darse cuenta de que son veintitrés  los judíos,  que han alcanzado el Premio Nobel. 
Yo sé de españoles que saben que han pertenecido al judaísmo y algunos todavía le tienen fe. Por ejemplo yo tengo parientes de Menorca que saben que pertenecieron a la religión judía y otros que no saben que pensar, si creer o no en el judaísmo.
A  pesar de su inteligencia, han sido odiados por el pueblo sencillo porque muchos se han  dedicado  a actividades prohibidas para el hombre bueno, como la usura o el préstamo de dinero abusivamente. Esta actividad creó un odio en los pueblos donde se asentaban.  
Los judíos de las Aljamas, se comunicaban por escrito desde distintos lugares a otros. Colón, que fue judío y descubridor de América, ¡cómo se vio acompañado de los judíos, que con él,  marcharon al Nuevo Continente ¡.
Los judíos han sufrido el odio,  algunas veces de otros judíos, que ocultan sus orígenes, como Hitler, que causó la muerte de miles o más bien de millones de ellos, muchos en campos de concentración. El  trató de ocultar su identidad judía. Estando yo en un Colegio de Escoriaza, en Guipuzcoa, llegó  un judío europeo, que debía ser de origen “marrano”, porque hablaba en castellano, huyendo de Europa, para no ser sacrificado  por algún discípulo de Hitler. Pidió ser acogido por el Colegio, pero se le dieron algunos bocadillos y fue despedido.
Caminando por el Coso Bajo, al lado de la antigua Casa Blecua, antes Banca de Casaus, estaba sentado Abel Gaeguer. Allí sentado en una escalera que servía de entrada a algún local, esperaba recibir alguna limosna. Le pregunté que quien era y me contestó que procedía de Ucrania y últimamente lo nacionalizaron en Israel. Me contó que en Huesca había visto restos del judaísmo, en Barrio Nuevo, en una antiquísima sinagoga, donde efectivamente se encuentran esculturas judías,
Nació Abel cerca de Kiev, por los años de 1950, y cuando yo lo conocí debía  tener sesenta y uno. Allí se dedicaban sus padres a arreglar carros que arrastraban las  caballerías.  Cerca de Kiev, los judíos tuvieron que salir de sus hogares y caminar en fila al Barranco de Bali Yar. ”Allí los agruparon en lotes de diez judíos y fueron obligados a desnudarse y a cavar zanjas en las que iban a ser arrojados. Fueron los  asesinos, miembros ultra- nacionalistas de Ucrania, en colaboración con las SS y los asesinados una gran parte de la población judía”. A los seis años, Abel fue llevado a vivir a Israel.  En este País luchó como soldado y como policía durante catorce años.  Aquel hombre que tanto había sufrido en Ucrania y que continuó luchando durante catorce años de policía, no se sintió feliz en aquella  continuada guerra, que empezó a sufrir de muy niño y partió para Francia, Inglaterra e Irlanda, donde ejerció de pastor y allí en Irlanda le pareció ser un pastor de los antiguos en el viejo Israel,  pero,  a pesar de tanto sufrimiento, él siguió esperando en el Señor. Yo bajaba cada día a Casa Blecua para hablar con Abel, pero un día dejé de verlo y no sé donde está ahora.    
En Zaragoza enseña una gran profesora, que entre otros temas estudia sobre el judaísmo. Se   llama Asunción Blasco, que describe la vida de los judíos en Zaragoza, con gran exactitud. Escribe sobre dos directivos de los judíos,  llamados unos los Alazar y otros los miembros de la Caballería y además “sobre diversas actividades de los judíos en Zaragoza, como por ejemplo en préstamos,  medicina, actividades artesanales e industriales, también insisten sobre el sector textil, comercio de paños y tejidos, tenerías ,metal, madera, servicios y actividades comerciales”. Habla también sobre los juegos de azar. Asunción Blasco escribió un libro-disco que hace que el que lo compra, lo lea y escuche los sonidos de los Romances Sefardíes. Satisface leer o escuchar el apellido de Asunción, que es de origen judío, pues en algún periodo de la historia pasada, sus antecesores  cambiaron el apellido judío por el apellido Blasco. Ocurre lo mismo con Bescós, Acín Garcés, Senés, Puértolas, Bielsa, Escartín,  Garcés, Lanuza, Bielsa, Cabrero y en otros muchos más. Otro apellido que llevan varios aragoneses, es el  Navarro, porque muchos judíos aragoneses, cuando los expulsaron, fueron a pueblos de Navarra,  dejaron su apellido judío y con el apellido Navarro, regresaron a Aragón, a distintos pueblos como Herrera de los Navarros.
 Y este apellido de Blasco me satisface porque es el segundo apellido de mi abuelo materno Ignacio Zamora Blasco, que quiso deshacer su apellido judío “López de Zamora”, que probablemente se había ya transformado de apellido judío en apellido de Infanzón. Sus antepasados, su apellido judío lo cambiaron en un Escudo Infanzón, con un lobo en su parte más alta y las barras de Aragón en su parte baja.   Este apellido venía de la Villa de Bierge, donde ya  constaban sus portadores en 1495, Johan y Antón de Zamora. Sucesores de estos, pasaron a Abiego. De Abiego pasaron a Coscullano y constan José Francisco y Demetrio López de Zamora  que en 1801, se les concedió la infanzonía. Se sabe que los antepasados míos López de Zamora, eran parientes de los del mismo apellido de Bierge y estaban establecidos en Bandaliés. ¿Cuál sería el antiguo y judío apellido de los López de Zamora?. No lo sé, pero en su infanzonía se ve su fe religiosa cristiana, pues hay  incluso sacerdotes entre los López de Zamora. Vivieron al amparo de la Sierra de Guara y al lado de los Vallés, que también tenían su apellido transformado de la lengua judía a la latina, en Bandaliés, Coscullano , Ola, Abiego y Bierge. En esa Sierra de Guara existía un judaísmo,  apagado o medio apagado, por qué en Yaso,  desde 1420, Martín Cabrero, Señor temporal de Yaso, recibió el privilegio de ser Noble de Aragón, por concesión del Rey Alfonso el Batallador. Por aquellos años del siglo XIV, eran muy numerosos los judíos que vivían en el Alto Aragón. Por ejemplo basta mirar el libro de Jaume Riera i Sans y leer las muertes de judíos, causadas por los “pastorells” franceses que bajaron desde Francia al pueblo del Sobrarbe, llamado Monclús. Eran treinta las familias judías que en tal pueblo del Sobrarbe vivían y se dedicaban a prestar dinero y tales prestamistas, por esta causa, siempre fueron odiados y  envidiados. Sin pensar en la bondad o maldad del judaísmo,  el vicio de la usura, siempre ha sido odiado. ¿No podían ser las circunstancias de las dificultades de ganarse la vida los judíos, las creadoras del vicio de la usura?. No fue la Justicia la que eliminara ese vicio de la usura, pero tampoco fue la virtud la que evitara el asesinato de treinta y cuatro judíos, sino que fueron el fanatismo y la intolerancia. Aparecen en un artículo de Jaume Riera, un cuadro del año de 1320, de unos sesenta judíos, con sus  nombres judíos, como por ejemplo el de “Joan de Montclús, hijo de Juce Gatenyo”, éste muerto y otros que conservaron sus vidas por renunciar a su fe. Se comprueba con la lectura de esta lista de judíos, como aparece entre ellos el nombre de Monclús, que todavía se conserva entre los altoaragoneses.
