miércoles, 8 de mayo de 2019

Los toros ibéricos en Navarra y Aragón.-




Viniendo de Navarra a Huesca por Carcastillo,  ¡cuántas Fiestas me he encontrado en este pue- blo, con sus novillos bravos, corriendo por las calles del mismo!. Al salir de Uncastillo, se pasa  por Figarol, pequeño pueblo navarro y por Ayera, en Aragón, se sigue hasta Sadaba. Una vez llegado a Sadaba, un día de fiesta, te encuentras por sus calles con caballeros  que  dirigen unos bravos novillos. En las calles del pueblo no se ven vallas de madera para evitar ataques de los novillos, porque éstos corren rodeados por caballos, montados y dirigidos por sus jinetes.
Estamos en la zona navarro-aragonesa, donde el toro bravo se mantiene por sus montes. Al salir de Navarra, se observa a la derecha un lugar donde habitan los toros.  Se  trata sencillamente  de una ganadería de toros, al norte de España, que en Navarra y Aragón proporciona esos clásicos astados, que han divertido durante muchos siglos a esos pueblos del norte de España. Se encuentra esta ganadería entre el navarro pueblo de Carcastillo  y el aragonés de  Sadaba. A la derecha de la  carretera  se ven  las  tierras semidesérticas de Las Bárdenas  Reales.   
Yo en cierta ocasión cuando volvía a Huesca desde Pamplona, al llegar a Carcastillo, no pudimos pasar por el mismo pueblo,  sino  que  tuvimos que apartarnos de su núcleo y coger la carretera que continúa a Sadaba. Parecía que había llegado alguna fiesta de los habitantes humanos de Carcastillo, con las figuras bravas de los toros navarros y aragoneses. Parecía que el Señor, en aquellos años de la Creación había poblado estas tierras con hombres y mujeres con un dominio sobre el mundo y unos toros, que poseían un deseo de no dejarse dominar por los hombres. Más cerca de la carretera se ve el pueblo navarro de  Figarol,  con un fondo en el horizonte de las  Bárdenas Reales y más abajo, se luce el  pueblo aragonés de Alera. De éste pueblo conozco un albañil. director de obras, que trabajó en La Paul de mi pueblo, Siétamo. ¡Qué aragonés tan abierto, que me contó la romería que hacían en su pueblo, para venerar una   ermita  y  beber  las aguas de una fuente.



Llegamos al aragonés pueblo de Sádaba, donde en sus calles, cuando llegan sus fiestas se ve una manada de toros, pero no se encuentra uno con vallas protectoras de sus vecinos. Se ven en la foto, jóvenes que se agarran a las rejas de las casas, para subiendo por ellas, salvarse de las cornadas de los novillos.
Estamos en una zona, donde en lugar de alejarse los navarros y los aragoneses, da la impresión de que te encuentras en una misma forma de vida.
 Porque desde Sádaba se sube  a  Uncastillo  y  éste es un caso singular, porque en el siglo XII, entre los ríos  Riguel  y Cadenas, se alza el Castillo de la Peña Ayllón, en el término municipal de Uncastillo, que se levantó en el siglo XI. Este  Castillo de Sibirana, consta de dos fortines paralelos, que se levantaron para la defensa del Islam, y en terreno más bajo y casi arruinada se encuentra, con una belleza singular la iglesia románica de Santa Quiteria.
Allí se encuentra una larga historia, que el Gobierno de Aragón debía proceder a restaurar esa zona de una gran belleza y que hasta hace muy pocos años se ha oído hablar el euskera.  Por el monte de Salvatierra de Esca, se encuentra el río Gabarre, nombre usado en Aragón, con muchos otros. Se encuentran por la provincia de Huesca nombres vascos, como Escabosa, Escanero, unidos todos ellos al nombre del río Esca. Estos nombres confirman la existencia del euskera en la provincia de Huesca, como el nombre propio de Huesca, que llamaron Wolskan.
A  quince   kilómetros  de Huesca  capital,  se encuentran los Mallos  de Ligüerri, el Barranco de   Lazas con sus  mallos  y las ruinas  de Isarre o de Isuarre. En la reconquista de la provincia de Huesca, cerca del Pantano de Vadiello, existía un pueblo,  ya desaparecido, que tenía el nombre de Isuarre y hoy queda este nombre por las ruinas. En esa zona abundan los nombres vascos, por aquella Sierra de Guara.  Hubo quien pidió a Don Federico Balaguer ,historiador oscense y de su Ayuntamiento, que buscase algún documento,  lo que logró con el encuentro de un papel de la segunda mitad del siglo XVI, de 1567,en el que se prohíbe los comerciantes hacer mercadurías en euskera. Ha quedado demostrado por la documentación hallada que en el siglo XVII, se hablaba euskera en Huesca . 


