Conocemos la existencia de dos
Parroquias en la Villa de Siétamo. La primera, en tiempos antes del año de
1570, siendo Abad del Monasterio de Montearagón Don Pedro de Luna y la segunda
que se construyó a petición de los Ilustres Sres. Don Bernardo Martínez de
Bolea, también llamado Bernardo Abarca de Bolea y Portugal, que tuvo su residencia
matrimonial en el Castillo- Palacio de Siétamo. Fue el Abarca de Bolea, que se casó con la Señora Jerónima Castro Y Pinós, y vivió
con la colaboración de los cristianos que vivían en 1571, en el pueblo ya cristiano, de Siétamo. Su hijo Don Martín
Abarca de Bolea y Castro (1550-1600), fue un gran humanista, escritor y poeta. Su
vida coincide con la fecha en que se edificó la actual Iglesia Parroquial. Una
hija suya Doña Ana María Abarca de Bolea, que fue Maestra de Novicias y Abadesa
del Monasterio de Casbas desde 1672 a 1676
debió morir el año de 1685. Es Ana María Abarca de Bolea escritora en
Fabla Aragonesa y en castellano. El maestro Martín Zabala, acabó de construir
la segunda Parroquia el año de 1572.
Siétamo al ser invadido por los
moros, fue un pueblo presidido por un Castillo, que no pertenecía a estilo cristiano,
al ser dominado por los árabes, y que ya desde tiempos anteriores a la invasión
de los árabes, estaba protegiendo la orilla de de la vieja Vía Romana, que de
Huesca iba a Alquézar y situado en lo más alto del pueblo y en la entrada y
salida de la citada Vía. Todo el pueblo estaba rodeado de murallas, de las que
todavía se conservan muchas y dentro de esas murallas, los moriscos alzaban su
mezquita. Durante la invasión de los moros, vivieron en Siétamo, varias
familias cristianas, pero fuera de las murallas y con una iglesia parroquial
propia. De esa iglesia se conservan dos piedras, una representando la figura de
un Papa, otra con un ángel y un sostén de su alero del tejado, con un rostro
humano. Esta pieza la subirían desde la antigua iglesia hasta la obra nueva,
que se estaba realizando, pero al pavimentar la Plaza Mayor, al lado de la
Nueva Iglesia, apareció debajo de la tierra y yo la recogí.
Del lugar de Siétamo, alguien
dice que “el lugar de Siétamo, existía en 1.093, cuando Pedro I lo dio al abad
de Montearagón”. Hay quien dice que el Castillo es posterior, pues lo mandó construir
la familia Sessé y de los 1450 a 1506 era propiedad de los Anzano. Una temporada volvió a la propiedad
de la mitra, ya que nadie pagaba el censo.
El X Conde de Aranda, Don Pedro
Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea, nació en el Castillo de Siétamo en 1719 y
murió en Epila en 1798. En este Castillo vivieron seis generaciones de los
Abarca de Bolea. Estos Señores Abarca de Bolea, tomaron posesión del citado
Castillo-Palacio, con la boda de Don Bernardo Abarca de Bolea y Portugal con
una de las dos hijas del Señor de Castro, llamada Jerónima de Castro y Pinós, Señora
de Siétamo y dueña del Castillo- Palacio. Este Señor de Castro transmitió la
propiedad del Castillo a su hija, cuyos documentos se conservan: “In Dei nomine
amen. Sea a todos que yo el noble Don Pedro
de Castro y Pinós, Señor de los
Castillos y lugares de Siétamo,
Olivito… y Torres de Montes… cedo , transporto y desamparo a Vos, la noble Señora doña Isabel de Castro y Pinós, fiya suya,
los castillos y lugares de sus términos en el Reyno y dentro del Reyno de Aragón”.
La existencia de la actual
Iglesia Parroquial de Siétamo, coincide con los años de vida de Martín Abarca
de Bolea, pues Martín participó en la construcción de la nueva Iglesia
Parroquial y financió al Maestro Martín Zabala, que la terminó en 1572. Nació
Don Martín 1550 y murió el año de 1600 o en el 1601 o en el 1605, pues su hija
la poetisa Ana María Abarca de Bolea, nació por el año de 1606. Hay quien dice
que Don Martín yace en el Presbiterio, que está más elevado que la capilla de
los Azara y Almudévar, de donde los
desenterraron para la Guerra Civil.
El histórico gobierno y poético
vivir del gobierno de Martín Abarca de Bolea, coincide con la cristianización y
modernización de la vida en el Castillo-Palacio de Bolea. Y coincide su poético
y progresista gobierno con el comportamiento democrático de los tres cristianos,
que vivieron en Siétamo fuera de las murallas dominadas por los moros, que con
Don Martín Abarca de Bolea, se unieron democráticamente y trataron de trasladar
a los cristianos al interior de la muralla de Siétamo, abandonar la antigua
iglesia y participar en la creación de la nueva Iglesia, que se inauguró el año
de 1572.
