Este artículo “Inazio Almudévar,
la fabla y su Siétamo”, ha sido siempre, hasta hace muy pocos años, un tema
sobre la fabla aragonesa, que se ha ido, poco a poco, escapando del pueblo de
Siétamo. Cuando yo iba, en Siétamo, a la Escuela Nacional, en el año de 1.936, en que explotó la Guerra Civil, el Maestro que era un hombre
modelo, cuando algún alumno hablaba alguna palabra en fabla aragonesa, era
corregido, con una caña, de ese error, con algún pequeño golpe en una mano del
alumno, como si fuera acusado de hablar equivocadamente. Sí hablando castellano en aquellas viejas ocasiones, se le
hubiese explicado al niño, que en castellano no existían esas voces que él
alumno soltaba, hubiéramos seguido, siendo bilingües. Por ese sistema se ha ido
haciendo desaparecer la fabla en nuestra tierra.
Han pasado desde entonces, en el
año de 1.936 hasta el mes de Mayo de 2.020, muchos años, la población ha
disminuido y ahora,todavía se escucha al joven Vicentico kBenedé usar los
artículos como O masculino o A femenino, como un recuerdo de nuestra fabla
aragonesa.
Me ha producido una gran
satisfacción recordar nuestra fabla aragonesa y me gustaría volver a
escucharla, a mis paisanos, lo que creo que será una faena muy difícil, pues ya
no quedan casi niños en Siétamo.
Pero hay jóvenes, como Pablo
Ferrer, que luchan en Aragón por la conservación de la Fabla aragonesa y
lucha por su belleza, para que siga
siendo hablada por los aragoneses.
“El Periodista Pablo Ferrer, ha
escrito: Inazio Almudévar, la Fabla y su Siétamo.-
El autor de esta obra, que fue
actualizada el 25-2-2.020, escribió en el Heraldo de Aragón, sobre
el escritor en Fabla Aragonesa, Inazio Almudévar,
que “a sus ochenta años, este escritor (Veterinario de formación) sigue
publicando reflexiones casi a diario en internet, y siempre ha sido defensor a
ultranza de la narrativa en fabla”.
Inazio Almudévar Zamora firma sus
escritos con los dos apellidos, orgulloso como está del carácter heredado de
sus progenitores. Inazio (suele firmar como Ignacio, pero está orgulloso de
hablar en aragonés) tiene 89 años, se hace nonagenario en este 2.020 y sigue
escribiendo con una periodicidad y consistencia pasmosas, en su bitácora de
Internet, escritos de Ignacio Almudévar.blogspot. com. Vive en Huesca pero pasa
largas temporadas en su casa de Siétamo, y sus hijos se van turnando a la hora de
llevarlo al pueblo, cuando no lo hace su esposa Feli Bercero, que actualmente
se recupera de una intervención quirúrgica y no puede coger el coche. En
Siétamo, a Inazio se le ilumina el rostro, aunque no se ahorra lamentos a la
hora de recordar las desgracias vividas allá en la contienda civil y la
posguerra.
Ahora-comenta Inazio “se habla
poca fabla, en mi pueblo había unos
cuantos que lo hacían, pero el último que lo hablaba todo el rato ya ha muerto”.
Nací en el año 30, hace unos cuantos ya, como era pequeño, parecía que los
elegantes tenían que hablar en castellano, y en las escuelas castigaban al que
hablaba en fabla. A mí siempre me llamó mucho la atención. En el año de 1.936 nos fuimos a
Ansó
para escapar del frente, allí fui a la escuela
varios meses; en mi casa de Siétamo- señala a un imponente caserón junto a la
iglesia- pusieron el cuartel y hubo muchas calamidades, “se iban a llevar a
muchos niños en un camión, pero un hombre del pueblo los salvó de ese viaje”.
Por Siétamo estuvo George Orwell,
“metido en la contienda dentro del Poum ”. ”Se metió en aquel sindicato, ¡ y no
era de izquierdas!. Quizá no sabías-explica Inazio- que le hirieron en la
garganta, tuvo suerte porque la bala no le tocó nada vital, estuvo un tiempo en
nuestro huerto, recuperándose, aquí al lado y luego pasó en Alcalá del Obispo,
aquí al lado y luego pasó por Siétamo. Pasó luego por Barbastro y Tarragona y
acabó huyendo a Inglaterra. Un hombre extraordinario, que acabó muriendo joven.
En la guerra civil, los más malos estaban en las oficinas; hubo muchos muertos
y también mucha gente buena de ambos bandos.
Tuvo pasión por la lectura: El
veterano escritor recuerda que le inculcaron pronto el veneno de la cultura.
