viernes, 6 de enero de 2023

El sol por el Somontano.-

 


El día de Año Nuevo de este ya viejo y cansado año de 2003, subí a oír misa de nueve a la Catedral. Siempre que subo a ella me acuerdo de entrar en la capilla donde descansa Don Javier Osés y le hablo y aunque no me contesta con palabras, que oirían mis oídos, me parece que algo me dice. Estuve hace poco tiempo en su  Villa natal de Navarra, es decir en Tafalla y al acercarme a su sepultura se lo conté y le dije que me había acordado de su hermana, la que con él vivió en Huesca y que no paré todo el tiempo que allí estuve de mirar a un lado y a otro, para darle sus recuerdos  fraternos, pero no la vi. Pensé luego que quizá fuera igual, pues Don Javier desde el cielo, estoy seguro de que se enteró de mis aventuras y se acordó de su hermana.

Al salir de la Catedral, en lugar de entrar, me miré hacia su capilla, porque iba acompañado por un personaje, que sabe mucho de Historia, pero me di cuenta de que siendo las nueve y treinta y seis minutos de la mañana del día de Año Nuevo, el sol brillaba sobre la tumba de Don Javier y me llamó la atención que en lugar tan oculto, brillara el sol. Se lo comuniqué al personaje que me acompañaba y se quedó atónito. Otro amigo que nos acompañaba dijo: no se puede decir que sea un milagro, pero es caso extraordinario que hayan enterrado al Señor Osés en un lugar, al que le enviaría el que rige todos los secretos del Mundo, los rayos del sol.

No me extrañó tal afirmación, porque me acuerdo que en Coscullano había una ermita casi destruida por la Guerra Civil y con su cruz de término por los suelos y así estuvo muchos años, hasta que los hijos de Coscullano se empeñaron en arreglarla y así lo hicieron. Asistió a su inauguración el Señor Obispo Don Javier Osés y al marchar, me miré allá en lo alto la Cruz, que era como un nuevo sol que iluminaría los corazones de los hijos de Coscullano, como el sol atmosférico ilumina el día de Año Nuevo, el sepulcro de Don Javier.     

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