Monasterio de
San Martín de la Val de Onsera, llamamos a esa pequeña y rústica ermita, que se
encuentra en el término de Loporzano, cerca de San Julián. En mil ciento diez,
fue Monasterio masculino, dependiente del Monasterio de Montearagón, hasta que a mediados del
siglo XII fue atendido por monjas hasta el año de 1572,que fue abandonado y se
ocupó de él un ermitaño. En 1640 fue se hicieron obras de conservación, hasta
que en el año de 1936 fue saqueado durante la Guerra Civil. Pero a pesar de
esos hechos, no se ha agotado, la devoción del pueblo a este San Martín y a San
Urbez, que fue el protector de las lluvias.
En Aragón se
inició la transformación del ascetismo y
del eremitismo, en la vida hacia los monasterios. Los
eremitas y los ascetas vivían solos en cuevas y oraban y alababan a Dios, pero los monasterios elevaban una iglesia, en
la que celebraban el culto comunitario y a su alrededor, se elevaban celdas, donde
se acomodaban los monjes. Los monasterios comenzaron a fundarse en el Alto
Aragón, durante la época visigótica, de la cual es difícil encontrar escritos, de aquellos tiempos tan lejanos de su fundación. Se sabe
que existieron el monasterio
de Santa María de Alaón en Ribagorza, el de San Cucufate en el Sobarbe y San
Pedro de Séptimo cerca de Nueno. De esta época visigótica, procede el
monasterio de San Martín de la Valdonsera, que está como oculto en la misma
Sierra de Guara, cerca del pueblo de San Julián y en el Ayuntamiento de
Loporzano. Está cerca de una zona casi llana en el Somontano de
Huesca, pero acogido por las entrañas de la Sierra. ¿Por qué se refugió tanto en la misma Montaña ¿,
sencillamente por huir de los moros ,que ocupaban casi toda España.
¿Fue fundada
la ermita en el siglo VIII o era ya entonces,
el monasterio, al que acudió San Urbez de Nocito, del que dicen que estuvo
el santo pastor, como monje y fue ordenado
sacerdote?. El texto completo de Dialnet,
escribe: ”cada vez estaba más
claro que la matriz fue SAN MARTÍN DE LA
VALDONSERA”, pero el pastor- monje San Urbez se acogió por el año de
750, en las entrañas de la Sierra, donde todos coinciden en que en San Martín de
la Valdonsera, habitó como monje- pastor
y fue ordenado sacerdote. Parece que la vida de San Urbez, se redujo los
últimos años de su vida, a los Pirineos y a la Sierra de Guara, pero por las
orillas del río Guatizalema, tienen la tradición en el pueblo de Ola, de que el
santo estuvo pastoreando, durmiendo en una losa pétrea, que se conserva en casa
Otal de Ola. Viniendo de San Martín de la Valdonsera, donde hay una cascada de
agua y una fuente dentro de la iglesia, no pudo menos que lanzar su vara en el
Saso, que se clavó en tierra e hizo que brotara agua. Esta agua llegó a
suministrar al campo de aviación de Monflorite. ¿Fue tal vez por el año de 750,
al llegar San Urbez a San Martín de la Valdonsera, cuando se elevó el
eremitorio a la categoría de Monasterio, donde fue consagrado como sacerdote?.
Pero queda la duda de si coincidió en el mismo lugar San Martín de la Valdonsera
y San Martín de Asán. Pero algunos piensan que la fundación del Monasterio de
San Martín de la Valdonsera, es más anterior al siglo VIII, en que se incorporó
San Urbez en él, pues en Aragón en el
siglo VI, tuvo lugar la evolución del ascetismo o eremitismo al monacato.
El Abad San
Victorián, que gobernaba el Monasterio de Asán, fue autor de la regla
monástica. Este Monasterio del que no se conoce exactamente donde estaba
situado, aunque dicen que cerca de Montearagón; lo fundaron entre los años 507 y 511. A su
situación se refiere el cronista árabe (1003-1085) Al-Udri, diciendo que el Yabal
Aragún, es decir Montearagón “era un monte célebre entre los
cristianos”. A mediados del siglo X, los
monjes de San Victorián, dejaron el Monasterio, para refugiarse en el Sobrarbe,
al lado mismo del Condado de Ribagorza.
Se llevaron el cuerpo de San Victorián, que en lengua aragonesa se convierte en
Beturián, y al lado del Castillo de San
Martín, levantaron una iglesia, que fue el centro del Monasterio del si¡glo XI,
que dio origen al Monasterio Benedictino de San Victorián de Sobrarbe. Fue su
fundador el Abad Asán. Dicen que el
patrono San Martín de los monjes de la
Valdonsera, fue el mismo San Martín, es decir el mismo patrón San Miguel, de
los monjes de San Martín de Asán. El
cronista árabe dice que el monasterio de San Martín de Asán, estaba cerca de Montearagón
y cerca del río Flumen y San Martín de la Valdonsera, cuya fuente dentro de la
iglesia y la cascada en el exterior, desembocan por el barranco en el río
Flumen. Este Monasterio de San Victorián, fueron con San Juan de la Peña, los
dos más importantes de Aragón.