El comportamiento democrático de
los Abarca de Bolea, unidos a los antiguos cristianos, sometidos durante siglos
al dominio moruno, se unieron para crear la vivencia dentro de la muralla de
Siétamo, presididos por la Iglesia nueva, dirigida su creación por Don Martín
Abarca de Bolea y el poder político del mismo.
Se explica el comportamiento
democrático de Don Martín Abarca de Bolea, por su unión con los cristianos
viejos de la Parroquia de las afueras de Siétamo.
Y ¿quiénes fueron los cristianos
viejos de la primera Parroquia fuera de las murallas del pueblo musulmán? En el artículo “Iglesia nueva e Iglesia vieja”
se dice: “VISTA Y CONSIDERADA LA POBREZA Y PEQUEÑEZ DE LA PRIMICIA DE DICHO
PUEBLO Y VISTO ADEMÄS QUE DICHA IGLESIA PERTENECE Y SE ESPERA LA PRIMICIA DE
LAS TRES CASAS QUE SE LLAMAN GIL DE SIPÁN, PASCUAL DE VIÑUALES Y JUAN DE ARNAL
QUE VIVEN EN DICHO LUGAR, Y, A ESTE RESPECTO DE AQUELLAS HEREDADES Y POSESIONES QUE POSEEN DESDE LA CONVERSIÖN DE LOS MOROS A LA FE
CRISTIANA”.
Dicho lugar de Siétamo fue conquistado tres
años antes que Huesca, es decir el año de 1.093 y ésta en la Batalla del
Alcoraz, el año de 1.096. Sancho Ramírez,
luchaba por la conquista de la ciudad, pero un día, atacando la muralla de la ciudad,
un flechazo del enemigo, lo mató. Pero su nuevo Rey Pedro I hijo suyo, siguió
luchando por la conquista de Huesca, desde Montearagón y acabó con el dominio
moruno de Huesca y de su comarca.
Hasta el año de 1609, Felipe II
no decretó la expulsión de los moros de España. Entre tanto, encontrándose los
moros sin autoridad para su propio gobierno, el Castillo de Siétamo era
gobernado por diversos nobles.
Siétamo se había convertido en dos
Siétamos, uno el presidido por el Castillo, rodeado todo el pueblo por
murallas, atravesado por la Antigua Vía Romana, que subía hasta el Castillo,
que estaba en una altura, desde la que se contemplaba el valle que atravesaba
el río Guatizalema. Antes de ser
conquistado por los cristianos, aquella fortaleza mora, no era aquel Castillo-
Palacio, que fue construido por los nobles cristianos, sino que ignoramos que
clase de fortaleza, construirían aquellos discípulos de Mahoma.
Una vez conquistado Siétamo, la
familia Sesé lo mandó construir y de
1450 a 1506, era propiedad del Castillo- Palacio Anzano. En 1560 pasó a manos de Bernardo Abarca de
Bolea, que en 1571 firmó la capitulación matrimonial con la dueña del Castillo
– Palacio de Siétamo, Doña Jerónima de Castro y Ferrera, Baronesa de Siétamo.
El varón descendía del Rey Sancho Abarca de Navarra y la Dama era heredera
legítima de Jaime I de Aragón, siendo el primer Abarca de Bolea, que vivió en
el Castillo- Palacio de Siétamo. Yo conservo una fotografía de mi abuelo Don
Manuel Almudévar Vallés, observando el paisaje, que se veía desde lo más alto
del Torreón. Yo, antes de la Guerra Civil de 1936, acompañado por mi tío José
María, subía al Torreón a ponerles nidos a las palomas, para que criasen
Parece ser que en los primeros
tiempos de la toma de Siétamo, sus nobles y nuevos dueños del Palacio, no
dieron facilidades a los cristianos para entrar a vivir dentro de las murallas.
Tal vez conseguían que los moros trabajaran para ellos y ellos quedaban bajo
resguardo de los dichos moros. Los nobles cristianos vivían igual que reyes,
dominando a aquellos trabajadores musulmanes, hasta que Don Bernardo Abarca de
Bolea, que firmó la capitulación matrimonial con la dueña, Baronesa de Siétamo.