Se nos han mostrado la avaricia de los judíos, basada en la Usura, como en el caso de Monclús, pero existe entre muchos de ellos, una fe en el espíritu de ahorro que deben tener y tienen los judíos.
En uno de los cuentos, escritos en Costa Rica después de huir de Polonia, de Samuel Rovinski, se da uno cuenta de ese espíritu de ahorro de los judíos. Escribe: “Esta gente no ahorra. Sólo los  ricos serán ricos en este país. A ellos no les hace falta ahorrar. Nacieron ricos, Janche. A los hijos hay que enseñarles el valor del trabajo. Y  del dinero también. La persona que no trabaja es vaga, inútil, se llena de malos pensamientos, y codicia el dinero ahorrado por los que sí trabajan.
Pero el afán por el dinero no es propio solamente de los judíos, porque dice el judío Bartolomé Bennasar, que “la Inquisición se preocupaba más que de la fe, de obtener riquezas personales de alguno de sus miembros”
Hemos estado tratando de olvidar al pueblo judío, cuando en nuestra historia hemos participado de sus cuarenta y seis libros bíblicos, que van desde el Génesis hasta los Macabeos y hay veintisiete libros más del Nuevo Testamento. Ya desde que era niño, en Siétamo,me acuerdo de cuando, al llegar la Semana Santa, gozábamos haciendo sonar una carracla o una matraca, sin darnos cuenta de que aquellos instrumentos procedían de los antiguos tiempos del Antiguo Testamento. Estábamos los niños gozando del placer de hacer sonar tales instrumentos, sin saber que ya eran utilizados en el Antiguo Testamento, mientras nosotros teníamos antipatía a los judíos. Muchos de los ciudadanos actuales, sin saberlo, llevan  o llevamos sangre de aquellos ciudadanos judíos.
En una emisión de la revista judía “Confidencial”, dice que para Florentino Portero “es difícil entender la cultura española,  sin conocer antes el judaísmo”, “que es uno de sus pilares”.
“Es difícil entender el cristianismo sin conocer sus puntos comunes con el judaísmo”, sentencia Portero, profesor de Historia  contemporánea y conocedor de Sefarad. Basta con contemplar en  Huesca, la Procesión del Viernes  Santo, en la que   salen los Profetas y las Sibilas.
“¿Nos hemos olvidado de nuestros antepasados, los judíos?. Tal vez sí, porque, como escribí en mi artículo “ Sefarditas de Huesca”, en que “mi padre Manuel Almudévar,  me contaba hechos, que ocurrieron en la pequeña historia. Por ejemplo el de un Diplomático aragonés, natural de un pueblo del Somontano, Berbegal y apellidado Palacio,  que estando en el Líbano, se le acercó un joven muchacho, que vendía Tortas de Ayerbe, nombre tan español como  su origen, en algún horno, en este caso de la Villa de Ayerbe”.
“¡Qué tristeza sentirían los judíos al ser expulsados de Sefarad o España y qué alegría sentiría  el Diplomático Palacio, al ver y escuchar a este joven sefardita originario, con casi seguridad de Ayerbe. Se recuerda más por el mundo que por la península el recuerdo de los judíos, porque por aquí, ya casi nadie se acuerda del pueblo judío, si no es en su papel político por el mundo”.
Pero “en una emisión de la revista judía “ Confidencial”, pone que  para Florentino Portero “es difícil entender la cultura española, sin conocer antes el judaísmo”, “que es uno de sus pilares”. Hay que repasar un poco la vida de los Cabrero de Yaso, para darse cuenta de lo que trabajaron por España y América, hombres de origen judío.
El médico y farmacéutico Miguel Ribera del Pueyo, me dijo que es pariente de Martín Cabrero, Señor de Yaso, que fue ennoblecido por el Rey Alfonso V, el Magnánimo y que en 1420 se casó con Isabel de Paternoy, nieta de Don Ciprés de Paternoy. Fue este hombre de raza judía , padrino  del Rey Fernando el Católico. El pueblo de Paternoy, el primer Abad del Monasterio de San Juan de la Peña, llamado Paterno, lo fundó el Abad Paterno, muy cerca del Monasterio de San Juan de la Peña.
El caballero Don Martín Cabrero, abandonó el judaísmo  y lo ennobleció como Infanzón,  el Rey Alfonso V en 1420.  Se casó con Isabel de Paternoy, nieta de Don Ciprés de Paternoy,  padrino del Rey Don Fernando el Católico. Al cambiar de judío en Infanzón  se procuró un escudo en campo de sinople, una cabra de plata;  bordura de oro, cargada de diez escudetes de gules, con el jefe de plata. Añadió al escudo su esposa Isabel de Paternoy, un ciprés.
Fueron diecinueve el número de generaciones de Cabrero que mantuvieron su residencia en YASO Y TODAVÍA EL NÚMERO DIECINUEVE, Pedro Cabrero Ferrer, tuvo que probar su Infanzonía.
Su hermano Domingo Cabrero Ferrer, natural de Yaso,  se casó con ISABEL BESCÓS, apellido muy frecuente es esa Sierra de Guara. El escudo de los Bescós está unido al de los Cavero de Yaso y el escudo de los Bescós se conserva en Santa Cilia de Panzano, en casa de mi amigo, Gonzalo Bescós, de los que por cierto, ya éramos parientes los Azara, una de las cuales estaba casada  con mi antepasado Almudévar. Cuando fui a Santa Cilia a ver a Bescós, me hizo leer el Libro de la Infanzonía de dicho apellido. Por los pueblos cercanos, como Bastaras y Panzano, quedan y de Bastaras se fueron  parientes de Gonzalo con su mismo apellido de Bescós. Todavía se declaran parientes de Manuel Bescós Almudévar, que en 1923 fue alcalde de la ciudad de Huesca.y escritor de libros y más conocido por SILVIO KOSTTI.

