Son las cuatro y media de la noche y estoy pensando, con mi cerebro, sobre cuanto puedo alcanzar con mi forma de pensar. No sé qué límites, si los tiene, el alcance de mi pensamiento. El pensamiento de nuestros cerebros tiene un límite con la muerte, ya que al morir, acabamos de pensar. ¿Es que el pensamiento no se acaba con nuestras vidas, pues parece que unos hombres de distintas generaciones, siguen dando vueltas en su cerebro a lo que ya pensaron sus antecesores?. ¿Somos temporales en nuestra vida o toda la humanidad tiene un pensamiento común, que hace de dicha humanidad, un ser que da a los hombres, una unidad en su existencia y que hace prosperar al hombre primitivo en su creencia en una aproximación a la divinidad?. El pensamiento en su conjunto está formado por millones de cerebros humanos, que constituyen un único pensamiento universal que trasciende de las vidas humanas particulares. El pensamiento en Dios está extendido por toda la Humanidad, pero ¿puede un hombre absorber la idea de un Dios Todopoderoso?. Si, yo creo que el hombre tiene una doble vida, pues puede seguir pensando en el cielo o pensar únicamente en la vida del dinero, del placer o de la ambición.
Se encuentra el hombre vivo en medio del Mundo y piensa en su origen y en su destino por él mismo y después de su vida ¿qué vendrá?. Está el hombre con su cuerpo material vivo y espera su muerte y entonces ¿qué vendrá?. Y están los cementerios y los montes y el fondo del mar, llenos de restos de cuerpos humanos, aunque los hombres se empeñan en enterrar a los muertos. Entonces me pongo a pensar en la voluntad de Dios sobre si las culpas consideran vida de nosotros, los hombres, y me acuerdo del ”De profundis clamavi ad te, Domine;-Domine exaudi vocem mean.-Fiant aures tuae intendentes-In vocem depreciationes meae.
¡Señor escucha mi voz!-¡Que tus oídos atiendan-la voz de mis súplicas!. Si las culpas consideras, Señor,-¿Señor, quien resistirá?-Porque hay gracia en ti,-Y por tu ley, te busco, Señor.-Mi alma aguarda en su palabra;- Esperas mi alma en el Señor.- Más que los centinelas, la aurora- aguarda Israel a Yahveh,-Porque en el Señor hay misericordia,-y en El habita la total redención.- El redimirá a Israel- de todas sus culpas”.
Este Salmo aparece en la Biblia y me explica su lectura mi ignorancia de la Sabiduría de Dios, pues el hombre es un ser mixto, es decir que está compuesto por materia simple, como la carne y por su Alma, que es un espíritu. Muerto el hombre, ya no piensa, pero su espíritu, su alma sigue amando a Dios y no tiene medios para aclarar a su cuerpo de la Otra Vida espiritual.
Me he fijado en una medalla, que representa a un Angel Custodio, delante de un niño, con una atención a él, que nos recuerda la vida humana, material y espiritual y la angelical, que está sirviendo a Dios en el Cielo y en la Tierra. ¡Oh, Angel Custodio, que es un espíritu que el Señor ha creado para guardar a los niños y a los mayores de los peligros del Mal!. Me acuerdo cuando en mi niñez rezaba diciendo: ¡Angel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día!.
Hay Versículos en la Biblia, sobre el cuidado de los Ángeles, que ayudan a la gente. Uno de ellos en el Salmo 91:11, dice: ” Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos”. En el Apocalipsis 22:9 dice: ”Entonces caí a sus pies para adorarle y me dijo: No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”.
La Biblia es el libro más leído por la Humanidad y el hombre ilumina su cerebro con su lectura. Intenta comprender su esperanza con su lectura y yo pido, qué pensando en los cadáveres de los hombres, nos ilumine, si es su voluntad, sobre la Resurrección de los muertos.
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