jueves, 21 de mayo de 2020

Témporas, acción de gracias y de petición.-




Todos nuestros pueblos, están presididos por las torres de sus iglesias y uno mira las casas, que están presididas por esas torres, que miran hacia arriba, y que han hecho, durante siglos, pensar en la marcha de aquellos ciudadanos, desde sus casas hacia otros lugares del Mundo. Aquellas  torres  de  los  templos, nos hacen mirar hacia arriba, pero el destino del hombre, lleva a los viejos a la muerte, donde en los cementerios, están los cuerpos enterrados de la humanidad. Siguen los hombres marchando de sus pueblos nativos, quedando muchos de ellos, como ruinas de un pasado.  Y van con la idea de convivir en las ciudades en las que trabajan  y unas veces viven y en otras muchas malviven. Algunos se acuerdan de esa imagen, que se conservaba en casi todas las iglesias y en la que estaba La Virgen Dolorosa, sosteniendo sobre sus rodillas el cuerpo lleno de heridas de su hijo Cristo.
Esta imagen me hace recordar aquel canto gregoriano ,que se expresaba así: “Stabat Mater Dolorosa, juxta crucen, lastimosa” y allí sostenía a su Hijo, triste y dolorosa. Estas piadosas imágenes se exhiben todavía en numerosas iglesias, para recordar a los hombres, que Cristo ya redimió a los hombres hace ya muchos años. Esta presencia de la imagen de Cristo, sobre las rodillas de su Santa Madre, la han abandonado los hombres en las viejas iglesias de sus pueblos de origen, pero todavía en las iglesias, se guardan piadosas imágenes y se sacan en procesión por los pueblos y ciudades. Este año de 2.020, se ha rendido el pueblo ante la celebración de esas piadosas procesiones. Es que el pueblo tiene miedo ante las invasiones repentinas del “Demonio” por el Mundo y los gobiernos “todopoderosos”, se rinden ante su poder demoniaco.
Los fieles cristianos se humillan ante el ataque  del  “Demonio”, pero el pueblo se subleva ante un poder demoniaco y sale en procesiones, en este año de 2.020 . Ayer contemplé la pacífica “procesión civil”, que los ciudadanos hicieron por las calles de Huesca y concretamente la contemplé, como temblando, cuando pasaban por debajo de la cara sur del Parque Municipal.
No llevaban armas los peregrinos de la Paz, sino cacerolas y pucheros, a las que hacían sonar con cucharas de Madera, el interior de dichas cacerolas. ¿Contra quien protestaban los ciudadanos oscenses con esas caceroladas o cazueladas?.
¿No estaban aquellos ciudadanos oscenses haciendo una sublevación contra esta situación en que se dan cuenta de la triste situación en que se quedan muchos de ellos?. El salmo 144,17ª, decía : “ Señor, mientras tus paisanos de  Nazaret querían despeñarte, los de Cafarnaún estaban encantados con tu  doctrina, avalada por los milagros. Yo sé que tú eres el Santo de Dios- y me llena de gozo- y sé lo que quieres de mí: que lea y escuche tu palabra, que cada día me llega en el Evangelio. HACERLA VIDA EN MÍ, ya es otra cosa: solo podré con la gracia de tu Espíritu, que me dará la victoria sobre el Maligno. El Señor es justo en todos sus caminos”.
En tanto, yo desde el balcón de mi casa, observaré las manifestaciones del sufrido ciudadano, y le pediré al Señor, que nos ilumine a todos, para que nos demos cuenta del paso diario del tiempo, que nos hace abandonar a cada ciudadano nuestra vida, esperando alcanzar el cielo, en la otra. Hay ciudadanos que esperan cobrar el paro que se ha producido en sus trabajos, y no pueden cobrarlos. Hace falta un régimen que gobierne con justicia a sus súbditos, para que su escaso poder gubernativo, no pueda convertir a este pueblo , en un pueblo de miserables.


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