jueves, 12 de octubre de 2023

Judeoespañol o idioma ladino (3ª Parte)



Qué diferencia con los judíos de los cuales, aún recuerdo su cementerio, en el Tozal de detrás de San Jorge, cuando subo,  paseando a la Ermita de Loreto. También se acuerda uno del “Fosalé de Barrio Nuevo”. En cambio los judíos se preocupaban de enseñar a sus hijos, de tal manera que en Huesca, en el siglo XII, en tiempos del Rey de Aragón, Alfonso el Batallador, surgió el genio del judío Pedro Alonso.

Fue este oscense judío Rabino, conocedor de las Matemáticas y estudioso de la Astronomía. Igual que los gitanos estaban siempre presentes ante la belleza y el misterio de la luna lunera, el judío astrónomo, guiado por sus pasos matemáticos, trató de aclarar la composición del Universo. Este Rabbí Moseh Sefardí de Huesca, fue médico del Rey de Aragón y de Navarra, se hicieron grandes amigos y le convenció para que se hiciera cristiano, con el nombre de Pedro Alfonso. Yo tengo un recuerdo, por un lado grato y por otro triste de un libro suyo, que le regalé a una bella joven judía, hija del Doctor Psiquiatra Mariano Almudévar, natural de Casbas, que se casó en Inglaterra, donde también vivió Pedro Alfonso. Esta judía con mi apellido, nació en Inglaterra, siendo, como he dicho, hija de Mariano Almudévar y de la hebrea Mónica Stoplemaw,que según me dijo pertenecía a la raza  judía de los asquenazi. En mi  artículo ”Plegaria por Lola Almudévar”, escribo lo siguiente:” Impresiona la visión global de Bolivia que tenía la periodista Lola, porque retrataba junto a los niños inocentes a los hombres y mujeres, que bailaban, cantaban y hacían sonar sus flautas, pero no sólo retrató, sino que fue recibida, élla como única periodista extranjera, por el presidente Evo, vestido con el indígena “traje del poder”. Por otro lado su padre Mariano Almudévar, procede como yo del Bearn  francés, del que nuestros antepasados cruzaron al Sur de los Pirineos, para conquistar la Villa de Almudévar”. No podré olvidarme nunca de cuando estuve sentado en un bar de los Porches con su padre y con ella. Le pregunté si había oído hablar del judío oscense Pedro Alfonso y me contestó que no. Entonces me dirigí a una cercana librería y compré para Lola un ejemplar de los “Libros de Cuentos de aves y animales”, para que tuviera un recuerdo cariñoso de la ciudad de Huesca. Al poco tiempo murió de accidente en Bolivia y en la Diputación Provincial, el compositor Antonio Viñuales, hizo sonar la “Plegaria por Lola Almudévar”, con el que se inauguró la Exposición de Fotografías de Bolivia, obtenidas por Lola.
Las distintas razas tienen su “Gen” distinto,( recordemos la astronomía poética y trágica de la luna para los gitanos y la astronomía científica del Judío Pedro Alfonso), pero en aquel encuentro en la Diputación Provincial de Huesca, entre la raza judía, la europea, la inglesa, la boliviana, la Evolución, ha de hacer que todas las razas se unan y se respeten. 
Volviendo a los judíos de hace más de quinientos años de Huesca, dicen los historiadores que las casas de los judíos en Huesca, no eran muy diferentes a las casas cristianas y moras. Hay que aprovechar este recuerdo a las casa moras, para recordar también a los moros, como perseguidos y perseguidores de otras razas. En la parte vieja de la Catedral de Huesca, se pude,todavía contemplar un arco árabe de herradura.
Dicen que las casas habituales de los judíos en la Judería, contaban con dos pisos y bodega y tenían como ayuda, una heredad, compuesta de bienes rústicos como campos de cereal, huertos y viñas. En la Sinagoga, en que se asienta el taller de fotocopiar, hay una gruesa columna, con tres capiteles encima, donde están tallados troncos de parra y racimos de uva. El Concejo de Huesca facilitó a la Judería la posesión de cien ovejas y cabras, pagando un canon dos veces al año.
Don Ricardo del Arco, dice que al principio del siglo XIV, los judíos de Huesca ocupaban ciento ocho viviendas, sometidos a impuestos y cuarenta y dos casas pobres. Había presión sobre los judíos, pues en el año 1391 fueron perseguidos, sufriendo presiones por su conversión al cristianismo el año 1415, con motivo de la disputa de Tortosa.