El ingeniero Bescós Lascorz, con mi abuelo Manuel Almudévar Vallés hicieron un canal para llevar el agua del río Guatialema a la fábrica de Harinas que construyeron en Siétamo. Se casó Bescós con una hermana de Manuel Almudévar y tuvieron un hijo,  SILVIO KOSTTI.
Manuel Besccos  Almudévar (Silvio Kosti).


Por cierto que Manuel Bescós e Ignacio Zamora Blasco, venían de los judíos y sin embargo Manuel Bescós de olvidó de sus consanguíneos, los Bescós de la Sierra de Guara, pero estos no se olvidaron de su genealogía y de su religión,”porque la Madre de la Comunidad de Santa Ana, discípula de la Madre Rafols, fundó en Panzano un Colegio, para educar niñas de ese territorio. Aquellas niñas se dieron cuenta de que la vida no es solamente materia, sino también espíritu, como se dieron cuenta también los hijos de Silvio KOSTTI”.
Silvio KOSTTI, se olvidó de la religión judía de su familia en otros  tiempos y de la cristiana en su periodo de vida. Escribió “Las tardes del Sanatorio” en que “canta la renovación del Hombre de Neandertal en esta Tierra…y saca escenas pornográficas y actos de “vulgar erección de cornamenta en el Doctor Cornelius Korner, por el chófer Jhon a su esposa Zoe”. Fue excomulgado” “Pero sus hijos…le hicieron darse cuenta de que la vida no es sólo materia, sino también espíritu”.
Silvio Kostti se olvidó de la religión judía y de la cristiana y escribió “glorias de luchas armadas en mundos imaginados por su mente”. La Madre Pabla Bescós, Hermana con la madre Rafols en la Comunidad de Santa Ana, pensaba en la educación cristiana de las niñas, siendo como los Bescós, descendiente de Judíos.
El número XIX de los Cabrero de Yaso fue Pedro Cabrero Ferrer y tuvo un hermano ,llamado Domingo “segundón de la casa Cabrero de Yaso.Este Domingo Cabrero no quería en aquellos años de 1750 a 1793,proclamar en su escudo, solamente a los CAbrro y a los Paternoy, sino que el escudo puso en el segundo cuartel, “el corazón de los Bescós, sosteniendo una Cruz”.




