lunes, 11 de mayo de 2020

Inazio (Ignacio) Almudévar Zamora, ha leído lo siguiente en “Aragón es extraordinario”.



Este artículo “Inazio Almudévar, la fabla y su Siétamo”, ha sido siempre, hasta hace muy pocos años, un tema sobre la fabla aragonesa, que se ha ido, poco a poco, escapando del pueblo de Siétamo. Cuando yo iba, en Siétamo, a la Escuela Nacional, en el  año de 1.936, en que explotó la  Guerra Civil, el Maestro que era un hombre modelo, cuando algún alumno hablaba alguna palabra en fabla aragonesa, era corregido, con una caña, de ese error, con algún pequeño golpe en una mano del alumno, como si fuera acusado de hablar equivocadamente. Sí  hablando  castellano en aquellas viejas ocasiones, se le hubiese explicado al niño, que en castellano no existían esas voces que él alumno soltaba, hubiéramos seguido, siendo bilingües. Por ese sistema se ha ido haciendo desaparecer la fabla en nuestra tierra.
Han pasado desde entonces, en el año de 1.936 hasta el mes de Mayo de 2.020, muchos años, la población ha disminuido y ahora,todavía se escucha al joven Vicentico kBenedé usar los artículos como O masculino o A femenino, como un recuerdo de nuestra fabla aragonesa. 
Me ha producido una gran satisfacción recordar nuestra fabla aragonesa y me gustaría volver a escucharla, a mis paisanos, lo que creo que será una faena muy difícil, pues ya no quedan casi niños en Siétamo.
Pero hay jóvenes, como Pablo Ferrer, que luchan en Aragón por la conservación de la Fabla aragonesa y lucha  por su belleza, para que siga siendo hablada por los aragoneses.    


Inazio Almudévar posa frente a su casa de Siétamo.
Laura Uranga

“El Periodista Pablo Ferrer, ha escrito: Inazio Almudévar, la Fabla y su Siétamo.-
El autor de esta obra, que fue actualizada el 25-2-2.020, escribió en el Heraldo de Aragón, sobre el escritor en Fabla Aragonesa, Inazio  Almudévar, que “a sus ochenta años, este escritor (Veterinario de formación) sigue publicando reflexiones casi a diario en internet, y siempre ha sido defensor a ultranza de la narrativa en fabla”.
Inazio Almudévar Zamora firma sus escritos con los dos apellidos, orgulloso como está del carácter heredado de sus progenitores. Inazio (suele firmar como Ignacio, pero está orgulloso de hablar en aragonés) tiene 89 años, se hace nonagenario en este 2.020 y sigue escribiendo con una periodicidad y consistencia pasmosas, en su bitácora de Internet, escritos de Ignacio Almudévar.blogspot. com. Vive en Huesca pero pasa largas temporadas en su casa de Siétamo, y sus hijos se van turnando a la hora de llevarlo al pueblo, cuando no lo hace su esposa Feli Bercero, que actualmente se recupera de una intervención quirúrgica y no puede coger el coche. En Siétamo, a Inazio se le ilumina el rostro, aunque no se ahorra lamentos a la hora de recordar las desgracias vividas allá en la contienda civil y la posguerra.
Ahora-comenta Inazio “se habla poca fabla, en mi pueblo había  unos cuantos que lo hacían, pero el último que lo hablaba todo el rato ya ha muerto”. Nací en el año 30, hace unos cuantos ya, como era pequeño, parecía que los elegantes tenían que hablar en castellano, y en las escuelas castigaban al que hablaba en fabla. A mí siempre me llamó mucho la atención. En el año de 1.936   nos  fuimos  a   Ansó  para escapar del frente, allí fui a la escuela varios meses; en mi casa de Siétamo- señala a un imponente caserón junto a la iglesia- pusieron el cuartel y hubo muchas calamidades, “se iban a llevar a muchos niños en un camión, pero un hombre del pueblo los salvó de ese viaje”.
Por Siétamo estuvo George Orwell, “metido en la contienda dentro del Poum ”. ”Se metió en aquel sindicato, ¡ y no era de izquierdas!. Quizá no sabías-explica Inazio- que le hirieron en la garganta, tuvo suerte porque la bala no le tocó nada vital, estuvo un tiempo en nuestro huerto, recuperándose, aquí al lado y luego pasó en Alcalá del Obispo, aquí al lado y luego pasó por Siétamo. Pasó luego por Barbastro y Tarragona y acabó huyendo a Inglaterra. Un hombre extraordinario, que acabó muriendo joven. En la guerra civil, los más malos estaban en las oficinas; hubo muchos muertos y también mucha gente buena de ambos bandos.
Tuvo pasión por la lectura: El veterano escritor recuerda que le inculcaron pronto el veneno de la cultura. Pero cuando tuve libertad para comprar libros, nunca dejé de hacerlo. Mi padre, después de la guerra, nos hizo a los hijos una poesía en aragonés, era un cuento de Navidad en prosa rimada que se recita cada Navidad en el convento de San Miguel. Manuel Almudévar se llamaba su padre.  ”Yo la leí en el Concello de la fabla y se quedaron impresionados”.   
Inazio se emociona al recordar “Ahí  había un puente que se cargaron, como tantas casas y l a iglesia,  nosotros  jugábamos en los caminos, recorríamos la vía romana; esto se llama Siétamo porque aquí estaba el séptimo miliar desde Osca”. Y mi casa se salvó del fuego por la “seña” Concha, que se enfrentó a los que iban a quemarla. Ahí al  fondo  -señala al final del pueblo, junto a la carretera- quedan las ruinas del Castillo del Conde de Aranda, ahí queda una buena parte de la muralla en pie. Me dijo Inazio : ¿Sabes que fui alcalde muchos años?. Lo que pasa es que me cansé, al final era demasiado esfuerzo y sin cobrar una perra. Se cuenta con el cariño que no se paga: el de todo un pueblo.
Obra, reconocimientos, premios y sueños palaciegos inacabados.

