Tumba del Conde Aranda. |
Tumba del Conde Aranda. |
Hoy he tenido la suerte de acompañar a un señor a su taller o más bien laboratorio de artes, propiedad de Paco Giral, que tiene encendida una afición al arte, en su mente, en su espíritu y en sus dedos, creados por el Señor solamente para uso de los seres libres, que son los hombres; los animales, en cambio, alaban a Dios con la belleza de sus figuras, pero viven exclusivamente obedeciendo a sus instintos. El hombre, sin embargo, como los propios ángeles es libre y puede decir sí al bien o al mal y darse al arte de la belleza o a la fealdad de dibujos o de esculturas, en las que manifiesta su amor o el odio a las cosas, con las que representa la infravida o los sueños nefastos de la droga o sus aspiraciones a una inmortalidad negra y aburrida como la de los demonios.
Giral se ha entregado, con su libertad a representar el arte de las figuras animales y del cuerpo humano, con su inteligente espíritu, que se asoma en el retrato, que se hizo a sí mismo y que parece hecho para presidir alguna exposición de sus obras. Allí estaba, como presidiendo su local donde tiene su laboratorio o estudio artístico. Luego salimos de él y se marchó a observar tal vez alguna figura de la que enamorarse, para perpetuarla, como está la suya, invariable al tiempo, pero haciendo, no eternamente duradera su figura, pero que durará tal vez siglos y siglos y cuando éstos se acaben, su alma que creó su figura, vivirá eternamente.
Sí, su vida es la vida de los hombres, de toda la humanidad, pues no sólo da que pensar en el futuro, sino que indudablemente está comulgando con el pasado, cuando los antiguos íberos, celtas, etc. , vivían en aquellas enormes extensiones, que luego se convirtieron en alquerías y cortijos y admiraban la belleza de aquellos caballos, con los que hicieron rápidamente su amistad, se montaron en ellos y cabalgaban y separaban a los toros y festejaban su bravura, en faenas laboriosas, que luego se convirtieron en las faenas placenteras y a veces trágicas de los que torean a caballo. En cambio con los toros, tuvieron más dificultades en su trato, porque eran bravos y sin embargo de una belleza sin igual y que a pesar de amarlos tanto y de querer educarlos, no pudieron. Ahora, que los hombres se han masificado y viven multitudinariamente en las grandes urbes, se apaga en ellos el atractivo de los toros y no quieren algunos, que se toree a los cornúpetas.
Yo no sé, si a Paco Giral le gusta o no la Fiesta de los toros, pero está enamorado de ellos y de los caballos y de la misma forma que se realizó a sí mismo sobre el lienzo, siente la necesidad de plasmar tanto a caballos y a caballeros, como a toros en sus cuadros. Y es que el arte, la belleza y el progreso tienen sus raíces en lejanos tiempos pasados.
Y se ve como los ama, pues conoce el color de las capas en los caballos, ya que dice que unos son alazanes, otros castaños, otros pintos y algunos negros y de los toros habla de los que son negros como el carbón, otros casi berrendos, habiendo incluso alguno blanco. Y en sus cuadros los identifica con sus colores y con sus formas, unas longilíneas como el caballo inglés, con su cola colgante y otros, como el árabe con su cola en trompa, en tanto que el caballo español ha extendido su belleza por las praderas americanas. Y entre los toros son los únicos los españoles que conservan su bravura, que se adivina y se ve con claridad en aquellos que Giral ha pintado y parece que te miran.
Y ahora, como escribo en mi libro Retablo del Alto Aragón: “Se llenó el mundo de caballos de vapor asexuados, ruidosos, criminales, metálicos, que van pudriendo el aire con sus negros humos; han desplazado a los caballos auténticos y a las yeguas ruanas, alazanas, overas y castañas que adornaban sus frentes con estrellas y luceros. Pero parece ser que se da un retorno a la belleza, porque “se han rebelado caballeros y amazonas amantes de la vida y la belleza contra esa situación y cabalgan por el Somontano”, mil gracias derramando por esos sotos y laderas”.y dando “el toque de elegancia y armonía que fusionando al hombre y al caballo, los convirtió en centauros”.