 Leo en Wikipedia el artículo Euskera en Huesca que dice:  “Así mismo hemos de citar los cartularios del Monasterio de San Juan de la Peña, importantísimo Monasterio cercano a Jaca, fundado por el rey pamplonés Sancho III el Mayor, en donde aparece abundante toponimia vasca, documentado en el Volumen II del “Cartulario de San Juan de la Peña” del historiador  Antonio Ubieto Arteta en 1963”.
Los ciudadanos nos olvidamos de lo que pasó en Huesca en el siglo XVI, con la lengua vasca,  pero nos damos cuenta que en San Juan de la Peña, todavía aparece abundante toponimia vasca, que como acabo de escribir, está documentada en el “Cartulario de San Juan de la Peña” por el historiador Don Antonio Ubieto Arteta en 1963. Y debajo de San Juan de la Peña se encuentra el pueblo de  Uncastillo, en el cual todavía se enseñaba antes de la Guerra Civil el vasco a los aragoneses de ese hermoso pueblo. ¡Cómo se van olvidando las distintas generaciones de la lengua vasca, tan sonora y tan bella!. Ahora en Aragón se va olvidando su participación en la lengua vasca y tampoco nos acordamos del progreso material de las nuevas generaciones.
En la iglesia de Uncastillo, se encuentran dibujos y escritos en vasco, que se han usado para enseñar tal lengua a los niños de la localidad y que se ha abandonado tal enseñanza. No se enterado el pueblo aragonés por la difusión de tal acontecimiento, sino que se ha ido olvidando poco a poco la vida de esa antigua lengua vasca en Olivito. No me extraña que ese fenómeno se haya dado en Navarra y en la casi totalidad en Aragón.
Cuando te vas enterando del abandono del uso del vascuence en Aragón, da la impresión de que quisieron desterrarlo de este mundo, sin recordarlo para siempre como parte de la historia de estos pueblos. Son muchos otros los temas que hay que cultivar para desarrollar Aragón, pero aquí, en nuestra Tierra, nos hemos olvidado del desarrollo económico y vemos como muchos de sus pueblos dan la impresión de que se van acabando.No encontramos el apoyo de otros pueblos de origen vascongado, ni del Estado Español en la construcción del ferrocarril que por Canfranc, desenvolvería el desarrollo de Aragón, de cuya historia nos hemos casi olvidado y nos encontramos como indiferentes ante ese desarrollo. 
¡Qué lástima que muriera don Federico Balaguer  y  su  discípulo, gran amigo mío  Julio Brioso.!.
¡Qué ejemplo hemos de sacar de Navarra para alcanzar el desarrollo!. Cuando pasas desde Carcastillo en Navarra a Sádaba en Aragón, la carretera que une a ambos pueblos no es modélica, pero es la misma tierra y la misma ganadería de novillos bravos, pero hay ,tal vez un abandono en Aragón del  desarrollo  industrial, por el que se lucha en Carcastillo , ayudado por Pamplona. Pero cuando llega el viajero a Ejea de los Caballeros, se alegra al darse cuenta del impulso   que   esta   Villa, puede  dar a todas las Cinco Villas.
Pero la principal obra que debe hacer Aragón consiste en la pobre y renqueante vía férrea, que comenzó hace muchísimos años.
¡Aragón Aragón lucha por el Ferrocarril de Canfranc, para que nuestra Tierra, consiga prosperar!.

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