martes, 5 de mayo de 2020

El Milano Real (Milvus milvus) en Huesca.-


El milano y la picaraza en el cielo de la catedral.



Es una de las aves rapaces diurnas, que tiene sus plumas de un color rojizo y su cola es característica,  como  si  fuera una horquilla muy bien marcada. Debajo de sus alas tiene unas marcas blancas. Vuela por lo alto en la provincia de Huesca y parece un ave de un peso considerable, que no es, porque su plumaje le proporciona un tamaño elegante y  grande, que parece desde el suelo de un gran tamaño cuando su elegante figura, tiene una bella imagen y un escaso peso. Los dos extremos de sus alas están uno del otro, separados por una longitud de 1´70 metros y un peso muy ligero. Su vuelo es armonioso que hace admirar a que lo contemplen con admiración, cuando vuela, acompañado a veces por su pareja, haciendo círculos en el aire. Por la noche se refugia en zonas de arboledas y existen lugares como el pueblo de Binaced, de modo que convierten este pueblo en el que tiene el mayor volumen de población, pasando en Invierno en su monte. Es el pueblo de Binaced, próximo al industrial de Binéfar, de una importante industria de carne de cerdo.    
Dicen que habita en montes bajos, campos y bosques y monta sus nidos en los árboles y vuela sobre los campos buscando roedores y pájaros  e incluso caza en ocasiones aves de corral. Todo el año vive por España y hace sus nidos en alturas superiores a los diez metros, apoyados entre dos ramas, y compone esos nidos con  ramitas,   en  las  que incuba la hembra, en tanto el macho caza por el cielo y alimenta a su hembra. Se alimentan con roedores, insectos, aves de pequeño tamaño, aprovechando las ocasiones de encontrar carroña. Pero es un ave que se ve cazar por el cielo despejado y próximo a sus zonas de retiro. Porque Siétamo y Huesca poseen zonas volanderas por las que son muchos los días que por sus cielos, vigilan con sus hermosos y altos vuelos  algún  ave, que espera cazar. Da algunas veces vueltas por el cielo para vigilar y cazar alguna avecilla, para calmar su apetito. Es una imagen bella y elegante porque sus alas las separa, dando la impresión de volar con tranquilidad y con elegancia. Yo no sé si viene cada día de la gran anidada de su especie en ese lugar próximo a Binéfar o si anida temporalmente en la Sierra de Guara, desde la que se lanza a la llanura para alimentarse con su graciosa caza, que con su agilidad y visión del horizonte, al mismo tiempo que ofrece a los humanos un espectáculo de una enorme elegancia.

Gracias a mi hija Pilar, he podido observar sus vuelos, sus giros y su habilidad para cazar y para no dejarse ofender por las garzas o picarazas, qué  desde el Parque de Huesca, yo he visto lanzarse contra el milano. Por la altura que alcanzan ambas aves en el cielo, a simple vista no se aprecia a que “familia de aves”, pertenece esa más pequeña  que está representando una lucha provocada contra el gran Milano, para que esas garzas lo expulsaran de sus territorios. Yo cuando veía aquella escena de lucha entre el milano y la garza, blanca y negra, no me informaba de la especie a la que pertenecía esa garza o picaraza. Pero mi hija Pilar, que se enamoraba de ver esa lucha entre el Milano y la Picaraza, sacó fotografías de una de sus luchas entre el Milano y la Picaraza, qué con su eficaz máquina fotográfica, me hizo contemplar la figura de la garza o picaraza, que con mis simples ojos, yo no podía distinguir su color. Y en las alturas del cielo, contemplaba la lucha entre la astuta picaraza y el elegante milano, que me sacó de la idea de captura de la más pequeña de las dos aves por el ágil milano. A mí, aquella fue una lección de la naturaleza del riesgo que adoptó la picaraza, enfrentándose con el milano y cuando ya estuvo satisfecha de su lucha con el más grande Milano, dio un giro a su lucha, volando rápida en su vuelo, a presumir por los prados del Parque de Huesca.
Mi hija Pilar no abandonó nunca la idea de representar fotográficamente esa batalla entre un ave de rapiña,es decir un milano y una garza  o picaraza, mucho más pequeña que el grande Milano, al que quería desplazar de su territorio y siguió enfocando su máquina fotográfica a la batalla en el cielo entre una milano y y una garza o picaraza. 
Concentración de milanos en Binaced (Huesca).
No siempre viven los Milanos en Binaced, pero cuando llega el mes de Octubre, porque cuando llega el invierno ,deciden acomodarse en el monte de dicho pueblo. Como es un ave europea, en lugar de cambiar de continente, acuden al monte de Binaced y allí pueden alimentarse con el ganado muerto, que allí depositan en un antiguo muladar. Para facilitar a los visitantes la contemplación de las aves que allí acuden a satisfacer su necesidad de comer, en el antiguo muladar, arrojan restos animales sacrificados en mataderos, donde pueden observarlos desde un edificio que han construido cerca de aquel muladar. Desde ese edificio se observan, no sólo los milanos, sino también buitres y otras aves que van a satisfacer sus o
Estoy muy cerca de los noventa años, que me impiden ir al zoológico pueblo de Binaced, a contemplar a esos milanos tan bellos y tan buscadores de cebo, para constituir un espectáculo de unas aves bellísimas, que hace gozo contemplarlas.

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