Y mi abuelo Ignacio (López de) Zamora, venía del linaje aragonés de Bierge, y tenía por escudo los cuatro bastones de gules de Aragón y  brochante, sobre el todo, un león de oro. Pero a él no le parecía bien presumir de tal escudo, porque él creía que era judío y, al parecer lo ocultaba o no nos hemos enterado sus descendientes de que alguien pudiera saberlo y se lo comunicara.
Cuando se quitó parte de su apellido “López de”…. abandonó también el escudo de los López de Zamora, del que ya no se vieron más en su domicilio. Vivió en la Calle de San Martín o de Los Tocinos, bajando a la Plaza de San Martín. Los judíos cambiaban su nombre con mucha facilidad y mi abuelo, cambió su apellido y no ha llamado la atención de la gente, pues los López de Zamora de Bierge no lo han cambiado.
 En una revista publicada por Internet, pone “Ignacio Zamora Blasco  ( 1861-1914), propietario y político oscense que en 1914 era uno de los principales contribuyentes en la Capital, había estado con los Posibilistas de Camo,  desde 1887. Diputado Provincial entre 1892 y 1900 y también en 1913.”.
 Su cultura la cultivó apuntándose a la Enciclopedia Hispano- Americana, que mi familia todavía conserva en Casa Almudévar de Siétamo. Pero la religión cristiana no la cultivó, porque cuando se casó con mi abuela doña Agustina Lafarga, fueron de viaje de novios a Madrid y allí estuvieron un mes. Cuando llegaba una fiesta de precepto, mi abuela iba a Misa, pero mi abuelo Ignacio, la acompañaba hasta la puerta de la iglesia, pero no entraba en ella. Era un hombre que respetaba a su prójimo y compró un conjunto de Instrumentos quirúrgicos, para que los utilizaran en el Hospital. Murió,  pero su esposa, entregó dichos instrumentos al Hospital de la Diputación provincial de Huesca, de la que era Diputado. Estando enfermo, le dijo a su esposa, que había entrado en tratos con los dueños de una mina, que estaba en la provincia de Huesca y  que no pudo explotar. Tengo que enterarme de qué mina se trataba.
Parecía su vida un sufrimiento , pues al morir, alguien de Huesca le colocó en su cabeza una “kipa”, especie de bonete, que empean los judíos de todo el Mundo, para proteger su mente y venerar al Señor.
¿Cómo me enteré de este dato de su judaísmo?. Murió mi abuelo en 1915 y mi abuela en 1956. Por tanto mi abuelo murió en 1915 y mi abuela unos cuarenta años después. Y fue un entierro el que me reveló que el difunto se conservó judío, desde mil siescientos noventa, en que su familia se cristianizó, y ya la habían sido sus antecesores desde lejanos tiempos.Yo nací en 1930, mi abuelo en 1915 y mi abuela en 1956, e hizo falta que pasaran cuarenta y un años, para que en una tumba me enterase de que mi abuelo se creía judío.Y tuvieron que transcurrir años sin cuento, para que yo pudiera ver a mi abuelo, con el que iban a enterrar a mi abuela. Apareció su cuerpo y su cabeza estaba casi reconocible, para que alguno que lo hubiera conocido vivo, lo reconociera. Me llamó la atención una especie de  bonete, con espacios vacíos entre sus estructuras, que cubría su nuca y parte de su cabeza. Me estaba fijando en ella y el enterrador, buscando espacio para mi abuela Agustina, movió su cuerpo y aquel  bonete,  que era una Kipá judía, cayó desde su cabeza al fondo del  ataúd. Había asistentes al entierro de mi abuela con mi abuelo, pero no pude saber quién  era un señor mayor, que me dio el pésame y yo pensé que era algún pariente lejano de mi abuelo.La kipá es como una bóveda del cerebro, que guarda la doctrina de los judíos. Las hay de diversos colores, pero el más serio es el negro.
¿Quién iba a pensar sobre la fe de Don Ignacio Zamora Blasco,que en su historia aparecen sacerdotes como el cura de San Julián de Banzo, don Manuel Aznárez López de Zamora, que hacía pasar las vacaciones en su casa, a mi madre y a mi tía Eugenia y que sigue enterrado en la iglesia de San Julian de Banzo?.
Mi abuelo Ignacio López de Zamora estudió para Abogado y dejó en casa,varios libros de Derecho.Antes de casarse mi abuelo,vivió con su tío Don Benito Zamora y Coronas, que murió en 1891.Se observa como tío y sobrino dejaron a un lado el apellido de López de Zamora,para convertirlo solamente en Zamora.
Fray Benito Zamora y Coronas.