Y tu Paco Giral engarzas al hombre, al caballo y al toro en un cuadro de rejoneo, en el que se ve la grandeza de la inteligencia de los hombres con la belleza sumisa del caballo y la brava e independiente hermosura del toro. Parecen tres seres que vienen de lejanos tiempos y que se conservan en esa faena mixta humana, caballar y cornúpeta en estos tiempos modernos, en que algunos han cambiado las normas de lo bello y confunden a los inocentes en distinguir lo sublime de lo despreciable. Y en este caso del amor a los caballos y a los toros se ve claramente, que todo lo nuevo viene de lo antiguo
Pintado por J.M. Lanzarote |
Estamos aquí reunidos para celebrar la jubilación de David Mairal ,al que siento la necesidad de llamarlo el pequeño David. ¿Por qué?, pues sencillamente porque yo a lo largo de su vida, tuve ya amistad con su padre, el señor Benito, hombre trabajador que con su esposa tuvieron numerosos hijos ,de los cuales el mayor fue Joaquín ,que falleció después de casado en Nueno, después vino Fidel hombre de gran simpatía y entregado al negocio familiar, haciéndome participar a mí en la vacunación de los pollitos que criaban para matar, hace ya más de cuarenta años pero también murió el pobre amigo, llegando a continuación Carmen ,que quedó viuda y con una hija ; luego pasamos al buen José María ,llamado por unos y Mariano por otros; era un hombre que asistió al colegio de San Viator, donde se juntó conmigo y luego estuve en el cine con él en Zaragoza, cuando trabajaba allí y yo estudiaba para ser veterinario. Era y es , pues todavía mantengo conversaciones con él, en las calles de Huesca ,un hombre muy educado ,amante de la música y que la hace sonar, de mucho sentimiento y lo veo con frecuencia acompañado de su esposa, cultivando la naturaleza con largos paseos. Cuando era pequeño venían por Huesca y por los pueblos ,húngaros con sus osos ,a los que hacían bailar tocándoles un pandero y un día yendo con su madre, se pararon a ver al oso al que cantaban :¡baila, Mariano ,baila! Y su madre enfadada desde entonces lo llamó José María. Aún tuviste David otro hermano , que siendo veterinario influiría en tu elección de carrera, para pasar después a tu hermana soltera que no recuerdo si se llamaba Purificación o Pilar , pero fuiste tú, David el más pequeño de todos ellos y el más querido también, tanto que con tu carrera de Veterinario ,te entendiste en los negocios ,que la muerte triste de algunos de tus hermanos o el tiempo ,te fueron haciendo el hombre de negocios ,sobre todo en el de la carne para consumo humano, que tantos conocimientos te hizo adquirir, para pasar después a entrar en el Matadero Municipal como Veterinario Titular.
Tu familia tiene el apellido Mairal , que en aragonés equivale a Mayoral, lo que os daba derecho a pasar de Mairales de la agricultura y Ganadería a ser mayorales en la transformación de dichas actividades en industriales. Por eso en aquella Torre de Retortillo os iniciasteis en la cría de pollos , en la que como ya he dicho, colaboré con tu hermano Fermín ,vacunándolos contra la peste.¡Ya hace años de esto! Y con qué facilidad lo recuerdo, porque en esta etapa de nuestra jubilación uno se encuentra recordando mejor el pasado que lo cercano en el tiempo, como te pasará a tí , David ,desde ahora ,a tí que toda tu vida nos has estado contando acontecimientos políticos ,literarios , religiosos, zootécnicos ,comerciales y adelantos profesionales recientes y desde ahora los que te escuchen tal vez consideren estar oyendo antiguas leyendas o historias ya pasadas. Pero no te despreciarán por eso, porque la historia y las leyendas gozan de gran interés entre la gente, como tú ya sabes con qué interés te escuchan los paisanos cuando narras hechos pasados de la Virgen de Jara ,en cuyo pleito has contribuido al triunfo de la Cofradía y del conjunto de fieles oscenses y cuando les enseñas esas gallinas que tienes y su lejana historia ,de variados colores ,formas y comportamiento.
¡Recordar!, si ,es preciso recordar pero más aquello que está lejano en el tiempo y te viene a la memoria aquel romance del pasado, cuando eras todavía un niño, y que así dice:"¡Sal ,sal caracol /saca los cuernos al sol/,que tu padre está en el sol/ y tu madre en la caseta aspirando la boteta ". Y tu, en medio de tus profundos pensamientos , recuerdas lo que describe el romance, porque lo ves y lo escuchas y lo revives.
