Llevamos varios años Don Rafael Gonzalo de Javea (Alicante)
y yo mismo, buscando la personalidad del “Padre Jesús”. Don Rafael Gonzalo,
tiene una fe profunda en ese mártir, que fue fusilado, al lado del río
Guatizalema, que pasa por Siétamo (Huesca). Vino Rafael a este pueblo a
enterarse del martirio del “Padre Jesús” y fue después a Huesca, donde habló
con el Canónigo Don Damián Peñart y Peñart, autor de la Historia de la Diócesis
de Huesca, en que narra los acontecimientos de la Guerra Civil. Estuvo también visitando a los benedictinos del Monasterio de Barbastro. En Lérida consultó con algunos
miembros de su diócesis, para interesarse
por la personalidad el mártir, al que yo llamaba el “Padre Jesús”. Me escribieron
varios devotos de ese mártir, cuya fotografía se extendió por toda España e
incluso por Europa. Otros, al saber que yo era de Siétamo, donde fue fusilado,
me vinieron a preguntar alguna noticia del mismo.
El domingo, 29 de Junio de 2014,
a dos o tres días de haberme venido a visitar, el francés, Dominique
Dupont, me escribió lo siguiente: ”Estimado
Ignacio. Un saludo desde Francia, después de un viaje en el Alto Aragón, muy agradable, a pesar de las
tormentas. Como lo sabe, el enigma del ”Padre Jesús”, me acompaña. Después de la
lectura del libro de Damián Peñart y Peñart, “La diócesis de Huesca y la guerra
de 1936-1939”, tengo la convicción de que puede ser Antonio Vilellas Juste, por su edad, y sobre todo por su trayecto en
estos días de infierno: De Lecina a Alquézar, su casa natal, luego a Barbastro,
con otros vecinos de Alquézar para “hacer fortificaciones y defensas”. Luego se
incorporó en una columna para ir al frente, en los días en que estas columnas
iban a Siétamo. Peñart (ya difunto), dice
también que la gente de Alquézar supo
que “mosen Antonio Vilellas Juste había
sido asesinado, pero no sabían dónde”. Esos indicios me parecen muy
importantes. Por otra parte, no se conoce otro cura o monje desaparecido del
entorno (diócesis de Huesca o de Barbastro). Antonio Vilellas Juste fue ordenado el 6 de junio de 1936, poco
antes de la Guerra, y fue sorprendido por ésta, en su familia de Alquézar, escapando a una muerte casi segura de la
primera columna que pasó por Lecina el 27 de Julio. El cura párroco de Lecina, en
su cama desde más de un año y medio, y con “las facultades mentales
perturbadas”, fue salvado gracias a su estado físico, pero otra columna, el 27
de Agosto, le asesinó. (Peñart, aún niño, fue testigo de eso, por ser de tal
pueblo). Una historia muy triste, por cierto, pero ahora tenemos el deber de
identificar a este mártir, lo que parece más fácil que encontrar sus restos.
Probé un correo electrónico con la diócesis de Huesca: a veces tienen algo, en
su archivo, una foto de la ordenación de Antonio Vilellas, o de su periodo de
seminario…Otra vez, discúlpeme par el error de día, y gracias por su acogida
muy simpática. Dominique”.
Son muchos los que se han
interesado por el Mártir “Padre Jesús” y me han consultado, creyendo que yo, un
niño de cinco años, cuando fue fusilado a orillas del río Guatizalema, conocía
lo que hicieron los “rojos”, con él, cuando al comienzo de la Guerra ellos
estaban al lado del río y yo con mi familia en el núcleo del pueblo, defendido
por los nacionales. Los sindicalistas, miembros de unos nueve o diez
sindicatos, venían de Barcelona y estaban detenidos ante el pueblo de Siétamo, por
escasos miembros del Ejército, de la Guardia Civil y de paisanos de Siétamo.
Yo estaba en la otra orilla del río, y escuchando los cañonazos, que lanzaban
los que de Barcelona venían; al llegar la tarde y parar el bombardeo, subí en
compañía de mi familia y vecinos de Siétamo, en un camión y nos llevaron a
Huesca. Allí nos recogió mi abuela, Doña Agustina Lafarga Meriz. Y en esas
circunstancias ¿cómo iba yo a poder seguir el Martirio del “Padre Jesús”?.Simplemente,
varios años después de acabada la Guerra Civil, escribiendo aquello de lo que
de él, me enteraba y compartiendo los
sentimientos de las personas, que lo admiraban y que se sentían protegidos por
ese santo tan sencillo. A los veinticuatro años de edad fue fusilado, cuando
hacía aproximadamente un mes, que había sido ordenado sacerdote.
Son varios los artículos que
escribí sobre su vida, pero más sobre su
muerte, por ejemplo “La historia del Padre Jesús”, convertida en leyenda”, “El
Doctor Don Luis Chiva y el Padre Jesús”, “Padre Jesús, el desconocido”, “La historia del Padre Jesús y el sacerdote Martín Martínez”.