San Martín de
la Val Donsera, a partir del siglo V, debió ser un lugar donde los anacoretas y
eremitas alababan al Señor, o tal vez fue donde se encontraba el Monasterio de
San Martín de Asán. El Monasterio de Nocito parece ser, que al
establecerse enclaves militares francos en Aragón, fomentó la causas de la restauración del Monasterio de
Asán en Peña Montañesa, y de la fundación de los monasterios de Matidero (Sobrarbe),
San Matín de Ciella( Ansó), que fue dirigido por un capellán de la Corte
Carolingia, y San Pedro de Siresa (Val de Echo) y se adaptaron
a la dieta sinodal de Aquisgrán. Carlomagno estuvo en las puertas de la
ciudad mora de Zaragoza y tuvo influencia en todo el Pirineo de Navarra, de
Aragón y de Cataluña.
Hemos
considerado el paso de los eremitas o anacoretas a los monacatos y San Urbez, que
vino de Francia y parece ser que vivió este cambio, porque en la Montaña vivía como un eremita, en
soledad con el ganado que cuidaba, pero que fue pasando al Monacato, cuando
entró en el Monasterio de San Martín de la Val de Onsera. Allí dicen que fue
ordenado sacerdote y algunos dicen que dependió de San Martín unos cuarenta años. No parece una cifra
exagerada, porque vivió cien años. ¿Se puede pensar en que el Monasterio de San
Martín fue antes el de San Victorián de Asán?. Por un lado parece ridículo que
un lugar tan solitario y tan apartado, tuviera tal actividad de fundar órdenes
religiosas, pero está escrito que “La Ermita de San Martín de la Val d´Onsera,
fue un importante monasterio de la Alta Edad Media, que gestionaba la vida de otros monasterios
ubicados en la zona como San Ginés de Isarre, actualmente en el monte de
Santolaria, San Pedro de Antefuenzo, San Urbez de Nocito y San Cosme y San
Damián”.
Es un medio
geográfico el de San Martín de la Valdonsera, que impresiona el ánimo a quien
lo visita y cuando va uno a la ermita de Albella, contempla como San Urbez está
amansando un oso, como los que vivían en San Martín de la Valdonsera o Valle de
los osos.
San Urbez es
el patrono de las aguas en el Norte de Aragón, a cuya ayuda han recurrido
siempre los altoaragoneses y también es protector de la fecundidad y acudían a él, entre otros , el Rey de Aragón
Pedro IV, que le pedía San Urbez que su tercera esposa Doña Leonor, tuviera
descendencia, como así ocurrió. También
acudieron Don Alonso Felipe de Gurrea y Aragón, conde de Ribagorza y su tercera
mujer, cruzando descalzos la Valdonsera en 1524, para tener descendencia. Siempre
han acudido a esta gloriosa , pero humilde ermita , los fieles a dar gracias y
a pedir beneficios, como se puede comprobar, con los pueblos cercanos, que
celebran anualmente la ROMERÍA A SAN
MARTÍN, el último domingo de Mayo.
Dominaba San
Urbez la Naturaleza, haciendo que cayeran las aguas de la lluvia. Los vecinos
de los valles por él recorridos, lo veneraban con tanta devoción que tenía que
marcharse a otros valles, más al Sur. El
pueblo recuerda aquella ocasión en que habiéndose llevado el río , un puente,
hizo pasar al ganado sobre su cayado. San Francisco de Asís amó mucho a los
animales y San Urbez amaba a los animales salvajes, a los que bendecía. También
sanaba a los animales enfermos y retiraba la nieve para que sus vecinos
pudieran retornar al pueblo. Murió a los cien años de edad, rezando de rodillas
en el suelo y su cuerpo se conservó incorrupto, hasta el año de 1936, en que fue abrasado.
A última hora
dicen que volvió a morir a Nocito, donde fue abrasado en año de 1936.La Cofradía de San Urbez tiene un especial unión
entre el antiguo cenobio de Nocito y la iglesia de San Pedro de Huesca, donde
el santo tiene a sus queridos santos Justo y Pastor, a sus pies.
Es San Urbez
un santo que cada día alcanza más amor y respeto entre los altoaragoneses, pues
ha recorrido estos años alrededor de unos ciento cincuenta kilómetros, desde
Añisclo, hasta Huesca, pasando por Yerba, Vió, por la ermita de Albella, por el santuario de
Nocito , para llegar a la capilla de San Urbez , acompañado por sus amados
Santos Justo y Pastor. El punto donde se le guarda gran devoción se encuentra
en plenos Monegros en La Almolda.
Teresa Ramón, oscense,
que vive en Barcelona, escribió el diecisiete de Abril de 1984, un Romance, que
en uno de sus pasajes , dice así: ”Los monjes de San Martín-en Urbicio se
miraban- y con Urbez, como monje, el monasterio ganaba-montes y valles
vivían-al amor de sus palabras- las fieras le obedecían- y los hombres le
admiraban.-Con insinuantes canciones-el Airal le reclamaba- y le ofrecía el
cobijo-en su desértica entrada,- gentes buenas de Nocito- bebían sus
enseñanzas; -gentes buenas de Nocito-tejían una mortaja-para envolver el
ocaso-de la estrella centenaria.-Los santos Justo y Pastor- a San Urbez daban
guardia”.
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