Pero cuando tuve libertad para comprar libros, nunca dejé de hacerlo. Mi padre,
después de la guerra, nos hizo a los hijos una poesía en aragonés, era un
cuento de Navidad en prosa rimada que se recita cada Navidad en el convento de
San Miguel. Manuel Almudévar se llamaba su padre. ”Yo la leí en el Concello de la fabla y se
quedaron impresionados”.
Inazio se emociona al recordar
“Ahí había un puente que se cargaron,
como tantas casas y l a iglesia,
nosotros jugábamos en los
caminos, recorríamos la vía romana; esto se llama Siétamo porque aquí estaba el
séptimo miliar desde Osca”. Y mi casa se salvó del fuego por la “seña” Concha,
que se enfrentó a los que iban a quemarla. Ahí al fondo -señala al final del pueblo, junto a la
carretera- quedan las ruinas del Castillo del Conde de Aranda, ahí queda una
buena parte de la muralla en pie. Me dijo Inazio : ¿Sabes que fui alcalde
muchos años?. Lo que pasa es que me cansé, al final era demasiado esfuerzo y
sin cobrar una perra. Se cuenta con el cariño que no se paga: el de todo un
pueblo.
Obra, reconocimientos, premios y
sueños palaciegos inacabados.
Lo dicen los demás; a Inazio no
le gusta hablar mucho de sí mismo. “Se le tilda de observador agudo e
ingenioso, con indudables gotas de diario del esceptísimo que destila con agilidad en una
prosa que intercala entre lo popular y lo culto, y viceversa”. Da un
extraordinario valor a la tradición oral, que refleja luego en sus escritos.
Entre su obra destinada en el
formato de libro destacan “En Claro oscuros” (1.980) con colaboraciones de
prensa en castellano, y “ Beyendo chirar o sol” (1.980) con trabajos en
aragonés publicados en la prensa de Huesca entre Mayo de 1.978 y Junio de 1,079. Recibió u Onso de Plata en el I Premio Literario Val d’Echo ( 1.982)
con “O ritorno de Chorcher”.
Gran compilación.- En 2.005 el
Instituto de Estudios aragoneses editó “ Retablo del Alto Aragón en el último
tercio del siglo XX (artículos, charlas y conferencias), una recopilación
exhaustiva de casi de 200 artículos de Ignacio Almudévar en prensa escrita y
radio de Huesca entre 1.965 2.004, sobre todo en “Nueva España” y “El Diario
del Alto Aragón”. El libro está dividido en 7 secciones temáticas: “Personas y
personajes”,” Ciudades, pueblos y pasajes, ”Agua y riegos”, ”Temas literarios,
“Costumbres y lengua aragonesa”, ”Temas históricos” y “Temas variados”.
En Septiembre de 2.016, Inazio
obtuvo un gran reconocimiento a su labor desde el Gobierno de Aragón, junto con
María Victoria Nicolás (el dictamen fue victoria ex aequo) recibió el Primer
Premio Chuana Coscujuela por su larga trayectoria en la dignificación del
aragonés. El premio lo entregó el Departamento de Educación, Cultura y Deporte.
De Inazio Almudévar destacaron entonces su carácter pionero en la defensa de la
literatura en aragonés, basada en la lengua hablada en el Somontano de Huesca,
así como el interés en transmitir el amor a la fabla a las generaciones
posteriores.
La zaragozana María Victoria
Nicolás fue distinguida por su afán en revitalizar la escritura en cheso, como
parte de un colectivo que también
incluye a los desaparecidos Domingo Miral, Rafael Gastón y Veremundo Méndez
Coarasa.
El gran tesoro.- Durante sus años
como alcalde, Inazio se volcó en la recuperación del entorno del
Castillo-Palacio del Conde de Aranda, y soñó con hacer un museo en uno de los
edificios contiguos a las actuales ruinas. En este Castillo nació en 1.719 el
noveno conde de Aranda, Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea .Del
antiguo palacio sólo quedan los cimientos, aunque han sido excavados,
protegidos y cubiertos en su mayor parte, también hay un antiguo lagar en un
lateral y se eliminó del patio una vieja horca. Se conserva parte de la muralla
y un terreno circular en una esquina, al que se accede por una escalera de
peldaños de piedra, desde la plataforma superior. En 1.998 se llevó a cabo la
limpieza y desescombro del entorno del Castillo, así como del interior de la
base del torreón, con la recuperación de los sillares que se encontraron en
mejor estado de conservación.
José Luis Usé lleva menos de un
mes de alcalde de Siètamo, tras coger el testigo de Vicente Crespo. Es de Arbaniés uno de los núcleos del Municipio y tiene a Inazio Almudévar en la más alta estima.
“Siempre ha sido muy relevante en Siétamo, no sólo en los años de alcaldía, sino por lo que ha colaborado por el
pueblo; la gente lo quiere mucho, tanto a él como a su familia. Su hijo mayor,
Manolo, sigue trabajando aquí
los campos de su familia”.
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