Si , porque después de la lluvia ,allá en la antigua Torre ,salía el sol y después los caracoles luciendo sus antenas córneas y tú ,los cogías acompañado por tu padre y luego se los llevavais a tu madre o a tu abuela a la cocineta, donde los guisaban y ese romance de los caracoles a tí te hace recordar ,como a mí también me mueve al recuerdo el escuchar aquel romance que canta así: "A la una anda la mula, a las dos el reloj ,a las tres San Andrés, a las cuatro brinco y salto, a las cinco mayor brinco, a las seis abrevo "os güeys".A las siete cojo mi carapuchete, a las ocho compro un bizcocho, a las nueve coge la bota y bebe, a las diez, vuelve otra vez, a las once llamo al conde y a las doce me responde".A tí también este último romance te hace recordar la mula que teniáis en la torre, que era ciega y sin embargo trabajaba como otra cualquiera.
Si , a tí el romance del caracol te hace recordar la Torre de Retortillo , que tenía arrendada tu padre, donde trabajaba y tomaba el sol, mientras tu madre, en lugar de empinar la boteta , preparaba los caracoles para tí y para tus hermanos, antes de morirse, y que tanto se preocuparon de los alimentos ,unos criando animales para ser consumidos ,otros ofreciéndolos en las carnicerías y otros ,como tu hermano ,el otro veterinario de tu casta y tú, analizando los alimentos para ser consumidos. Y a tí y a mí , nos impresiona el romance de la mula porque en nuestras dos casas la tuvimos y así como tú te quedaste a trabajar en tu casa, yo me subí a Bolea ,donde me acordaba de aquel romance que me cantaba mi abuela:"A la una anda la mula/ a las dos el reloj /a las tres San Andrés........ a la nueve coge la bota y bebe y yo en aquel día de fiesta en la Plaza Mayor, bebí ,bebí demasiado y /me acordé del Conde y el Conde me llamó y me fui a Siétamo a vivir con él.
Pero tú y yo , llevados por nuestra vocación veterinaria al fin la seguimos y en esta profesión nos jubilamos ,yo hace ya seis años y tú en el día de hoy.
Y así como a mí ,me llamaba la figura del Ilustre Conde de Aranda ,me parece que a tí, te llamaba el amor a los libros del oscense Ramón J.Sender, porque él los escribía en poco tiempo, igual que tú los has coleccionado toda tu vida en grandes cantidades y de gran calidad y misterio, porque ¿dónde los guardas? .Ya que en tu piso no caben , algún día nos tendrás que enseñar tu biblioteca.
Tu ,contándonos a los demás el misterio y el interés del contenido de tus libros nos has mantenido en un estado nervioso, igual que Sender con sus publicaciones periodísticas, sus novelas históricas, sus novelas americanas y sobre todo ,para los aquí presentes ,los veterinarios la profecía que hizo ,en su novela "Hughes o el once negro" sobre la llegada de enfermedades ,primero a los animales y después al hombre, de las que ya ha venido la encefalopatía del ganado vacuno, después de mi jubilación y con bastante tiempo para que tú pudieras estudiarla .
Los veterinarios nos acordamos de la composición de piensos compuestos y más adelante de la ayuda que supuso el empleo de las calculadoras y hablando sobre este tema ,Sender dice: "Porque con ellas la equivocación del hombre inteligente puede acabar con la vida orgánica en el planeta, vegetal o animal. Nosotros podemos cometer un error y la máquina desarrollarlo hasta la destrucción de la tierra e incluso del universo".Y sigue diciendo :"una de las equivocaciones del hombre por impulsos vitales o mortales puede obligar a las computadoras a hacer un error. En este error nos va a todos la vida". " y no sería sólo el hombre inteligente quien se habría equivocado sino la humanidad entera y al parecer en eso estamos. En la orilla del Apocalipsis".
Todos los aquí presentes hemos leído en las revistas profesionales el error humano que comenzaba a preparar raciones para el ganado vacuno con harinas de carne animal, para los pollos con residuos de petróleo y para los cerdos con gallinaza o estiércol de las aves y también conocemos las exportaciones inglesas de harinas de carne y huesos. Y como dice Sender el hombre de negocios calculaba con sus máquinas " y recelaba de ellas ...y experimentaba con ellas ,pero no como hombre de ciencia -no lo fue nunca-sino como un financiero filosofante o semitranscendentalista".En cambio los hombres de ciencia ,como el catedrático Badiola todavía no han cobrado por su enorme esfuerzo para hacer desparecer el mal de las vacas locas".Tu fuiste hombre de negocios ,pero como veterinario ligado con la Ciencia ,como demostraste en tus numerosos viajes en busca de animales cárnicos ,pero de carne natural ,alimentados con piensos en los que no entrase el "carnuzo".Porque tú ya habías escuchado las palabras de Plinio, no se si del viejo o del joven ,cuando decía a los criadores de ganado: No deis a las vacas carne como alimento, porque ambos acabaréis locos.