Como he hecho notar que los gitanos no podían ir a la escuela, a la escuela rabínica, acudían muchachos de todas las clases sociales y sin pagar impuestos. Se citan nombres judíos como el de la conversa Yolant Santvicién y de sus dos hijos Pedro y Domingo Santvicién. Estos nombres nos hacen pensar en la cantidad de judíos conversos,  que no sufrieron expulsión en 1492 y de los que quedaron muchos descendientes de judíos en España, pero con apellidos renovados.  Es impresionante el número de centros de asistencia de los judíos para ellos mismos, como el Hospital de la Judería. En documentos de Montearagón en 1279 habla de el “Espital de la Sanoga Mayor”, destinado al socorro de enfermos y de pobres. Así como he nombrado la Cofradía de los Cavafuessas, había otras que se dedicaban a visitar el Sábado a los enfermos. En Los artículos literarios del Alto Aragón, en uno de ellos dedicado a la Judería de mayo de 1998, dice: “Se conocen algunas actividades de las tiendas judías, a saber: médicos, cirujanos, especieros, albarderos, pelliceros, sederos, plateros, tintoreros, mercaderes y prestamistas”. Ignacio de Asso en 1798, escribió acerca de los prestamistas: “Los judíos de estos tiempos ejercían la usura con increíble rigor, y exorbitancia. La Célula de D. Jaime I, que la redujo en 1241 a cuatro dineros por libra al mes, parecerá quizás más ordenada, si se considera el desorden, que hasta entonces se había tolerado”. 
Al leer estos textos de intereses y finanzas, se da uno cuenta del espíritu económico de los judíos y te explicas como ellos son los Banqueros del Mundo. Pero, cuando uno considera la organización de los judíos medievales y cae en sus manos el libro “Cuentos judíos” del judío polaco Samuel Rovinski, se acaba uno de convencer, el espíritu de ahorro , que tienen los judíos. En uno de esos cuentos, escrito en Costa Rica, después de huir de Polonia, dice a su hijo Janche:”Esta gente no ahorra. Sólo los ricos serán ricos en este país. A ellos no les hace falta ahorrar. Nacieron ricos, Janche. Pero nosotros, ¿qué haríamos si fuéramos pobres…A los hijos hay que enseñarles el valor del trabajo. Y del dinero también. La persona que no trabaja es vaga, inútil, se llena de malos pensamientos, y codicia el dinero ahorrado por los que sí trabajan. Nuestros hijos deben aprender  que un cinco es un cinco y que el dinero no nace de los árboles. Así es, Janche”.
El judío con el que yo hablé en el Coso Bajo, se sentía de tal condición, pero según me dijo el que dirige un almacén, donde se apoya a los necesitados, este ucraniano-israelita, se convirtió en un alcohólico, lo que explica el comportamiento indiferente del poder judío, con él. Coincide este comportamiento con la explicación que un judío me dio, sobre la ayuda mutua  que se prestan entre sí. Me dijo que cuando un judío, por su emigración voluntaria o forzada, llega a un lugar donde hay otros de su misma condición, los allí presentes le ayudan para salir adelante. Pero si ven en él,  una persona “que no trabaja, es vaga, inútil, se llena de malos pensamientos y codicia el dinero ahorrado por los que sí trabajan”, dejan de ayudarle, para que sea responsable de su actitud.
Los judíos en Huesca,  hemos visto como residían en su barrio o aljama, gozando de una organización autónoma. Pero dicha organización, no sólo contaba con sus vecinos, sino que los vecinos de cada aljama, estaban en contacto con los de todas las otras ciudades de España. Esto lo escribió Simón Wiesenthal en la Operación Nuevo Mundo (La misión secreta de Cristóbal Colón) y se ve, leyendo la vida de los barrios judíos o aljamas. Continúa diciendo que “Los reyes de Castilla y Aragón les otorgaron también autonomía (a los sefarditas, también llamados marranos), por razones económicas. Los tributos percibidos de los judíos constituían la única fuente de ingresos segura y constante de las arcas reales”. 
Tanto es así que el mismo Cristóbal Colón, trabó relación con el nuevo cristiano- judío Luis Santangel, canciller de los mismos Reyes Católicos. También habló de la financiación del viaje al Occidente, con Gabriel Sánchez, tesorero real. Pero además influyó  Colón en un grupo de nuevos cristianos y del judío Isaac  Abrabanel. Fue el Escribano Real el que financió los gastos del viaje al Occidente y no los dineros de la Corona. 
Igual que en la Península se comunicaban los judíos, de distintas ciudades y pueblos, Julio Baroja dice que los judíos europeos también se comunicaron con los de las colonias españolas, incluso utilizando barcos regulares. Algunos marranos (esta palabra se interpreta como cerdo o persona maldita y excomulgada) o  criptojudíos, aprovecharon el comercio para hacer dinero, pues la Inquisición les confiscó muchos valores, como parte del castigo impuesto. La Inquisición dice el judío Bartolomé Bennasar  que la Inquisición se preocupaba más qué de la fe, de obtener riquezas personales de alguno de sus miembros. 
