Todos nuestros pueblos, están
presididos por las torres de sus iglesias y uno mira las casas, que están
presididas por esas torres, que miran hacia arriba, y que han hecho, durante
siglos, pensar en la marcha de aquellos ciudadanos, desde sus casas hacia otros
lugares del Mundo. Aquellas torres de los templos, nos hacen mirar hacia arriba, pero el
destino del hombre, lleva a los viejos a la muerte, donde en los cementerios,
están los cuerpos enterrados de la humanidad. Siguen los hombres marchando de
sus pueblos nativos, quedando muchos de ellos, como ruinas de un pasado. Y van con la idea de convivir en las ciudades
en las que trabajan y unas veces viven y
en otras muchas malviven. Algunos se acuerdan de esa imagen, que se conservaba
en casi todas las iglesias y en la que estaba La Virgen Dolorosa, sosteniendo
sobre sus rodillas el cuerpo lleno de heridas de su hijo Cristo.
Esta imagen me hace recordar
aquel canto gregoriano ,que se expresaba así: “Stabat Mater Dolorosa, juxta
crucen, lastimosa” y allí sostenía a su Hijo, triste y dolorosa. Estas piadosas
imágenes se exhiben todavía en numerosas iglesias, para recordar a los hombres,
que Cristo ya redimió a los hombres hace ya muchos años. Esta presencia de la
imagen de Cristo, sobre las rodillas de su Santa Madre, la han abandonado los
hombres en las viejas iglesias de sus pueblos de origen, pero todavía en las
iglesias, se guardan piadosas imágenes y se sacan en procesión por los pueblos
y ciudades. Este año de 2.020, se ha rendido el pueblo ante la celebración de
esas piadosas procesiones. Es que el pueblo tiene miedo ante las invasiones
repentinas del “Demonio” por el Mundo y los gobiernos “todopoderosos”, se
rinden ante su poder demoniaco.
Los fieles cristianos se humillan
ante el ataque del “Demonio”, pero el pueblo se subleva ante un poder
demoniaco y sale en procesiones, en este año de 2.020 . Ayer contemplé la
pacífica “procesión civil”, que los ciudadanos hicieron por las calles de
Huesca y concretamente la contemplé, como temblando, cuando pasaban por debajo
de la cara sur del Parque Municipal.
No llevaban armas los peregrinos
de la Paz, sino cacerolas y pucheros, a las que hacían sonar con cucharas de
Madera, el interior de dichas cacerolas. ¿Contra quien protestaban los
ciudadanos oscenses con esas caceroladas o cazueladas?.
¿No estaban aquellos ciudadanos
oscenses haciendo una sublevación contra esta situación en que se dan cuenta de
la triste situación en que se quedan muchos de ellos?. El salmo 144,17ª, decía
: “ Señor, mientras tus paisanos de
Nazaret querían despeñarte, los de Cafarnaún estaban encantados con
tu doctrina, avalada por los milagros. Yo
sé que tú eres el Santo de Dios- y me llena de gozo- y sé lo que quieres de mí:
que lea y escuche tu palabra, que cada día me llega en el Evangelio. HACERLA
VIDA EN MÍ, ya es otra cosa: solo podré con la gracia de tu Espíritu, que me
dará la victoria sobre el Maligno. El Señor es justo en todos sus caminos”.
En tanto, yo desde el balcón de
mi casa, observaré las manifestaciones del sufrido ciudadano, y le pediré al
Señor, que nos ilumine a todos, para que nos demos cuenta del paso diario del
tiempo, que nos hace abandonar a cada ciudadano nuestra vida, esperando
alcanzar el cielo, en la otra. Hay ciudadanos que esperan cobrar el paro que se
ha producido en sus trabajos, y no pueden cobrarlos. Hace falta un régimen que
gobierne con justicia a sus súbditos, para que su escaso poder gubernativo, no
pueda convertir a este pueblo , en un pueblo de miserables.
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