 Se preocupaba mi abuelo del Santuario de San Cosme y San Damián,donde su tío. Primeramente fraile Carmelita Descalzo,dirigió el culto en este Santuario, durante treinta años. Pero también le preocupaba la salude del Pueblo,como demostrño entregando al Hospital de Huesa, instrumentos quirúrgicos para salvar la vida de muchos oscenses.
En casa de Ignacio Zamora se guardaba la imagen de la Madre Berride, que se ha sometido a Roma para ser canonizada. Esta Madre Berride no le quitó a mi abuelo su creencia en  el Judaísmo.
Ignacio Zamora encontraba la cultura española difícil de entender sin contar con el judaísmo. Ignacio conocía el cristianismo, pero no comprendía que el judaísmo fuera totalmente diferente del cristianismo Dios eligió al pueblo de Israel para que fuera un portavoz de una Alianza. Y Jesús lo comprendió,viniendo al Mundo predicando la doctrina del Amor, de la Caridad, la misericordia,fundando el Cristianismo.
Los judíos, en cambio esperaban que el Mesías librase a los judíos de los Romanos.
Había llegado el momento de la unión de los cristianos con los judíos, pero éstos no reconocieron la Doctrina de Cristo, porque pensaban en hacer caer al poder de los romanos y los cristianos buscaban el perdón de los pecados de todo el Mundo.Los que no creyeron estas ideas, se quedaron en judíos,con el Antiguo Testamento y la Doctrina de Jesús estña en el Nuevo Testamento. ¿Cuáles serían las ideas de mi abuelo de la diferencia entre los bienes materiales y los espirituales?. No se sabe.
Cuando  los Reyes de España, visitaron la Sinagoga de Madrid el 31 de Marzo de 1992,Don Juan Carlos afirmó que Sepharad  había dejado de ser una nostalgia para convertirse en un hogar en el “no debe decirse que los judíos se sienten como en su propia casa, porque los hispano-judíos están en su propia casa”.