Lo dicen los demás; a Inazio no le gusta hablar mucho de sí mismo. “Se le tilda de observador agudo e ingenioso, con indudables gotas de diario  del  esceptísimo que destila con agilidad en una prosa que intercala entre lo popular y lo culto, y viceversa”. Da un extraordinario valor a la tradición oral, que refleja luego en sus escritos.
Entre su obra destinada en el formato de libro destacan “En Claro oscuros” (1.980) con colaboraciones de prensa en castellano, y “ Beyendo chirar o sol” (1.980) con trabajos en aragonés publicados en la prensa de Huesca entre Mayo de 1.978 y Junio  de 1,079. Recibió u Onso de Plata  en el I Premio Literario Val d’Echo ( 1.982) con “O ritorno de Chorcher”.
Gran compilación.- En 2.005 el Instituto de Estudios aragoneses editó “ Retablo del Alto Aragón en el último tercio del siglo XX (artículos, charlas y conferencias), una recopilación exhaustiva de casi de 200 artículos de Ignacio Almudévar en prensa escrita y radio de Huesca entre 1.965 2.004, sobre todo en “Nueva España” y “El Diario del Alto Aragón”. El libro está dividido en 7 secciones temáticas: “Personas y personajes”,” Ciudades, pueblos y pasajes, ”Agua y riegos”, ”Temas literarios, “Costumbres y lengua aragonesa”, ”Temas históricos” y “Temas variados”.
En Septiembre de 2.016, Inazio obtuvo un gran reconocimiento a su labor desde el Gobierno de Aragón, junto con María Victoria Nicolás (el dictamen fue victoria ex aequo) recibió el Primer Premio Chuana Coscujuela por su larga trayectoria en la dignificación del aragonés. El premio lo entregó el Departamento de Educación, Cultura y Deporte. De Inazio Almudévar destacaron entonces su carácter pionero en la defensa de la literatura en aragonés, basada en la lengua hablada en el Somontano de Huesca, así como el interés en transmitir el amor a la fabla a las generaciones posteriores.
La zaragozana María Victoria Nicolás fue distinguida por su afán en revitalizar la escritura en cheso, como parte  de un colectivo que también incluye a los desaparecidos Domingo Miral, Rafael Gastón y Veremundo Méndez Coarasa.
El gran tesoro.- Durante sus años como alcalde, Inazio se volcó en la recuperación del entorno del Castillo-Palacio del Conde de Aranda, y soñó con hacer un museo en uno de los edificios contiguos a las actuales ruinas. En este Castillo nació en 1.719 el noveno conde de Aranda, Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea .Del antiguo palacio sólo quedan los cimientos, aunque han sido excavados, protegidos y cubiertos en su mayor parte, también hay un antiguo lagar en un lateral y se eliminó del patio una vieja horca. Se conserva parte de la muralla y un terreno circular en una esquina, al que se accede por una escalera de peldaños de piedra, desde la plataforma superior. En 1.998 se llevó a cabo la limpieza y desescombro del entorno del Castillo, así como del interior de la base del torreón, con la recuperación de los sillares que se encontraron en mejor estado de conservación.    
José Luis Usé lleva menos de un mes de alcalde de Siètamo, tras coger el testigo de Vicente Crespo.  Es  de  Arbaniés  uno de los núcleos del Municipio y tiene  a Inazio Almudévar en la más alta estima. “Siempre ha sido muy relevante en Siétamo, no sólo en los años de  alcaldía, sino por lo que ha colaborado por el pueblo; la gente lo quiere mucho, tanto a él como a su familia. Su hijo mayor, Manolo, sigue  trabajando  aquí  los campos de su familia”.

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