miércoles, 27 de mayo de 2020

Salmo 150 cantado por los hombres, antes y ahora.-



Siempre los hombres han cantado al Señor, y ahora más en estos días dolorosos, en que su Justicia , se ha extendido por todo el Mundo, siguen los hombres pidiendo la salud de sus cuerpos. Y los hombres recuerdan su Justicia y al ver con qué rapidez mueren miles de personas por todo el  Mundo, piden al  Señor que “perdone nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Los hombres estamos en esta vida en el mundo de un modo temporal, porque Adán y Eva, a nuestros primeros padres, los creó el Señor y pensó en hacerlos felices en el Paraíso Terrenal, pero estos dos seres humanos, pecaron, fueron separados de Dios y expulsados del Paraíso. Se sabe por la Historia Sagrada que una serpiente fue la que sugirió  a Eva que se comiera la fruta del árbol del conocimiento del Bien y del Mal. Dios le había dicho a Adán que tenía libertad para comer cualquier fruto del Paraíso, menos la fruta del árbol que daba el conocimiento del bien y del mal. Este árbol que producía esta sagrada fruta en el Edén, era producida por dicho árbol, del que nos ofrece “una versión corta de este jardín, en la Biblia, que aparece en el libro de EZEQUIEL”. No se conoce ninguna cita de le la montaña sagrada en el Génesis y sin embargo, su libro “describe en esta cita de Ezequiel  a un rey que camina por una montaña sagrada de Dios en el Edén”. “Dios le dijo a Adán que podía comer cualquier cosa del jardín, menos la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal”. Y muy pronto fue tentada Eva por una serpiente y comió de la misma y le dio a Adán esa manzana para que comiera de ella.
Adán y Eva, que recibieron el mandato de Dios y lo rechazaron de que no debían comer “ el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal”, desobedecieron, cometiendo una falta importante contra Dios y fueron castigados de inmediato, lo que los llevó a “la caída de la Humanidad”. Por la que el pecado y la muerte entraron en el Universo por primera vez. Adán y Eva fueron expulsados del Jardín del Edén, para no volver jamás esa vida feliz y obediente a Dios.
Me miro en el misal que usé siendo todavía un niño y me encuentro con el Salmo 150, de los judíos, que cantaban : “Alabad al Señor en su Santuario; alabadle en el firmamento de su poder. Alabadle con sus prodigios; alabadle por su inmensa grandeza. Alabadle al son de clarines; alabadle con el salterio y la cítara. Alabadle con panderos y a coro; alabadle con instrumentos de cuerda y el órgano. Alabadle con timbales sonoros; alabadle con timbales de  júbilo. Todo espíritu alabe al Señor.”
Después de este Salmo 150, que está escrito en mi viejo Misal: Haz, Señor, que se apaguen enteramente en nosotros las llamas de los vicios, pues diste al bienaventurado San Lorenzo fuerzas para superar el incendio de las llamas, y los tormentos.
El hombre está formado por espíritu y por su cuerpo, como un animal, de los que Dios ha formado multitud de cuerpos. Cuando muere llevan sus restos corporales al cementerio, pero su espíritu sube al cielo a la diestra de Dios Padre. ¡ Cómo, ahora ignoramos nuestra ruta celestial, que los profetas, en la Historia Sagrada, investigan la vida de los hombres, como el Profeta Ezequiel y desaparecen de la Tierra, en un vuelo misterioso!.
El hombre tiene una doble vida, la espiritual y  la  material. La parte humana física del hombre, ha llenado el Mundo de sepulturas y la espiritual, nos da la esperanza de la subida de nuestro espíritu hacia el cielo, porque Jesucristo Dios y hombre verdadero, resucito al tercer día y “está sentado a la diestra de Dios Padre”. Cuando muere el hombre en multitudes, su cuerpo se va al cementerio y el espíritu sube al Cielo.

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