Libro procedente del Monasterio de San Juan de la Peña.

viernes, 15 de noviembre de 2024

Felicitación por el 94 cumpleaños



 Escrito por Ignacio Almudevar Bercero a su padre.

Ignacio Almudévar Zamora, nescut fa 94 añadas en Siétamo, ye un hombre que ha dedicato tota a suya vida a treballar, cuidar a su familia y fer de l’honradez un estilo de vida. Dende bien zagal ha portato l’esfueyo en os suyos braços, labrando con fortaleza y dignidat una existencia plena d’orgullo y bons recuerdos. Ignacio ha estato sempre un ejemplo de compromiso con a tierra y con os valores que nos faen millors personas: l’amor a la familia, o respeto y l’ajuda a os demés. Como patriarca d’a familia Almudévar, ha deixato una hiedra que encara creix, enseñando-nos que la vida se construi con l’honra, l’esfueyo y a bondat. En iste día tan especial, queremos rendir-te un homenache por toz esos años vivitos con dignidat y fortaleza, y desear-te un feliz cumpleañadas. Que ista añada nueva que encetas venga llena de paz, amor y salud, y que sigas sendo lo faro que nos guia a toz en a familia. ¡Gracias por tolo que has donato y por ser un ejemplo ta toz nusatros! Salud y longa vida, Ignacio, porque o millor regalo pa nosatros yes tú.¡Feliz cumpleañadas! Que o cielo te siga guardando y que a túa bondat siga sendo o recuesto que ilumina a nuestra casa!

jueves, 14 de noviembre de 2024

Les Souffleurs.-


En el parque de Huesca, los Soufleurs.                                        

Esta dulce  mañana de principios del Otoño, me he encontrado con un grupo, ¿de qué?.  No lo he sabido hasta que me han invitado a sentarme sobre uno de los hermosos bancos de mosaicos árabes, dentro de la Rosaleda del Parque, en la que todavía lucen unas rosas amarillas y otras rojas.

Iban damas y caballeros vestidos de negro y con unos tubos, en sus manos, también negros, con los que apuntaban al cielo, otras veces a algún compañero o compañera, de tal forma que parecían representar un ejército en que sus miembros, se dominaran unos a otros. Pero no era así, porque me invitaron a sentarme en uno de los  citados bancos y pusieron en comunicación los tubos negros, desde las bocas  de unos pregoneros y pregoneras a los oídos de los demás.

En un momento dado un caballero me abanicó con un abanico también negro y ante tal signo, se pusieron en mis oídos sus palabras a través de los tubos. ¿Qué decían?. Eran auténticas poesías que hablaban de amor, lamentándose de la desaparición de las manos que acariciaban al que recitaba la  poesía.  Et toujours, avec ses parapluies ouberts, regardaint sur le ciel, quand une dame disait : siempre hay que apuntar hacia la luna porque, aún en caso de fracaso se llega a las estrellas. Si el hombre siempre las ha mirado y aspira a llegar a ellas, como ya ha  llegado a la Luna y está estudiando la forma de llegar a Marte.

Dicen que el cielo está lleno de agujeros negros y por ellos desaparecerán aquellas estrellas que contemplaban mis amigos, cuya amistad nos ganamos mutuamente en escasos minutos.

Hoy día las artes y la poesía no proliferan en el Mundo, pero estos amigos de Les Souffleurs son poetas y poetisas vivientes, aunque van vestidos de negro.¡Tal vez lamenten con ese color con que en Europa se han vestido los sacerdotes cristianos,  la posible desaparición de las estrellas, como desaparecieron las manos de la persona amada!.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

El cielo llora.(16-III-2004)-

                                                      El Bosque del recuerdo.

La humanidad quiere vivir y se levanta cada mañana para ganar su pan de cada día y la imaginación le ha trabajado desde siempre para conseguirlo. Basta ver, cuando recorres las orillas de los ríos aquellos molinos viejos, donde el molinero trabajaba para que los hombres pudieran comer pan y torta en sus fiestas y conseguía que sus hijos subsistieran. Existían plazas, mesones y mercados y viajaban en carros, en caballos, en asnos y caminando y emigraban a buscar ese pan por otros horizontes, pero las escuelas no eran abundantes y la incultura llevaba a muchas personas a convertirse en celestinas, pillos, busconas y rufianes, creando el mundo del hampa. El fanatismo originaba las luchas, las muertes y se quebraban las honras y se trataba de limpiarlas con sangre y con engaños y crímenes.