En el curso de la novela ,apareció después una lechuza ,ave que es representación de la sabiduría y que estaba buscando un sapo para comérselo. Un aparato de radio entre tanto estaba sonando un bolero de Rabel y dice Sender que los dos hombres del "Once negro" querían atrapar al sapo y se movían a un lado y al otro según los movimientos del animalejo. Estaban bailando con el sapo el bolero de Rabel".Dice más tarde Michael a los del "Once negro" que el buho de la techumbre había acudido a comerse el sapo y de pronto los dos sintieron la necesidad de proteger al batracio y salieron corriendo",como algunos industriales ,también corriendo, prepararon el pienso para el ganado vacuno con "carnuzo".
Yo ,antes de esta situación antisanitaria, me jubilé ,pero tú entraste en el Matadero Municipal y participaste con la Universidad de Zaragoza en los análisis anatomopatológicos y en los de los piensos y recordando el buho de Sender ,te imagino como una lechuza ateniense, diosa Atenea.¿Por qué la ponían ?, simplemente porque era la representación de la Sabiduría y ¿por qué tú me recuerdas a la lechuza o al buho ateniense?,pues simplemente porque tú conoces ,con la sabiduría que el ave representa ,el problema de las vacas locas ,lo has vivido y has trabajado en él, pero no has bailado el bolero de Rabel, como merecías hacerlo esta noche de tu jubilación con tu querida y sonriente esposa.
Estoy en el balcón de mi casa, mirando al Parque, que se encuentra vacío de hombres, mujeres y niños. El Cielo está medio cubierto de nubes, que por la mañana han lanzado agua Estoy sobre el Parque y ahora, por la tarde, los árboles que se veían sombríos, alternan el espacio superior con las nubes, y con los rayos del Sol, que brilla en muchos de sus jardines y en otros el suelo de este jardín tan bello, está su ambiente sombrío, que causa tristeza. No se ve demasiada gente pasear por aquel ambiente, por un lado soleado, y por otro, a lo largo de la balsa sin agua, que por su escasez, no se manifiesta. No se manifiesta el agua, como alimento de la belleza del Parque y como piscina en la que sus aguas ausentes de la parte inferior de la balsa, que había de haber estado refrescando rayos del Sol y sin embargo, el agua estaba ausente de aquel pequeño lago, que esperaba atemperar la frescura de las aguas ausentes.
Al fondo se veían animadas, tras las ramas de los pinos, la Torre de la Catedral, la de la iglesia de San Pedro y la orgullosa Torre de la iglesia de San Lorenzo. La vista del paisaje del Parque es muy bella, pero no da atractivo a los visitantes del Parque. Se ve el hermoso Parque, casi ausente de visitantes, pero, mirando el cielo se ven cruzar volando las palomas escasas que vigilan el cielo y un águila que parece volver a la Sierra de Guara.
Estoy viendo una gran belleza del Parque, que se conserva verde, pero que parece que al acercarse el invierno, empieza a cambiar del color verde de los plátaneros, que van amarilleando.
No circula gente de Huesca por el Parque, porque parece que están impregnando su imaginación por el pensamiento, que empieza a envolver el ambiente del tiempo otoñal, que se está convirtiendo en invernal. Me acuerdo de los que frecuentaban el Parque en tiempos anteriores, pero con alegría de mi corazón, dos grupos que han invadido el Parque, en que juegan los hombres y mujeres a la petanca, esperando poder jugar hasta las siete, lanzando sus pelotas.
¡ Qué ánimo tienen estos hombres y mujeres, de divertirse del espacio, que cierra ese jardín de Juego peloteril!. Me parece que yo al ver a estos señores y señoras, se me alegra el corazón y se une con ellos , gozando de la Naturaleza!.
El Parque ya no está tan variado de hombres y mujeres, que se hacen felices a sí mismos lanzando sus pelotas por la pista. Se había vuelto triste mi corazón por un espacio de tiempo, veo el optimismo de hombres y mujeres, paseando por sus pistas. Estos jugadores deportistas , han atraído a otras personas, para hacerlas despertar ,animando su espíritu deportivo.
Estaban dos jóvenes varones al borde de la acera y a su altura, han parado su coche dos jóvenes mujeres. Entre risas de unas y entre bromas ...