En estos momentos he comenzado este artículo, que se titula, “El “Padre Jesús”, ¿es tal vez?, mosen Antonio Vilellas
Juste, de Alquézar”.
Son varias las personas con las que he hablado
del “Padre Jesús”, después de conocer a Don Rafael Gonzalo de Javea, provincia
de Alicante. El ya se encargó de comunicarse con el canónigo Don Damián Peñart,
que por desgracia ha muerto. Cuando este
era todavía un niño, en el pueblo de Lecina, fue testigo del fusilamiento de su
párroco, el 27 de Agosto de 1936. Este párroco, que “tenía las facultades
mentales perturbadas”, desde Junio en que fue ordenado sacerdote don Antonio
Vilellas Juste, hasta mediados de Julio de 1936, recibía ayuda de él en su labor parroquial, que se la
daba mosen Antonio desde Alquézar, que
fue el pueblo donde nació. No creo que se acordara Don Damián de Mosen Antonio en aquellos escasos días, de lo
contrario, quizá no hubiese sido tan oscuro, descubrir el nombre del “Padre Jesús”. Don
Damián dijo, según escribe, Dominique Dupont, que la gente de Alquézar, pronto se
enteró de que “Mosen Antonio Vilellas Juste, había sido asesinado, pero no
sabían dónde”. Nosotros, ahora, sabemos aproximadamente, donde lo fusilaron,
pero no conocemos el lugar exacto, ni donde lo enterraron. ¿Es la Punta de
Guara, la que se ve, detrás de la fotografía de Mosen Antonio Vilellas
esposado?. Estaba dicha cumbre cubierta
por las nubes, lo que no me permite asegurar si esa cima es la de la Sierra de
Guara. En cambio a escasos metros más arriba, se capta la montaña de Gratal y
desde esos pocos metros se ve la planta de anís, que prolifera un poco más
abajo. Tuvimos una duda entre ambos picos, pero parece que la forma de Gratal,
responde mejor al relieve de las cumbres, que en Guara.
Después de recibir, a fines del
mes de Junio de 2014, la carta de Dominique Dupont, llamé por teléfono a
Alquézar, al sietamense, Don José María Cabrero Bastaras, Teólogo al servicio
de la Parroquia de Alquézar y también al servicio de la Diócesis de Huesca, además de Biólogo, al servicio del Seminario y
Colegios de Huesca. Como teólogo y como biólogo, estudia la verdad espiritual y
la material, pero no la proclama hasta que la conoce exactamente. El sabe del “Padre Jesús”
y conoce la historia de Mosen Antonio Vilellas Juste, pero no puede dar
solución exacta de si éste, sacerdote, recién ordenado, fue fusilado en Siétamo, aproximadamente un mes después de ser
sacerdote. Me dijo el párroco Don José María Cabrero, que conoce familiares de
Mosen Antonio Vilellas Juste, que viven en Barcelona y que acudirán a Alquézar este
verano y me aseguró que les preguntaría datos sobre él.
Como me escribe Dominique Dupont,: ”ahora
tenemos el deber de identificar este mártir, lo que me parece más fácil que encontrar sus restos”.
La historia del Padre Jesús,
parece una legendaria historia porque el fotógrafo era un judío europeo, cuyo
nombre anterior al de Guzmán, fue Hans Gutman, que posteriormente se nacionalizó
español y cambió su nombre, pues pasó a llamarse Juan Guzmán. Bajaba por la
carretera y se encontró con el que iba a ser mártir y preguntó a los que lo
conducían que quien era ese individuo y respondieron que un cura, que habían
capturado. En seguida le ordenaron al cura que
gritara ”Viva la República” o lo matarían. El sacerdote, que tenía las
apariencias de tener veinticuatro años
de edad, respondió, con grandes voces:”Viva Cristo Rey”. “Por tres veces se repitieron
los gritos, hasta que al final le llevamos a un lado y le fusilamos”. Al pie de
la foto de Juan Guzmán, pone “Sacerdote
capturado por las fuerzas republicanas, instantes antes de ser fusilado. Siétamo
(Huesca).Agosto de 1936”. En el punto de más arriba de la vieja carretera, lo
apartaron de ella y lo fusilaron. Sólo quedan a su lado, pequeñas superficies
de tierra, pues cae el nivel de ellas hacia la nueva carreteraN-240.
Escribí en un artículo “Jesús el desconocido”:
”El que hizo la fotografía Juan Guzmán, se la dejó tal vez a su hijo o
heredero, que la mandó al Cardenal de Madrid, diciéndole que era una fotografía
auténtica”.