del Hemos visto como fuera de las murallas y venerando la vieja iglesia, cerca
de la actual carretera, vivían los cristianos. Quedan de esta pequeña iglesia
en la Nueva y dentro de las murallas, en la pared Sur una imagen de un Papa y
la de un ángel y yo, cuando se trabajaba en la pavimentación del pueblo, recogí
una piedra de la iglesia vieja, que guardo en mi casa, y que es un sostén de
los aleros. Es una piedra larga, asomando un rostro humano al ambiente. Los
dueños del Restaurante de la Calle Alta, construyeron un hermoso chalet, en el
solar en que se alzaba la vieja iglesia. Cuando estaban trabajando los albañiles
para construir su chalet, entré en el antiguo sótano de la iglesia y allí, un
albañil, me mostró los cadáveres antiguos de fieles cristianos, unos adultos y
otros niños. Hoy día ya no se distingue ningún resto antiguo, pues esa bodega
se ha convertido en un hermoso garaje. Al otro lado de la carretera, yendo por
el lado norte del viejo Cuartel de la Guardia Civil se encuentra un estrecho
camino, que han ido tratando de hacerlo desaparecer, pero que está señalada la
Vía Procesional que recorrían los cristianos desde su vieja iglesia y volver a
la misma.
Pero el Noble Don Bernardo Abarca de Bolea, quiso que los
cristianos entraran dentro de la murallas y trató con los dueños de las tres
casas del pueblo que tenía por Parroquia la desaparecida Iglesia y pensó que ” se construya una nueva dentro de dicho
pueblo de Siétamo o cerca de las Puertas del mismo, con su altar, coro, campanario ornamentos…según costumbre …de dicho lugar
…de tal manera que dentro de tres años venideros próximos se empiece y el de
los tres que siguen de vida y perfectamente se terminen”.
“Y que el predicho Sr.
Ilustrísimo Don Bernardo Martínez y Señora Doña Jerónima de Castro y Pinós,
reciban la carga de construir, ornamentar, suministrar de aceite, cera y otras
cosas acostumbradas y necesarias. Consignamos a los sobredichos señores todos
los frutos que pertenecían a la antigua Iglesia y también con respecto a la
primicia de aquellos y sus herederos de Gil de Sipán, Pascual de Viñuales y
JUAN DE ARNAL, trigo, ordio, avena, centeno…: Declaramos y pronunciamos, que
abandonada la antigua Iglesia, se construya una, la nueva dentro de dicho lugar
de Siétamo o cerca de las Puertas del mismo ,con su Altar, Coro, Campanario,
Ornamentos y otras Casas, de tal manera que dentro de los tres años venideros
próximos, se empiecen y el de los tres que siguen, se acaben con vida y
perfectamente, se terminen -… Y que el predicho Sr. Ilustrísimo Don Bernardo Martínez de Bolea
con su Señora Doña Jerónima de Castro y de Pinós, reciban la carga de
construir, edificar, ornamentar, sustentar de aceite, cera y otras cosas
acostumbradas y necesarias.-Consignamos a los sobredichos Señores, todos los
frutos que pertenecen a la antigua Iglesia y también con respecto a la primera
de aquellas y sus Herederos de Gil de
Sipán, Pascual de Viñuales Y JUAN D
ARNAL, a cuyos sucesores he conocido y conozco
todavía, tanto de trigo, ordio, avena, canteno o de cualquier otro producto semejante…..por el tiempo de ochenta años continuos.”
todavía, tanto de trigo, ordio, avena, canteno o de cualquier otro producto semejante…..por el tiempo de ochenta años continuos.”
Los Abarcas de Bolea. Barones de
Siétamo, Marqueses de Torres se acabaron con el Conde de Aranda. Fueron una serie de
generaciones, que cultivaron la paz y la guerra, la literatura, el arte y el
progreso. El Conde de Aranda, cultivó la Política Internacional y luchó por el
progreso de Aragón. Pero murió sin descendencia y no pudo arreglar el riego del
río Ebro, ya que Cataluña se apoderó a
los pocos años después de su muerte y
cortó el contacto directo entre Aragón, a través del Río Ebro y la Costa
Meditérránea.
Un símbolo de la intención de Companys es la
fotografía de este elegante político catalán en Siétamo , al frente más bien de los milicianos de la República,
contemplando las ruinas del Castillo de los Condes deAranda, que parecen
ofrecer el espectáculo de la ruina de Aragón. Alrededor se encuentran los, niños
de mi edad chupando caramelos, que los destructores del Castillo-Palacio
les habían dado los milicianos para hacer placentero el gozo de los niños, que
ya no verían más el grandioso aspecto del destrozado Palacio.
El destrozo de Aragón ha sido la
despoblación de sus pueblos y el cierre del Ferrocarril del Canfranc, que han
querido hacer su comunicación con Europa
a través del Mediterráneo.
Desde el recuerdo de los Reyes Alfonso XII y
XIII, cuando fueron a inaugurar el ferrocarril penínsular y del que ya no se
han acordado más.
Mis antepasados compraron el
Castillo, dividiendo su parte noble del comercial del almacén agrícola y así
estamos todavía sufriendo la tiranía que quisieron imponernos los gobernantes
de Cataluña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario