El día diecisiete de Mayo,se
estaban celebrando en Madrid las Fiestas patronales dedicadas a San Isidro
Labrador.Lucía una mañana hermosa, porque el cielo y la tierra estaban limpios,ya
que la noche anterior había llovido, lo que a la vegetación suele dar un verdor
y una vitalidad extraordinarios. Es característica de la capital de España su
abundancia en árboles, unos plantados cuando sus alcaldes pensaron en adornar
una Avenida o un jardín público y muchos de ellos que brotaron espontáneamente,
como lo son aquellos que proliferan en el Parque del Oeste y y en otros
tiempos en la Casa de Campo de los Reyes
de España.
Cerca del Ayuntamiento se alza
una casa, que supongo estará desconocida con respecto a sus orígenes,donde
dicen que en ella vivió San Isidro y cerca de la misma están excavando una , al
parecer cripta de una iglesia, para tratar de encontrar los restos del pintor
Velázquez, que en lugar próximo,hacia el puente de la calle de Segovia,desde
donde tanta desgraciada gente se lanzaba al vacío, pintaba aquellos cielos,
aquella noche rojizos,que, como digo,todavía pude observar. Hoy, para evitar
tentaciones a los deprimidos suicidas,se
han colcado a los lados de las vallas del puente,unos fuertes y grandes
cristales. Madrid está constantemente buscando algo que tenga que ver con sus orígenes,
conservando palacios y monumentos relacionados con su Historia, como el
Seminario de los Nobles, la iglesia de San Francisco el Grande,el Palacio Real,
la casa que antes estuvo ocupada por los Lasso,donde se hospedaban los Reyes
Católicos,etc. Y tratando de escribir su Historia, se inauguran monumentos como
su Catedral de la Almudena.
Los madrileños participan de su
Historia, la grande y la pequeña, con sus servicios públicos,sus
transportes,sus basureros y sus
industrias y comercio,su turismo que me hizo observar a mí, al entrar en la
capital,seis o siete aviones que iban a aterrizar en su aeropuerto y entre los hechos políticos se reciben
embajadores por su Magestad,para que presenten sus Cartas Credenciales y en el
Congreso y en el Senado se celebran cada
día,las correspondientes sesiones.
El pueblo celebra sus fiestas y
el viernes por la noche pude observar a cantidad de jóvenes cantando a coro
canciones populares. Es Madrid una ciudad viva,entre cuyos habitantes abundan
los hispanos, que legítimamente van ocupando los puestos de trabajo que dejaron
los viejos madrileños, ocupando a su vez los lugares que en otros tiempos
abandonaron los españoles,para vivir y poblar Hispano América.
Algunos critican la capitalidad
de Madrid, pero hay que tener en cuenta que las hubo y todavía las hay en
Moscú,París,Londres, Roma,Lisboa,etc. Ahora se tiende a crear nuevas capitales
en zonas más pequeñas, pero a pesar de sus ventajas,también tienen sus
inconvenientes,como ocurre en Zaragoza,que en lugar de repartir las
universidads,los museos artísticos, las fábricas y otras mucha actividades,las
acumula todas en su ámbito local.
Madrid es un recuerdo de toda la Nación,como por ejemplo
ocurre con las estatuas de personajes históricos,como Don Pelayo el
asturiano,Ramiro Primero, los reyes godos y, para mí sobre ellos el
navarro-aragonés Iñigo Arista,hombre legendario,sobre el que es preciso
investigar más,pues dicen que estuvo o está enterrado en el antiguo Monasterio
de San Victorián de Sobrarbe oscense. Estas estatuas estaban destinadas a ser
colocadas sobre la balaustrada que remata el Palaco Real,pero se colocaron en
la Plaza de Oriente,desde doonde uno al verlas , puede recordar con más intensidad
su participación en nuestra Historia nacional y local.
En Madrid viven muchos ciudadanos
con apellidos de toda España,como Echebarría, Velazquez,Abarce,
Cardedera,Llanas,Barreiros,Pons,etc., igual que en otros tiempos esos mismos
apelativos pasaron a las Américas,de donde ahora vuelven a nuestra España.
La humanidad en una y hay que
fundir todos sus valores,no separarlos como si de tribus se tratara,aunque
todos los hombres deben gozar de su libertad individual y la de sus mayores o
menores espacios colectivos.
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