La fotografía del “Padre Jesús” ,con la figura de un hombre, que “sin duda la enorme fuerza de la
mirada del sacerdote a las puertas del cielo, debió desconcertar a sus
verdugos, que esperarían de su víctima, una
actitud menos digna con la que tranquilizar sus conciencias adoctrinadas, por
los que ahora son llamados con un colosal sarcasmo, ”luchadores por la libertad
y la democracia”. Y esa “fotografía la tenía en su despacho el Decano de la
Facultad de Teología de San Dámaso, Pablo Domínguez, recientemente fallecido (2010),
en accidente de montaña. El mismo Decano afirmó: “La (foto) la conseguí en
Moscú, en un congreso. “Parecía que hablaba de un sacerdote español, el Beato Martín
Martínez, operario diocesano, natural de Valdealgorfa (Teruel), diócesis de
Zaragoza. Esta es una más de la confusiones sobre la identidad del “Padre
Jesús”, pero el Decano Don Pablo Domínguez, tenía su duda, porque alguien, de cuyo
nombre no puedo acordarne, me afirmó que en la fotografía, ponía el nombre de
Martín Martínez, con un interrogante.
En la salida a la carretera
N-240, desde la Ermita de la Virgen del Viñedo, no sé si fue motivado por el
“Padre Jesús” o por una casualidad, tuvimos el Doctor madrileño Don Luis Chiva
y yo mismo, un pequeño roce con nuestros vehículos automóviles. Aparcamos y al
sacar nuestras documentaciones, me llené de ilusión al ver entre los papeles
del Doctor, una fotografía del “Padre Jesús”. Comenzamos a hablar, pero no del
accidente, sino del “Padre Jesús”. Nos
marchamos, pero siguió la comunicación entre el Doctor y yo mismo. El domingo
cinco de Septiembre del año de dos mil diez, cinco de Septiembre, recibí una
carta sobre el “Padre Jesús”, que decía :”La fotografía del sacerdote fusilado en Siétamo, es para mí una verdadera
intriga y en internet se pueden encontrar muchas referencias que hacen pensar
que se trata del sacerdote Martín Martínez Pascual”. “No creo que conociendo
sólo un poco el martirio del Beato Martín Matínez Pascual y comparándolo con el
del “Padre Jesús”, como yo le llamo, se concluya que son ambos la misma
persona. En su martirio el Beato Martín Pascual iba rodeado de milicianos con
otros seis sacerdotes .Los hicieron subir en un camión y marchó en dirección al
cementerio de Alcañiz, donde fueron fusilados. Alcañiz está situado a unos
ciento cuarenta kilómetros de Siétamo y el mártir sacrificado en este pueblo, murió
sólo. Se conoce el lugar muy aproximado de su fusilamiento y parece ser que su
lugar de enterramiento está allí mismo, sin seguridad”.
El día uno de Julio de 2009,me
escribió Don Fernado Hernández Surmann, desde Palma de Mallorca, que entre
otras cosas me decía: “No sabe la alegría que me dio con su llamada..Le contaré
un poco la historia de mi interés por nuestro común amigo “Jesús”….He visto que
se ha hecho muy famosa la foto en cuestión tras publicarse en Alfa y Omega, suplemento
religioso de ABC, que seguro que usted conoce de sobra…Yo tengo un ejemplar del
libro que recoge los testimonios de su martirio, llamado “Test”, publicado por “Ediciones
Sígueme”, en 1990.
En “La Catedral de los Mártires”, del
periodista Santiago Mata, escribe éste:“Las jornadas de Barbastro y el mártir
desconocido de Siétamo” y hace la afirmación que “El mártir de Siétamo no es
Martín Martínez Pascual” y a continuación se expresa diciendo que :” El cuatro
de Abril de 2014 hice con Ignacio Almudévar estas fotos en dos puntos de Siétamo
(Huesca), para compararlas con la foto del mártir no identificado de la portada
de mi libro “Holocausto católico”: primero en el video se ven las fotos tomadas
en la carreta hacia Castejón de Arbaniés ( no hacía falta ir tan lejos y al
otro lado del río, para ver el monte de Gratal, pues como he dicho,se ve en
aquella zona ,muy cerca del río Guatizalema). Pero no se olvidó el periodista
Santiago Mata de tomar fotografías en la carretera vieja que
pasa sobre un pequeño tozal, zona en la que hay plantas de anís, como las había
en 1936, según se ve en la foto de Juan Guzmán conservada por EFE.
Dice el periodista Santiago Mata
que sale un pequeño video en Siétamo,”más la explicación de Ignacio Almudevar,
sobre el mártir desconocido”.
Al final del artículo, se contempla
una foto del uno de Agosto de 1936, enfocada por Juan Guzmán.
“Esa fotografía parece decir: “Un
minuto antes de ver a Dios”, pues parece que ya se estaba dando cuenta de la
presencia del Señor, pues recuerda ver a Jesús con sus ropas humildes, sus
cabellos alterados, su barba, que no se podría afeitar por careces de
instrumentos para ello. Lleva los brazos hacia tras, lo que da la impresión de
que sus muñecas irían atadas, lo que no le ponía cara de tristeza, sino que la
carretera en su “miliar séptimo”, o kilómetro trece, hacía recordar los siete
pecados capitales de aquellos que lo iban a fusilar, pues en su cara no se
veían síntomas de soberbia ni de avaricia, ni de lujuria, ni de ira ni de
envidia y ni siquiera de pereza y la cara es el espejo del alma.”
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