martes, 8 de junio de 2021

Sequía en la Naturaleza y “sequía” en los hombres.-

 



El abuelo nació en León y se casó con Paula. Él tiene ochenta y seis años  y ella se aproxima mucho a la edad de su esposo. Después de casados se fueron a trabajar a América para sacar  adelante a sus dos hijas, que dejaron en colegios españoles. Cuando volvieron del Nuevo Continente, su hija mayor se casó con un señor colocado en Huesca y aquí se vinieron a vivir. En Siétamo compraron una pequeña finca en una tierra pedregosa, pero una pequeña parte de ella la convirtieron en un huerto, para entretenerse, cultivándola. Allí se hicieron una casita, en la que viven poco más o menos, la mitad del año, que está sin luz porque electrificarla valdría una cantidad que excede sus posibilidades. Han colocado unos paneles solares que les permiten entre otras cosas escuchar la radio, aunque no pueden ver la televisión. Esta dificultad le viene muy bien al abuelo, porque siempre está en el huerto, cultivando cuatro tomates, coles, cebollas y acelgas, no para comerciar, sino para vivir ellos y darles a sus hijas, a su yerno y a sus nietos.

Allí viven felices los meses que pasan en la casita y en el huerto, pero este año de 2005 ha llegado una sequía brutal, que hace muchos años que no ocurría nada semejante en esta tierra. El río no bajaba agua sino la poca que manaba en las fuentes que estaban en su ribera, como la del abuelo de la que no dejó nunca de fluir el agua limpia y potable. De esta agua beben los abuelos cuando están en Siétamo y como no bajaba agua por la acequia por la que riegan los escasísimos huertos que por allí se encuentran, de los que algunos se cultivan y otros están yermos, no podía regar. A veces, cuando veía que alguna planta se iba a morir, cogía un cubo y lo llenaba de agua en la fuente y con esa escasa agua, regaba las plantas. Las regaba, no por egoísmo, pues ¿ qué necesitan dos ancianos de cerca de noventa años para comer?. Si alguna vez lo hacían era porque ¿cómo desplazarse a Huesca con frecuencia dos abuelos de ochenta y seis años?. Además si las orquídeas, que tanto cantan los poetas, merecen por su belleza, recibir el agua, las plantas de las hortalizas las quiere el abuelo más que los poetas a las orquídeas. El corazón del abuelo no está seco y así como hay quien ayuda a los hombres y a los animales, él no podía soportar oír el lamento de las plantas, ya que tenía sensibilidad para escucharlo, no como otros que no pueden escuchar los quejidos de las personas.

Lo peor es que había otra “sequía “ en el corazón de algunos hombres, que dirigían el aprovechamiento de las aguas y como la sequía mandaba en el ambiente, ellos para simular su sentimiento por la falta de agua en los pueblos, ordenaron, cuando ya iba a empezar a llover, que no se regara. ¿Regó el abuelo, cuando el agua no bajaba por la acequia o regó algún día, en que se escapara alguna pequeña corriente de agua?.El abuelo estaba solo con su esposa en un lugar aislado de la sociedad  y no se enteró de los anuncios que prohibían el riego. El no estaba pendiente de las noticias de la radio, sino de que sus plantas no murieran. Yo no sé si regó algún trozo de su huerto ni con que agua lo hizo, si con la de la acequia o con la que manaba de su fuente, pero en todo caso nunca podría regar mas que unos cincuenta metros cuadrados, que no admiten esas imposiciones de miles de pesetas, que al pagarlas aumentarían  sus necesidades.

Dicen que imponen esas multas para que los pueblos de abajo no pasen sed. La han pasado de buenas aguas y esos jefes del agua quieren hacer ver al pueblo que se preocupan, imponiendo multas enormes a personas que no han hecho toda su vida mas que trabajar. Aunque hubieran regado los escasos cien metros de su huerto, si hubieran podido hacerlo, no hubieran causado sed a nadie porque además su fuente seguía manando agua fresca, no como la ciudad de Huesca ,que perdía agua constantemente y en cantidades enormes, por las tuberías destrozadas por las que bajaban el agua de Vadiello a la ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El Cántico de San Juan de la Cruz

La belleza ha dejado de ser un ideal para los hombres y mujeres, pues vemos como muchas tendencias y modas tratan de acabar con el concepto ...