Están  ocurriendo ahora hechos semejantes en la Banca, donde se acaba el dinero, que se debía destinar al uso del pueblo, mientras los que lo administran, se enriquecen con ellos. El judío holandés de origen peninsular, nos aconsejaba bien, al decirnos: “Si no quieres repetir el pasado, estúdialo”.   
En la península se quedaron los convertidos al cristianismo, pero no se podía esperar una fe sincera de una conversión forzosa y muchos se casaron con gente de cierta nobleza. Otros, que eran marranos  se casaban con parejas de la misma condición, para conservar, aunque fuera escondido,  su judaísmo. 
Hace poco tiempo, un somontanés, me contaba, en unos tiempos que ya han hecho olvidar aquella conversión obligatoria y que si alguno sabe algo,  no lo cuenta, que en aquellos años en que se esperaba la expulsión de los judíos y se hablaba de la persecución de los gitanos, que en la Villa oscense de Alquézar, unos y otros hicieron una labor de colaboración. Y en un pueblo cercano, situado un poco más abajo, yo he visitado una casa Infanzona, con puertas de madera, grabadas con escudos. Y alguien del pueblo, me dijo que eran infanzones, porque esta era la forma de salir de esa época continuada de opresión y de malos tratos. Un descendiente de dicha casa, fue alcalde de la ciudad de Zaragoza. 
 Después de tantos sacrificios, expulsiones y muertes, al final del siglo XV, entró en contacto con los españoles el aventurero y científico Cristóbal Colón, que creía apoyándose en los mapas de los cartógrafos judíos mallorquines, pensaba que por los mares occidentales, llegaría a Las Indias. El navegante creía que los judíos podrían escapar de las persecuciones.
 Como pone en el Libro de  Cuentos judíos, Robinski : “A mí me gusta el trabajo y me gusta el ahorro, también…Yo cojo mi valija y me voy directamente donde los campesinos, que  en Costa Rica, me pagan las cobijas al contado. Y, me invitan a comer con ellos, Janche. ¿A dónde viste eso?. ¿En Polonia, donde los campesinos son ignorantes y antisemitas?. ¿Por qué me voy a quejar?Aquí en el campo, Janche, con ese lindo sol durante todo el año, y las montañas siempre a la vista y el aire puro, aquí, ves crecer de todo; Janche, en esta bendita tierra  todo lo que se siembra da su fruto. Es como un paraíso, Juanche; puedes creerme. No es como Polonia”.
El poeta Federico García Lorca, canta las penas de los gitanos y cultiva su amistad con el oscense “Pepín Bello, un hombre afable, ocurrente y risueño”, como lo suele ser el temperamento de los gitanos. Y Federico no podía olvidar a los gitanos, de los que escribió, como ya he resaltado en el texto de este artículo:”El gitano es lo más elemental, lo más profundo, lo más aristocrático de mi país, lo más representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza universal”. 
El poeta Federico García Lorca, antes de ser fusilado, se le preguntó sobre su ideal político. Él  contestó: ”que se sentía, a la vez católico, comunista, anarquista, libertario e incluso monárquico”. Nunca discutió con ningún amigo sobre una teoría política, ni riñó con ellos por estas cuestiones.
Es indudable que la Creación del hombre no es un hecho rotundo, en que el ser creado resulta un hombre perfecto,  sino el principio de un desarrollo humano a través de muchos siglos. Ese ser ponía en claro que era necesaria la marcha de la Evolución.
Federico García Lorca, con su inteligencia limpia  y su corazón amante de los hombres más desgraciados, no tuvo tiempo para pensar en las teorías políticas de la mente humana, pero le sobró para poetizar aquellas tristes vidas, que convirtió en tiernas poesías. Poesías que ofrecen el espectáculo del “Romancero gitano”, y que en lugar de dedicarse al estudio de la Astronomía, la contemplan en la “Luna, lunita, ea”, en la que se ve el mito de la muerte.
En cambio los judíos, estudiaron y siguen estudiando la   Astronomía,  y encontraron el Continente americano, que acogió a muchos hombres y que han conseguido volver a Jerusalén, donde se prepararán para combatir las bombas atómicas, que ensombrecen el horizonte de esta vida humana. Hace ya siglos que los judíos adoraron a Yahvé en las sinagogas de Barrio Nuevo y de al lado de la  Catedral, pero yo, cuando paso por detrás de San Jorge, a la ermita de Loreto, recuerdo el antiguo  cementerio de los judíos, después de haber dejado el “Fosalé de Barrio Nuevo”.
Yo lo que tengo presente es la frase del judío holandés, venido de España, que dijo: ”Si no quieres repetir el pasado, estúdialo”.

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