En mayo de 1864, mi pariente Valero Almudévar, cuyo padre natural de Loporzano, había emigrado a Madrid y allí estudió la carrera de Magisterio. Al acabarla sintió la necesidad de promover la cultura en su provincia de Huesca y pidió al pueblo de Castejón de Sos, a donde se dirigió desde Huesca por Barbastro y Graus; añade Valero en sus Memorias de un Maestro de Escuela: “Desde este punto encontramos un camino tan áspero, que se hacía imposible transitar por él en carruaje”. Después de unos años volvió a Madrid, donde todavía viven  sus descendientes. También tengo familiares en Argentina y en Canadá, como muchos otros españoles los tienen en Cuba, en Venezuela o en Filipinas.

Ahora sigue siendo Madrid un punto al que acuden de todas las provincias españolas, como acudió el padre de Valero y de casi todos los países del mundo y muy bien comunicado.

Cada día van a la capital, los hombres y mujeres que van a buscar su pan con el trabajo; unos son españoles y otros extranjeros. Viajan en aquellos ferrocarriles los estudiantes que van a las Escuelas y a las Universidades. La enseñanza se ha extendido, pero siguen existiendo los fanatismos y el día once de marzo de este año de 2004, ese fanatismo ha vuelto a cometer un terrible acto de terrorismo, que ha causado doscientos muertos.

Ha quebrantado el subsistir de esas familias que buscaban su porvenir en Madrid y ha hecho que todos los españoles sensatos lloraran de dolor porque les dolía hasta el alma y se han lanzado a manifestarse espontáneamente, por las calles de nuestras ciudades, en las que caían las lágrimas del cielo en forma de lluvia. Algunos que acudieron a manifestarse con sus paraguas, los cerraron y se unieron al dolor de la Naturaleza, mojándose con sus lágrimas, ante el salvaje comportamiento de los fanáticos, que dan la impresión de no ser humanos.

domingo, 10 de noviembre de 2024

Mi sobrino Luis Manuel, ama el Mundo y a sus pequeños habitantes.- (17 de Mayo de 2021)




                    Escultura realizada y pintada por mi hermano Luis Almudévar Zamora         

Yo tengo muchos recuerdos de mi sobrino Luis Manuel, de sus padres Luis y María Pilar Arnal y de sus dos hermanas Natalia y Marina. Nacieron en Bilbao, Puerto Marino, donde tenían un piso, iban a sus colegios y acompañados por su madre María Pilar Arnal, casi siempre esperando a su padre  Capitán de Barco. Cuando ya llevaba muchos años navegando, se quedó en el mismo Bilbao, trabajando en las tareas que requería su puerto. Pero un día, estando yo mismo escuchando la radio, quedé con mi corazón muerto, al escuchar a la Emisora, que habían explotado bombas en el puerto de Bilbao. Llamé inmediatamente a mi hermano Luis, que no se había enterado de la cruel noticia y se quedó absorto, extrañado y asustado. Se le acabó aquella vida familiar en Bilbao, porque tuvo que volver a navegar por el Mundo, pero él, capaz de navegar por los desiertos mares, aguantó hasta que lo jubilaron. Luis Manuel de una curiosidad humana indescriptible, aprendió inglés y todo lo que encontraba por el Mundo, le despertaba una gran curiosidad. Bastaba  observarlo  cuando venía a Siétamo, como sentía una curiosidad de las serpientes que en la Era, debajo de los pajares, se sentaba encima de una piedra como asiento, frente a los agujeros por los que él había visto entrar o salir alguna culebra. Y en su humilde asiento esperaba ratos y ratos para poder ver y apoderarse de alguna serpiente, que debajo de la pared de la era, se había refugiado. El quería cazar alguno de esos animales, a los que se sentía atraído por su forma especial de vivir una vida, sin patas, que se desplazaba por la era reptando. Su forma de ser le dotaba de fortaleza, para esperar el momento oportuno en que podría capturar a una de ellas. ¡Qué amor a la naturaleza tenía Luis Manuel, pues después de sentarse, como he dicho sobre una losa de piedra, era capaz de esperar no a su enemiga, la culebra sino a su amiga, para hacérsela compañera de la vida!. Yo como persona nerviosa no podía estar a su lado, pues no podía hablar con Luis Manuel. Solamente lo observaba y lo dejaba sólo, comprendiendo su paciencia. No me hablaba, pero me sonreía en tanto yo lo acompañaba.

Dios había puesto en su corazón un atractivo hacia esas culebras y necesitaba vivir con ellas y dedicaba el tiempo que tenía para convivir con ellas, porque a él no le causaba soledad ni miedo en su corazón, sino que su presencia le hacía compañero en este Mundo de tan misteriosos animales. El Señor le había dado el poder convivir con ellas y él buscaba la ocasión de sentirse más cerca del Creador, conviviendo con las mismas. La culebra es un animal misterioso y el diablo, adoptando un cuerpo serpentino, se presentó ante Adán y Eva para tentarles que comieran un fruto prohibido y a estos primeros hombres originarios de la humanidad, les hicieron perder la vida humana en el Paraíso. Pero mi sobrino Luis Manuel, sabía que las culebras no habían provocado la Expulsión de Adán y Eva del Paraíso y él estaba enamorado de la imagen original de tales animales. Y él centró su atención, la dirigió a las culebras y no podía hacer otra actividad que sentarse en una piedra frente a las paredes de los pajares en la era de Siétamo por cuyas bases, salían agujeros en los que se escondían las culebras.

 


 

                       Caricatura realizada por mi hermano Luis Almudévar.

Además de coger las culebras en la era, bajaba con su primo Mariano al río Guatizalema, donde mi hijo no podía ver dichas culebra y Luis Manuel las captaba prontamente.  Su compañía no les faltó nunca, pues  su eterna sonrisa aliviaba la enfermedad, que padecía su madre María Pilar. Cuando mi esposa y yo estuvimos en Bilbao, su hija Natalia se preocupaba de que su madre fuera feliz. Mi esposa y yo nos volvimos a Huesca y a los pocos días tuvimos que volver a participar en el funeral de María Pilar. Luis mi hermano, ya estaba jubilado y pensó en vivir en su Tierra Natal y con su hija Natalia, vinieron a vivir al piso de Huesca. No estaba sólo, sino que le  hacía  compañía su hija Natalia, y él se dedicaba a colocar símbolos de la Navegación, en pequeños armarios, para poderlos contemplar. Construía barcos, que colgaba por diversas habitaciones familiares. Tenía muchos amigos, que lo hacían feliz a él, como él mismo los hacía a ellos y cocinaba preparando meriendas sabrosas, cuya preparación había aprendido en los barcos en el curso de sus viajes. Luis cogió uno de los soldados de plomo, ya medio destrozados por el juego y escribía artículos, que estaban llenos de humor, acompañados por una gran humanidad. Cuando murió María Pilar, sus restos fueron llevados al Cementerio por su esposo Luis, acompañados por toda la familia. Cuando Luis murió, se incineró también su cuerpo junto con el de su esposa. En el Panteón de los Almudévar de Siétamo, permanecen juntos gozando del descanso eterno.   

Luis Manuel, hermano mayor de los Almudévar-Calvo, marchó de Bilbao a Málaga, donde ha vivido feliz con su trabajo y con su placer de convivir con pequeños reptiles en su casa. Marina, casada con el buen Gabriel, vive en Zaragoza, donde se ocupa de la educación de los niños. Natalia que mientras vivía su padre en Huesca, no lo abandonó. Y estando sola en la vida, se marchó a Madrid y después de casada con el buen Juanma, se trasladó a Barcelona,donde trabajó con su esposo , también abogado. Cuando van a Alicante a convivir con la familia de Juanma, los niños gozan, unidos a sus abuelos, de su clima y corren por debajo de los naranjos. Han crecido su hijo y su hija y Natalia, sufre para que no sufran el niño y la niña. Hoy Luis Manuel llega a Huesca y a Siétamo a rezar en la tumba por sus padres y yo animaré mi corazón al ver a Luis Manuel, que soñará estar junto a sus padres. "Tuvo con la visita a la tumba de sus padres, una gran alegría que le duro muy pocos días, pues murió al mes siguiente para acompañar a sus padres en la tumba".


Los Ovnis de la Biblia, del Medioevo y los que hemos vivido

Cuenta Ramón J. Sender que tenía un niño amigo suyo, que se llamaba Froilán y  el año 1909, murió electrocutado, al contactar su pequeño com...